Micaela Bastidas

Micaela Bastidas
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Micaela Bastidas Puyuqawua.jpg
Heroína de la lucha contra el colonialismo español en el Virreinato del Perú
NombreMicaela Bastidas Puyuqawua
Nacimiento23 de junio de 1744
Tamburco, Bandera de Perú Perú
Fallecimiento18 de mayo de 1781
Cusco, Bandera de Perú Perú
Causa de la muerteEjecutada por orden de autoridades de ocupación españolas
Nacionalidadperuana
Educaciónprimaria elemental
Ocupacióntareas domésticas
CónyugeTupac Amaru II
HijosHipólito, Mariano y Fernando
PadresManuel Bastida y Josefa Puyucahua

Micaela Bastidas Puyuqawua (1744-1781). Peruana libertaria. Esposa de José Gabriel Condorcanqui (Túpac Amaru II)- Precursora de la independencia americana, Micaela Bastidas es suma e imagen cimera de la mujer peruana. El 18 de mayo de 1781, Cusco fue testigo de la ejecución de esta heroína de 37 años de edad, ajusticiada en la plaza Mayor o Waqaypata (Plaza del Lamento) a manos del invasor y ocupante español.

Síntesis biográfica

Micaela Bastidas nació el 23 de junio de 1744. De sangre mestiza, fue hija natural del español Manuel Bastidas y de la indígena Josefa Puyuqawua. Poco se conoce de su juventud. Basta recordar que en ese entonces no era fácil dar instrucción a una mujer, pues los propios padres lo impedían para que no pudieran comunicarse con los jóvenes.

Este hecho hace más admirable a Micaela Bastidas, porque aun sin educación, su grado de madurez mental alcanzó nivel insospechado, tal como lo demostró en los episódicos sucesos que vivió como protagonista de la rebelión independentista.

El 25 de mayo de 1760, un mes antes de cumplir los 16 años, Micaela se casó con José Gabriel Condorcanqui en Surimana. El matrimonio fue bendecido por el padre Antonio López de Sosa. Los padrinos fueron Andrés Noguera y Martina Oquendo. De la unión nacieron tres hijos: Hipólito, Mariano y Fernando. Los esposos Condorcanqui Bastidas tuvieron su residencia en Tinta perteneciente a Cuzco, estaba por finalizar 1780 y las quejas de los indígenas cuzqueños contra los españoles se acrecentaban. Cada día era mayor el sufrimiento y la explotación. Se les exigía como trabajo obligatorio cumplir con la mita en el lejano asiento minero de Potosí. Luego de haber agotado todas las vías de reclamación pacífica, legal y humana, José Gabriel Condorcanqui dio el primero Grito de Libertad en Tinta difundiendo una Proclama y tomado prisionero al Corregidor de ese lugar, Antonio de Arriaga, instalando su cuartel general en Tungasuca.

Desde el primer momento Micaela Bastidas se convirtió en la principal consejera de Túpac Amaru II llegando a formar parte del famoso “consejo de los cinco” participando en el juicio sumario en contra de Arriaga. Se acordó que el Corregidor debía ser ajusticiado como medida preventiva.

En la batalla de Sangrará Micaela Bastidas mostró una vez más su entereza cívica y revolucionaria al lado de su esposo. No se amedrentó al ser excomulgada junto con Túpac Amaru II por la destrucción de la iglesia de Sangrará. Generala, intuitiva, organizadora, conductora. Era el cerebro de Túpac Amaru II. La mujer que lo guía, lo alienta, y a veces lo recrimina; la madre de extraordinarios hijos.

Carta a su marido

En una carta Micaela dice a su marido:

"Chepe mío, estás perdiendo el tiempo; hasta cuándo me vas a llenar de pesadumbres; por qué te equivocas, o por qué no marchas al Cuzco (...) Bastante advertencias te di para que inmediatamente fueras al Cuzco, pero hasta ahora has dado todas a la barata, dándoles tiempo para que se prevengan, como lo han hecho poniendo cañones en el cerro Picchio y otras tramoyas tan peligrosas que ya no eres sujeto de darles avance".

Ejecución

Micaela Bastidas fue ejecutada antes que José Gabriel Condorcanqui. La noble y valerosa mujer subió al tablado de la muerte orgullosa y altiva, con rostro desafiante. Sus verdugos trataron inicialmente de arrancarle la lengua pero opuso tal resistencia que solo lo pudieron hacer después que estuvo muerta. Sometida a la pena del garrote, padeció infinitamente, pues por tener el cuello sumamente delgado el torno del metal no logró ahorcarla, entonces le fue aplicado un lazo alrededor del cuello, tirando de él dos españoles hasta ahogarla, a la vez que le aplicaban puntapiés en el vientre y en los senos.

Así terminó sus días esta heroína ejemplo de amor y entrega a la tierra que la vio nacer.

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