Mario del Mónaco

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Mario del Monaco
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Tenor dramático
Nacimiento27 de julio de 1915
Fallecimiento6 de octubre de 1982
NacionalidadFlorencia, Italia

Mario del Monaco. Tenor dramático italiano. Considerado el tenor dramático más sobresaliente del siglo XX.

Síntesis biográfica

Nació en Florencia el 27 de julio de 1915, en el seno de una familia acomodada. Hijo de padre napolitano y madre florentina.

Desde muy joven mostró inclinación por la música, así que comenzó una formación autodidacta, lo que no le fue difícil, y aunque estudio violín tenía una voz natural muy propia para el canto. Un período más tarde tomó lecciones en el Conservatorio de Rossini en Pesaro donde se graduó, en Pesaro tuvo la oportunidad de cantar con Renata Tebaldi. Su maestro, Raffaelli descubrió en el joven su talento artístico y en especial sus dotes para el canto, así que lo ayudó a proseguir su carrera. Poco tiempo después ingresa en la prestigiosa Escuela de Ópera de Roma donde estudia técnica vocal principalmente con Melocchi.

En 1939 cunado contaba con tan solo veinticuatro años comenzó su carrera operística representando el personaje de Turiddu, protagonista masculino de la ópera que lleva por título Cavalleria rusticana, del compositor Pietro Mascagni, papel muy propiado para sus características vocales e interpretativas. Esta misma obra fue interpretada por él en muchas otras ocasiones con la que obtendría mucha celebridad. El 31 de diciembre de 1940 debutó como Pinkerton en Madama Butterfly en el Teatro Puccini de Milán. El siguiente año también sería importante en la vida personal de Monaco, pues contrajo matrimonio con Rina Filippini la cual conoció cuando hacia la oposición para una beca de estudio y desposó cinco años después. Otro personaje famoso interpretado por Mario del Monaco fue Otelo que interpreta según se dice 427 veces que abordó por primera vez en 1950, escrito por Giuseppe Verdi.

Considerado el tenor italiano más importante de las décadas cuarenta, cincuenta y una buena parte de los sesenta, no sólo sobre los escenarios operísticos italianos, sino también sobre los teatros de ópera más importantes del mundo, por solo decir que a lo largo de los años cincuenta, del Monaco tuvo la oportunidad de cantar en más de un centenar de ocasiones en el Metropolitan Theatre de Nueva York, uno de los grandes santuarios de la ópera. El cantante fue también un visitante habitual de las temporadas de ópera celebradas en el Covent Garden londinense o en teatro de La Scala de Milán. En este mismo periodo hizo pareja con Renata Tebaldi con quien también grabaría las óperas más conocidas de Verdi y Puccini.

Color vocal

La interpretación vocal de Mario del Monaco correspondía a lo que, dentro de la terminología italiana, se conoce como un tenor dramático. Su celebridad provocaba constantes comentarios dentro de la crítica adversa de la época que consideraba que su estilo de canto no era lo suficientemente sutil para sus interpretaciones, pero se reconocía que su potencia vocal era extraordinaria, pero los mismos alardes de potencia que a menudo consiguen enfervorizar a ciertos tipos de público, suelen ser consideradas por los verdaderos entendidos en el arte de la interpretación vocal como carentes de matices.

Mario del Monaco

Mario encontró una especia de término medio entre la exhibición de su voz y la correcta interpretación de los personajes operísticos, gracias en buena parte a su temprano hallazgo de un tipo de repertorio que convenía más que ningún otro a su tesitura vocal, a su tipo de emisión y a su particular sensibilidad musical.

Las cualidades de la apasionada voz de Mario del Monaco brillaban particularmente en los papeles de las óperas veristas italianas, que requieren, generalmente, un tipo de expresión más desgarrada que otros repertorios. Otro de los aspectos positivos del estilo de Mario del Monaco, también muy característico de la escuela vocal italiana, era su clara concepción del legato, de la línea que transforma lo que en principio no sería más que una sucesión de notas, en un texto poético con melodía.

El actor dramático

No es un secreto que como actor no tuvo una técnica interpretativa convencional, configurada a la manera de la que se imparte en los conservatorios, el mismo estilo apasionado que se manifestaba en su voz que daba patente en sus interpretaciones sobre el escenario. La intensidad con la que sintió el hecho de encontrarse frente al público interpretando un papel queda patente en las grabaciones de su voz realizadas sobre óperas “en vivo”, que resultan mucho más convincentes que las que tuvieron lugar en un estudio, por su naturalidad, el cantante sí procuraba, al menos en ocasiones, hacer uso de los recursos técnicos necesarios para llevar a cabo diminuendos o cantar notas en piano. Además del papel de Turiddu, con el que debutó en Roma, los papeles con los que alcanzó un éxito mayor a lo largo de su carrera fueron los de Canio, en la ópera I Pagliacci, del compositor Ruggero Leoncavallo; Pinkerton, el oficial inglés que traiciona a la protagonista japonesa de la ópera Madame Butterfly y Dick Johnson, de la ópera La fanciulla del West, ambas del compositor italiano Giacomo Puccini; Maurizio, en la ópera Adriana Lecouvreur, de Francesco Cilea; Pollione, en la ópera Norma de Vincenzo Bellini, así como otros personajes pertenecientes a las óperas veristas italianas, también se destacó en varios de los papeles de las óperas de Giuseppe Verdi, entre los que pueden mencionarse Don Álvaro, protagonista masculino de la ópera La forza del destino; Radames, de la ópera Aida; Manrico, de la ópera Il trovatore, etc.

Mario del Monaco no solo enfrentó con éxito el repertorio italiano, el repertorio italiano también se vio engalanado con las representaciones de papeles como el de Don José, el militar que protagoniza la ópera Carmen, de Georges Bizet, o el de Aeneas, de la ópera titulada Les Troyens, compuesta por Hector Berlioz. Realizó interpretaciones brillantes en papeles como los de Lohengrin y Siegfried, este último lo cantó en la lengua alemana original del libreto.

El fin de una brillante carrera

Hacia 1970 su salud comenzó a quebrantarse seriamente y se retiró poco después. A su residencia de Mestre en la porción territorial de Venecia donde falleció el 16 de octubre de 1982 a la edad de 67 años como consecuencia de un paro cardíaco por una avanzada nefritis crónica. En honor a quien interpretó con gran maestría el personaje de Otelo fue enterrado con su traje.

Fuentes