Lunares


Nevus Melánicos (lunares)
Información sobre la plantilla
Nevus-acral1.jpg
Proliferaciones de las células melánicas de la piel y mucosas.
Región de origen:Piel

Nevus Melánicos (lunares). Los lunares o nevus pigmentarios son proliferaciones de las células melánicas de la piel y mucosas que originan manchas pardo-oscuras bien localizadas.

Formas Clínicas

  • Nevus Congénitos: Aparecen desde el nacimiento o a los pocos días de vida. Pueden ser múltiples o de gran tamaño y formas caprichosas (en antifaz, en esclavina, en calzón, en sabana…) y tener gran volumen y ser elevados. A veces tienen gran cantidad de pelo en su superficie, al cabo de años. Bordes bien definidos y color variable, incluso dentro del mismo nevus. Se subclasifican en pequeños, medianos o grandes (mas de 10 cm). Como tienen mayor riesgo de malignización y son muy antiestéticos se debe siempre valorar su extirpación quirúrgica.
  • Nevus Adquiridos a lo largo de la vida: Son muy frecuentes y no deben de preocupar. Suelen ser pequeños (menores de 8 mm), color pardo-oscuros-negros, redondeados, planos o cuculiformes, lisos y, a veces, vegetantes y verrucosos. A veces tienen pelos. En algunos casos van perdiendo color simulando lesiones fibromatosis. Rara vez degeneran, pero conviene no exponerlos mucho al sol, evitar traumatismos repetidos o quemarlos con ácidos.

Formas especiales

  • Halonevus de Sutton: nevus pigmentario rodeado de un halo blanco despigmentado que puede hacer desaparecer la lesión inicial.
  • Nevus de Spitz: Tumor pequeño de color amaillo-rojizo que aparece en la cara de niños. Lesión única, papulo-nodular.
  • Nevus Spilus o Nevus sobre nevus: Mancha parda de aspecto nevoide sobre la que se observa otro nevus más oscuro y marcado. Como tiene potencialidad de malignizarse se debe extirpar.
  • Nevus Displásico: son nevus adquiridos, a veces múltiples, de bordes irregulares y color variable dentro del mismo nevus. Suelen tener una ligera o marcada infiltración, pudiendo hacer relieve. Predominio en tronco y extremidades. También son potencialmente degenerativos y se deben extirpar rápidamente.

Causas

Las células melánicas (melanoblastos y melanocitos) emigran alrededor del 3-5 mes embrionario hacia la epidermis. Si el número de estas células es grande se producen acumulo a nivel epidérmico o dérmico, que por traslucirse el color a la superficie cutánea se traducen en manchas oscuras.

Síntomas

Los lunares son lesiones polimorfas en cuanto al tamaño, color, superficie y evolución. Cuando aparecen en niños (alrededor de un 15% de los nevus) suelen ser pequeños, planos y de color pardo-claro. Según pasa el tiempo se van formando nuevas lesiones de tamaño variable, entre puntiformes a lenticulares, de color más oscuro y que pueden hacer relieve. En la pubertad y embarazo suelen aumentar, y en los ancianos suelen ir desapareciendo. De todas formas es normal el tener unos 20-25 nevus por persona. Normalmente no suelen producir molestias (no pican ni duelen), tienen un discreto crecimiento a lo largo de la vida, pueden cambiar lentamente de color, aparecen pequeños pelos y simulan verrugas antiestéticas que justifican su extirpación.

Factores de Riesgo

En los últimos años se esta constatando que, algunos melanomas (tumor maligno de la piel y con gran poder metastático) se originan a partir de algún tipo de nevus. Por eso es fundamental el conocer los riesgos que corren estas lesiones de cancerificación. La radiación solar es mayor factor de riesgo, sobre todo en personas con historia familiar de melanomas, de piel y ojos claros (fototipo 2-3), que han tenido quemaduras cutáneas en alguna época de su vida, que tengan nevus gigantes desde la niñez o que presenten una variedad adquirida de nevus (displásicos).

Prevención

Para prevenir la aparición de nevus no existe ninguna regla, pero para que no se puedan trasformar en melanomas o para tratar de diagnosticar este proceso en forma precoz se debe visitar al dermatólogo siempre que en un lunar exista:

  • Modificación rápida en el tamaño, forma o coloración.
  • Brote de manchas oscuras o nodulitos cercanas al nevus.
  • Halo inflamatorio periférico (no confundir con el halonevus blanco de Sutton)
  • Erosión, costras, sangrado o ulceración.
  • Dolor o picor.
  • Aparición de ganglios.

Diagnóstico Y Tratamiento

El tratamiento de los nevus es casi exclusivamente la extirpación quirúrgica simple con margen de seguridad en extensión y profundidad, junto con el estudio histopatológico de la lesión. Así podemos garantizar la curación y desaparición total del proceso sin posibilidad de recidiva ni malignización. Pero no es necesario extirpar todos los nevus, ya que las mayoría son estables benignos. Únicamente los que por su naturaleza (displásicos, gigantes, Spilus...) o por otras razones aconsejen se eliminaran.

Pronóstico

El pronóstico de los nevus es bueno pues suelen permanecer estables, con pocos cambios e incluso la desaparición espontánea a la vejez. Si alguna lesión se trasforma puede degenerar hacia un melanoma maligno de pronostico incierto pero siempre grave.

Fuentes