Martí periodista

José Martí (Periodismo)
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Concepto:Se aborda la obra periodística de José Martí, Héroe Nacional de Cuba.

José Martí (Periodismo). José Martí fue un periodista de Cuba, de América y del mundo. Su legado es inmenso como el “mar” de su primera sílaba.

Ejerció el periodismo desde los 16 años cuando la momentánea libertad de prensa le fue otorgada a los cubanos por el Capitán General Domingo Dulce, época en que publicó su primer periódico, El Diablo Cojuelo, redactado por él y su amigo Fermín Valdés Domínguez, el 14 de octubre de 1869. Durante sus casi quince años de forzado exilio en Nueva York, escribió sobre los avances científicos de la época con un afán didáctico evidente. «La Patria Libre» fue su primer periódico, «Periódico Patria» sería el último, el que demostraría una vez más con ideas hondas su sentir patriótico. Es de destacar su gestión al frente de «La Edad de Oro» para recrear e instruir a los niños y las niñas de nuestra América, revista de cuatro números bellamente ilustrados.

Inicios de su carrera periodística

Martí ejerció el periodismo desde los 16 años cuando la momentánea libertad de prensa le fue otorgada a los cubanos por el Capitán General Domingo Dulce, época en que publicó su primer periódico, El Diablo Cojuelo, redactado por él y su amigo Fermín Valdés Domínguez, el 14 de octubre de 1869.

Hacer un periodismo nuevo y diferente fue siempre la tarea de José Martí desde que comenzó a escribir en "El Diablo Cojuelo". Esta sección reflejó su inmensa y ejemplar obra periodística.

A sólo nueve días de la aparición de El Diablo Cojuelo, el 23 de octubre, Martí se vincula con un nuevo periódico: La Patria Libre, que presentaba un formato mayor al anterior, por poseer más páginas y mejor papel. Y en esta oportunidad con la participación de Fermín y el maestro de ambos, Rafael María de Mendive, y el abogado Cristóbal Madan. En La Patria Libre publicó Martí su famoso poema Abdala. Un legado no sólo desde el punto de vista político e histórico ha hecho llegar José Martí con sus obras imperecederas, sino también lingüístico en los que la “expresividad, intensidad, economía, son los objetivos fundamentales… en su manejo de la lengua, y éstos se consiguen por el dominio del significado de las palabras. El verbo del Apóstol se esculpía como concepto, elegante y bello, en el aire o en el papel. La fuerza de su palabra podía comprometer al emigrado indeciso o perturbar al enemigo acérrimo. El Maestro edificó desde la palabra -comprometida y austera- su narrativa, su teatro, su poesía, su docencia. Su periodismo.

Ese hombre, cuando apenas era un adolescente de 15 años, publicó su soneto ¡10 de Octubre! en El Siboney -periódico manuscrito que circulaba de manera clandestina entre los estudiantes del Instituto de Segunda Enseñanza deLa Habana - a los pocos días del levantamiento de Carlos Manuel de Céspedes en 1868. Arrestado el 21 de octubre de 1869, condenado a presidio y posteriormente desterrado de su isla amada, su labor periodística se ve interrumpida hasta su arribo a España.

Martí en España

En España, a la que arriba el 1 de febrero de 1871 en calidad de deportado político, inicia su labor periodística en La Soberanía Nacional, de Cádiz, con la publicación de su artículo “Castillo”, el que es reproducido días más tarde por otros órganos de prensa española.

En este trabajo, el joven Martí denuncia los atropellos y el castigo a que son sometidos los presos políticos en Cuba, en especial Nicolás del Castillo, un anciano de setenta y seis años de edad.Mientras se encuentra enfrascado en sus estudios universitarios en Madrid y Zaragoza, para obtener las licenciaturas en Derecho Civil y Canónigo y Filosofía y Letras, que finalmente logra culminar a fines de 1874, participa junto a su amigo Carlos Sauvalle, desde las páginas de El Jurado Federal, en una polémica con La Prensa, diario integrista madrileño en el que rebate con valentía y sólidos argumentos, el ataque anticubano que aparece en esta publicación, y donde se ponen de manifiesto sus ideas anticolonialistas.

