Música electrónica cubana

Música electrónica cubana
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Concepto:Música electrónica hecha por productores-DJs o no- cubanos

Música electrónica cubana. Es la expresión de los ritmos traídos a la Cuba especialmente por Juan Blanco y luego por un grupo de realizadores alemanes cuando filmaron un documental sobre la gira de varios DJs capitalinos para llevar la cultura de la música electrónica por toda Cuba en 2004. Según el origen de sus influencias, podríamos hacer una división fundamental entre la música electrónica bailable cubana y la música electrónica experimental cubana. Hoy día se vive un momento importante, al menos a nivel de calidad, favoreciendo este pujante movimiento musical que va desde los denominados géneros puramente electrónicos hasta la música más bailable que pudiese existir. Entre sus “padres” se destacan Djoy de Cuba, Alexis de la O, Edwin Casanova, DJ Dark, Kike Wolf entre otros, y algunos nuevos que se han sumado a este movimiento, tal es el caso de I.A., DJ OBI, Diemen Duff, entre otros. El género se ha extendido a lo largo de todo el país, llegando desde Pinar del Río, hasta Santiago de Cuba.

Antecedentes de la música electroacústica en Cuba

En 1942 el compositor Juan Blanco presentó en el Registro de Marcas y Patentes la información gráfica descriptiva de un instrumento de su propia creación al que llamó multiórgano. La invención, muy novedosa en aquel entonces, consistía en un set de loops (bucles) de alambres magnetofónicos con una nota de la escala cromática producida por voz o por instrumento musical pregrabado en cada uno de ellos. En una época en la que todavía no existía la grabación en cinta, la calidad del aparato fue avalada en el Simposium Internacional Musical Inventions and Creations, celebrado en junio de 1991 en Bourges, Francia. En Cuba, a partir del comienzo de la segunda mitad del siglo XX, transcurrió un proceso renovador en cuanto a las fórmulas de la creación musical, que fueron reconocidas como repetitivas de las pautas de épocas pasadas en el Festival de Música Contemporánea Cubana de 1959. Respondiendo a esa situación los compositores Leo Brouwer, Juan Blanco y Carlos Fariñas comenzaron a utilizar técnicas novedosas de composición y ejecución, como las postseriales y las aleatorias, antecesoras de la actual música electrónica. Al mismo tiempo, Blanco, con la ayuda del destacado intelectual Alejo Carpentier, comenzó a incursionar en la música electroacústica influenciado por la producción internacional de la época. Así, en 1961, concluyó su primera obra en este estilo titulada Música para danza, realizada con un oscilador de audio y tres magnetófonos domésticos. La faena por el fomento de la música electroacústica en Cuba apenas empezaba. A los músicos mencionados se unió el entonces director de la Orquesta Sinfónica Nacional, Manuel Duchense Cuzan, para conformar el eje central de la llamada Vanguardia Musical Cubana de los sesenta, la cual determinó en gran medida el posterior desarrollo de la música nacional.

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Noticia de la primera audición de música concreta.

