Marcos García de Castro

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Marcos García de Castro
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NombreMarcos Fernando García de Castro
Nacimiento30 de junio de 1842
Sancti Spíritus
Fallecimiento20 de febrero de 1909
La Habana
Causa de la muerteHemorragia cerebral
NacionalidadCubana
Partido políticoPartido Liberal Autonomista
PadresDon Cornelio García Castro y Doña Joaquina de Castro.

Marcos Fernando García de Castro. (Sancti Spíritus, 30 de junio de 1842-La Habana, 20 de febrero de 1909). Fue un abogado, militar y político cubano. Participó en la Guerra de los Diez Años, donde alcanzó el grado de general de brigada del Ejército Libertador cubano. Después del Pacto del Zanjón se afilió al Partido Liberal Autonomista, fue alcalde de Sancti Spíritus, desde el 30 de julio de 1885 hasta 1889 y de 1891 ocupó de nuevo la Alcaldía hasta 1897.En noviembre de 1897 fue nombrado gobernador civil de Santa Clara, por el gobierno autonómico de Ramón blanco.

Síntesis Biográfica

Infancia y juventud

Certificado de Bautismo

Marcos Fernando García de Castro nació, en Sancti Spíritus, el 30 de junio de 1842, en el seno de una familia de la alta sociedad, sus padres fueron Don Cornelio García Castro y Doña Joaquina de Castro.

Sus estudios primarios los realizó en la escuela “San Francisco” dirigida por el Sacerdote Benito Ortigueira. De la escuela San Francisco pasó al colegio “El Salvador”, en La Habana, y allí fue estudiante y profesor con el sabio mentor José de la Luz y Caballero. En este período empezó a cursar estudios de Derecho. Fue en este centro condiscípulo de Honorato del Castillo.

Marcos, formado al lado de grandes hombres con ideales independentistas integró la Junta, para revolucionar, en unión de Honorato del Castillo, la jurisdicción de Sancti Spíritus. Y el 6 de febrero de 1869 se alzó contra la dominación española en el partido de Banao.

Trayectoria revolucionaria

Desde su alzamiento y hasta 1871, cuando pasó a Camagüey, tomó parte activa en importantes acciones contra el enemigo español, esto condujo a que Honorato lo nombrara Jefe superior de la Comarca Occidental de Sancti Spíritus, Segundo Jefe del Distrito y Jefe del Estado Mayor del General Cristóbal Acosta; luego Jefe de Operaciones de dicho distrito, nombrado por el General Tomás Jordán. Las acciones en las que participó fueron las siguientes: “El Hondón”. “Río Abajo”, “El Aguacate”, “Loma de los Barriles”, “El Carajito”, asaltó el embarcadero de Juan Hernández, destruyó los muelles, almacenes y una embarcación para dificultar las provisiones de las fuerzas que guarnecían el poblado de “El Jíbaro”; “Dulce Nombre”, “Taguasco”, “Salida de Iguará”, donde tomó un convoy enemigo; asalto, toma y destrucción del Ingenio y fuerte de “San Antonio”, acciones de “Guanabo”, “Sitio de Mursulí”, “Río Grande”, por segunda vez; “Santa Ana”, asalto y toma del poblado de “Lázaro López”, toma de un convoy entre “Río Grande “ y “Jicotea”, “Ingenio Mapos” con la quema de varios campos de caña, “El Cacagual”, ataque a un tren del ferrocarril de Sancti Spíritus a Tunas de Zaza; asalto, toma y destrucción del Ingenio “Jarao”, asalto y destrucción del Ingenio “Santa Ana de Buena Vista”, asalto y destrucción de “El Jíbaro”, acciones de “Meloncitos”, “Melones”, “Las Lajitas”, “Loma de Siguaney”; asalto y destrucción de “El Majá”, y numerosos encuentros de menor importancia. Todas estas operaciones fueron realizadas bajo sus órdenes y la del poblado “Lázaro López” en unión de Brigadier Bernabé de Varona (Bembeta).

En marzo de 1870 organizó los organismos civiles y los tribunales militares de la Revolución en el distrito espirituano bajo su mando, y con los tribunales militares inspeccionó las penas; estableció dos líneas de posta, una por el Sur que comunicaba con Camagüey y Trinidad y otra por el Centro y Norte que comunicaba con Camagüey y Remedios.

Después de esta difícil campaña fue Representante de la Cámara por primera vez, renunciando al cargo el 19 de febrero de 1874. El 19 de mayo de 1870 en el combate de Atoyahosa, en Sancti Spíritus, las fuerzas dirigidas por Marcos García le ocasionaron a los españoles: 35 muertos de combate, le arrebataron 3000 cápsulas de Remington, 6 equipajes, 6 caballos ensillados 11 Rémington culata de goma, 3 Forwers, 1 revolver, 1 espada; mientras que las fuerzas cubanas sufrieron 6 muertos y 14 heridos3. En el año 1871pasó a Camagüey, dejando en su lugar a José Payán. En el territorio camagüeyano y a las órdenes del General Salomé Hernández tomó parte en las acciones de “Cubitas”, de “Caridad de Miraflores” y de la “Veguita”.

En Bijagual de Jiguaní, Oriente, el 27 de octubre de 1873 se reunieron en sesión extraordinaria la comisión encargada de la destitución de Céspedes de su cargo de Presidente de la República de Cuba en Armas, Marcos García formó parte de ella. Allí expresó que estaba de acuerdo con la destitución del Presidente y lo acusó e hizo responsable por abandonar las fuerzas de Las Villas haciéndolos correr desarmados, por no darle armas ni municiones; lo hace responsable, además, de la disolución de esa columna y por haberlas destinado a escolta del poder ejecutivo, lo acusa de violar la Constitución estableciendo reformas en las ordenanzas militares y de oponerse a la reunión de la Cámara exponiendo que son traidores de connivencia con autonomistas de la emigración.

