Luis Moro López

Luis Moro López
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Combatiente revolucionario cubano
Nacimiento25 de agosto de 1910
Santa Isabel de las Lajas ,Bandera de Cuba Cuba
Fallecimiento26 de marzo de 1958
Santa Isabel de las LajasBandera de Cuba Cuba

Luis Moro López (Llilli), mártir de la localidad de Santa Isabel de las Lajas, municipio de Cienfuegos es recordado y admirado por aquel hombre incansable, honesto y de ideas revolucionarias.

Síntesis biográfica

Nació el 25 de agosto de 1910 en Santa Isabel de las Lajas, provincia de Las Villas, siendo el segundo hijo de Rafael y Edelmira, tuvo dos hermanos, Rafael Federico y Maria Cristina, formándose así una familia unida y estable.

Fue un niño de constitución física débil, de carácter enérgico, caracterizándose por su honradez y nobleza, destacándose como alumno aplicado e inteligente, pero muy inquieto.

Cursó sus estudios primarios en la Escuela publica “José de la Luz y Caballero y los secundarios en la Academia de José Sainz y Atilano Díaz Rojo de este mismo pueblo.

Trayectoria revolucionaria

Sus inquietudes políticas y sentimientos patrióticos, así como su amor por Cuba y su terruño natal, fueron formándose desde temprana edad, basándose en la admiración y el respeto que sintió por su tío Manuel Antonio López Mora, joven estudiante de medicina, quien a pesar de ser hijo español se fue a la manigua a las ordenes de Tinito Cruz en la Guerra del 95, alcanzando los grados de Teniente y quien muriera de tifus como consecuencia de su prolongada permanencia en zonas cenagozas. En conocimiento de la intervención norteamericana en la gesta del 95, así como la labor fructífera de algunos de sus maestros como la Dra. Maria Abundia Cruz y Baez, hicieron de Luis Manuel Moro López (Llilli) un lector apasionado y un admirador del pensamiento Martiano.

Aprendió el oficio de Tipógrafo en la Imprenta fundada por su abuelo, compartiendo su tiempo además con las actividades propias de otros negocios familiares.

En 1929, estando asociado al llamado Club Deportivo, fundado como una organización de instrucción, recreo y deportes y siendo además miembro de su Junta Directiva, comienza a realizar actividades conspirativas contra la dictadura del General Gerardo Machado, dejando entonces de simpatizar con los Liberales y al constituirse la Asociación Unión Nacionalista, dirigida en Lajas por los doctores Manuel Cartas y Regino Cápiro, se incorpora a la misma, participando directamente en 1931 en el llamado Alzamiento de Río Verde, tomando por primera vez las armas para enfrentarse a los desmanes de un Gobierno dictatorial en Cuba. Se produce en esta acción el asesinato de Vilariño por la Guardia Rural, hecho que le conmueve profundamente y que marcaría su vida futura a pesar de que la acción no logró sus objetivos.

Continúa la búsqueda de una organización política que represente los intereses de la nación y se enrola en las filas de ABC (organización secreta) ocupando el cargo de Jefe del Ramal A-1, formando parte de la Cédula Directriz de la misma, a la cual dedica todas sus energías juveniles. En 1932 forma parte de un Frente Único organizado en Lajas que aglutinaba a los sectores que se oponían a Machado para participar en las elecciones parciales, continua recolectando armas procedentes de su ocupación a miembros de la Guardia Rural y de connotados machadistas, otras son compradas con los fondos del ABC.

Con su trabajo constante logra aglutinar jóvenes con ideas revolucionarias y patrióticas que pudieran realizar entrenamientos militares para ingresar en los Grupos de Acción y enfrentar a la tiranía pues no descartaba la lucha armada como método idóneo para derrocarla.

Participa activamente en la Huelga General convocada para el 12 de agosto de 1933 y que derrocó a Gerardo Machado. Inmediatamente es llamado a formar parte del Gobierno Municipal al ocupar el Dr Cartas la Alcaldía. Comienza a luchar enérgicamente contra los oportunistas que en medio del desorden reinante intentaban obtener puestos públicos inmerecidos. Además realiza la denuncia ante Tribunales del asesinato de Vilariño aquel 13 de agosto de 1931 sin obtener resultados positivos puesto que en el Poder Judicial y el la Guardia Rural, no hubo cambios en la frustrada Revolución del 33.

