Ludwig Courvoisier

Ludwig Courvoisier
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Nacimiento1843
Basilea, Bandera de Suiza Suiza
Fallecimiento1918
Basilea, Bandera de Suiza Suiza
OcupaciónMédico

Ludwig Courvoisier. Un ejemplo de la nueva era quirúrgica en la cirugía hepática y biliar así como en la del páncreas y el bazo desarrollada en el último cuarto del siglo XIX. La obra de Courvoisier se enmarca en esta etapa de la historia de la medicina.

Síntesis biográfica

Nació en Basilea (Suiza) en 1843. De pequeño tenía una gran afición por la botánica y por la entomología, que continuó cultivando a lo largo de su vida. Incluso llegó a publicar varios trabajos sobre estos temas ilustrados por él mismo. En la Universidad de Basilea realizó los estudios de medicina que tuvo que interrumpir dos veces, una por una grave enfermedad infecciosa y otra por la guerra de Austria con Prusia. Se graduó en 1868.

Trayectoria laboral

Su formación como cirujano transcurrió junto a los mejores: Czerny y Billroth en Viena, y Ferguson y Spencer Wells en Londres. La guerra franco-prusiana lo llevó a un hospital militar en Alemania donde estuvo con el cirujano August Socin, gran especialista en cirugía de guerra. Más tarde ocupó una plaza de médico interno en el Hospital de Rieher, donde también estableció una consulta privada y se vinculó a la universidad. Durante este periodo -unos doce años- escribió el libro Die häusliche Krankenpflege (Basilea, 1874), que alcanzó cuatro reediciones.

En 1883, quince años después de graduarse, su reputación como cirujano había crecido. Creó un centro privado que le permitió realizar experimentación clínica y estrechó aún más sus vínculos con la Universidad de Basilea. En 1888 fue nombrado profesor y en 1890 se le ofreció la dirección de la clínica quirúrgica, cargo que no aceptó en favor de una persona más joven que él. En 1900 sucedió en el cargo a Socin.

Courvoisier se especializó en la cirugía del tracto biliar publicando abundantes trabajos sobre el tema. La llamada "ley de Courvoisier", que dice que "la dilatación de la vesícula biliar es rara en la obstrucción del colédoco por cálculos, y frecuente por obstrucciones de otra naturaleza" parece que surgió de su trabajo Kasuistisch-statistische Beiträge zur Pathologie un Chirurgie der Gallenwege (Leipzig, 1890). En él revisa 109 casos en los que se encontraba dilatación de la vesícula:

"De 109 casos de dilatación...sólo 17 se debían a cálculos; el resto obedecían a obstrucciones de otra naturaleza (10 a tumores del conducto biliar, 8 a estrechamiento, 74 a compresiones extrínsecas). Sólo 2 de los 17 enfermos con cálculos tuvieron una distensión de la vesícula, y ésta era moderada. Por el contrario, la dilatación debida a otras causas era considerable (35 casos), y en algunos de ellos (9 en total) se debía a tumores enormes que sobrepasaron sobradamente las 16 onzas".

En este libro ofrece también un estudio comparativo de 187 casos, de los cuales 87 se debían a cálculos y el resto a otras causas. Observó que los primeros tenían una estrecha correlación con una atrofia de la vesícula (70 de los 87) y una relación casual con una dilatación. Por el contrario, las otras causas se relacionaban mayoritariamente con una dilatación (92 de 100 casos) y muy poco con una atrofia. Para esto sugirió una explicación:

"... los cálculos se originan en la vesícula. De esta manera irritan su pared y la del conducto cístico y dejan en ambas evidencia de un paso forzado en forma de una infección crónica...que, a menudo, evoluciona hacia una atrofia...."

Para Courvoisier las conclusiones fueron sorprendentes ya que demostraban lo contrario de lo que se había venido afirmando. Sin embargo, quizás hubiera sido la última persona en convertir el hallazgo en ley, cosa que otros hicieron sin que se sepa cómo. En la actualidad reina un amplio escepticismo en lo que a la ley se refiere, debido a la gran cantidad de excepciones que vienen registrándose. Por ejemplo, un 50% de los carcinomas de páncreas presentan habitualmente una vesícula palpable, cifra que asciende al 80% cuando se hace cirugía o autopsia.

Como es normal en la ciencia, estudios posteriores han tratado de validar o de falsar la ley y los resultados más bien se decantan en favor de su "no universalidad". Algunos autores afirman, no obstante, que las circunstancias clínicas, el desarrollo de la patología, y los nuevos tratamientos que se han impuesto después de Courvoisier, hacen imposible esta tarea. Hoy se opina en general que debería hablarse la "Vesícula de Courvoisier", para referirse a una vesícula palpable en pacientes con ictericia, o a la vesícula biliar afectada por una obstrucción crónica de origen no calculoso. Esto podría interpretarse como el reflejo de una presión ductal alta debida a una obstrucción maligna. De no ser palpable la vesícula, el médico debería buscar esa dilatación por otros métodos.

También se habla del "síndrome de Courvoisier-Terrier", que hace referencia a la dilatación de la vesícula biliar, ictericia mecánica y decoloración de las heces, que se presenta cuando existe obstrucción de la ampolla de Vater provocada por neoplasia de ésta o de la cabeza del páncreas o por la existencia de un cálculo en el conducto hepático común; en este último caso se acompaña de hipertermia, escalofríos y dolor.

Muerte

Falleció en Basilea en 1918.

Fuente