Cuando en diciembre de 1873 Fornaris plantea en la Cámara la propuesta que se autorizara a Céspedes viajar hacia donde quisiera, incluso hacia el extranjero, Marcos García se opone señalando que no podía suceder porque aún Céspedes tenía obligaciones con el actual ejecutivo.

El 17 de noviembre, Marcos García es nombrado Secretario de la Cámara, tras la renuncia de Fornaris.6 Marcos García de Castro es uno de los líderes de este movimiento anticespedista y por lo tanto uno de los culpables de su muerte. Con esta posición trató de humillar al Padre de la Patria, culpándolo de los problemas ocurridos en Las Villas. Esto demuestra que él era el que protagonizaba el principio disolvente por el que acusaba a Céspedes.

En este propio mes la Cámara de Representantes le otorga, a Marcos García el cargo de Inspector en Las Villas. Sobre esto Céspedes señala en su diario de campaña: “... ha obtenido lo que buscaba luchando contra mí.”

El 26 de mayo de 1874 fue nombrado, por el Presidente de la República, con aprobación de la Cámara, y firmado en “El Chorrillo”, por el Secretario de Guerra General Vicente García, Coronel del Ejército de Las Villas, lo que prueba que en aquellos tiempos no se prodigaban los ascensos, poco después se hizo cargo de sus fuerzas.

En diciembre de 1875 fue aceptado, en la Cámara, como Representante por el Estado de Las Villas, en cuyo cargo se mantuvo hasta que finalizó la guerra. Durante esta etapa realizó importantes comisiones entre las que se destaca la que hizo con el Coronel y Representante Juan Bautista Spotorno, mediante la cual informan acerca de la situación de Las Villas, y otra reservada que acompañado por Incháustegui, realizó en el mismo Estado de Las Villas. El 20 de marzo de 1876 reinicia sus sesiones la Cámara, con sus nuevos diputados electos. Por Las Villas habían sido electos Marcos García, Juan Bautista Spotorno, Eduardo Machado y Manuel Pina.

El 21 de noviembre de 1877 el Presidente de la Cámara, Salvador Cisneros Betancourt, le envía una comunicación al Presidente de la República, en la que planteaba la designación del diputado Marcos García de Castro para Vicepresidente de la Cámara, por vacante ocurrida a causa del fallecimiento del diputado Eduardo Machado.

En el propio año 1877 la Cámara acordó redactar un manifiesto al pueblo explicando la situación del país en guerra. Este manifiesto fue escrito por Marcos García y entregado al Comandante Agustín Castellano para su circulación, pero este lo inutilizó sin que circulara. La situación político militar comenzó a variar para el segundo semestre de 1877, las sediciones militares ya expresaban una total desobediencia a la autoridad del gobierno, el escepticismo encontró caldo de cultivo en el aparato político de la República; en la Cámara surgieron dos tendencias: una sería entrar en conversación con los españoles con el objetivo de ganar tiempo y la otra había llegado al escepticismo y, con ello había perdido toda fe en la lucha armada. El 23 de diciembre, representantes de la Cámara entraron en conversación con las fuerzas colonialistas, para ello habían derogado el Decreto Spotorno.

Marcos García fue seleccionado como comisionado para Las Villas con el fin de comunicar las negociaciones de paz que se realizaban con España; en ese territorio se dirigió al campamento del Coronel Serafín Sánchez, al que le informó sobre estas gestiones. Marcos, el 9 de febrero de 1871, envió un telegrama a la Cámara, donde comunica que la primera división acepta la paz.

El 10 de febrero de 1878 Marcos García se encontraba en Sancti Spíritus, por lo que no se encuentra entre los firmantes de la capitulación. Después de otorgada la paz del Zanjón, el 10 de febrero de 1878, Marcos García al finalizar la guerra, rechazó la paga de marcha11 que le fue ofrecida a los oficiales y soldados.

El 15 de abril de 1878 le envió una carta a Diego Echemendía y Marques, donde plantea su valoración de la Guerra y deja claras sus opiniones políticas; pone a la luz sus ideas anticespedistas, sus criterios sobre la incapacidad del pueblo cubano para gobernarse y por tanto la necesaria dependencia de España, y su ideal antianexionista, estas dos últimas ideas son fiel reflejo del pensamiento autonomista de la época. Marcos García había llegado, parra este período, a un escepticismo tal que no veía en la lucha armada la solución a los principales problemas de la Isla.

Labor de Marcos García como representante del Partido Autonomista

El 8 de agosto de 1878, en los altos del restaurante El Louvre se reunieron los dirigentes de las juntas locales, de las provinciales y los posibles candidatos a integrar la Junta Central del Partido Liberal. En esa reunión presidida por José María Gálvez, Juan Bautista Spotorno, José Eugenio Bernal, Francisco de Perela Gay y Julián Gassié, el excombatiente Marcos García tuvo a su cargo el discurso de adhesión en nombre de los participantes en la Guerra de los Diez Años. Sus palabras fueron dirigidas a procurar la inserción de los independentistas en las filas de los liberales, fundamentalmente los capitulados en el Zanjón. De igual manera los orientó a favor del fortalecimiento de la política de resistencia pacífica y de unidad nacional.

Con Rudesindo García Rijo, Panchito Rabell, Tomás Pina Gómez, Castro Marín, Díaz de Villegas, Rafael Cruz Pérez y otros, fundó Marcos García la junta espirituana del Partido Liberal el 15 de Septiembre de 1878 de la cual fue electo Presidente.

Con el dinero que le prestó un amigo se trasladó a La Habana y en julio de 1879 se graduó en Leyes. Regresó a su ciudad natal, en el propio año 1879, para ejercer su profesión de letrado. Ya en Sancti Spíritus contrajo matrimonio con la Señorita. Ángela Madrigal Cruz.

