Mario Castillo Rojas

Mario Castillo Rojas
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NombreMario de la Caridad Castillo Rojas.
Nacimiento8 de septiembre de 1937
Cumanayagua, Las Villas, Bandera de Cuba
Fallecimiento19 de diciembre de 1958
Cumanayagua

Mario Castillo Rojas. Destacado mártir del Ejército Rebelde. Su accionar se encuentra vinculado a la lucha armada contra la dictadura de Fulgencio Batista.

Síntesis biográfica

Nace el 8 de septiembre de 1937, en la calle Paseo Martí en Cumanayagua, antigua provincia de Las Villas. Le nacía un nuevo hijo al matrimonio formado por José del Carmen Castillo y Engracia Rojas. Era el número catorce de una familia que llegaría a estar constituida por quince hermanos y a quien pusieron por nombre Mario de la Caridad Castillo Rojas.

Infancia y juventud

Creció sano y en el ambiente de una familia de clase media. Sus padres lo educaron en la disciplina propia de la época, con mucho amor por el trabajo y mucho respeto hacia los adultos. Asistió a la escuela pública con la maestra Flora González, hasta terminar el sexto grado. Fue un alumno obediente, respetuoso y cumplidor por excelencia de las normas del colegio. Aprendió a montar a caballo desde pequeño, actividad esta por la que sentía predilección.

Trabajó desde temprano vinculado a las labores de lechero. Traía la leche de la finca Santa Gertrudis,propiedad del padre y la vendía por las calles de su natal Cumanayagua. Esto era muy temprano en la mañana, al regresar a la finca continuaba en los quehaceres propios de los granjeros: la labranza, el cuidado de los animales y en lo que el padre necesitara ayuda.

En 1957 comienza a trabajar en la construcción de la Hidroeléctrica Hanabanilla, específicamente en la perforación del túnel Paso Bonito, y en el oficio de barrenador, un trabajo muy duro y peligroso, pues debía perforar la piedra con un martillo eléctrico, para en la abertura colocar posteriormente cartuchos de dinamita. Por esta labor le pagaban $35.00 mensualmente.

Aquí emprende los primeros pasos como cubano amante de un país libre, pues sentía que su patria necesitaba de su ayuda y comienza a involucrarse en actividades clandestinas que lo convierten en luchador por las causas justas, junto a sus compañeros que luchaban y contra la dictadura batistiana. Desde esta etapa de su vida se afilia al sindicato, ello trajo aparejado el que fuera mal mirado por los empresarios, incluyendo al dueño de la hidroeléctrica donde él trabajaba.

Cuando supo de los hechos del 5 de septiembre del 1957 fue a Cienfuegos. Allí fue detenido por un lapso de dos o tres horas y luego lo absolvieron, pero no regresó a Cumanayagua y cuando los guardias lo ven nuevamente en la calle lo detienen y lo mandan a los calabozos que ya estaban saturados de presos y heridos de la acción. Al día siguiente lo sueltan bajo la advertencia de que si lo volvían a ver en la calle lo iban a desaparecer.

En 1958 contrae matrimonio con Eloína Sosa, a la vez que continúa con sus actividades clandestinas de luchador revolucionario. Ya esperaba un hijo el que nacería el 26 de julio de 1958 y le pide a su esposa que si no los veía más y el niño naciera varón, le pusiera por nombre Fidel Osvaldo.

Actividad revolucionaria

El día 13 de julio de 1958, Mario Castillo Rojas se lanza a la lucha armada contra la dictadura de Batista, esta vez y bajo las órdenes del comandante guerrillero Lázaro Artola. Participó además, en otras acciones combativas como el ataque al Cuartel de Trinidad, acaecido el 2 de noviembre de 1958 y perpetrado bajo las órdenes de Anastasio Cárdenas.

Muerte

En la segunda quincena de diciembre de 1958, la guerrilla con la que Mario operaba prepara una emboscada, organizándose la acción por parte del Movimiento 26 de Julio desde Las Minas Carlotas, y dirigida contra una patrulla del ejército batistiano que hacía su recorrido por la carretera de Cumanayagua a Cienfuegos hasta el puente de El Guajiro, y que según afirman autores de la historia local, este recorrido llegaba hasta el poblado de Codicia.

El combate se realizó en el Monasterio, un lugar intermedio entre ambas localidades. Se conoce que eran dos grupos de guerrilleros y que a uno de ellos pertenecía el joven de 21 años, Mario Castillo, bajo el mando del capitán Ortega, quien a su vez era dirigido por el comandante Lázaro Artola.

El enfrentamiento fue un éxito para los rebeldes, pues ocuparon una ametralladora, fúsiles y revólveres al enemigo. Los compañeros de Mario se retiran pero él en afán de recuperar las armas que tanta faltan hacían para la guerrilla se retrasa para recoger otras y al tratar de cruzar una cerca un soldado batistiano que estaba parapetado detrás de las gomas de un jeep le disparó un tiro a la frente, que le causó la muerte. Era el día 19 de diciembre de 1958.

Sepelio

Su inhumación constituyó verdadera manifestación de duelo popular, Cumanayagua plena se dio cita en el cortejo fúnebre y al unísono que era llevado en hombros el ataúd, la multitud entonaba en voz agitada y vibrante las notas del Himno de Bayamo y de la Marcha del 26 de julio. Detrás de la pared trasera del cementerio sus compañeros de lucha dispararon salvas en honor al joven que se había convertido en mártir. Era el adiós póstumo a quien nunca sería olvidado. Sus restos descasan hoy en la necrópolis local.

Fuentes

  • Biografía del mártir, dispuesta en la Oficina de la Casa de los Combatientes, en Cumanayagua.