Martín Klein

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Martín Klein Schiller
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Martin Klein ante un avion F47 en 1957.jpg
Combatiente revolucionario, piloto
Nacimiento16 de enero de 1929
ciudad de Cárdenas,
provincia de Matanzas,
República de Cuba Bandera de Cuba
Fallecimiento9 de enero de 1961 (31 años)
aeródromo de Varadero,
provincia de Matanzas,
República de Cuba Bandera de Cuba
Nacionalidadcubana
Otros nombresEl Polaquito

Martín Klein Schiller (Cárdenas, 16 de enero de 1929 - Varadero, 9 de enero de 1961). Combatiente revolucionario, piloto de profesión que desde las filas del ejército ayudó a los combatientes revolucionarios del alzamiento de Cienfuegos y conspiró contra la tiranía batistana. Falleció en un caso de fuego amigo, cuando una batería antiaérea ―en alerta ante el peligro de invasión por parte de Estados Unidos― varios revolucionarios cubanos abrieron fuego contra su aeronave.

Síntesis biográfica

Sus padres fueron Adolfo Klein y Yolanda Schiller. Estudió en la escuela La Progresiva de su ciudad natal, donde se graduó en sus estudios de Contabilidad, obteniendo el primer expediente del curso.

Juventud

Desde adolescente le apasionaba el aeromodelismo, formando parte de un grupo de aficionados que se reunían en esta ciudad. Construía sus propios aviones para volarlos en los terrenos situados en el hoy campo deportivo Pablo Avelino. Tenía un carácter jovial, disfrutaba del aprecio de innumerables amistades.

En el año 1953 se hizo cadete de la aviación, y en 1957 obtuvo los grados de teniente.

Cuando volaba sobre la ciudad de Cárdenas, El Polaquito ―como comúnmente se le conocía― realizaba atrevidas acrobacias que despertaban la admiración de todos y por las cuales el pueblo sabía que era él quién las realizaba. Por eso y por su actitud revolucionaria se había ganado el cariño del pueblo.

Actividad revolucionaria

Varios de los pilotos que participaron en la conspiración del 5 de septiembre de 1957. De izquierda a derecha: Gastón Bernal, Rolando Cossío Soto, Álvaro Prendes, Enrique Carreras, Rey Moriñas y Martin Klein. A sus espaldas se ve un avión F-47D.[1]

El 5 de septiembre de 1957, cuando ocurrió la sublevación de Cienfuegos, fue uno de los pilotos a los que se les ordenó que bombardearan a la población civil de ciudad. Martín Klein no ejecutó la orden y arrojó las bombas al mar.

Conspiró contra la tiranía batistana desde las propias filas de la aviación, y se complotó junto a varios aviadores compañeros para bombardear el Palacio Presidencial (La Habana) para ajusticiar al tirano Fulgencio Batista.

Dos días después de la sublevación de Cienfuegos por su digna y patriótica actitud es detenido y condenado a cuatro años de privación de libertad. En prisión mantuvo su posición revolucionaria, intransigente y patriótica.

Al triunfo de la Revolución (enero de 1959) fue puesto en libertad y ascendido al grado de capitán de las Fuerzas Aéreas Rebeldes, donde llevó a cabo complejas y peligrosas misiones que lo hizo acreedor de la confianza depositada en él.

Fue el primer piloto que llevó a Fidel y Raúl a los países socialistas.

En 1960, junto a varios compañeros que viajaban en tareas de vigilancia de las costas de Cuba, fue agredido por aviones estadounidenses. Después de poner a salvo a la tripulación, lanzó su aparato al mar. Todos fueron rescatados por helicópteros de la Fuerza Aérea Rebelde.

Muerte

En los primeros días de enero de 1961, Martín Klein (de 31 años) piloteó un avión Cesna 310 n.º 56 de la Fuerza Aérea de Cuba. Como copiloto viajaba el segundo teniente Heriberto Martín Guzmán (27). Viajaron al oriente de Cuba para transportar al importante combatiente revolucionario Osvaldo Sánchez Cabrera (48), que viajaba como único pasajero. Al regreso, siendo las 6:45 horas de la madrugada del 9 de enero de 1961, debido al mal tiempo existente se aproximaron desde el mar hacia el aeropuerto de Santa Marta (a 15 km al suroeste de Varadero). Sobrevolaron las postas que se encontraban de guardia en el cuartel de milicias de Siguapa (a un par de kilómetros del aeropuerto).

Desde tierra sus propios compañeros de milicia lo confundieron con un avión enemigo, pues ―en el marco de la lucha contra bandidos (1959-1965), en que llegaban avionetas desde Miami a incendiar los campos de agricultura― existía la orden de que ningún aparato podía ingresar desde el mar. (Apenas tres meses después, el 17 de abril de 1961, el presidente estadounidense John F. Kennedy lanzó la invasión por Playa Girón, que resultó fallida gracias justamente a las baterías antiaéreas que funcionaban de manera tan eficiente).

En su último vuelo, Martín Klein estaba transportando al civil Osvaldo Sánchez Cabrera (1912-1961).

El avión fue ametrallado y derribado a corta distancia del aeropuerto, sobre la actual Vía Blanca que une las ciudades de Cárdenas y Varadero. Los tres hombres fallecieron instantáneamente.[2]

Su sepelio, al que asistieron numerosos dirigentes revolucionarios, constituyó una importante manifestación de duelo, siendo depositados sus restos en el cementerio hebreo de Guanabacoa en ciudad de La Habana.

Fuentes

  • Asociación de Combatientes de la Revolución del municipio de Varadero.
  • Testimonios de familiares del mártir.