Mario Puzo

Mario Puzo
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Escritor
Nacimiento15 de octubre de 1920
Nueva York, (Estados Unidos)
Fallecimiento2 de julio de 1999
Nueva York
OcupaciónEscritor
CónyugeErika Lina Broske, Carol Gino
Obras destacadasLa Arena Oscura, El Peregrino Afortunado, El Padrino
PremiosPremio Oscar, al mejor guión

Mario Puzo. Destacado escritor estadounidense, que alcanzó la inmortalidad con su obra El Padrino. Trabajo que lo consolidó como escritor a nivel mundial y le permitió quedar en la historia como uno de los exponentes más trascendentes de las letras norteamericanas.

Infancia

Nació el 15 de octubre de 1920 en Nueva York (Estados Unidos), en el seno de una familia de ascendencia italiana, siendo su padre trabajador de ferrocarril. Era hijo de emigrantes napolitanos. La pobreza en la que se debatió su infancia en el célebre West Side de Manhattan hubo de hacer que conociera de cerca a esos «chicos listos» que los llamara el gran Martín Scorsese; es decir, los jóvenes fascinados por la mafia que se convertían en soldados de esa siniestra organización que tantas páginas habría de procurar a Puzo en su vida profesional. Participó en la Segunda Guerra Mundial formando parte del ejército del aire antes de estudiar en la New School for Social Research y en la Universidad de Columbia.

Historia

Lo que cuenta de Puzo a la hora de trazar su biografía fueron sus estudios de Ciencias Sociales en la Universidad de Columbia. Tras la publicación en 1955 de un ensayo narrativo, La arena oscura, Puzo trabajó como contable. Pero será en la escritura sobre la mafia donde Puzo acabe por encajar. Siendo redactor de revistas pornográficas, a comienzos de los años 60 Bruce Jay Friedman le contrata como subdirector del Magazine Management Company, que en aquel tiempo ponía en la calle cuatro revistas de aventuras al mes. De ese contrato dijo: «Es el primer trabajo decente que tuve en mi vida». Dado que El peregrino afortunado (1964), su segundo ensayo narrativo, tampoco le procuró la gloria literaria, la posibilidad que su patrón le ofrece de aumentar sus ingresos escribiendo todos los artículos que se tercien para las publicaciones de la casa consigue que las palabras se sucedan por millones durante el siguiente lustro. En dichas piezas recrea las grandes batallas de la Segunda Guerra Mundial. Años después, Friedman recordaría que, agotadas las degollinas de la guerra, Puzo comenzó a inventarse historias, muchas de las cuales fueron primeras versiones de El padrino. Tras el éxito de la primera entrega de Don Vito, ya convertido en uno de los más prestigiosos guionistas del Hollywood contemporáneo, siempre dentro de esa escritura en la que se engrandecía, amén del de la segunda parte de las aventuras de los Corleone, firma el libreto del primer Superman, dirigida por Richard Lester en 1978. Seis años después vuelve a su tema favorito: Sicilia. En esta ocasión novela la vida de aquél ladrón justiciero, no mafioso, que fuera Salvatore Giuliano. El siciliano, título de la novela en cuestión, inspiraría la película de igual nombre rodada por Michael Cimino en 1986. Ya en 1988, El peregrino afortunado dará pie a la serie de televisión Mamá Lucía, protagonizada por Sofía Loren. Habiendo cerrado su colaboración con Coppola en la espléndida El padrino III (1989), Puzo publica La cuarta K, una nueva ficción sobre un supuesto atentado contra Juan Pablo II. Por aquellos meses es contratado por Alexander Salkind para el libreto de Cristóbal Colón: El Descubrimiento, que habrá de dirigir George P. Cosmatos en 1991. Sin embargo, el trabajo de Puzo no acabará de convencer a los productores. El último Don, su penúltima novela, aparece en 1996. En ella, regresa al tema que le fuera más caro: el ocaso de una de las grandes familias de la cosa nostra. Escritor de largo aliento, Bruce Jay Friedman recordaba «el enorme tamaño de todo lo suyo: su descomunal apetito, sus gigantescos puros y su grandiosa generosidad». Pocos días antes de morir, el escritor había terminado de corregir los originales de su última novela, Omertà, que apareció en el 2000 y que cuenta la historia de una familia mafiosa a punto de volver a la legalidad. Sólo se quedó con las ganas de escribir una historia integral del hampa: “La mafia empezó en el 1300 y la terminaré en el 2000. Después me voy a morir y todos estarán hartos de mí y de la mafia”, declaró, poco antes de morir.

