Marco Junio Bruto

Marco Junio Bruto
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Senador romano
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Otros títulos Pretor Urbano de Roma
Nacimiento 85 a. C.
Roma
Fallecimiento 23 de octubre del 42 a. C.
Filipos
Entierro Filipos
Padre Marco Junio Bruto
Madre Servilia Cepionis


Marco Junio Bruto , político y filósofo romano. Fue uno de los líderes de los conspiradores que asesinaron a Julio César en marzo del 44 a.C. También era conocido con el nombre de Quinto Caepio Bruto.

Origen

Nació en el 55 a. C. en Roma. Era hijo de Marco Junio Bruto, quien murió en el 77 a.C., descendiente del fundador de la República, y de ServiliaCepionis, hija del Quinto Servilio Caepio y hermana de Catón de Útica. Cambió su nombre de nacimiento por el de Quinto Caepio cuando fue adoptado por su tío Quinto Servilio Caepio. Hijastro de Julio César después de la muerte de su padre, aunque se llegó a comentar que pudiera ser hijo natural del tirano romano, pero solo quedó en habladurías, pues Bruto nació cuando el emperador romano tenía solo 15 años.

Camino político

Cuando fue desterrado Cicerón en el 58 a.C., su tío Catón le llevó consigo a Chipre. Contrajo matrimonio con una hija de Apio Claudio, cónsul en el 54 a.C., a quien acompañó al año siguiente a Cilicia. Cuando estalló la Guerra Civil en Roma entre César y Pompeyo en el 49 a.C. Bruto se unió a los tropas senatoriales partidarias de Pompeyo, a pesar de que este había matado a su padre. Tras la derrota y muerte de Pompeyo un año más tarde bruto fue perdonado por César tras la batalla de Farsalia, a petición de su madre, Servilia, quien fue uno de los grandes amores del dictador romano.

Bruto partió hacia Atenas, donde continuó con sus estudios filosóficos. Posteriormente viajó a Asia donde se reunió con Julio César. Éste antes de partir hacia África le nombró gobernador con el rango de propretor de la Galia Cisalpina en el 46, a pesar de no haber sido pretor anteriormente. Contrajo matrimonio por segunda vez en el 45 a.C., esta vez con su prima Porcia, hija de Catón. La influencia de César hizo que fuera elegido pretor urbano de Roma para el año 44 a.C. Sin embargo Bruto comenzó a mostrarse contrario a la política autocrática y tiránica de Cesar, por lo que comenzó a conspirar para lograr la restauración de la República. Se unió al complot encabezado por Cayo Casio Longino que pretendía acabar con la vida de César.

Casio le consideraba la persona adecuada para liberar a Roma de la tiranía. El prestigio de Bruto hizo que numerosos senadores romanos se unieron a la conspiración, de la que se convirtió en el dirigente moral.

Muerte de César y sus consecuencias

Republicano por naturaleza, Bruto nunca trató de esconder sus convicciones políticas. Casado con la hija de Catón, su prima hermana Porcia Catonis, escribió un texto alabando las cualidades de su suegro, ya fallecido. César estaba muy encariñado con él y respetaba mucho sus opiniones. Sin embargo, Bruto, como muchos otros senadores, no estaba satisfecho con el estado de la República.

César había sido nombrado dictador perpetuo y había aprobado varias leyes que concentraban el poder en sus manos. Bruto comenzó una conspiración contra César junto con su cuñado y amigo Cayo Casio Longino y otros senadores. En los idus de marzo (15 de marzo del 44 a. C.), un grupo de senadores, incluyendo a Bruto, asesinaron a César en la Curia Pompeya.

Cinco meses después de la muerte de Julio César, Bruto partió junto a Casio y otros conspiradores hacia Macedonia, donde reclutaron un ejército para luchar contra las tropas cesarianas encabezadas por Marco Antonio. En febrero del 43 a.C el Senado de Roma le entregó el mando supremo del ejército en Oriente. Las tropas de Bruto derrotaron a las tropas cesarianas, esta vez encabezadas por el futuro emperador Augusto, en la batalla de Filipos.

Sin embargo las fuerzas de Bruto fueron derrotadas y aniquiladas por Marco Antonio en una segunda batalla que tuvo lugar en el mismo sitio tres semanas después el 23 de octubre del 42 a.C. Con esta derrota la causa de los partidarios de la República fue finalmente derrotada. Bruto desolado por la situación en la que se encontraba se suicidó. Según las fuentes clásicas se atravesó el pecho con su propia espada mientras pronunciaba la frase: "¡Virtud, solo eres un nombre vano!". Según Suetonio, Augusto le hizo cortar la cabeza y la mandó a Roma para que fuera arrojada a los pies de la estatua de César.

El último romano

La figura de Bruto era muy admirada por sus contemporáneos, quienes valoraban en el su gran dignidad e idealismo. Su comportamiento hizo que fuera denominado por muchos historiadores como el último de los romanos. Su nombre se ha empleado para calificar a los republicanos que son capaces de sacrificar hasta su vida por defender sus principios. A pesar de esta admiración general hacia su persona algunas fuentes clásicas mencionaban su dureza y arrogancia. Era extremadamente duro en sus tratos económicos con los provinciales. Se le acusó de poner un 48% de interés a un préstamo a la ciudad chipriota de Salamina. Era seguidor del estoicismo y del platonismo. Fue el escritor de numerosas obras filosóficas, ninguna de las cuales ha sobrevivido. Tan solo se han conservado dos de los nueve libros que recogían su correspondencia con el famoso orador Cicerón.

Fuentes