Macabeos (libros de la Biblia)

Libro de los Macabeos
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Escritos independientes, que relatan las luchas del pueblo judío contra la dinastía de los Seléucidas, en defensa de su autonomía política y su libertad religiosa.
Nombre original:hebreo
Categoría:Libros Apócrifos


Macabeos . Los libros de los MACABEOS son dos escritos independientes, que relatan las luchas del Pueblo judío contra la dinastía de los Seléucidas, en defensa de su autonomía política y su libertad religiosa. El título de los mismos proviene del sobrenombre "Macabeo", aplicado primero a Judas -el principal protagonista de aquella lucha- y extendido luego a sus hermanos e incluso a sus partidarios. Según algunos, este sobrenombre deriva de una palabra hebrea que significa "martillo", y aludiría a los tremendos golpes que Judas asestaba a sus enemigos; otros piensan, en cambio, que significa "designado por Dios".

Macabeos en la Escritura

Para comprender los hechos relatados en estos Libros, es necesario tener en cuenta el contexto histórico que dio origen a la rebelión de los Macabeos. En el siglo IV a. C., el Próximo Oriente experimenta una enorme transformación política y cultural. Alejandro Magno, el joven rey de Macedonia, se asegura el dominio sobre toda Grecia y luego se lanza a la conquista del Imperio persa. Cuando una muerte prematura lo sorprende en Babilonia, en el 323 a. C., él deja tras de sí el más vasto Imperio conocido hasta entonces. Con sus conquistas comienza la época llamada "helenística", cuya principal característica es la difusión de la cultura y la lengua griegas en toda la cuenca del Mediterráneo.

Pero el Imperio de Alejandro no tarda en desmembrarse. Dos de sus generales se reparten el Próximo Oriente: Tolomeo, hijo de Lagos, se adueña de Egipto y funda la dinastía de los "Lágidas"; Seleuco se convierte en el soberano de Siria e inicia la dinastía de los "Seléucidas". A raíz de esta división, Palestina se encuentra una vez más entre dos fuegos. Durante un siglo predominan los Lágidas en Egipto, que se muestran respetuosos de las costumbres nacionales. Pero en el 199 a. C., Antíoco III de Siria derrota al ejército egipcio y Palestina cae en poder de los seléucidas. A partir de este momento, la dominación comenzará a desbordar el ámbito político, para extenderse al terreno cultural y religioso.

La opresión del Pueblo judío entra en su etapa más crítica con el advenimiento de Antíoco IV, que se hace llamar Epífanes, es decir, "manifestación divina" (175-164 a. C.). Este rey no se contenta con profanar y saquear el Templo de Jerusalén, sino que también hace edificar en la Ciudad santa una fortaleza, donde instala un destacamento de guardia permanente. Luego promueve un vasto proceso de helenización de las costumbres y prácticas religiosas locales. Así queda proscrita la Ley de Moisés y se la suplanta por la legislación del Estado. Esta política de Antíoco encuentra colaboradores entre los judíos de las clases pudientes, incluso entre los sacerdotes. Muchos, en cambio, prefieren afrontar la persecución y la muerte antes que renegar de su fe, con la esperanza puesta en el Dios de Israel. Otro grupo, finalmente, se inspira en el recuerdo de los antiguos héroes nacionales y elige el camino de la resistencia armada. A este grupo pertenecen el sacerdote Matatías y sus hijos, y ellos emprenden la guerra de liberación narrada en estos Libros.

Libro

PRIMER LIBRO DE LOS MACABEOS

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Este Libro, compuesto hacia el año 100 a. C., refiere los acontecimientos que van desde la ascensión al trono de Antíoco IV Epífanes, en el año 175 a. C., hasta la muerte de Simón, el último sobreviviente de los hermanos Macabeos, en el 134 a. C. El autor es desconocido, pero sin duda se trata de un judío de Jerusalén, muy buen conocedor de Palestina, que escribió su obra con el fin de exaltar a los héroes de la lucha por la independencia. Los Macabeos son presentados como los nuevos "Jueces" de Israel, suscitados por Dios para liberar a su Pueblo y restaurar la teocracia.