Una enfermedad de la vista, que le ocasionó la pérdida de un ojo y que lo expuso a la pérdida del otro, le obligó a abandonar el bufete y a dedicarse a otros negocios; fue entonces administrador del ferrocarril y colono y administrador del Ingenio Tuinucú. En varias ocasiones estuvo al frente del Juzgado Municipal de aquel distrito. Por el año 1884, un grupo de hacendados le plantean al gobierno el ofrecimiento de cooperar para el exterminio del bandolerismo, si se les autorizaba para armar a un número de hombres y el salvoconducto necesario para realizar la empresa sin caer en manos de la autoridad judicial. Dos grupos salieron casi simultáneamente de la ciudad, uno al mando de Marcos García y otro al mando del Coronel Lersundi del que formaban parte el General José Miguel Gómez y otros vecinos.

Dada la necesidad de llevar a la alcaldía a un hombre de acción capaz de acabar con el desorden de los campos, fue electo Concejal y luego Alcalde Municipal cargo que ocupó desde el 30 de julio de 1885 hasta 1889.

Nombramiento como Concejal
Nombramiento como Alcalde

Su primer mandato lo desarrolló con los cuatros Tenientes Alcaldes: Rafael Pérez Luna, Sebastián Cuervo Serrano, Manuel Pinas Ramírez, Manuel Morgado Lunas, Domingo Galliano Cuartín. En el año 1891 ocupó de nuevo la Alcaldía hasta 1897.

En el período en que él administró la Hacienda se regularizó la contabilidad, se compusieron las calles, se invirtieron grandes sumas de dinero en los caminos vecinales, se llegó a pagar con más regularidad la instrucción pública, cuya atención consumía el 25 % del presupuesto municipal.16Se mejoró el alumbrado público al implantarse el alumbrado de gas. El ayuntamiento mostró interés por instalar plantas eléctricas. También mostró preocupación por el material de las escuelas del segundo ascenso, por el completamiento del claustro de las escuelas, adquisición del mobiliario para las escuelas municipales de Sancti Spíritus.

A su labor positiva se agrega el socorro a familias afectadas por inundaciones, alimentación de presos, reparación de la Iglesia. Se preocupaba, además, por las necesidades de las asociaciones de instrucción y recreo de la ciudad, como "El Progreso", en lo referente a las condiciones que estos necesitan y a la participación de las personas en ellas, téngase en cuenta que la sociedad El Progreso, en Sancti Spíritus, era una asociación de blancos y con poder económico, además controla los Fondos de estas asociaciones, el registro de la directiva. También respeta las disposiciones del gobierno de la Isla y hace cumplir sus disposiciones en la ciudad: prohíbe el juego de la lotería de cartones en las sociedades de instrucción y recreo. Llama a actualizar los documentos de las asociaciones y multa a quienes alteren los precios de los productos.

Al analizar los gastos para los ejercicios económicos de los años: 1885-1886, 1886-1887, 1887-1888, 1893-1894, 1896-1897, 1897-1898 se constata que durante sus años en la alcaldía espirituana se destinó buena parte del presupuesto a la educación y a la construcción de obras públicas.

El espiritismo Científico o Kardeciano había penetrado en Cuba en la segunda etapa del siglo XIX y se había hecho fuerte después de la paz del zanjón, entre los sectores intelectuales y de nivel cultural medio, pues representaba una opción frente a la Iglesia Católica, demasiado comprometida con el régimen colonial.

Hasta ahora se ha analizado la evolución de Marcos García de Castro desde la defensa militante de la independencia de Cuba a posiciones autonomistas, a continuación, él mismo confiesa su paso de libre pensamiento, del panteísmo al espiritismo. Todo lo anterior confirma el impacto negativo que tuvo en él los resultados de la Guerra de los Diez Años y el progreso regresivo de sus ideas.

Marcos García de Castro con el seudónimo "un expanteísta", practicaba el espiritismo junto con Miguel Rubert, la poetisa Francisca Hernández Zamora, Silverio León Luya, Miguel Jaime y otros escribían en el periódico "La Buena Nueva", cuyo lema era "Hacia Dios por la ciencia y la caridad”, su primer número se publicó el 25 de mayo de 1886 y salía los días 10 y 25 de cada mes. Este periódico defendía las doctrinas espiritistas y era el órgano oficial del "Centro Privado de Observaciones Psicológicas", presidido por Marcos García.

En 1888 el Presidente de la Junta Local del Partido Liberal Autonomista es Marcos García y con un grupo de vocales renuncian a sus cargos por estar inconformes con el artículo “La disciplina del Partido” publicado el 3 de septiembre en el periódico “El País”. Tanto Marcos García como sus compañeros consideraban que los extremismos liberales reforzaban el apoyo oficial hacia los conservadores y distanciaban aun más a los autonomistas del gobierno. Esta situación explica que se había situado en el ala derecha del autonomismo. Sus discrepancias fueron momentáneas y se reincorpora al partido. A partir de 1889, cuando inicia su primer período de gobierno, trató de restar prestigio y fuerzas a la revolución. Inspirado por el celo autonómico fue el mejor auxiliar de España, a pesar de que era público que se preocupó en obtener mejoras para su localidad, impedir atropellos y a veces salvar la vida de enemigos y a infelices. Solo en este sentido Sancti Spíritus gozó de excepcional condición.

Esta situación contradictoria va a marcar su accionar de preocupación por el desarrollo local y limita a la metrópoli. En este contexto el 5 de febrero de 1889 sale a la luz un bando impreso en el cual el Alcalde Marcos García regulaba el tránsito a caballo en las calles de la ciudad. Para adoptar esta medida apela al desarrollo de la cultura y al mejoramiento de las costumbres.

