Manuel García-Garófalo Morales

Manuel García
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NombreManuel García-Garófalo Morales
Nacimiento18 de noviembre de 1853
Santa Clara, Cuba
Fallecimiento23 de abril de 1931
Santa Clara, Cuba
Otros nombresGarcía Garófalo
HijosManuel García Garófalo Mesa

Manuel García Garófalo Morales. Fue uno de los continuadores de la investigación y catalogación de la bibliografía cubana. Llegó a desempeñarse como bibliotecario en la Biblioteca Provincial “Martí”. Se integró a la lucha revolucionaria y con su pluma describió el acontecer político y social de Cuba. Fue agente confidencial de Máximo Gómez y Carlos Roloff. Obtuvo los grados de coronel del Ejército Libertador.

Síntesis biográfica

Infancia y Juventud

Nació en Santa Clara el 18 de noviembre de 1853, en la calle de Santa Rosa e/ San Francisco Javier, actualmente Maceo y el Callejón de los Vizcaínos, hoy calle de Plácido. Cursó los estudios primarios y secundarios en la Escuela “Pía” y “San Idelfonso”. Cuando apenas era un mozo comenzó a trabajar en la escribanía de Don Mateo Gutiérrez. Allí se celebraban tertulias literarias, lo que contribuyó a que crecieran sus inclinaciones por las letras. Desde su juventud se destacó por su talento, sobre todo en las ciencias humanísticas.

Fue socio fundador del Liceo de Villa Clara, realizó trabajos de escribanía y redactó artículos para diversos periódicos nacionales y extranjeros. El periódico “El Alba” fue la pila pilonga en la que recibí las aguas del periodismo, refiere él mismo, y además donde visitaba a amigos cajistas. Atraído por la tinta y la melodía de las máquinas empezó a escribir gacetillas y luego se extendió a escribir folletines (páginas dominicales). Colaboró con el periódico “El Moro Musa” y “La Aurora”. Envió correspondencia a la prensa separatista que veía la luz en Nueva York.

A partir de la década de 1870, escribió para el periódico del Partido Liberal de La Habana. Por su labor decidida y gratuita, por espacio de medio siglo, dentro del periodismo fue considerado por la crítica de su época como “el padre del periodismo en Las Villas”. Su prosa, como dijera un crítico:

"es algo así como piezas de artillería gruesa, disparando sobre montañas de acero"

Fue Don Manuel uno de los escritores que más seudónimos tuvo que emplear para que su palabra no fuera silenciada, así se le encontrará como: M. A. Nuel, Alicates, Bélico, Escambray, X., M. M., Horacio Mora, Edmundo Agustín de la Roca, Sancho Panza, Juan Candela y Mambisito. Este último sale en 1898 en la sección Fuego Graneado del semanario “El Nacional”, Órgano del Cuartel General de la Brigada de Villa Clara, también bajo este seudónimo lo encontramos en el "Cubano Libre", vocero del Partido Revolucionario Cubano en New York. También utilizó Juan de la Cruz, fue el seudónimo que lo acompañó por el resto de su vida, aparece en colecciones de revistas como "La Esquila", "El Mosaico" y "Villaclara". Cabe destacar sus polémicas periodísticas abiertas con intelectuales destacados como Enrique José Varona y Manuel Sanguily[1].

Trayectoria revolucionaria

Participó como colaborador tenaz en dos de las Juntas villaclareñas. A partir de la Tregua Fecunda, se integró a la lucha revolucionaria y con su sabia pluma describió el acontecer político y social de Cuba. Durante la guerra del 95 desarrolló actividades conspirativas, fue agente confidencial de Máximo Gómez, Carlos Roloff y Gerardo Castellanos.

Cuando el asalto a Villa Clara el 20 de julio de 1876, por las tropas mambisas al mando del General Manuel de Jesús Calvar y Eduardo la conspiración santaclareña brindó importantes informaciones militares y topográficas. Manuel García Garófalo fue quien suministró los datos para la colaboración de los planos topográficos, señalando todas las trincheras, puentes militares, oficinas, y demás lugares de importancia para la guerra, junto a un excelente memorándum se envió al General Roloff. Por sus indicaciones confeccionó el plano su maestro y gran amigo José Agustín Anido y Pérez.

Preso en 1877 bajo acusación probada de trabajos conspirativos y propagandísticos, pudo salvar la vida gracias al Convenio del Zanjón. Sabía que lo fusilarían y ese fallo homicida lo esperaba con estoicismo. En 1879 escribía artículos polémicos en el periódico "Eco de Las Villas", en una sección denominada "Eco". Al desaparecer por orden del Gobernador General el periódico "Eco de Las Villas", se sucedieron otros como el de "Las Villas", "El Autonomista", "La Libertad", "La Perseverancia", "La Verdad", "La Vanguardia", "La Defensa", "La Protesta", en todos estos periódicos escribió artículos de índole separatista.

Durante la reconcentración de Weyler abogó en beneficio de las familias campesinas desde las columnas del diario "El Popular". El día 16 de marzo de 1896 fue acusado de infidencia con pésimos informes. Por su patriotismo le fue comunicado por el General Roloff que había sido nombrado oficial del Ejército Libertador, destinado a prestar servicios en la junta revolucionaria. Posteriormente, le comunican por orden del "Generalísimo", de manos del General Carrillo, que le habían sido otorgados los grados de Coronel en Campaña.

Tal era su sencillez que jamás comentó estas distinciones y aún más, se negó a aceptar la pensión que le correspondía como Veterano del Ejército Libertador. En el mismo sentido, la pluma que hoy conserva el Museo Provincial de Historia en Villa Clara, le fue entregada humildemente en su casa en ocasión de su cumpleaños, no en un banquete como tenían planeado sus compañeros.

Durante la República Neocolonial, se desempeñó como periodista, escribano y secretario en diferentes instituciones. En 1904 fundó el periódico "La Publicidad", donde escribiera hasta su muerte. En 1924 se le encomendó que escribiera una historia de Santa Clara, que fuera continuación de la Memoria Histórica de la Villa de Santa Clara y su jurisdicción de Manuel Dionisio González. El 24 de febrero de 1925 ocupó el cargo de bibliotecario en la biblioteca pública Martí, primera de este tipo en la ciudad. [2].

Muerte

Murió el 23 de abril de 1931 en la ciudad de Santa Clara. Coincidentemente ese mismo día, en horas de la mañana, había escrito el artículo titulado “Mi despedida” para el periódico “La Publicidad”, el cual dirigía [3].

Referencias

Fuentes

  • García Garófalo Mesa, Manuel. Los poetas villaclareños. Editora Arroyo. Habana, 1927.
  • Magazine La Lucha. Santa Clara s. p.i., 1926.