Luego aparecerán en otras publicaciones ibéricas, artículos sobre temas nacionales, y en las primeras horas del 27 de noviembre de 1872, circula en Madrid, la hoja impresa “El día 27 de noviembre de 1871, que escribe, y pone a la firma de sus compatriotas Fermín Valdés Domínguez y Pedro J. de la Torre, en el que denuncia los crímenes cometidos contra los 8 estudiantes de medicina fusilados en La Habana.

Martí en México

Pero la verdadera carrera periodística de José Martí comienza con su llegada a México en febrero de 1875. El medio lo encuentra en la Revista Universal, diario de política, literatura y comercio que dirige Vicente Villada. En esta publicación, el 2 de marzo del mismo año, aparece su primera crónica; cinco días más tarde, un poema suyo en memoria a su hermana Ana, recientemente fallecida en tierra azteca, y el 7 de mayo, el primer número de su «Boletín» que firma con el seudónimo de Orestes describiendo exquisitamente la fiesta nacional de México. Al igual que en España, el joven periodista se enfrasca en una polémica con los periódicos pro-españoles, que se editan en México, en el que sale en defensa del derecho de sus compatriotas que luchan por la independencia nacional en los campos cubanos.

El 16 de diciembre de 1877, aparece en El Federalista su artículo “Extranjero”, en el que expone las causas que le impiden continuar residiendo en la tierra de Benito Juárez, donde impera la voluntad de un caudillo militar. El 4 de marzo de 1877, en la ciudad de Progreso, México, se despide de su padre, hermanas y sobrinos quienes viajan rumbo a Cuba, mientras él se apresta a salir rumbo a Guatemala.

Su labor en la Revista Universal fue brillante, y por tanto aumenta su reputación como periodista. Desde entonces asegura la profesora Camila Henríquez Ureña, estudiosa de su vida y su obra, Martí se revela como verdadero periodista, "su labor va a expandirse y a vigorizarse, y llegará a constituir una obra inmensa, formada por innumerables artículos y notas que sin duda será imposible recorrer en su totalidad."

Martí en Guatemala

Ya en la capital guatemalteca, a la que ha arribado en los primeros días del mes de abril de 1877, José Martí no descuida su labor periodística, aunque en durante su breve estancia en este país centroamericano, la mayor parte de su tiempo la dedica a la enseñanza, a la publicación de una revista (Guatemala), y la elaboración de un drama indio para teatro, que le ha solicitado escribiera el gobierno de ese país sobre la independencia, y que titula Patria y Libertad.

Entre los artículos publicados en la tierra del quetzal sobresale “Los Códigos Nuevos” que aparece en el periódico El Progreso, el 21 de abril de 1877, en el que combate el falso argumento esgrimido por el viejo continente acerca de la necesidad de imponer la civilización europea sobre el salvajismo americano, con el que se pretende justificar las crueldades del colonialismo español.

El 11 de noviembre de 1877, el periódico oficial, El Guatemalteco, publica un manifiesto dirigido al presidente de nación, en el que conjuntamente con el director y demás profesores de la Escuela Normal, condena la intentona reaccionaria para derrocarlo. Días más tarde, en carta a su amigo Manuel Mercado, le expresa su descuerdo con el extremo rigor con que el presidente y sus seguidores castigan a los promotores de la conspiración.