A partir de entonces se desarrolló un proceso de crecimiento de la electroacústica caracterizado en su primer momento por presentaciones dispersas, y que fue liderado por Juan Blanco. Después del primer concierto oficial en 1964, este compositor emprendió una campaña promocional de la música electroacústica, la cual incluyó cientos de conciertos en La Habana, varias giras hacia las provincias, presentaciones en la radio y la televisión, acompañamientos sonoros en exposiciones, hospitales, hoteles y espacios públicos interiores y exteriores, realización de espectáculos, música para la danza, el teatro, el cine, la psiquiatría, la gimnástica, además de múltiples conferencias y cursos sobre la especialidad en universidades y otros centros culturales, así como la redacción de artículos para periódicos y revistas. Juan Blanco fue por varios años el único músico cubano dedicado a la composición de este tipo de música. Luego se incorporaron a la producción electroacústica Sergio Barroso en 1969 y Leo Brouwer en 1970, dos años después se sumó Carlos Fariñas, y en 1978, Edesio Alejandro. Ya en la década de 1980 se añade el grupo de jóvenes formados por Blanco en el Taller ICAP de Música Electroacústica (TIME), además de otros compositores atraídos por este género. En estos años también se celebraron los Encuentros Cuba-México de Música Electroacústica. A raíz de su loable trabajo como asesor musical en el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP), Juan Blanco logró que la entidad le facilitara un estudio de música para la creación electroacústica con la condición de que lo utilizara solo él. Así comenzó a trabajar con más eficacia, y al poco tiempo de inaugurar el estudio, por voluntad propia abrió sus puertas para todos los compositores interesados en esta música, lo cual dio paso a la creación del TIME, con una ardua labor docente a su cargo. De este modo nació un amplio grupo de músicos electroacústicos cubanos, algunos de los cuales han logrado lauros internacionales de los más importantes en concursos de composición. Por ejemplo, la obtención en 1984 del primer premio de música electroacústica en el Concurso Internacional de Bourges, Francia, con la obra realizada a cuatro manos por los músicos Juan Piñera y Edesio Alejandro, Tres de dos. En 1981 Blanco organizó y presidió el Primer Festival Internacional de Música Electroacústica Primavera en Varadero, sus ediciones se desarrollaron en dicha playa hasta 1998, cuando se trasladó al Centro Histórico de La Habana bajo el nombre de Primavera en La Habana, todas bajo la presidencia del propio Blanco. En el transcurrir de los años, los resultados de este festival han manifestado el gran desarrollo alcanzado por la música electroacústica cubana.

Los herederos de la electroacústica: los DJ profesionales

En nuestros días, marcados por el auge y la masificación de los adelantos tecnológicos, ya no se habla precisamente de música electroacústica entre los que la cultivan. Sin olvidar el legado de Juan Blanco y la obra de músicos como Edesio Alejandro, los disc jockeys cubanos no denominan su música electroacústica, sino electrónica. A decir de Iván Lejardi, una de las causas principales del surgimiento de los disc jockeys radicó en el hecho de que lo que consistía un grupo de varios instrumentos, podía ser sintetizado en una persona. Al igual que en el resto del mundo en Cuba aparecieron los DJs, los cuales se desarrollaron hasta que los más avanzados desde el punto de vista musical fueron definidos como disc jockeys productores, pues componen su propia música a partir de mezclas de ritmos electrónicos y de otros géneros, así como de la producción de música original por computadoras, sintetizadores sonoros y teclados.

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I.A., Nacional Electrónica y D´Vazz Brothers.

Hoy los representantes de la música electrónica cubana muestran una ancha gama de líneas estéticas, que van desde la mezcla de ritmos afrocubanos con los electrónicos exhibida por D´ Vazz Brothers, hasta la presencia de voz en temas de estilos electrónicos muy fusionados en el caso del dúo I.A. (Iliam Suárez y Alexis de la O). Incluso la incursión en videoartes y bandas sonoras, como el caso de los muchachos de Nacional Electrónica. Los exponentes actuales de esta música afrontaban como un problema fundamental el tema de la profesionalización. Esta cuestión dañaba mucho el desarrollo de la música electrónica incidiendo en la falta de reconocimiento y prestigio, pues no eran vistos como profesionales del arte, y así enfrentaban muchas dificultades respecto a la remuneración por parte de las instituciones, lo cual le restaba legitimidad, seguridad y responsabilidad a su trabajo. Actualmente se les ha otorgado la condición de profesionales de la música a los DJs productores, los cuales pertenecen a la plantilla del Laboratorio Nacional de Música Electroacústica (LNME). Ello se ha logrado a partir de los reconocimientos obtenidos por los representantes de la música electrónica en certámenes como los Premios Cuerda Viva y el Festival del Video Clip Cubano Lucas, además de los eventos musicales y de la promoción de la música electrónica entre los que destacan el festival Primavera en La Habana, auspiciado por el LNME, y los festivales Proelectrónica y Rotilla, este último fue robado por otros géneros, aprovecharon su preferencia por el público y ya no está destinado para lo que en un principio se planteó. Según Iliam Suárez, directora artística del Proelectrónica, estas citas cuentan cada año con mayor cantidad de público.

