Macizo montañoso

Macizo montañoso
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Concepto:Conjunto de montañas con un relieve relativamente elevado y fuertes pendientes.

Macizos Montañosos. Los macizos montañosos en todo el mundo se encuentran desde el ecuador hasta los polos y ocupan aproximadamente la quinta parte de la superficie de los continentes y las islas.

Introducción

Los macizos montañosos presentan como características comunes un relieve relativamente elevado y fuertes pendientes, las montañas presentan una diversidad notable, se encuentran en todos los continentes y en todas las altitudes, desde la vecindad del nivel del mar hasta el lugar más alto del planeta: la cumbre del Everest, Sagarmatha o Qomolongma, en la frontera entre Nepal y la región autónoma del Tibet (China).

Los macizos montañosos en Cuba

En el occidente cubano, en la provincia de Pinar del Río, se extiende el arco orográfico de la Cordillera de Guaniguanico, se divide, desde el punto de vista geomorfológico (estructura y forma del relieve), en la Sierra de los Órganos, al este, flanqueada al norte y al sur por las Alturas de Pizarras, y la Sierra del Rosario, al oriente de este grupo montañoso.

Las provincias de La Habanay Matanzas presentan por el norte las Alturas de Habana-Matanzas y hacia el centro de ambos territorios, las Alturas de Bejucal - Madruga - Coliseo. Matanzas y Villa Clara exhiben las Alturas del Noroeste y del Nordeste, hacia la parte septentrional; por el centro, las Alturas de Santa Clara (Cubanacán) y al sur de éstas, el mayor grupo orográfico de la región central: las montañas de Guamuhaya, mal llamadas Escambray, divididas a su vez en las sierras de Trinidad y la de Sancti Spíritus.

La isla presenta, al noroeste del peniplano de Florida- Camagüey - LasTunas, las elevaciones calizas de Sierra de Cubitas. En la región oriental de Cuba, es donde se encuentran los mayores grupos montañosos. Hacia el suroeste, extendida entre las provincias de Granma y Santiago de Cuba, se halla la altiva Sierra Maestra, donde se localiza la más alta cima del país: el Pico Turquino.

Al nordeste, el Grupo Sagua-Baracoa, que ocupa parte de los territorios de las provincias de Holguín, Santiago de Cuba y Guantánamo, donde se destacan la Sierra de Nipe y la Sierra del Cristal, en la porción occidental; al oriente, las Cuchillas del Toa, y las de Moa y Baracoa, así como la Sierra del Purial, hacia el sureste.

La segunda ínsula en importancia del archipiélago cubano, Isla de la Juventud, presenta en su parte septentrional las sierras marmóreas de Caballos y la de Las Casas. Las elevaciones cubanas aportan suelos idóneos para los cultivos del café, cacao, plátano (banano), así como exóticas maderas preciosas y recursos minerales.

El mejor café de Cuba se cultiva en el oriente del país en las laderas de los macizos montañosos. Los pueblos que se ubican en la Sierra Maestra tienen una larga tradición en el fomento de este cultivo.

Productor de Café.

En su conjunto, las cordilleras se presentan como bandas paralelas, disposición típica de las islas de origen orogénico, o sea, las que se formaron por el levantamiento de cadenas montañosas. Las montañas no presentan una continuidad, están separadas por valles y extensos llanos, que ocupan buena parte de la superficie insular, lo cual permite un equilibrio del relieve.

Las mayores alturas de los tres principales sistemas orográficos son: el Pan de Guajaibón (Guaniguanico); el Pico San Juan, en la sierra de Trinidad (Guamuhaya) y en la Sierra Maestra, el Pico Turquino, Pico Cuba, Pico Suecia y la sierra de la Gran Piedra, entre otras.

Estos macizos ocupan aproximadamente el 21% de la superficie del país y están conformados por montañas bajas y medias, siendo la máxima altitud la del Pico Real del Turquino, con 1974 m. Son muy relevantes desde el punto de vista biogeográfico, evolutivo y conservacionista, en ellas se encuentra la mayor riqueza de diversidad biológica del país. Más del 37% de las áreas boscosas del país se encuentran en las zonas montañosas.

Cuba posee cuatro macizos montañosos: la cordillera de Guaniguanico, en la región occidental; el macizo de Guamuhaya, también conocido como Escambray, en la región central; la Sierra Maestra y el macizo de Nipe-Sagua-Baracoa, en la región Oriental.

Sierra Maestra.

Las mayores montañas están concentradas en la región más occidental, al sur de su parte central y en el extremo oriental de la isla. En otras áreas del territorio insular, se destacan pequeñas elevaciones hacia las zonas costeras.

Las montañas y la población

Se calcula que la décima parte de la humanidad recibe su sustento directamente de las montañas. Pero las montañas son importantes no sólo para quienes las habitan, sino para millones de personas que viven en tierras bajas. A escala mundial, el mayor valor de las montañas puede consistir en ser fuentes de todos los grandes ríos del mundo y de muchos menores.

Las montañas desempeñan un papel esencial en el ciclo del agua al captar la humedad de las masas de aire; cuando el agua se precipita en forma de nieve, se almacena hasta que se funde en primavera y verano, lo que es esencial para las poblaciones, los cultivos y las industrias más abajo, a menudo durante el periodo de menor pluviosidad.