La precisión y vivacidad de ciertos relatos parecen indicar que el autor recogió el testimonio directo de algunos combatientes. Pero él también tuvo acceso a los archivos del Templo de Jerusalén, donde se conservaban los anales de los sumos sacerdotes y otros textos oficiales citados en el libro. Además de estas fuentes, utilizó un documento de la corte seléucida, que le permitió reconstruir la cronología de los hechos. Sobre esta base compuso un relato de gran valor histórico, empleando los recursos literarios propios de la época helenística. Por eso, a menudo exagera las cifras de los enemigos, para exaltar las hazañas de los judíos. También pone en boca de los héroes elocuentes discursos, que destacan la enseñanza fundamental extraída de las victorias de los Macabeos: la fe en el Señor y la fidelidad a la Ley son una fuerza más poderosa que un gran ejército.

Con el decurso del tiempo, la lucha religiosa de los Macabeos fue cediendo a las intrigas políticas y a las ambiciones de poder. Llevado por el entusiasmo del triunfo y de la independencia reconquistada, el autor pasa por alto este aspecto y aun corre el riesgo de identificar el designio de Dios con las guerras de una nación. Eso no impide que nos presente una historia profundamente humana, donde campean la intransigencia de la fe y la pasión por la libertad.

Bosquejo Histórico

LA PROSCRIPCIÓN DEL JUDAÍSMO Y EL COMIENZO DE LA GUERRA SANTA (167-166 a. C.) Un rápido bosquejo histórico describe la situación político-religiosa que desencadenó la rebelión de los Macabeos. En una época en que todas las religiones paganas tendían a fundirse en un vago sincretismo, Antíoco IV Epífanes decide eliminar los particularismos dentro de su reino. Con este fin, promueve una especie de "revolución cultural", destinada a imponer las costumbres y prácticas religiosas del Helenismo.

En abierta oposición contra esta política totalitaria, los sectores más intransigentes del Pueblo judío reafirman la originalidad de su fe monoteísta y rechazan toda forma de compromiso con el paganismo. Muchos pagan con la vida su fidelidad a la Ley, pero el sacerdote Matatías convoca a la guerra santa y se refugia en las montañas, con sus cinco hijos y un grupo de judíos fieles. Así encabeza un levantamiento popular, que luego será continuado por sus hijos. El "testamento" de Matatías (2. 49-64) define claramente el sentido de esta resistencia armada.

Bosquejo del libro

  • Alejandro Magno y sus sucesores
  • Antíoco IV Epífanes y la helenización de Palestina
  • La victoria de Antíoco IV en Egipto
  • La profanación del Templo de Jerusalén
  • La ocupación de Jerusalén
  • El decreto de Antíoco IV
  • La ejecución del decreto y la persecución religiosa
  • Matatías y sus hijos
  • Lamentación de Matatías sobre Jerusalén
  • La rebelión de Matatías
  • Los judíos masacrados en el desierto
  • La organización de la resistencia
  • El testamento y la muerte de Matatías
  • LA GUERRA DE LIBERACIÓN BAJO JUDAS MACABEO

(166-160 a. C.) Al morir su padre, en el 166 a.C., Judas Macabeo se pone al frente de las improvisadas tropas judías. A ejemplo de Josué y de los grandes jefes guerreros de Israel, él organiza la resistencia e imprime un impulso irresistible a la lucha por la independencia nacional considerada como único medio para alcanzar la libertada religiosa. Sus victorias sobre los generales de Antíoco IV Epífanes le abren el camino hacia Jerusalén, donde entra después de tres años de guerras continuas. Allí purifica el Templo y celebra solemnemente la fiesta de su Dedicación.

Después de la muerte de Antíoco IV, Judas Macabeo emprende varias campañas por los países vecinos, para liberar a los judíos fieles a la Ley y castigar a sus perseguidores. Los sucesores de Antíoco realizan nuevos esfuerzos por contener la insurrección, pero fracasan en su intento. Cuando Judas comenzaba a consolidar sus posiciones mediante las negociaciones diplomáticas, las intrigas de sus propios compatriotas lo obligan a reanudar la lucha y él muere gloriosamente en el campo de batalla.