La actitud conservadora de Marcos García, sin embargo, no es compartida por todos sus coterráneos del Partido Liberal Autonomista. En 1891 la protesta local contra la alta dirigencia del partido fue diametralmente opuesta. El entonces Presidente de la Junta Espirituana Rudesindo García Rijo, junto a un grupo de vocales renunciaron a sus cargos, por considerar que la Central era incapaz de asumir la oposición que el país necesitaba frente a los desmanes del gobierno español y porque en el ámbito local existían profundas desavenencias que posibilitaban el fortalecimiento de los conservadores. Lo cierto es que la crisis no pudo ser superada por los integrantes de la nueva junta encabezada por Marcos García, cuyo derrotero hasta 1895 fue el del estrechamiento de los vínculos con los integristas, posición que mantuvo hasta el fin de la dominación colonial.

En la década del 90 del siglo XIX, la revolución se revitaliza, cobra fuerza con la enorme labor de Martí y los emigrados cubanos, entre ellos Serafín Sánchez, para organizar la nueva contienda. Esta efervescencia revolucionaria se manifestó fuertemente en la región espirituana.

En esta década Marcos García acude a una cita del General José Arderíus19 con el fin de, según él, consultar la opinión de los elementos acogidos a la "legalidad" sobre la situación del país. Esto fue con el propósito de distraer la atención del pueblo cada vez más pendiente de los candentes problemas económicos y sociales no resueltos por el gobierno, y principalmente para confundir a los veteranos residentes en el país acerca del momento revolucionario que se atravesaba.

En esta cita Marcos García intenta erigirse como vocero del grupo, y se pronuncia por preservar la paz.20 A pesar de todos los esfuerzos que realizó Marcos García para frustrar el desarrollo de la Revolución no lo pudo conseguir, pues el ideal conspirativo estaba vivo y no se transigía con el autonomismo, prueba de ello lo constituyen algunas actividades que se producen antes del 24 de febrero de 1895.

Luis Lagomasino mantiene comunicación con los revolucionarios de Cayo Hueso, el 10 de febrero de 1891 se produce en el teatro municipal de Sancti Spíritus una congregación separatista en la que participaron 25 personas, presidida por Luis Lagomasino Álvarez, bastante audaz para ese momento; en junio de 1892 Lagomasino se traslada a Cayo Hueso y sostiene una reunión con el club Luz de Yara donde propone un plan para el alzamiento de Las Villas y Oriente para el 25 de agosto de ese año, lo que no se logra por la labor preparatoria que viene desarrollando José Martí en espera del momento preciso.

Estos prematuros intentos preocupaban a Martí por lo que en agosto de 1892 decide enviar comisionados a la Isla con el propósito de coordinar acciones; con relación a esto Martí le orienta a Gerardo Castellanos las tareas a realizar en Las Villas y especialmente en Sancti Spíritus donde su misión sería cercar el peligro que representaba Marcos García, alcalde de la ciudad en esos momentos y de filiación autonomista, pero sin darle motivos para que se considerara excluido, así como explicarle bien a Lagomasino el plan del partido “para que con la esperanza de cosa mayor refrene su impaciencia noble”.

En la entrevista de Castellanos con Lagomasino, este último planteó que él seguiría al frente de la jefatura de Las Villas; pero eso fue rebatido por Gerardo Castellanos señalándole que el Partido Revolucionario Cubano (PRC) y la Convención Cubana harían una reestructuración completa del movimiento conspirativo. Como parte de esa misión se convocó a una reunión que se efectuó en la casa del maestro Manuel Jane Román, sita en calle Céspedes # 54, entre Pérez Luna y San Anselmo, Sancti Spíritus; allí fue creada la delegación o comité del PRC.

A esta reunión asistieron 16 conspiradores y fueron elegidos Manuel Jane Román como presidente y Luis Lagomasino como secretario. A pesar de la organización del PRC en Sancti Spíritus y la posición que ocupaba Lagomasino en el mismo, él y sus principales partidarios mantenían la idea de provocar un levantamiento armado en la región a espalda de las orientaciones del Partido. Prueba de ello son las intentonas de marzo de 1893 con 200 hombres y de principios de mayo de ese mismo año. En abril de 1895 se produce un nuevo intento que no pudo llevarse a vías de hecho.

A mediados de 1892 intenta Marcos García frustrar el viaje de Lagomasino a Cayo Hueso por orden del Presidente del Club Luz de Yara y al embarcarse en la estación de Valle, para Cienfuegos encuentra allí a Marcos García. Al pasar por Cienfuegos recibe telegrama que dice: “Urge vengas. Luis grave. Julia”. Era una treta de autonomistas de Sancti Spíritus para impedir el viaje, pues su esposa desconocía su dirección y su viaje.

Los obstáculos que ya estaba colocando Marcos García al desarrollo exitoso de la Revolución llegan a ser conocidos por José Martí, quien en carta a Gerardo Castellanos, en vísperas de su viaje a Cuba le plantea la posibilidad de acorralar al alcalde espirituano de manera que no sospeche de esas intensiones y que se apoye en Serafín Sánchez para ello.

Marcos García se oponía a todo movimiento contra España. En la entrevista entre Castellanos y Marcos García, este último se mostró preocupado por conocer los detalles de la organización revolucionaria (PRC) en las emigraciones y el crédito que Martí gozaba, sin embargo, se advertía su afán de que Martí y los emigrados conocieran que él es el más capaz para ostentar la representación del PRC. Antes de separarse del comisionado afirmó sentenciosamente que todos los intentos de encender la guerra fracasarían. En forma de cacique procuraba empuñar las riendas autonomistas y separatistas.

Meses después de la intentona separatista del 24 de abril de 1893, de los hermanos Sartorio (Manuel y Ricardo), en Purnio y Velasco, Holguín, la Junta Central Autonomista decidió propiciar una entrevista entre representantes del gobierno y excombatientes del 68 con el objetivo de reforzar la imagen de rechazo a la solución armada y además, para reafirmar la confianza en las probables reformas a implantarse.

El encuentro se produjo a principios de septiembre y asistieron: Manuel Calvar, Marcos García, Juan E. Ramírez, Ramón Roa, Enrique Collazo y José Lacret Marlot, quienes manifestaron su desacuerdo con el levantamiento de Purnio y dieron votos por el restablecimiento de la paz.

