Ludología

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Concepto:La ludología se ocupa del análisis de los videojuegos desde la perspectiva de las ciencias sociales, la informática y humanidades. Su etimología es una fusión del latín ludus (juego) y del griego logos (conocimiento racional).

Ludología. Puede justificarse la existencia de la Ludología, como disciplina ocupada en el estudio del juego por el juego. La obtención del placer lúdico, como resultado esencial de esta acción, tiene su sentido más profundo en procesos objetivos y dialécticos del desarrollo, que rascienden las aplicaciones concretas, pues determinan el paso hacia una condición superior en la existencia del individuo y de la especie.

Inicios

A lo largo de la historia de las ciencias, diversas disciplinas han abordado el fenómeno de lo lúdico, pero siempre con un propósito instrumental, como un medio para la consecución de un determinado fin, y en ningún caso como un fin en sí mismo. Peor aún, esto se ha hecho comúnmente reduciendo el concepto de lo lúdico sólo a una de sus manifestaciones, que es el juego.

Para los psicólogos, el acto lúdico o juego es estudiado en la medida que contribuye a la mejor comprensión de las conductas individuales a lo largo de la vida. Los sociólogos lo valoran por su influencia en el marco de las interacciones sociales en que los grupos humanos se desenvuelven. Los pedagogos lo han empleado como recurso motivador y regulador en los procesos de enseñanza-aprendizaje. Los etnólogos acuden a él como parte de los mecanismos socioculturales que les permiten hurgar en la prehistoria de la Humanidad. En cualquier caso siempre el juego será una herramienta en la indagación, su presencia tenaz y significativa en todo hecho antropológico, tanto desde lo ontogénico como desde lo filogenético.

Sin embargo, ya desde la prehistoria el hombre ha experimentado los múltiples efectos del juego, desde el momento en que acudió a la representación simbólica de la realidad para resumir en una acción ritual, e incluso de tipo sagrado, la lucha por la supervivencia, o conjurar las fuerzas desconocidas a las que temía, a fin de apropiarse del sentido animista de tales procesos, y para establecer mecanismos de comunicación que les permitiesen actuar mejor en cooperación. La Lúdica surgió, por tanto, con un marcado valor utilitario, como una significativa acción antropológica derivada de la necesidad de subsistencia de los grupos humanos, que contribuyó de forma notable al desarrollo de la Humanidad.

Relación con la humanidad

El desarrollo es indispensable para evitar el estancamiento y la consiguiente extinción. Y la subsistencia igualmente lo es, como garantía de la estabilidad de las especies en las nuevas cotas alcanzadas, sin lo cual surgiría también la extinción.

Por otro lado, ambas tendencias se manifiestan indisolublemente unidas en la actividad de los seres vivos, pues las acciones ontogénicas determinan en gran medida las posibilidades filogénicas, y estas a su vez condicionan a aquellas.

La solución de la necesidad, en su doble vertiente, la consiguen los organismos vivos mediante su actividad. Y es justamente en este punto donde concurren las diferencias sustanciales que califican a los diversos estadios biológicos. La primera de ellas radica en la clasificación de los seres vivos en vegetales y animales. Mientras para los primeros, en términos generales, las manifestaciones de su actividad orientada a la satisfacción de ambos tipos de necesidad transcurren sobre todo en el marco de su individualidad, para los segundos están regidas por una condición cualitativamente diferente y superior, al requerir tanto de la acción individual como de la grupal.

En el ser humano, por las superiores facultades de su corteza cerebral la actividad en una u otra dirección será generalmente consciente, aun cuando presenta acciones absolutamente instintivas, particularmente vinculadas a la supervivencia, como las regidas por el instinto de conservación. De tal modo, el hombre es el único animal capaz de abordar la solución de su necesidad de subsistencia con un tipo exclusivo y superior de actividad, que es el trabajo. Solo el hombre trabaja, pues los restantes animales resuelven dicha necesidad mediante acciones instintivas, biológicamente determinadas. Lo que diferencia, por ejemplo, el trabajo del peor arquitecto de la labor de la mejor abeja es que aquel antes de acometer la construcción de un edificio la realizó previamente en su mente, por lo que su actividad es muy superior al permitir la incorporación de soluciones creativas y novedosas.

