María de Borgoña

María I de Borgoña
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Duquesa de Borgoña y Duquesa de Brabante
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María de Borgoña, esposa de Maximiliano I, emperador de Sacro

Imperio Romano y madre de Felipe el Hermoso.

Nombre real María de Borgoña
Otros títulos Duquesa de Lothier, de Güeldres, Limburgo, Condesa Palatina de Borgoña, Artois, Charolais, Flandes, Hainault, Holanda, Zelanda y Zutphen y Marquesa de Namur.
Nacimiento 13 de febrero de 1457
Bruselas, Bandera de Bélgica Bélgica
Fallecimiento 27 de marzo de 1482 (25 años)
Brujas, Bandera de Bélgica Bélgica
Consorte Maximiliano I de Austria
Descendencia Felipe I el Hermoso, Margarita de Austria
Casa Real Valois
Padre Carlos I de Borgoña
Madre Isabel de Borbón


María de Borgoña. Era la única hija de Carlos, duque de Borgoña, más conocido con el Temerario y de Isabel de Borbón. Según la describía su futuro marido, Maximiliano, era como una princesa salida de un cuento de hadas: era pequeña, blanca como la nieve, con cabellos negros, una nariz chiquitina, una cabeza pequeña, un semblante agradable, a pesar de sus ojos ligeramente cansados y su boca demasiado grande.

Síntesis biográfica

Nació en Bruselas el 12 de febrero de 1457. María era la única heredera de un vasto y rico dominio, englobando el Ducado y el Condado de Borgoña y la mayoría de los Países Bajos. Por esta razón, a lo largo de su juventud estuvo siempre rodeada de diversos pretendientes que ansiaban su mano. Cuando todavía era una niña de cinco años, recibió su primera proposición para desposarse con el futuro rey Fernando II de Aragón. Más adelante hubo otros como El duque de Clarence, hermano de Eduardo IV de Inglaterra ; Nicholas I, duque de Lorena; Carlos de Valois, duque de Berry; y Carlos de Angulema, padre del futuro Francisco I. Conclusión, la lista era interminable, le llovían candidados por todos los rincones de Europa.

Cuando contaba diecinueve años, su padre el duque murió traicionado durante el asedio de Nancy (1477) y María quedó como heredera de un vasto dominio. Como soltera que era, los intereses centroeuropeos se debatían por su mano en el apremiante interés de poseer los Países Bajos y la Borgoña, algunos de los territorios más ricos de Europa. El rey de Francia, Luis XI, se apresuró por proponer a su hijo el delfín, Carlos VIII, como marido de María. Luis XI pretendía que el hijo de Carlos, su nieto, heredase un inmenso patrimonio en los Países Bajos y en el extremo oriental de Francia, pero su madrastra Margarita de York la convenció de que desoyera las propuestas francesas, pues fueron ellos los que, al fin y al cabo, habían asesinado a su padre.

Necesitada urgentemente de apoyos (Luis XI invadió Borgoña inmeditamente después de la negativa de María) la duquesa partió a territorio de los Países Bajos solicitando la ayuda de sus vasallos en la defensa de los estados del ducado. Los representantes de los Países Bajos acordaron prestar su ayuda a María a cambio de que les fuesen devueltos los privilegios que el duque Carlos les había arrebatado en su precipitado intento de crear una monarquía fuertemente centralizada. Las garantías y devoluciones pactadas por María con sus súbditos en los Países Bajos son conocidas como el Gran Privilegio, firmado en febrero de 1477 en Ghent. La duquesa se comprometía entre otras cosas, a contar siempre con la aprobación del Parlamento para poder declarar la guerra, solicitar la paz, o subir los impuestos.

Matrimonio

En su búsqueda de un matrimonio que la permitiese enfrentarse a los franceses, María terminó por aceptar la oferta de matrimonio del archiduque de Austria, Maximiliano, con el que contrajo nupcias en Agosto de 1477, también en Ghent. Con este matrimonio, el territorio de los Países Bajos quedaría vinculado al ducado de Austria primero,y a la corona española más tarde, hasta principios del siglo XVIII. Maximiliano y María tuvieron tres hijos: Felipe el Hermoso (1478-1506), que casó con Juana de Castilla; Margarita de Austria (1480-1530), casada en primeras nupcias con el infante Juan de Aragón (1478-1497) y en segundas con Filiberto de Saboya; y finalmente el infante Francisco, que murió poco después del parto (1481).

Muerte

La felicidad conyugal de María y Maximiliano llegaría a su fin cuando ella, estando embarazada, se cayó de un caballo muriendo un 27 de marzo de 1782 en Brujas, hoy Bélgica. Aunque su médico le había prohibido andar de cacería, la gestante y rebelde María se vio lanzada contra un árbol, y tras abortar al niño que le venía pescó una septicemia galopante que en aquellos tiempos que ni se esperaba que se usara antibióticos, la infección la mató rápidamente mientras su familia se retorcía las manos sin poder hacer nada.

Tenía solo 25 años. Maximiliano no halló sosiego ni en el hecho que era Sacro Emperador Romano. Lloró diluvios de lágrimas por su joven y bella esposa. Felipe el Hermoso pasó a ser el heredero de su madre, y Maximiliano jamás habría de olvidarla aunque le sobrevivió por 36 años más.

No fue hasta en 1493 que Maximiliano pudo ejercer control sobre los países bajos, sin saber que apenas estaba labrando provecho para que los españoles posteriormente se comieran ese codiciado trozo europeo cuando Felipe El Hermoso se casó con Juana la Loca...nadie sabe para quien trabaja! Felipe el Hermoso fue virtual prisionero hasta en 1485 en los países bajos. El Tratado de Senlis en 1493 devolvió Artois y el Franco Condado a Felipe, pero Borgoña y Picardía siguieron siendo francesas. Maximiliano moriría en enero de 1518 recordando a su mujer. Los hijos habidos con María serían decepcionantes, tomando en cuenta que ella siempre fue una mujer de armas tomar, vigorosa y muy inteligente. Pero la tradición de regalar una sortija a la novia cuando las intenciones son serias nos acompaña hasta nuestros días, aunque muchos ignoren de donde vino tan romántica costumbre.

Títulos

Véase también

Fuente