En Sancti Spíritus las autoridades militares detuvieron la prensa que llegó a la ciudad y se arreció la vigilancia sobre los principales conspiradores. Sobre toda esta labor contrarrevolucionaria de Marcos García, Serafín Sánchez le expresa a Máximo Gómez, en carta fechada el 4 de junio de 1893, desde Key West: “A Marcos García, Alcalde español, no le conviene la guerra porque es un cobarde y porque le barre el comedero y su falsa y triste popularidad.”

Debido a la labor de Marcos García contra el desarrollo de la guerra y la popularidad que había ganado en su territorio, José Martí le escribió a Serafín Sánchez, el 25 de julio de 1893, planteándole: “... de Las Villas, Santa Clara es lo que más me preocupa, y Marcos aun, aunque ahora podemos rodearlo más.”

Serafín Sánchez en carta al Mayor General Máximo Gómez, desde Key West el 17 de diciembre de 1893, le deja bien clara toda la labor que realiza Marcos García para detener el impulso de la Revolución: “El gobierno tiene sus agentes, conocedores y prácticos, tales como Marcos García, Julio Sanguily, Juan Ramírez, y dicho esto se comprenderá que todo está en manos del gobierno”.

Como se puede apreciar, en estas correspondencias, la alta dirigencia de la Revolución estaba atenta y preocupada por la labor de estos hombres contra el desarrollo exitoso de la contiende liberadora y fundamentalmente por el papel que jugaba en todas estas acciones el cabecilla Marcos García, líder de ese movimiento antiliberador en su territorio. Estas ideas, son reafirmadas por Serafín en carta a José Martí, el 18 de marzo de 1894:“(...) de Sancti Spíritus recibí carta y todo bien, sin embargo de Marcos García, que hace mucho daño haciéndose revolucionario para combatir la revolución”.

Al estallar la guerra necesaria, Marcos García no se incorporó al movimiento insurreccional, sino que siguió siendo fiel a la bandera del autonomismo.

El 24 de febrero de 1895, en calidad de Alcalde de Sancti Spíritus, lanzó una proclama que traía una introducción que transcribe el despacho telegráfico, recibido en la Alcaldía, del Gobernador Civil de Santa Clara en el cual expresaba que la Gaceta de La Habana publica un Bando del Excelentísimo Señor Gobernador General declarando aplicada desde ese día la ley del 23 de abril de 1870, donde se plantea que el gobierno español defenderá a todas las personas interesadas en mantener el orden y la paz y hará sentir todo el peso de la ley a aquellos que pretendan alterarlo.

El Alcalde Marcos García, seguidamente se dirigió a todos los habitantes del término de Sancti Spíritus con la seguridad de que “en Sancti Spíritus (...) no tendrán que aplicarse, sino antes bien que todos á una resueltamente contribuirán conmigo al sostenimiento de la paz. (…) La felicidad de este país ha de conquistarse por la evolución pacífica y constante de las ideas (...), que al implantarse reconoce la personalidad política de Cuba”.

Pronunciamiento de Marcos García ante el Levantamiento Independentista

Al comenzar la Guerra Necesaria Marcos García junto a otros autonomistas presionaron a la Junta Central para que valorara la posibilidad de exigir al gobierno español la eliminación del Plan Albárzuza.

El 1 de marzo de 1895 recibe Marcos García una serie de cartas personales e institucionales felicitándolo por su labor contra el bandidaje en la ciudad.30 Para el 13 de abril de 1895 se dispuso el pronunciamiento de Sancti Spíritus. Todo estaba coordinado. El punto de reunión era el Parque General Dulce, hoy Parque Maceo. Marcos García frustró el intento. Apoyándose en traidores llegó a dominar las claves de aviso, los seudónimos y todos los pasos de los independentistas espirituanos. Esto le permitió afirmar al escritor espirituano Marcelino Díaz de Villegas, en uno de sus trabajos históricos que “...nosotros, acá en el interior de Cuba teníamos una republiquita, presidida por Marcos García”.

Durante la Guerra Necesaria Marcos García se mantuvo en su puesto y supo ganarse la confianza de militares españoles como el Coronel Izquierdo, el General Aizpurua, el General Jiménez Castellano y el General Garrich en época anterior al mando de Weyler. Supo ganarse incluso al General Segura, quien se violentaba ante todo lo que era cubano y obtuvo de él auxilios para los reconcentrados y la libertad de varios presos políticos.

En una carta al Presidente del Partido Autonomista, Marcos García deja bien claro las causas que lo llevaron a adoptar una posición autonomista y a abandonar la idea independentista por medio de la lucha armada; veía al pueblo cubano incapaz de gobernarse por sí solo y por lo tanto era la autonomía la única solución para poder evitar el caudillaje que traería consigo y la vía más eficaz para lograr la total independencia a través de la evolución pacífica.

Toda la labor prestada a España para contrarrestar el avance revolucionario en la campaña del 95 lo hicieron merecer la Cruz de Tercera Clase del Mérito Militar, concedido por Real Orden del 4 de noviembre de 1895 y firmado por el Gobernador de Santa Clara.

Marcos García se había convertido en el hombre necesario para España, en el centro de la Isla, para detener el avance de la Guerra, sin embargo su labor no surtió efecto. Con la llegada a esta ciudad del General Valeriano Weyler, el 16 de febrero de 1896, y el inicio del macabro plan de la reconcentración, Marcos García se dio a la tarea de socorrer a los necesitados dándole ropas, medicamentos y mientras él estuvo al frente de la Alcaldía los reconcentrados pudieron mitigar el hambre, también se preocupó por la sanidad evitando la matanza de reses en las calles de la ciudad, se establecieron zonas de cultivo y evitó durante todo el proceso de la guerra que se cometieran asesinatos, aunque hubo deportaciones. También se preocupó por la alimentación de los presos, la reparación de las calles, de la cárcel, de la Iglesia, del mercado, en fin de toda la ciudad, impone multas para aquellos que alteren los precios de los productos de primera necesidad.