Al producirse el Golpe de Estado del 4 de septiembre de 1933, renuncia a sus cargos, oponiéndose abiertamente a este hecho, comienza entonces a ser perseguido por los mismos que fueron sus adversarios en la lucha contra Machado y a los cuales había acusado del asesinato de Vilariño; el 10 de julio de 1934 se produce un fatídico encuentro entre el Cabo de la Guardia Rural Victor A. Morales y Luis Manuel (Llilli) quien espera a este último en los alrededores de su domicilio, en horas avanzadas de la noche con intenciones evidentes de ultimarlo, produciéndose en acto de legitima defensa, como quedara demostrado cuatro años después y por motivaciones políticas la muerte de dicho Cabo, pues Luis Manuel (Llilli) en esta ocasión va armado y pudo ripostar la agresión, salvando así su vida. Producto a este hecho y en medio de una situación política convulsa, tiene que emigrar hacia los Estados Unidos para salvar su vida de las represalias del Ejército, cosa que consigue gracias a la ayuda que le brinda el ABC.

De agosto de 1934 a febrero de 1938 que regresa a su terruño lajero madura extraordinariamente el joven de 24 años que salió de Lajas en contra de su voluntad, escuchando no obstante el consejo oportuno de sus familiares y compañeros de lucha; la separación física de todo lo que amaba lo hacia sentir como un inútil espectador de la vida política cubana, de la cual siempre se mantuvo informado, sufriendo al no poder aportar sus esfuerzos para lograr los cambios deseados; suceden también hechos importantes de su vida personal como el nacimiento de su hija mayor a la cual no conoce hasta su regreso así como la pérdida de su querido padre aquejado de una cruel enfermedad.

Fue perseguido por el FBI por tener visa de estudiante y no serlo en realidad pues aunque asistía a una escuela para aprender ingles, trabajaba para ganar su sustento y no tener que recibir dinero desde Cuba sobretodo después del fallecimiento de su padre. Aprendió inglés, estudió Teneduria de Libros, realiza diversos trabajos (club de juegos, imprentas, panaderías etc) pero no pierde el contacto con los emigrantes cubanos, para ello se traslada a New York y Miami desde Macon (Georgia) para palpar los esfuerzos que se hacían para hacer una “Verdadera Revolución” comparte allí con Auténticos, Abecedarios y hasta asiste a una reunión del Club Mella en New York, reafirmando su concepto de imprescindible unión entre opositores de Batista y focaliza perfectamente en este hombre y en los que lo apoyan desde afuera, los males cubanos del momento.

Su regreso a Cuba

Tan pronto se firma la Amnistía y es considerado y evaluado su caso, regresa a Cuba y se dedica en la política a la reorganización de las dispersas fuerzas Abecedarias lajeras ya como Partido Político.

En 1941 contrae matrimonio con Dominga María Martínez y Rodríguez teniendo cuatro hijos como fruto de esta unión; se reorganiza económicamente extendiendo su labor como comerciante al comprar el Café Cuba y continúa cada vez que le es posible con el banco de "charada" (juego de azar) mantiene y moderniza la imprenta.

Participa en las elecciones parciales del 1 de junio de 1946 con el Partido ABC saliendo electo Concejal y Presidente del Ayuntamiento, ocupando temporalmente La Alcaldía por sustitución reglamentaria .

En 1947 pasa a formar parte del Partido del Pueblo Cubano llegando a ser hasta 1956 el Presidente del Comité Ejecutivo Municipal. Vió en Chibás como un alto porciento de cubanos honrados una esperanza de solución al grave problema político-económico cubano.

Siendo Presidente del Ayuntamiento en 1948 se aprueba la instauración del “Dia del Lajero”.

El 10 de marzo de 1952 lo sorprende ocupando el cargo de Presidente de la Comisión de Haciendas y Presupuestos del Ayuntamiento por el partido Ortodoxo y preparándose para acudir a las elecciones del primero de junio por dicho Partido del cual era el líder local, renuncia inmediatamente al cargo del Ayuntamiento pues no aceptó jurar los Estatutos de Fulgencio Batista, dándose a la tarea inmediata de contribuir a la aglutinación de todos los sectores revolucionarios lajeros para derrocar a la dictadura, utilizando la experiencia acumulada en las luchas contra Machado los conocimientos políticos adquiridos en sus contactos con diferentes sectores antibatistianos durante su exilio, comprendiendo que la lucha en las urnas no era posible contra este Ejército entrenado para aplastar cualquier manifestación popular en las calles; cambió impresiones en los años posteriores, a partir de entonces, con la Triple A, La Ortodoxia Libre, con el PSP, con el Directorio Revolucionario, para continuar con su permanente labor de recolectar armas y dinero para realizar compras de pertrechos de guerra, efectuar entrenamientos y esperar la oportunidad de golpear a la dictadura.

Participó con su imprenta en 1955 en la impresión de “La Historia me Absolverá” y cuantos folletos revolucionarios eran necesarios reproducir, sin importar los riesgos de la represión a que podía ser sometido por ello.

