Mariano Clemente Prado
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Mariano Clemente Prado (Santa Clara, 26 de julio de 1854 - Santa Clara, 19 de mayo de 1899). Maestro y patriota cubano, fundador del colegio Santa Ana [1], precursor del sistema educacional cubano. Este maestro impregnó en sus alumnos ideas humanistas y patrióticas. Se desempeñó profesionalmente en varias escuelas de Santa Clara.
Sumario
Síntesis biográfica
Nació en la calle Santa Bárbara No. 23 entre calles San Agustín y Sancti Spíritus (hoy, calle Mariano Clemente Prado entre Alemán y Juan Bruno Zayas), en el seno de una familia de la clase media. Realizó sus estudios primarios y secundarios en un colegio llamado San Idelfonso, dirigido por Joaquín Anido Ledón, quien supo impregnar en sus alumnos las ideas humanistas y patrióticas, así como su vocación por el magisterio. Este colegio fue cerrado en marzo de 1869, poco después de comenzada la Guerra de los Diez Años en territorio villareño y Anido Ledón, hostigado por las autoridades españolas, tuvo que salir al exilio. Mariano Clemente con 15 años de edad se traslada al colegio San Agustín, donde comenzó a trabajar como maestro auxiliar bajo la égida de Luis Capirot.
Desempeño profesional
Se desempeñó profesionalmente en varias escuelas de Santa Clara: en 1876 fundó el colegio Santo Domingo en copropiedad con Eugenio Ledón Payrol. En 1880 ganó la plaza de director en propiedad, por concurso de oposición, en el Colegio Municipal Conyedo. En 1882 fundó el suyo propio, el Santa Ana, en su casa natal. En 1891 dejó a su primo Juan Clemente Prado al frente de este colegio para dirigir la Escuela Pía para varones (actualmente Hurtado de Mendoza), donde laboró hasta su muerte. Por los altos resultados académicos de sus alumnos fue condecorado en dos oportunidades por el Ayuntamiento de Santa Clara. Además, prestó sus servicios gratuitamente en la escuela El Gran Cervantes, creada para enseñar a personas adultas, fundamentalmente, trabajadores miembros de la Sociedad El Gran Cervantes- inaugurada oficialmente el 19 de marzo de 1880.
Además de profesar el magisterio, colaboró con casi todas las publicaciones de la época en Santa Clara. Manuel García Garófalo Mesa, quien tuvo la oportunidad de analizar su obra periodística, se expresó así: «(...) como escritor fue un estilista elegante y erudito(...)»[2]
Escribió obras didácticas de gran valía, dado el déficit de materiales metodológicas para la enseñanza del nivel primario en la época colonial: una Gramática en sus cuatro partes: Prosodia, Analogía, Sintaxis y Ortografía, y Retórica y Poética. Producciones intelectuales muy bien enjuiciadas por sus contemporáneos y por las que recibió medalla de plata, como premio en la feria exposición celebrada en el bicentenario de la fundación de la ciudad, el 15 de julio de 1889. Dichas obras fueron utilizadas por casi todos los maestros de varias generaciones en la enseñanza privada en Santa Clara
Precursor de ideas
Fue precursor de lo que hoy, en el sistema educacional cubano, se conoce como atención a las diferencias individuales de los alumnos. Trabajó en la formación de valores, inculcando en sus discípulos el amor a la justicia, la honradez y sentimiento patriótico. Para ello, no utilizaba el castigo corporal, como era habitual en la enseñanza del sistema colonial, por el contrario sus correctivos eran "suaves" como apuntara su colega Pedro Camps y Camps [3]. Se valía del consejo y sobre todo de la prédica del buen ejemplo, lograba la comunicación alumno-profesor, tan proclamada en los tiempos actuales y tan necesarias para la buena educación de los jóvenes.
Muerte
Enfermó de paludismo complicado con pleuresía, que lo llevó a la muerte rápidamente. Muere el 19 de mayo de 1899 cuando se conmemoraba el cuarto aniversario de la caída en combate de José Martí. La coincidencia histórica unió en una misma fecha a este modesto y sencillo maestro santaclareño con el mejor hombre de nuestra raza: José Martí.
Homenajes
El Ayuntamiento de Santa Clara en 1917 decidió rendirle homenaje póstumo designando la calle Santa Bárbara con su nombre. Sus exdiscípulos y personalidades de la ciudad se unieron a este homenaje para grabar en la fachada de su casa natal una inscripción, obra de Manuel García Garófalo. Además se realizaron múltiples actividades de recordación, que constituyeron una verdadera manifestación de pueblo, lo cual refleja el respeto y la admiración que por él sintieron quienes lo conocieron.
A partir del centenario de su muerte, en el año 1999, los alumnos de la escuela "Mariano Clemente Prado" revitalizaron la tradición de rendirle homenaje a esta figura de la educación y la cultura santaclareña, colocando frente a su casa natal una ofrenda floral cada 19 de mayo [4].
Referencias
- ↑ La casa natal de Mariano Clemente Prado, convertida después en el Colegio «Santa Ana», se le llamó a partir de 1946, escuela pública No. 8 «Carlos de la Torre»(según consta en tarja colocada en la fachada) hasta 1986 que fue ocupada por el seminternado 13 de marzo.
- ↑ García Garófalo, Manuel (1917) Mariano Clemente Prado y López. Maestro de la Juventud Villaclareña. La Habana, p. 13.
- ↑ Camps y Camps, Pedro «Un recuerdo»(17 dic. 1917). En: Archivo Histórico Provincial de Villa Clara. Fondo personal García Garófalo. Leg. 4 Exp. 287.
- ↑ Boletín Cartacuba No. 24, julio de 2001, p.12.
Fuentes
- García Garófalo, Manuel (1917): Mariano Clemente Prado y López. Maestro de la Juventud Villaclareña. La Habana.
- Archivo Histórico Provincial de Villa Clara. Fondo personal García Garófalo. Leg. 4 Exp. 287. Pedro Camps y Camps <<Un recuerdo>>.(17 dic. 1917)
- Boletín Cartacuba No. 24, julio de 2001,p.12.
