Manuel Hermenegildo García Ponce
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Manuel Hermenegildo García Ponce. Capitán del Ejercito Libertador. Fue popularmente conocido como el Rey de los campos de Cuba.
Síntesis biográfica
Nació en el pueblo de Alfonso XII, actual Alacranes, Matanzas, el 1 de febrero de 1851.
Conoció a la joven Rosario Vázquez a quien todos conocían como Charito y se casaron. En un guateque pueblerino, el alcalde se obstinó en bailar con Charito. Ella se negó y él la humilló. Manuel abofeteó al regidor y lo retó a un duelo con machetes, pero el acobardado funcionario, se escudó en su autoridad y lo envió a la cárcel por un tiempo.
Unas semanas después de ser liberado hiere gravemente a su padrastro y para no volver a la cárcel huye al monte y se une a la banda de Perico Torres. Tiempo después deja esta y crea su propia partida.
Fue famoso por sus actos tildados de bandolerismo. En 1885, amparado por una amnistía, viajó a Cayo Hueso, Estados Unidos de América.En Cayo Hueso trabajo en la tabaquería de Eduardo Hidalgo Gato, donde se relacionó con los emigrados cubanos en especial con el brigadier Juan Fernández Ruz y José Dolores poyo, creándose en él una conciencia de carácter separatista.
Trayectoria revolucionaria
En carta dirigida al Mayor General Máximo Gómez, el 23 de mayo de [1886]], manifestó su disposición de luchar por la causa independentista.
Llegó a Cuba en el balandro Dolphin al frente de una expedición que desembarca el 6 de septiembre de 1887 por Bacunayagua, Matanzas, con tres hombres. Algunas versiones niegan a Manuel García en el cargo de jefe de esa expedición y citan al Capitán Manuel Beribén como el hombre que la dirigió. Existen afirmaciones de que García poseía un documento firmado por José Dolores Poyo, presidente de la Junta Revolucionaria de Cayo Hueso, en el que lo nombraba Comandante y lo autorizaba a fomentar alzamientos en la Isla.
El plan del General Brigada Juan Fernández Ruz, quien se encontraba en Cayo Hueso, era emplear a Manuel García y a sus hombres como vanguardia de una posterior expedición. Sin embargo, se plantea que García lo que hizo fue crear una gran banda dedicada a la extorsión y al secuestro de personas. Se conoce que hizo contacto con el Mayor General Antonio Maceo durante la estancia de éste en Cuba, en 1890. Se mantuvo al margen de la ley hasta 1895.
Durante la preparación de la guerra ofreció ocho mil pesos a José Martí, a través de Juan Gualberto Gómez pero el Apóstol no acepto, y respondió a Juan Gualberto: “No; devuelva ese dinero a quien se lo entregó. La revolución solicita el concurso de todos los cubanos; Manuel García es un cubano, si mañana, pronunciado el movimiento, él se incorpora a las filas cubanas, allí será lo que sus hechos y merecimientos le permitan que sea, al igual que cualquiera de los creadores y fundadores de la patria; pero con su vida actual nosotros no tenemos conexión. Con nada de lo que él hace, colocado como está, fuera de toda ley y de toda sanción moral, nosotros no podemos tener relación ninguna; devuélvale el dinero”
Hizo contacto con los revolucionarios que preparaban el alzamiento de la provincia de Matanzas,Las Villas , lidereados por Pedro Betancourt y Francisco Carrillo Morales, quienes sí dieron empleo al dinero ofrecido.
Se alzó el 24 de febrero de 1895 al frente de su partida, la cual estaba incrementada por algunos reclutamientos forzosos. En la tarde de ese mismo día se dirigía, al frente de sus hombres a Ibarra, en Matanzas, para unirse a las fuerzas cubanas de Juan Gualberto Gómez y Antonio López Coloma.
Algunas fuentes plantean que se alzó con grado de Capitán, y otras aseguran que el [[Julio Sanguily|Mayor General Julio Sanguily]], designado jefe militar de Óccidente, le había conferido el de Comandante desde hacía algún tiempo.
Muerte
Como era su costumbre, Manuel García después de cabalgar un rato, se adelantó con dos de sus prácticos - Fidel Fundora y Alfredo Ponce - para reconocer la zona y evitar ser sorprendidos. Mientras la tropa marchaba al paso, los tres avanzados se perdieron en el camino. Unos minutos después se escuchó un disparo de fusil y después otros. Todos corrieron en zafarrancho de combate hacia el lugar y encontraron a Manuel García agonizando y un poco más adelante a Alfredo Ponce. Fidel Fundora había desaparecido y también las bolsas de dinero y la documentación que llevaba Manuel García en sus alforjas. Era evidente que Rey de los Campos de Cuba había sido asesinado por la codicia y la traición de uno de sus hombres. Con el tiempo, se dice que el nombre de Fidel Fundora se fue relacionando con la recompensa que ofreciera el Gobernador de La Habana Rafael Fernández de Castro.
Fuente
Diccionario Enciclopédico de Historia Militar de Cuba. Primera Parte (1510-1898). Tomo I. Biografías. Ediciones Verde Olivo, La Habana, 2004.