Primera novela

Su primer libro publicado fue la novela “La Arena Oscura (Dark arena)” (1955), ambientada en la posguerra. Cinco años antes, en el American Vanguard, había aparecido el relato “The Last Christmas”. A la par que publicaba estos primeros textos, Puzo trabajaba como periodista ejerciendo crítica literaria en diversas publicaciones, entre ellas Redbook, el New York Times o Book World. Después de “La Arena Oscura”, el autor neoyorquino escribió “El Peregrino Afortunado (The fortunate pilgrim)” (1965), un libro basado en el tema de la inmigración con el personaje femenino central de la italiana Lucia Santa. Más tarde apareció “Las Extrañas Vacaciones De Davie Shaw (The runaway summer of Davie Shaw)” (1966), un texto con protagonismo infantil.

Obra cumbre

Logró la inmortalidad gracias a “El Padrino (The godfather)” (1969), historia de una saga mafiosa de origen transalpino con Don Vito Corleone como patriarca. Las adaptaciones cinematográficas, con participación en el guión del propio Mario Puzo, fueron tan exitosas como el libro, logrando el autor dos premios Oscar por “El Padrino” (1972) y “El Padrino II” (1974), ambos films dirigidos por Francis Ford Coppola, quien también realizó “El Padrino III” (1990). Otros guiones de Puzo fueron los escritos para películas como “Terremoto” (1974), “Supermán” (1978) o “Cotton Club” (1984).

Después del El Padrino

Después de “El Padrino” Puzo escribió novelas como “Los Tontos Mueren (Fools Die)” (1975), con el protagonismo de un escritor inmerso en el mundo de los casinos de Las Vegas, “El Siciliano (The sicilian)” (1984), libro que retomaba el asunto mafioso con el personaje real de Salvatore Giuliano y que fue llevado al cine por Michael Cimino, o la intriga política “La Cuarta K (The fourth K)” (1991).

Los asuntos criminales con protagonismo familiar fueron constante en su narrativa, hecho apreciable en sus últimos trabajos: “El Último Don (The last Don)” (1996), “Omertá (Omerta)” (2000), o “Los Borgia (The family)” (2005), libro finalizado por Carol Gino, su compañera después de la muerte de su esposa Erika Lina Broske.

Muerte

Mario Puzo murió a los 78 años de edad el 2 de julio de 1999 de un para cardíaco.

Premios

Se involucró como guionista en las primeras adaptaciones cinematográficas que se hicieron de la novela (actividad que le permitió ganar dos premios Oscar) y continuó lanzando nuevas historias.

Obras

  • El peregrino afortunado, 1964.
  • Los Borgia, 1983.
  • La Arena Oscura, 1953.
  • Telo juro por Beneto.
  • El ultimo Don, 1996.
  • La Familia.
  • Omertá 1999.
  • Mueran tontos, 1978.
  • El Siciliano, 1986.
  • La cuarta K, 1990.

Desempeño como crítico literario

Mientras se desempeñaba como crítico literario en medios como “Redbook”, “The New York Times” y “Book World”, este descendiente de un matrimonio de inmigrantes italianos consiguió publicar “La arena oscura”, un libro al que le seguirían “El peregrino afortunado” y “Las extrañas vacaciones de Davie Shaw”. Tras el éxito alcanzado con la ya mencionada propuesta bautizada como “El Padrino”, Puzo Entre esos títulos que surgieron después de ese inolvidable relato se pueden citar a “Los tontos mueren de pie”, “El siciliano” y “El último Don”.

Frases

  • Nunca odies a tus enemigos, afecta tu juicio.
  • Amistad y dinero: el aceite y el agua.
  • Nunca estés enojado. Nunca amenaces. Razona con la gente.
  • Un abogado con cartera puede robar más que mil hombres armados.
  • Incluso el hombre más fuerte necesita amigos.
  • Las finanzas son un arma de fuego. La política es saber cuándo apretar el gatillo.
  • Muéstrame un jugador y yo te mostraré un perdedor, muéstrame un héroe y te mostraré un cadáver.
  • Yo creo en América. América ha hecho mi fortuna.
  • La única riqueza en este mundo son los niños, más que todo el dinero y el poder.
  • Cada hombre tiene su propio destino.
  • Quiero que utilices todo tu poder, toda tu habilidad. No quiero que su madre lo vea así.

Fuentes