  • Elogio de Judas Macabeo
  • Las primeras victorias de Judas Macabeo
  • Los preparativos bélicos de Antíoco IV
  • La regencia de Lisias
  • La invasión de Judea
  • La reacción de Judas Macabeo
  • La reunión de los judíos en Mispá
  • La organización del ejército judío
  • El triunfo de los israelitas en Emaús
  • Primera campaña y derrota de Lisias
  • Purificación del Templo y Dedicación del altar
  • Institución de la fiestade la Dedicación y otras medidas
  • La expedición contra los idumeosy los amonitas
  • Preliminares de las campañas contra Galilea y Galaad
  • La expedición de Simón contra Galilea
  • La expedición de Judas Macabeo contra Galaad
  • Victoria definitiva de Judas Macabeo en Galaad
  • El regreso de Judas Macabeo a Jerusalén
  • La derrota de José y Azarías en Iamnia
  • Otros triunfos de Judas Macabeo en Idumea y Filistea
  • La derrota de Antíoco IV en Persia
  • La muerte de Antíoco IV Epífanes y el advenimiento de Antíoco V
  • El sitio de la Ciudadela de Jerusalén
  • La campaña de Antíoco V y de Lisias
  • La batalla de Betzacaría
  • La toma de Betsur y el sitio de Jerusalén
  • Concesión de la libertad religiosa a los judíos
  • La ocupación del trono por Demetrio I
  • Las represalias de Báquides y de Álcimo contra los israelitas
  • La alianza de los judíos con los romanos
  • Los funerales de Judas Macabeo
  • Muerte de Simón y sucesión de Juan
  • Elogio de Simón
  • Decreto de la asamblea en honor de Simón
  • Los reclamos de Antíoco VII a Simón
  • Victoria de los hijos de Simón sobre Cendebeo
  • Conclusión

Canonicidad

Estos libros son reconocidos por la Iglesia Católico y sus biblias, pero no forma parte de las biblias protestantes por los siguientes motivos:

  • Filón, filósofo judío de Alejandría(20 a.n.e. – 40 d.n.e.), citó abundamente el AT y aún reconoció la triple división, pero nunca reconoció los apócrifos como inspirados.
  • Josefo (30–100 d.n.e.), historiador judío, excluye explícitamente a los apócrifos, dejando en 22 los libros del AT. Tampoco cita a estos libros como escritura.
  • Jesús y los nuevos escritores del Nuevo Testamento nunca citaron los apócrifos, aún cuando hay centenares de citas y referencias a casi todos los libros canónicos del AT.
  • Los eruditos judíos de Jamina (año 90 d.n.e.) no reconocieron los apócrifos .
  • Ningún canon o concilio de la iglesia cristiana durante los primenros cuatro siglos reconoció los apócrifos como inspirados.
  • Muchos de los grandes padres de la iglesia primitiva hablaron en contra de los apócrifos, por ejemplo, Cirilo de Jeruzalén, Orígenes, Atanasio.
  • Jerónimo (340-320 d.n.e.), el gran erudito y traductor de la Vulgata, rechazó los apócrifos como parte del canon. Disputó a través del Mediterráneo con Agustín acerca de este punto. Al principio rechazó aún traducir los libros apócrifos aún al Latín pero más tarde hizo una apresurada traducción de una poca parte de ellos. Después de su muerte y literalmente "sobre su cadáver", los libros apócrifos fueron incorporados a su Vulgata directamente de la antigua versión latina.
  • Muchos eruditos católicos romanos durante el período de La Reforma rechazaron los apócrifos.
  • Lutero y los reformadores rechazaron la canonicidad de los apócrifos.
  • No fue sino hasta el año 1546, en una acción polémica en el Concilio de Contrareforma de Trento, que los libros apócrifos recibieron pleno reconocimiento por la Iglesia Católica Romana.

Véase también

Fuentes

  • Reina-Valera 1995—Edición de Estudio, (Estados Unidos de América: Sociedades Bíblicas Unidas) 1998.
  • La Biblia de Referencia Thompson, Versión Reina-Valera 1960, Referencia Temática # 4227
  • Comentario Bíblico Mundo Hispano, Editorial Mundo Hispano, 1997.
  • http://es.catholic.net