María Rosa Martínez Riera
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María Rosa Martínez Riera, Chachi.Combatiente de la revolución cubana.Desde muy joven luchó por la victoria, convirtiendo su casa en centro de actividades contra la dictadura batistiana. Realizó con gran fervor actividades revolucionarias y desde el triunfo revolucionario trabajó por su consolidación, fortalecimiento y prosperidad.
Sumario
Síntesis biográfica
Infancia y juventud
Nació Chachi (como cariñosamente la llamaban) el 30 de agosto de 1943 en Santiago de Cuba, capital de la Provincia de Oriente, tierra de heroicas epopeyas por la liberación de la Patria.
Contaba 4 años de edad cuando con sus padres, Rafael Martínez Rodríguez y Ana Luisa Riera, se mudaron a una casa situada en Maceo y Gallo, en la propia ciudad. Comenzó la educación primaria en la Escuela María Auxiliadora donde permaneció hasta aprobar el 5to grado. La familia trasladó su residencia para la calle San Fermín No 358, cerca de la Placita de Crombet. Entonces pasó a un nuevo centro de enseñanza, la Academia Hermanos Vidaud, hasta el séptimo grado. Cursó estudios de normalista durante 1 año.
Por su cuñado conoce a Frank País García a quien le profesaba admiración y respeto. Aprendió a quererlo y le pedía en ocasiones que le enseñara a tocar el piano, Frank la complacía al interpretar algunas piezas para ella. María Rosa, pese a su juventud, demostraba formación y sentido de responsabilidad. Alegre, risueña y algo soñadora, tenía afición por la fotografía; le gustaba hacer versos y escribir. En una ocasión recibió un premio por un trabajo dedicado al 30 de noviembre. Ingresó después en el Instituto Comercial América. Allí comenzó los preparativos para presentarse a exámenes en la Escuela Profesional de Comercio de Santiago.
Muerte
Mientras dormía en el albergue Fernando de la granja Oscar Lucero, en el Central Julio Antonio Mella, una pared se desplomó y le produjo mortales heridas. La humedad y el peso de las hamacas fue la causa del fatal accidente, ocurrido a las 3:30 de la madrugada del 12 de abril de 1966. Falleció al día siguiente en el Hospital Vladimir I. Lenin, en [Holguín]]. Su cadáver fue tendido en la Universidad de Oriente y recibió honores militares como justo reconocimiento a la labor revolucionaria que supo desarrollar desde temprana edad y a la firmeza que manifestó en sus acciones ante la vida. Chachi milita para siempre en las filas de la UJC la cual le confirió su carné Post Morten y de la FMC.
Logros y contribuciones
Trayectoria revolucionaria
La casa de Chachi en Santiago de Cuba se convirtió en centro de constantes actividades contra la dictadura batistiana. Casi una niña, a los 14 años y dispuesta a dar su aporte juvenil, abrazó la causa rebelde junto a su cuñado Arturo Duque de Estrada. En su hogar conoció a Frank País cuando este visitaba la casa en actividades revolucionarias clandestinas. Chachi era nieta de María Lara conocida como la abuela entre la juventud santiaguera que luchaba contra la tiranía. La acompañó varias veces a realizar actividades insurreccionales; llevó armas a los rebeldes que combatían al régimen en los II Frente Oriental y Tercer Frente Oriental de la serranía oriental. En una ocasión acompañó a un grupo de jóvenes encargados de llevar dinamita al II Frente Oriental. A los tres días regresó felíz por la riesgosa tarea que había realizado. Una noche René Ramos Latour, necesitó trasladar algunas armas hasta una casa de la calle San Basilio, llevó a Chachi con él. María Rosa manifestaba constante preocupación por los compañeros que luchaban en la clandestinidad, les buscaba ropa, zapatos y otros objetos necesarios.
Trabajaba con abnegación en el almacenamiento y distribución de botellas incendiarias que se utilizaban en sabotajes revolucionarios. Desafió en varias oportunidades el peligro que acarreaba la manipulación de medios y avituallamiento que se utilizaban para derrocar la sangrienta tiranía.
El 1ro de enero de 1959, al conocer la huida del tirano, en compañía de su hermana Sonia entró en Santiago de Cuba con el Ejército Rebelde, al que había salido a recibir a las afueras de la ciudad. En el trayecto desarmó a un soldado de la tiranía y retornó provista de granadas y una pistola.
Actividades después del triunfo revolucionario
Con el mismo fervor que combatió durante la lucha insurreccional, Chachi se integró a las actividades de construcción de la nueva sociedad. Comenzó a trabajar como voluntaria en las oficinas del Instituto Nacional de Reforma Agraria, INRA, y posteriormente en el Instituto Nacional de la Industria Turística, INIT. Se integró a la Cruz Roja y a la Federación de Mujeres Cubanas e incorporó con ella a un grupo de muchachas del barrio. A su vez continuó los estudios de comercio en los Internacionales del Cristo. Pasó posteriormente a la Escuela Félix Pena de Santiago de Cuba, donde se graduó el 14 de diciembre de 1963.
Las constantes agresiones del imperialismo yanqui a la Revolución en el poder plantearon a Chachi una nueva tarea, la defensa de la Patria. Fue de las primeras en ingresar en las milicias femeninas de Santiago de Cuba y participó en los distintos ejercicios y entrenamientos. Se destacó siempre por un gran dinamismo, agilidad y destreza en las relaciones que le encomendaban. El sentido de responsabilidad y la formación revolucionaria que poseía, la llevaron a ocupar el cargo de jefa de preparación combativa de la Unidad.
Todas sus energías y entusiasmo contagioso los dedicó al ejercicio del cargo. Era estricta en el cumplimiento de sus deberes, pero sensible y humana. Mientras trabajaba en el MINCIN en 1965, ingresó en la Universidad de Oriente para estudiar Economía. En 1966 tenía invitaciones de diversos organismos para participar en la Quincena de Girón, pero decidió hacerlo con sus compañeros de estudio y marchó al campo a realizar tareas agrícolas junto al grupo universitario.
Fuentes
- Colectivo de autores. Mujeres en Revolución. Editorial Ciencias Sociales. La Habana, 1978. Pág.149-155, il.