Martí en Venezuela

Es 28 de enero de 1881. El diario, La Opinión Nacional, de Venezuela, uno de los más importantes periódicos del país, expresa en una de sus páginas su satisfacción por la reciente visita que el cubano José Martí, hizo a sus instalaciones. Aquel viajero había llegado a Caracas días antes, y sin sacudirse aun el polvo del camino, ni preguntar dónde se comía y se dormía, había ido a rendir tributo ante la estatua de Simón Bolívar. No podía la tierra del Libertador ofrecerle mejor regalo en el día de su 28 cumpleaños.

Consagrado al magisterio y al trabajo cultural, dedica también su tiempo a publicar algunos artículos en el mencionado periódico y especialmente a la elaboración y edición de la Revista Venezolana, cuyas treinta y dos páginas se deben a su pluma, y donde expone sus criterios acerca de la renovación literaria que se inicia en América; una publicación para “levantar la fama, publicar la hermosura y promover el beneficio del pueblo venezolano”, precisó en “Propósitos”; en julio de 1881, para agradecer a la patria del Libertador que había dado abrigo al expatriado triste.

Martí en los Estados Unidos

A través de tan diversos medios de prensa, José Martí promueve y divulga los avances científicos y tecnológicos que tenían lugar en el mundo, especialmente en los Estados Unidos. Durante sus casi quince años de forzado exilio en Nueva York, escribió sobre estos temas, y utiliza como uno de sus soportes para popularizar el conocimiento, un extraordinario cuerpo de crónicas, al que luego identificaría como Escenas Norteamericanas, porque para él "El periodista ha de saber, desde la nube hasta el microbio."

Los aportes y vidas de eminentes personalidades profesionales, intelectuales, militares, políticos y científicos estadounidenses, entre los que se encuentran el presidente Cleveland, los ingenieros Roebling, padre e hijo, universalmente recordados hoy por el Puente de Brooklyn, devenido icono de la modernidad; Thomas Alva Edison, por sus descubrimientos en torno a la electricidad; el ingeniero sueco naturalizado estadounidense John Ericsson, creador de los barcos de propulsión a hélice, los generales Grant, Sheridan, entre muchos otros, convierten a Martí en uno de los más destacados cronistas de la da en los Estados Unidos entre 1880 y 1895.

Sus crónicas sirvieron además para introducir elementos tan variados y alejados entre sí como los consejos útiles para la ciudadanía, las guerras y la política internacional, la educación, la arquitectura, la moda y todos aquellos adelantos vinculados a la ciencia y a técnica.

La Edad de Oro

Es de destacar su concepción, elaboración y edición de la revista ilustrada para niños. Una publicación para recrear e instruir a los niños y las niñas de nuestra América, revista de cuatro números bellamente ilustrados. Dos artículos sintetizan la línea editorial de La Edad de Oro nacida para, de vez en mes, conversar como buenos amigos con los niños hispanoamericanos: “A los niños que lean La Edad de Oro”, del primer número de julio de 1889, y en el editorial publicado en el reverso de la contraportada de cada ejemplar.

Es una publicación recreativa y de instrucción:

""les contaremos cuentos de risa y novelas de niños, para cuando hayan estudiado mucho, o jugado mucho, y quieran descansar""

, según expuso el redactor en “A los niños que lean La Edad de Oro”

" Los temas escogidos serán siempre tales que, por mucha doctrina que lleven en sí, no parezca que la llevan, ni alarmen al lector de pocos años con el título científico ni con el lenguaje aparatoso""

, precisó Martí en el texto del reverso de la contraportada. La agenda temática de la revista abarcaba

""artículos que son verdaderos resúmenes de ciencias, industrias, artes, historia y literatura junto con artículos de viajes, biografías, descripciones de juegos y de costumbres, fábulas y versos""

Desde el punto de vista estilístico, la lectura de cada texto debía interesar como un cuento, semejante a La Ilíada:

" "donde a uno no lo parece, que hay mucha filosofía y mucha ciencia y mucha política, y se enseña los hombres, como sin querer, que los dioses no son en realidad más que poesías de la imaginación…""

En “Las ruinas indias” expresó:

""No habría poema más triste y hermoso que el que se puede sacar de la historia americana. No se puede leer sin ternura, y sin ver como flores y plumas por el aire, uno de esos buenos libros viejos forrados de pergamino, que hablan de la América de los indios, de sus ciudades y de sus fiestas, del mérito de sus artes y de la gracia de sus costumbres""

Como buen periodista ocupó, regocijó y estimuló las facultades mentales y retóricas de su público. Para encender el patriotismo de las tierras hispanoamericanas, reseñó libros referidos a héroes que daban ganas de ser como ellos, y logró hermanar letras e historia. El Apóstol empleó fuentes, argumentos y sentimientos para hacer vibrar al público con la historia de los incas a acá que debía saberse al dedillo aunque no se enseñara la de los arcontes de Grecia, como sugirió en el ensayo “Nuestra América”.

El redactor de la La Edad de Oro priorizó el texto de los “Tres Héroes” hispanoamericanos antes de contar a los niños las proezas de los protagonistas de La Ilíada, de Homero.

La América

En marzo de 1883, el Maestro se inicia como colaborador de La América, y expresa:

" No hay nada como la entrada de un hombre sincero en un periódico útil "

"

Tres meses después, ya estaba al frente de la sección de Letras. Cuando comenzó a dirigir la publicación, definió:

" No periódico queremos solamente que La América sea; sino una poderosa, trascendental y pura institución americana. Este es nuestro periódico de anuncios "

y desde esa revista sirvió de puente entre el Norte y el Sur de Latinoamérica, a través de artículos sobre industria, comercio y agricultura.

Cuando el Maestro se presentó como nuevo director en enero de 1884, demostró que conocía las opiniones del público sobre la revista; pues a quienes querían que La América fuera solo literaria, respondió el poeta con los pies en la tierra:

""piden los tiempos algo más que fábricas de imaginación y urdimbres de belleza" "

Luego acotó:

" "De otras tierras desean que La América se convierta en el exponente serio, en el avisador prudente, en el explicador minucioso de las cuestiones fundamentales, y ya en punto de definición, que se presentan impacientes y dominantes a la América Española"

En su opinión, se trataba de una empresa embrionaria y como un periódico de retazos y se propuso mejorarla:

"Creemos que tenemos mucho que hacer y pedimos a los países americanos que, con su ayuda cordial y efectiva, nos pongan en condiciones de hacer cuanto pensamos, y es preciso "

A juicio del periodista, era esencial la siembra de escuelas donde se enseñara electricidad, mecánica y oficios para facilitar el desarrollo autónomo de los países latinoamericanos, y exhortó a conocer las riquezas de la sección sur del continente y a evitar la copia acrítica de cualquier método de desarrollo allende los mares. La publicación, bajo la dirección del Apóstol, entró en una nueva época “en pro del espíritu americano”.

""PARA JUNTAR Y AMAR, PARA VIVIR EN LA PASIÓN DE LA VERDAD NACE ESTE PERIÓDICO."

José Martí alcanza su mayor altura periodística cuando funda en Nueva York, el 14 de marzo de 1892, el periódico "Patria" que deviene en el órgano oficial del Partido Revolucionario Cubano, que proclama días más tarde. El verbo del Apóstol se esculpía como concepto, elegante y bello, en el papel periódico. Su palabra lograría comprometer al emigrado indeciso y perturbar al enemigo acérrimo. El Maestro edificó con la palabra -comprometida y austera- su proyección patriótica e intelectual, que se desdoblaría a través de la narrativa, el teatro, la poesía, de un periodismo revolucionario.

Este periódico se convierte en un arma insustituible para forjar la unidad de los cubanos en torno a su partido y para la organización de la guerra justa y necesaria con la que se reiniciaría tres años después organizada y dirigida por José Martí.