El agua de las montañas sirve también para generar energía hidroeléctrica, la mayor parte de la cual se utiliza en los valles. Los molinos de agua tienen una larga historia como generadores de energía en las regiones montañosas, principalmente para moler el grano.

Aruguaní y sus afluentes.

En los países en desarrollo, la leña es la primera fuente de energía en los poblados de montaña, pero también es esencial como tal leña o como carbón vegetal, para muchos habitantes de centros urbanos en los valles y las llanuras.

La madera procedente de las montañas tiene también otros muchos usos, en la construcción o para hacer productos de uso local, así como, cuando lo permiten las redes de carreteras, ferrocarriles o vías fluviales, para la exportación.

Es importante observar, no obstante, que aunque la deforestación en los bosques pluviales tropicales recibe más atención a nivel mundial, las mayores tasas de deforestación se alcanzan en los bosques tropicales de montaña: 1,1 por ciento anual. Las tasas de corta son particularmente elevadas en América central, África oriental y central, Asia sudoriental y los Andes (FAO, 1993).

Las relaciones económicas de los pueblos de montaña experimentan también transformaciones. Aun el más remoto poblado de montaña ha tenido siempre vínculos con los mercados regionales o mundiales respecto a productos esenciales como la sal. Las conexiones con economías exteriores se han derivado de varios factores, en especial la mayor accesibilidad debida a la construcción de nuevas redes de carreteras.

Varias reuniones en los años setenta y ochenta consideraron los aspectos del desarrollo sostenible de las montañas y en los últimos treinta años se le ha dado gran importancia no sólo para sus habitantes sino para comunidades humanas mucho más amplias, y no deben por lo tanto ser relegadas a posiciones marginales en la formulación y la ejecución de las políticas.

En septiembre de 1993, la Comisión Interorganismos sobre el Desarrollo Sostenible (Naciones Unidas) designó a la FAO como coordinador sectorial del Capítulo 13. Las responsabilidades atribuidas a la FAO son:

  • alentar y apoyar iniciativas en relación con el sector;
  • facilitar la cooperación y el enlace entre organismos;
  • mantener informada a la Comisión de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible (CDS).

En total, asistieron a estas reuniones representantes de 62 países y de la Unión Europea. Este hecho debe ser garantía de que los gobiernos nacionales presten atención al desarrollo sostenible de las montañas. Además estuvieron presentes representantes de numerosas organizaciones internacionales, regionales y no gubernamentales que aportaron contribuciones sustanciosas a los debates.

Diversidad natural y biológica

La diversidad de las especies naturales en las montañas no sólo tiene valor para la humanidad, sino intrínsecamente y como fuente de alimentos silvestres como setas, caza mayor, aves y muchos otros productos forestales no leñosos. Las montañas son también importantes como centros de diversidad de cultivos.

El mantenimiento y la expansión de las poblaciones de montaña en muchas partes del mundo han sido posibles por la introducción de la papa y del maíz de América Latina. Los precursores originales del trigo vinieron de las montañas del Cercano Oriente. Estas variedades originales mantienen su importancia como material genético para nuevas variedades de los principales cultivos alimentarios. También especies no muy conocidas pero adaptables y nutritivas - como muchos de los tubérculos y raíces cultivados en América Latina.

La flora vascular cubana posee 6700 formas, de las cuales 51% son endémicas. Se localizan más del 70% de las plantas endémicas de Cuba, así como otros grupos taxonómicos como los hongos, estimados en más de 3400 especies, que están ampliamente representados. La diversidad faunística, representada por más de 14000 especies, es elevada especialmente en artrópodos, moluscos, anfibios, reptiles y aves, destacándose además su alto índice de endemismo.

Tocororo

En los macizos montañosos las propias características generales de sus ecosistemas y a la compleja evolución geológica de estas regiones en el país, le han conferido una gran variedad de substratos geológicos que condicionaron la elevada diferenciación paisajística de estos territorios.

Un factor esencial en las características de los macizos montañasos cubanos es que el hecho de que sean estos territorios los que mayor tiempo han permanecido emergidos durante su transformación, ha posibilitado que en ellos se haya producido una evolución más prolongada de su biota. Por esta razón las montañas de Cuba y particularmente las orientales, están considerados entre los centros de evolución, dispersión y endemismo más importantes de las Antillas.

Vegetación de montaña.

Los altos valores de la biodiversidad y el papel que juegan en la producción de agua, obliga a diseñar un modelo de desarrollo sostenible para las montañas cubanas que atenúe y revierta los problemas ambientales presentes, fundamentalmente relacionados con la disminución de la cobertura vegetal, las prácticas inadecuados en el uso y laboreo de los suelos, el manejo inadecuado de las cuencas hidrográficas, los impactos dados por la construcciones y las infraestructuras, y la explotación de recursos minerales, especialmente a cielo abierto.

Fuentes

  • Plan Turquino-Manatí: Desarrollo integral de la montaña
  • Órganos de Atención al Desarrollo Integral de la Montaña, CITMA
  • FAO. 1995. Evaluación de los recursos forestales 1990. Países tropicales. Estudio FAO: Montes, N°112. Roma.