Por reunión de la Alcaldía, el 19 de diciembre de 1896, se señala en acta capitular una decisión tomada por el Alcalde de la ciudad, tras la caída en combate del General Antonio Maceo, envía un telegrama al Excelentísimo Señor General en Jefe felicitándole con motivo de dicha noticia.

Esta actitud demuestra, una vez más su oposición a la Revolución y sus grandes deseos de detenerla, aunque sea eliminando a los principales líderes del movimiento revolucionario cubano, para poder lograr su más preciado anhelo: mantener a Cuba sometida a España, porque como él expresó en la Carta folleto a José María Gálvez: “yo estaba en desacuerdo con la Revolución”.

Llama la atención, durante su alcaldía, su preocupación por la villa desde el punto de vista económico-social, e independientemente de su vínculo con España ayuda a insurrectos heridos y a reconcentrados, se enfrenta a Weyler en defensa de la localidad; no existe elemento alguno que pueda afirmar que aprovechó su condición de Alcalde para obtener fortuna; el estudio de los presupuestos durante su período de alcaldía demuestra el interés de este hombre por mejorar las condiciones de vida de la localidad y reflejan más ingresos que egresos.

A pocos días de iniciado el gobierno de Ramón Blanco este propone a Marcos García para Gobernador Civil de la provincia de Santa Clara, lo que fue aceptado por Real Orden del 8 de noviembre de 1897, se le nombró para este puesto con categoría de Jefe de Administración de Primera Clase.

Facsímil de asunción como Gobernador de Santa Clara

El 12 de noviembre de 1897 tomó la dirección del Gobierno de Santa Clara, en el que predominaban ayuntamientos conservadores, 25 de 28 que existían, ya a fines de diciembre, 27 corporaciones municipales habían pasado a ser autonomistas, pues el ayuntamiento de Cienfuegos no fue removido hasta el mes de enero de 1898.

El propio día 12, Marcos García lanzó un manifiesto en el que se autodefine como autonomista, y además define los años de guerra como “luctuosa noche de largos y cruentos sacrificios, de errores y fanatismos dolorosos”, y a la autonomía como “un sol de reparación”.

Facsímil pronunciamiento sobre Autonomía

El 1 de enero de 1898, se establece en Cuba el Gobierno Autonómico, dirigido por el general Ramón Blanco, con esto se le otorgaba al país la autonomía por la cual loe reformistas venían luchando desde inicios del siglo XIX. En correspondencia con esto Marcos García tomó posesión oficialmente de su cargo de Gobernador Civil de la provincia de Santa Clara. Se inicia así el primer gobierno autonomista en el centro de la Isla.

Apenas tomó el poder suprime el periódico Las Villas, de Cienfuegos, uno de los periódicos más intransigentes del españolismo en Cuba y además reprimió una algarada que los mismos elementos de Las Villas provocaron contra el régimen establecido.

Durante su año de Gobernador Civil esta región estuvo conformada por 6 partidos judiciales, 28 ayuntamientos.

Con el análisis de los presupuestos de gastos e ingresos de los ayuntamientos de la provincia se puede comprobar que su gobierno fue muy austero y que los ayuntamientos obtuvieron superávit y no pérdidas. Para solucionar la difícil situación engendrada por la reconcentración le pide ayuda al General Blanco y este le envía $15000 pesos plata, Marcos García los deposita en la sucursal del Banco Español en Cienfuegos y lo distribuye entre los 28 términos del organismo provincial. Además se distribuía una limosna con Fondos de la higiene, en la casa de gobierno, a los pobres de la ciudad de Santa Clara, y se creó una cocina económica en la que se repartían diariamente una abundante ración de rancho por individuos.

El 4 de enero de 1898 se comienzan a organizar las juntas municipales para el censo electoral 38. El 16 de enero, Marcos García de Castro se encontraba presenciando un partido de baseball, en la ciudad de Santa Clara, un individuo le disparó varios tiros sin causarle daño alguno.

El 18 de enero el Gobierno de Santa Clara hace suyo el bando publicado por el Gobernador de la Isla en el que se plantea mediante el cual hace suya la política del gobierno autonomista de detener el empuje de la Revolución y evita así la publicación de noticias sobre la guerra en Cuba que realcen las acciones del Ejército Mambí en un período donde su triunfo era inminente ante las fuerzas españolas y en el momento en que los autonomistas luchaban por mantener y reforzar esta política en la Isla.

El 19 de enero de 1898 por gestiones hechas por el Gobernador Civil de la provincia de Santa Clara y el Secretario Autonomista de Gracia y Justicia y Gobernación, Antonio Govín y Torres, les presentan al general español Ernesto Aguirre de Bengoa, al traidor cubano, brigadier Juan Masó Parra con las fuerzas a su mando. La implantación del régimen autonómico sirvió de pretexto a Juan Masó Parra para abandonar las filas del Ejército Libertador. Este hombre había sido un animoso soldado de la Revolución y al comenzar el año 1898 ostentaba el título de brigadier, con mando de numerosas fuerzas en la jurisdicción de Trinidad.

El 19 de enero de 1898 Juan Masó Parra entró en acuerdos con el enemigo. Reunido en Fomento, baluarte del integrismo, con el coronel español Julio Álvarez Chacón, suscribió el acta de presentación suya dos tenientes coroneles, dos comandantes, un capitán, cinco tenientes y 110 individuos de tropa con armas municiones y caballos. El convenio contentivo entre Masó Parra y Álvarez Chacón dio a la defección del jefe insurrecto el carácter de sabia rectificación, como si el que hubiese estado peleando durante casi tres años se hallase de la noche a la mañana persuadido de la bondad y eficacia del régimen implantado para evitar el hundimiento del poder colonial cuando ya resultaba para España irremediable el fin de su dominación en América.