Gratuidad de la ludología

La necesidad lúdica tiene carácter instintivo e innato. La actividad lúdica comienza con semejante motivación natural, con el juego denominado funcional, pero pasa muy rápidamente a ser un producto social como resultado de la inserción del individuo en su medio. El placer lúdico es consecuencia, sobre todo, de la imbricación de los factores individuales e instintivos generados por la necesidad, con los colectivos y sociales propiciados por la actividad, como resultado de lo cual podrá surgir un estado de realización, en caso positivo, o de frustración, en el negativo, con el consiguiente efecto estimulador o inhibidor en los componentes de la personalidad.

Esa es la piedra angular de la Lúdica, su elemento definitorio por excelencia. Lo que diferencia principalmente al juego del trabajo es que mientras este es heterocondicionado -o impuesto de forma obligatoria por normas dictadas más allá de la voluntad del hombre, que lo acepta por responder a su necesidad de subsistencia-, la actividad lúdica solo será real cuando resulte autocondicionada, o determinada por la propia voluntad, u obligación interior, de los participantes en ella. Un análisis objetivo del campo de acciones del hombre como ser social indica que todas ellas estarán inevitablemente matizadas por la influencia exterior del medio socionatural en que se inscriben, y por tanto serán, en algún grado, heterocondicionadas. Es imposible vislumbrar un tiempo humano liberado de influencias externas, entendiendo estas como la manifestación de necesidades vitales, de subsistencia y de desarrollo, las que tendrán en igual medida componentes auto y heterocondicionados, tanto de origen interior como exterior. De hecho, y aun en el supuesto caso de acciones humanas exclusivamente autocondicionadas, estas seguramente apuntarán al perfeccionamiento del hombre, lo que no será jamás en abstracto, sino verificable a través de su relación con el entorno en su integralidad biosocial, por lo que los factores e influencias heterocondicionadas estarán presentes e incluso, en última instancia, regirán tal actividad. En resumen, como afirma el recreólogo argentino Pablo Waichman, la libertad no consistirá en la falta de obligaciones exteriores, sino en la mayor o menor carga de obligaciones interiores.

Semejante cualidad de libertad es la razón esencial que convierte al acto lúdico en un momento de desarrollo personal, cuando el ser humano puede poner espontáneamente en acción todas sus potencialidades individuales en el plano físico, volitivo, moral, social, y en todos los demás aspectos que condicionan y definen su personalidad. Siendo el ser social una cualidad de la condición humana, semejante ejercicio de la libertad solo puede interpretarse en el marco de intereses de la especie en su conjunto. El respeto por el derecho, propio y ajeno, al ejercicio de la libertad en el necesario marco social es, por consiguiente, la más importante razón existencial de la condición humana. El impulso lúdico vital, que tiene su génesis en mecanismos innatos e individuales, biológicamente determinados, se convierte en fenómeno cultural cuando resulta herramienta para el desarrollo de la sociedad, conjugándose así los procesos ontogénicos y filogénicos durante la concreción del acto lúdico. El juego por sí mismo, el juego por el juego, está dotado de una profunda intencionalidad, aunque ella se oculte tras la apariencia del libre albedrío, de la inconsecuencia en las conductas autocondicionadas que han de regir al individuo cuando juega verdaderamente, de modo espontáneo y desinteresado, con el único afán de recrearse y pasarla bien.

Videojuegos

Aunque los departamentos de ciencias de la computación han estado estudiando los videojuegos desde un punto de vista funcional durante años, el estudio de éstos en las humanidades todavía se encuentra en una etapa incial. Como la teoría del cine, intenta entender los videojuegos, los jugadores y las interacciones entre ambos. En los estudios de los videojuegos, no existe una corriente de análisis única. Los dos grandes enfoques, que en ocasiones compiten entre ellos, serían la ludología y la narratología, pero algunos autores señalan la inexistencia de una oposición real.

Si se ha de proponer una diferencia de enfoques al interior de la ludología, ésta debe hacerse entre el Desarrollo de Videojuegos, interesado en el estudio de los aspectos técnicos en los videojuegos y la aplicación de nuevas tecnologías sobre los mismos, y la Teoría Ludológica, más purista e interesada en el estudio del quid de juego y videojuego, atendiendo a sus aspectos sistémico, social, humano, estético y cultural. Desde 1997 se desarrollan los estudios ludológicos enfocados directamente sobre los videojuegos.

Aparte del estudio de los videojuegos, la ludología también ha sido entendida desde un punto de vista pediátrico, pedagógico y neurológico.

Fuentes