La promoción necesaria

Para que un género musical sea difundido masivamente de forma exitosa, necesita poseer un determinado reconocimiento social primero. Para ello es imprescindible la promoción de la música en cuestión, unida al fortalecimiento del género en el nivel artístico de sus exponentes y la calidad de sus eventos; todo esto fortalecerá el prestigio de la imagen pública de la música, y determinará su popularidad y la difusión en los medios de comunicación masiva. Algunas instituciones han respondido a la demanda promocional del movimiento de la música electrónica en Cuba. Según el disc jockey productor Roberto Paz, el Laboratorio Nacional de Música Electroacústica es la institución que programa las presentaciones sistemáticas en centros culturales y recreativos de los DJs productores ya reconocidos como profesionales. Por otra parte, resulta conveniente para los disc jockeys consolidar las relaciones entre ellos, identificándose con motivos, aspiraciones y estilos de la música electrónica. Así será más fácil acrecentar el reconocimiento y la comprensión institucional y pública, ávida cuenta de la oficialidad que resultaría de agrupaciones conformadas por los DJs y de la consabida certeza de que «en la unión está la fuerza». Un ejemplo de organización dentro del movimiento de los disc jockeys cubanos es el proyecto de promoción West Side DJ fundado por Thellus, y que reúne a los DJs del oeste de la capital, aunque les falta consolidación más allá del espíritu coterráneo y de fraternidad. Se impone luchar por el prestigio de esta música que por virtud propia ha conquistado un excelente nivel creativo, y que por tanto se merece más ayuda y reconocimiento. Evitando euforias desacertadas y trazando mecanismos de desarrollo atinados, se otorgará sin duda alguna, un buen aporte a la riqueza cultural de la nación cubana.

Festivales

Actualmente existen dos festivales que promocionen este género. Proelectrónica (nacional) y Estéreo G (local - Holguín). Se espera que para el año 2014 regrese Primavera en La Habana.

Estado actual

Según Edwin Casanova, integrante de Nacional Electrónica, al referirse sobre el estado de la música electrónica en nuestro país en una entrevista concedida por la Asociación Hermanos Saíz (AHS) en 2010. “Está en estado embrionario, o quizás ya de recién nacida. Si bien hace unos 6 o 7 años solo éramos unos pocos atraídos por esta música, ahora somos unos cuantos motivados por componer y promoverla. “Puede afirmarse que en el público y en algunos artistas ha surgido el interés por los géneros electrónicos, pero es preciso que se mantenga y crezca, vaya transformándose y se complejice. “Se necesita, todavía más, el apoyo abierto de las instituciones en vez del rechazo y la falta de conocimiento e investigación por parte de algunos críticos o musicólogos. La música electrónica, que tuvo sus inicios aproximadamente en los 70's, es un fenómeno que está teniendo gran repercusión en lo que va de siglo porque se ha favorecido por la introducción, tan intensa, de la computación y las posibilidades de la composición digital. “Por otra parte, muchos llegan a la música electrónica principalmente por sus géneros bailables y desconocen otras expresiones más experimentales en la música pop, temas de electrónica cantados o en música compuesta simplemente para escuchar, con mucha atención en conciertos pequeños. “Todavía falta bastante para que la música electrónica pueda verse como una más dentro de la música popular. Quienes tienen prejuicios con ella deben comprender que introducir esta música en nuestro país es un proceso de actualización respecto a algo que tiene más de tres décadas en el mundo. En los años 80 despertó interés en algunos músicos cubanos, pero luego quedó tronchado. “Es lógico, además, que en los principios se transite por un proceso imitativo para poco a poco encontrar una buena imbricación con los ricos elementos de la música cubana, lejos de caricaturizarla. “Si la música electrónica en Cuba está teniendo aceptación y divulgación, es gracias a una parte de los DJs, que desde finales de la década de 1990 empezaron a promoverla, por eso hoy se organizan festivales”.

Fuentes