En el Boletín Oficial de Santa Clara del 16 de febrero de 1898, se publica que la circunscripción de Santa Clara presentó cuatro diputados para Senadores y la provincia, con una población de 354122 habitantes presentó seis diputados para Senadores. Debe tenerse presente que este es un momento en que España trata, por la vía de un gobierno autonómico, alejar a los cubanos de esta guerra que su definición era cuestión de tiempo, pero por otra parte las propias condiciones del momento hacían imposible unas elecciones con la participación de todos los cubanos, por lo que la solución que ofrecía esta política española se limitaba a aquellos elementos autonomistas y proespañoles y no resolvía el problema cubano.

  • Santa Clara era una circunscripción conformada por cuatro distritos:
  1. Trinidad ---------- 29448 habitantes.
  2. Sancti Spíritus --- 29278 habitantes.
  3. Camajuaní --------10537 habitantes.
  4. Remedios ---------15474 habitantes.

Para las elecciones del 27 de marzo de 1898 para diputados a Cortes existían en la provincia de Santa Clara 1448 electores para compromisarios 40 autonomistas, 673 conservadores y 134 independientes, para un total de 2225 electores.

La historia de las elecciones para diputados a Cortes ha demostrado que en ellos no se les daba solución a los problemas reales de la colonia, esto fue, por tanto, en estos momentos, una política más usada por España para tratar de impedir la independencia.

Durante el año 1898 su gobierno aportó un total de $ 11475,40 a la Junta Protectora de Reconcentrados para apoyar la labor de esta entidad para con los afectados por la política weyleriana.

El 14 de abril de 1898, Marcos García, Masó Parra y numerosas fuerzas españolas preparaban el recibimiento de un grupo de mambises que iban a traicionar y acogerse a la autonomía.

El 18 de abril de 1898 el gobierno de la provincia de Santa Clara le envía un telegrama al Capitán General de la Isla donde hace referencia a la capitulación de las fuerzas del Coronel Rosendo García con tres oficiales y 22 hombres armados y montados, además hace alusión a la protesta que los mismos hacen ante el menosprecio con que los Estados Unidos han tratado al pueblo cubano, pretendiendo intervenir en su contienda. Felicita al Capitán General por la capitulación de estos hombres, planteándole que ahora le seguirán otros y le comunica que los capitulados han abrazado las ideas autonomistas.

El 28 de abril de 1898, ante la intervención norteamericana en la Guerra Hispano-Cubana lanzó, Marcos García, una alocución a todos los cubanos a agruparse “como un solo hombre” para combatir la injerencia de los Estados Unidos en la contienda cubana dejando bien clara su postura antianexionista y proespañola, en la misma se refiere a que ese país busca nuestro apoyo para establecer su más dominación.

Pronunciamiento antinorteamericano, en defensa de España

Durante el año en el que él ejerció como Gobernador Provincial se ocupó y preocupó por la beneficencia, la sanidad, las condiciones de las cárceles y las instalaciones públicas esto lo demuestra el desglose de los gastos del presupuesto que se le asigna a la provincia priorizando estos elementos.

Ante el fracaso de la autonomía y el inicio de la ocupación norteamericana, el 31 de diciembre de 1898 Marcos García entrega el Gobierno Civil de Santa Clara al Sr. González Téllez.

Durante su período como Gobernador Civil Autonomista continúa priorizando a Sancti Spíritus, prestándole una gran ayuda, esto demuestra un interés constante por el desarrollo de la localidad; no se aprecia, en el estudio de sus presupuestos contradicción alguna entre los ingresos y egresos, no hay elementos que puedan hacer pensar que aprovechó su estancia en el gobierno provincial para sus fines particulares.

A partir de ahora fijó su residencia en Manrique # 27 altos, en La Habana; allí abrió un bufete con el que pudo subsistir. En el año 1902, el 20 de mayo nace la República Neocolonial y se establece como primer Presidente a Tomás Estrada Palma, quien nombra a su compañero de la Guerra Grande, Marcos García de Castro Juez Correccional del Juzgado de Primera Clase, del Segundo Distrito de La Habana, el 12 de septiembre de 190442, sin tener en cuenta su actitud negativa durante la guerra de independencia.

Como Juez Correccional atendió las siguientes sanciones: infracción de la ley, estupro, injurias, atentados contra el personal de la autoridad, asesinato, estafa, falsificación de documentos públicos, robo, usurpación de patentes, lesiones, amenazas, quebrantamiento de condena, etc.

Muerte

El 20 de febrero de 1909, a la edad de 66 años, muere en la Capital del país Marcos García de Castro, a las 11:30 PM a causa de una hemorragia cerebral, diagnosticada por el Dr. Juan Cabrera Saavedra.

Marcos Fernando García de Castro, fue sepultado el 21 de febrero de 1909 en la propiedad de Santana, Cementerio de Colón y exhumado el 28 de febrero de 1922 y colocado en el osario de Juan Pérez Cajigal.

