Manuel Ángeles Ortiz
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Manuel Ángeles Ortiz. Pintor español, su obra acusó una fuerte influencia picassiana y combinó el cubismo con el surrealismo. Durante su estancia en París, realizó escenografías y decorados.
Sumario
Síntesis Biográfica
Primeros años
El artista nacido en Jaén y cuya infancia y juventud se desarrolla en Granada realizó una obra pictórica en la que se resume una curiosa interpretación del alma de Andalucía. Gran amigo de Lorca y Falla, formó parte de la Escuela Española de París. Fue el autor del cartel del Festival de Cante Jondo que se celebró en Granada en 1922; participó en La Barraca de Lorca y se integró en la Alianza de Intelectuales Antifascistas durante la Guerra Civil.Realizó su primera exposición en España en 1933. En 1981 recibió el premio nacional de artes plásticas. Perteneció a la Generación del 27.
Desempeño Artístico
En su primera etapa acude a las clases de los pintores granadinos Rodríguez-Acosta y López Mezquita, asiste a la Escuela de Artes y Oficios y conoce a Ismael González de la Serna y Federico García Lorca. En 1912 estudia en el taller de Cecilio Pla, al tiempo que asiste a las tertulia de Madrid. A finales de 1920 viaja a París, donde estudia en la Grande Chaumière y realiza su primera exposición en la galería Les Quatre Chemins de París (1926).
Convertido en uno de los componentes de la Escuela de París, su pintura profundiza en el cubismo, el postcubismo y el surrealismo. Junto a Picasso o Miró, Manuel Ángeles Ortiz es posiblemente uno de los artistas españoles que residían en París más conocidos por los que trabajaban dentro del país. Como prueba, una breve sucesión de intercambios de primer orden: en 1925 se le pide que envíe obra suya y de otros españoles para integrar la primera Exposición de la Sociedad de Artistas Ibéricos – posteriormente lo hará en las muestras de Copenhague (1932) y Berlín (1933).
Participación de Pintores y Escultores
En 1929 participa en la muestra pintores y escultores españoles residentes en París (1929) del Jardín Botánico; en 1930, en la de Arquitectura y Pintura Modernas de San Sebastián. Cuando regrese a España, en 1932, colabora por ejemplo en el Grupo de Arte Constructivo. Abierto a otras influencias combinó también elementos y atmósferas neodadaistas surrealizantes, en donde late la presencia de Francis Picabia, de Miró y de Picasso. Fue colaborador gráfico de La Gaceta Literaria, de Gallo y de Martín Fierro.
Actividades
Su participación en las actividades de la Generación del 27 fue muy intensa en los años de la República, particularmente con el grupo de Lorca, La Barraca, tan impregnado de la sensibilidad surrealista. Falla y Vázquez Díaz influyen también en su definitivo abandono de aquel costumbrismo de colorido post impresionista que con tanto éxito había practicado años atrás. Su integración en las filas de la Alianza de Intelectuales Antifascistas hace inevitable el exilio al finalizar la contienda y el alejamiento de la investigación en los campos del Cubismo clasicista, la Abstracción Geométrica y el Surrealismo. En 1948 regresa a París, donde entra de nuevo en contacto con Picasso, con quien comienza a practicar la cerámica. Durante las décadas de los cincuenta y sesenta sus obras adquieren un alto grado de lirismo, destacando las series de collages tipo recortable.
Exilio
Con el estallido de la Guerra Civil se une a la Alianza de Intelectuales Antifascistas para la Defensa de la Cultura, participa en el Pabellón de la República Española en París (1937) y desde allí, parte exiliado a Buenos Aires. Se integra en el círculo de intelectuales argentinos y exiliados españoles, actividad que compagina con el descubrimiento personal de un paisaje, de una naturaleza muy distinta a la que había dejado atrás, en Europa.
Atraído por lo excepcional de esa tierra, marcha una temporada a la Patagonia; en las orillas del lago Nahuel Huapí recoge piedras y maderas fosilizadas, transformadas durante millones de años. Es una recuperación de polémicas previas Escuela de Vallecas o Grupo de arte Constructivo sobre la capacidad de la naturaleza para convertirse en arte y una reivindicación del objet trouvé como reconsideración de la esencia de lo artístico y de las bases del gusto estético. En esas maderas no hay tema, ni siquiera aspiración a la similitud formal, sólo la atracción de las superficies y volúmenes por sí mismos
Muerte
Muere en París, en el año1984.