Colaborador

Entre 1880 y 1892, José Martí publicó más de cuatrocientas crónicas sobre Hispanoamérica, Estados Unidos y Europa, así como un centenar de acertados y bellos retratos. Su publicación corrió a cargo de diarios como, La Nación de Buenos Aires, La Opinión Nacional de Caracas, La Opinión Pública de Montevideo, La República de Tegucigalpa, El Partido Liberal de México y Las Américas de Nueva York. En el conjunto de su obra, la parte periodística ocupa voluminosamente casi la mitad de su producción literaria, dato que redunda si observamos que la mayoría del resto de su producción apareció primeramente publicada en periódicos.

Sus crónicas sirvieron para introducir elementos tan variados y alejados entre sí como los consejos para dormir con gorra, las nuevas vajillas para tomar el té, las guerras y la política internacional, la educación, la arquitectura, la moda y todos aquellos adelantos vinculados a la ciencia y a la literatura. Es Martí por algún tiempo corresponsal de «El Partido Liberal» de México, y «La República» de Honduras. Salen trabajos suyos en otros periódicos hispanoamericanos.

Más su actividad como escritor de asuntos de actualidad es también asombrosa en Nueva York. Dirige la revista La América, escribe para «El Economista Americano», para «El Avisador Cubano», para «El Avisador Hispanoamericano», para la revista «La Juventud» para «El Porvenir» y «La Revista Ilustrada».

Es de destacar su gestión al frente de «La Edad de Oro» para recrear e instruir a los niños y las niñas de nuestra América, revista de cuatro números bellamente ilustrados. Se refería al periódico «Patria» que nació el 14 de marzo de 1892. «La Patria Libre» fue su primer periódico, «Patria» sería el último, el que demostraría una vez más con ideas hondas su sentir patriótico. Cronista de su tiempo a pesar de su estilo difícil nos dejó su hermoso pensamiento y su elevado espíritu humanitario.

Martí colaboró durante toda su vida con veinte publicaciones del continente. Su obra llegó al periódico manuscrito de los estudiantes cubanos, El Siboney. Cuando es deportado a España por primera vez se publica en Madrid, en 1871, el folleto El presidio político en Cuba. Publican sus trabajos La Soberanía Nacional, de Cádiz; el semanario La Discusión; El Jurado Federal; La Cuestión Cubana, de Sevilla; la Revista Universal, de México; El Progreso, de Regla y Guanabacoa; la revista The Hour, de Nueva York. Colabora con The Sun, de Nueva York. También en «El Federalista» publica dos artículos. Es indudable que en Guatemala colaboró con sus publicaciones pero no se han encontrado huellas de ese quehacer.

Sus boletines los firmaba generalmente con el seudónimo Orestes, y su trabajo publicado en el habanero El Progreso fue rubricado por él con la letra X.

Última misión periodística

La última misión periodística de Martí fue reportar la guerra del 95, al tiempo que dirigía Patria desde la distancia. Orientaba a Benjamín Guerra y a Gonzalo de Quesada y Aróstegui -responsables de “levantar” el periódico en su ausencia física- sobre qué decir y cómo decirlo.

El mismo día de la firma del Manifiesto de Montecristi les pasó estas recomendaciones editoriales a sus discípulos:

El 25 de marzo de 1895, el mismo día de la firma del Manifiesto de Montecristi, en carta que les envía desde República Dominicana, cuando ya se alista para partir junto al generalísimo Máximo Gómez, para incorporarse a la guerra que ha estallado en Cuba, les precisa a ambos, algunas recomendaciones editoriales que no deben dejar pasar por alto:

“…Vds. midan , y cúbrannos: aún les llegará esta carta, y será más urgente que nunca su cautela. Capeen a los diarios, y entreténganlos con noticias de detalle, sin caer en nada sustancial ni futuro. Ni digan lo que ha de suceder, porque luego las cosas pueden ser diferentes, y se pierde crédito; que la representación oficial, que deben prever sin error, no debe perder nunca. Bien saben los dos, que son como porciones propias mías… "

José Martí dejó su huella impresa en más de veinte publicaciones hispanoamericanas. Escribió desde un tren, sobre las rodillas y en la madrugada. Martí ejerció un periodismo de altura política y terrenal elocuencia. Periodismo del que conmueve y convence; del que enamora y arrastra. Periodismo de desvelo y contra cierre.