Fuentes

  1. Archivo de la Iglesia Parroquial Mayor del Espíritu Santo, libro 8, folio 2.
  2. Revista Brisas del Yayabo, mayo 1911, año III, # 34, pp. 1-7.
  3. Archivo Nacional de Cuba, Fondo Máximo Gómez, legajo 1, # 34.
  4. Pichardo, H. y Portuondo, F. (1989). Dos fechas históricas: el 10 de octubre de 1868 y 24 de febrero de 1895. La Habana: Editorial de Ciencias Sociales, pp. 120-121.
  5. Leal, S.E. (1994).Carlos Manuel de Céspedes: El Diario Perdido., La Habana: Editorial de Ciencias Sociales, p. 226.
  6. Ib. Ídem, p 176.
  7. Ib. Ídem, p 228.
  8. Archivo Nacional de Cuba. Fondo Donativos y Remisiones, legajo 473, # 34.
  9. Collazo, E. (1967). La Paz. En Desde Yara hasta el Zanjón (p. 76). La Habana.
  10. Ib. Ídem, p 87.
  11. El contenido de la llamada paga de marcha se encuentra expuesto en el artículo #5 del Pacto del Zanjón, que expresa: “Todo individuo que desee marchar fuera de la Isla queda facultado y se le facilitarán los medios de hacerlo, sin entrar en poblaciones si así lo deseare”.
  12. Archivo Nacional de Cuba. Fondo Donativos y remisiones, legajo 471, # 7.
  13. Archivo Nacional de Cuba. Periódico El Triunfo, 10 de agosto de 1878.
  14. Archivo Nacional de Cuba. Periódico El Triunfo, 24 de septiembre de 1878.
  15. Después del Convenio del Zanjón, en que Cuba entró en una nueva era, nos trajo algunas aunque restringidas libertades, fueron electos los siguientes alcaldes municipales: José de Jesús García Abstengo, Ángel Ortiz Vior, José Alonso Suárez, Juan Martín, Marcos García de Castro.
  16. Revista Brisas del Yayabo del 15 de febrero de 1913.
  17. Archivo Provincial de Historia Serafín Sánchez de Sancti Spíritus. Fondo ayuntamiento Colonia, expediente 26-36, legajo 190, del 26 de mayo de 1888 al 23 de mayo de 1894.
  18. Martínez, M.M. (1930). Periodismo y periódicos espirituanos. La Habana: Imprenta El Siglo XX.
  19. Segundo Cabo encargado por sustitución de la Capitanía General tras la muerte de Rodríguez Arias.
  20. Hidalgo, P.I. (1990). El Partido Revolucionario Cubano en la Isla. La Habana: Editorial de Ciencias Sociales, pp. 80-81.
  21. Martí, P. J. (1892). Carta a Gerardo Castellanos, 9 de agosto de 1892. .En José Martí. Obras Escogidas, tomo III (pp.146-149). La Habana: Editorial de Ciencias Sociales
  22. López, A.S. y Morera, C. E. La guerra de 1895 en Sancti Spíritus, (inédito).
  23. García, P.L. (1993). José Martí. Epistolario, tomo III. La Habana: Editorial de Ciencias Sociales, p 176.
  24. Archivo Nacional de Cuba. Fondo Máximo Gómez, legajo 3, número 439.
  25. García, P.J. (1993). José Martí. Epistolario. La Habana: Editorial de Ciencias Sociales, p. 378.
  26. Hidalgo, P.I. (1990). El Partido Revolucionario Cubano en la Isla. La Habana: Editorial de Ciencias Sociales, p 97.
  27. García, P.L. (1999). Destinatario José Martí. La Habana: Editorial Abril, pp. 303-304.
  28. Díaz, B.L. (1935). Próceres Espirituanos. Sancti Spíritus: Imprenta Venus, p 13.
  29. Según este plan el máximo órgano de dirección insular sería el Consejo de Administración que actuaría según las disposiciones del Gobernador o Capitán General de la Isla. Aunque se establecía que el Consejo escucharía el parecer de todas las esferas de la administración de la colonia, tanto la promulgación de las medidas como su ejecución recaerían en el gobierno metropolitano. Los ayuntamientos estaban capacitados para elegir a los Alcaldes siempre y cuando no hubieran sido previamente designados por el Gobernador General.
  30. Las cartas eran dirigidas por José Miguel Gómez, el Partido Unión Constitucional, Alcaldes de barrios, Sociedades de Instrucción y Recreo, y por Rudesindo García Rijo.
  31. Marín, G.S. (1957). Noticias sobre el 15 de mayo de 1895. En Acontecimientos e individuos del pasado espirituano (1514-1895). Publicaciones Pérez Lunas, Cuaderno 6, Sancti Spíritus, 1957, p 38.
  32. García, C.M. (1899). Carta folleto a José María Gálvez. La Habana: Imprenta Universal, enero de 1889, pp. 13-14.
  33. Archivo Provincial de Historia Serafín Sánchez de Sancti Spíritus, Fondo Ayuntamiento Colonia, legajo 160, # 1512.
  34. Archivo Provincial de Historia Serafín Sánchez de Sancti Spíritus, Fondo Ayuntamiento Colonia, Acta Capitular del 19 de diciembre de 1897.
  35. García, C.M. (1899). Carta folleto a José María Gálvez. La Habana: Imprenta Universal, enero de 1889, p 19.
  36. Archivo Provincial de Historia Serafín Sánchez de Sancti Spíritus, Fondo Serafín Sánchez, legajo 3, número 4.
  37. Archivo Provincial de Historia de Santa Clara, Magazín La Lucha, 1926.
  38. Boletín Oficial de la provincia de Santa Clara del 4 de enero de 1898, número 3, año XX. En Biblioteca Provincial José Martí de Santa Clara.
  39. Boletín Oficial de la provincia de Santa Clara del 18 de enero de 1898, número 17, año XX. En Biblioteca Provincial José Martí de Santa Clara.
  40. Representantes de electores para cualquier elección.
  41. Archivo Provincial de Historia Serafín Sánchez de Sancti Spíritus, Fondo Serafín Sánchez, legajo 3, número 4.
  42. Gaceta Oficial de la República de Cuba del 15 de septiembre de 1904, año II, número 66, tomo 3, pp. 2407-2408.
  43. Tribunal Supremo Popular. Libro de Registros de Sentencias, 1904-tomo 3, 1905-tomo 1, 1906, 1906-tomos 1 al 3, 1907-tomos 2 y 3, 1908, 1908-tomos 1 al 3, 1909-tomo 1.
  44. Cementerio Colón. Libro de registro de defunciones del año 1909 y Registro del Estado Civil del Norte de La Habana Vieja, Sección de defunciones, tomo 10, folio 8.