Denunció al administrador de la zona fiscal de Cruces el 11 de agosto de 1955 por realizar exigencias indebidas de dinero; el 15 de noviembre del propio año acusa ante la Audiencia de Las Villas junto a Amado Veloz y José Fuentes Galvez al Secretario del Juzgado Correccional de Lajas por actos de interferencia en los asuntos judiciales en beneficio propio dando muestras de civismo y valentía política y personal a pesar de la corrupción imperante.

En septiembre de 1956 es entrevistado por Martín Lliraldi para Prensa Libre expresando claramente las injusticias de que eran objeto los obreros agrícolas y campesinos, la falta de caminos y la incomunicación dentro del Municipio, vaticinando un juicio donde el Fiscal sería el pueblo y los que desgobernaban en Cuba irían a sentarse en el banquillo de los acusados.

La actitud cívica y su clara posición antibatistiana lo vincularon no solo en la realidad sino también en el pensamiento de sus enemigos y del pueblo lajero al grupo de avanzada y más radical que en el país luchaba por el derrocamiento de la Tiranía.

Muerte

Se produce su asesinato el 26 de marzo de 1958 en horas de la noche, al llegar a su domicilio. Tanto el sepelio como el velorio de su cadáver expuesto en su domicilio constituyeron una muestra de protesta de todo el pueblo que a pesar de la represión acompañó su cadáver dando vivas a Fidel Castro y a la Revolución Cubana, se cubrió su cuerpo con la bandera cubana que tanto amó y defendió se hicieron guardias de honor por sus compañeros de lucha; del mismo modo ocurrió en la Misa celebrada un mes después de su asesinato realizada bajo fuerte vigilancia de la Guardia Rural y la Policía.

En febrero de 1959 se realizó un juicio sumarísimo que duró tres días en el Teatro Tomás Terry de Cienfuegos, que tuvo una amplia cobertura periodística donde se esclarecieron los hechos y quedó probado que Luis Manuel Moro López fue un dirigente destacado del M-26-7 en Lajas y lo ocurrido esa noche fue un asesinato político ejecutado entre civiles y militares de la Dictadura Batistiana.

Hubo un segundo juicio meses después para juzgar a algunos civiles y militares que estaban prófugos de la justicia en esas tempranas fechas del triunfo revolucionario, donde se aclararon algunos aspectos, aún oscuros de la forma en la que se produjo este asesinato.

Como resultado de este proceso penal fueron fusilados los principales culpables y sentenciados a 30, 20 y 15 años de privación de libertad a los restantes implicados, haciendo caer el peso de la justicia revolucionaria sobre sus asesinos.

Otra etapa de su vida

En 1957 viaja a Manzanillo acompañado del Dr. Luis Emilio de la Torre y Valdés buscando supuestamente contactos directos con la guerrilla o con el Movimiento 26 de Julio en el Llano en esa zona; aprovecha también su estancia prolongada en La Habana por razones de salud de su hija menor, para establecer contactos con el Directorio Revolucionario recibiendo posteriormente propaganda clandestina para reproducir y distribuir; participó personalmente en la concentración del llamado Grupo de Rogelio Martínez en la Finca “La Ceja” esperando la orden de la realización de la Huelga del 5 de agosto organizada en protesta por la muerte de Frank País en Santiago de Cuba y en apoyo a la reacción de esta Ciudad, aquí se utilizaron las armas que atesoró desde los años 30, portando personalmente su fusil semiautomático 351; es objeto de constante asedio por las fuerzas represivas, se vigila su casa de manera permanente sufre detenciones, recibe amenazas de muerte de forma directa, se practican registros frecuentes, tanto en su domicilio como en el resto se sus propiedades especialmente en el Café Cuba, convertido en un centro de conspiración contra la dictadura pero continúa con su labor de asesoramiento dentro del M-26-7 a la dirección poco experimentada y muy impulsiva existente, tratando de evitar que actos violentos pusieran en peligro innecesariamente la vida de personas inocentes y considerando que la guerra en las ciudades y pueblos no conducía a la victoria porque el enfrentamiento directo con el Ejército entrenado para ello solo provocaría ríos de sangre, que solo habría oportunidad en el campo y específicamente en las montañas donde podría practicarse otro tipo de lucha, la labor de la ciudad estaría muy relacionada con la retaguardia de estos frentes de batalla.En su domicilio se confeccionaban por su esposa y su hermana los uniformes verde olivo, gorras etc, destinados a los guerrilleros del Directorio Revolucionario asentados en el Escambray (único grupo beligerante reconocido en ese tiempo).

Fuentes

  • Página Web Héroes y mártires Lajeros.