Sobre el periodismo

Sobre el periodismo dijo:

"La prensa -diría adelantando su vocación precursora- no puede ser en estos tiempos de creación, mero vehículo de noticias, ni mera sierva de intereses, ni mero desahogo de la exuberante y hojosa imaginación. La prensa es Vinci y Ángelo, creadora del nuevo templo magno e invisible, del que es el hombre puro y trabajador, el bravo sacerdote"

Define lo medular de sus proyecciones periodísticas:

"Tiene la prensa periódica altísimas misiones, es la una explicar en la paz, y en la lucha fortalecer y aconsejar... La prensa no es aprobación bondadosa o ira insultante, es proposición, estudio, examen y consejo." "Uno es el lenguaje del gabinete: otro el del agitado parlamento. Una lengua habla la áspera polémica: otra la reposada biografía"

Las épocas hablan con el lenguaje ajustado a su momento:

"ni debe poner mano en una época quien no la conozca como a cosa propia, ni conociéndola de esta manera es dable esquivar el encanto y unidad artística que lleva a decir las cosas en el que fue su natural lenguaje"

Abrir paso a esta verdad sobre el estilo:

"el escritor ha de pintar, como el pintor. No hay razón para que el uno use de diversos colores, y no el otro. Con las zonas se cambia de atmósfera, y con los asuntos de lenguaje" "“Animada de estos pensamientos, y anhelosa de hacer la obra más útil, la Revista Venezolana viene a luz, no para dar salida a producciones meramente literarias (…) no a ser casa de composiciones aisladas, sin plan fijo, sin objeto determinado, sin engranaje íntimo, ni marcado fin patrio”"]]

Relación entre lo nuevo y lo antiguo, una constante:

"La prensa no es aprobación bondadosa o ira insultante. Es proposición. Estudio. Examen y consejo."

"De todos los oficios prefiero el de la imprenta, porque es el que más ha ayudado a la dignidad del hombre." "Un palacio está ahí, donde nadie lo ve; un periódico es el palacio en viaje a donde todo el mundo lo vea. Un periódico sin generosidad, es un azote. Un periódico generoso es una columna."

"Por poco me propongo dar mucho; que no por mío ha de valer; sino porque será de cosas de interés, nuevas y vivas. Siéndome esta labor grata, ¡qué diligencia no pondré yo en ella!... y por ser estas labores que reúnen a la vez animación, la hermosura y el desinterés que me son esenciales, en cuanto hago y veo, para la vida"

Homenajes

El más alto premio periodístico cubano lleva el nombre de José Martí. En Cuba, el día de la prensa coincide con el nacimiento de Patria -semanario que él fundara junto a patriotas cubanos y puertorriqueños en Nueva York el 14 de marzo de 1892, y dirigiera hasta mayo de 1895. A José Martí no lo podremos ver como un “mago todopoderoso” que viene del siglo XIX a solucionar los problemas contemporáneos. No lo es, ni podría serlo, porque su carrera fue la del padecimiento y el amor humano. Sin embargo, algunas de sus clases magistrales debieran estar en la agenda de muchos seres de este mundo, más si es periodista.

Fuentes

  • Martí, José. Obras Completas. La Habana, Editorial de Ciencias Sociales, 1991, 27 tomos.
  • ___________. Epistolario. La Habana, Editorial de Ciencias Sociales y Centro de Estudios Martianos, 1993, 5 tomos.
  • Cenit
  • Fenix
  • Enlace
  • Upec