Miguel Cané
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Miguel Cané: Novelista argentino, es uno de los escritores más representativos de la Generación del Ochenta de la Literatura Argentina., conocido por sus escritos autobiográficos. Su personalidad política y literaria ha empañado la brillantez del recuerdo de su padre cuya expatriación motivó el nacimiento del hijo en tierra uruguaya.
Infancia y juventud
Nació en Montevideo el 27 de enero de 1851. Segundo hijo del un matrimonio expatriado formado por Miguel Cané y Eufemia Casares. Cumplido los dos años de edad regreso a Buenos Aires, Argentina, con su familia después de la caída de Juan Manuel de Rosas y tal como ocurrió con muchos hijos de exiliados políticos, se le otorgó la ciudadanía argentina. Hereda de su padre la admiración por Europa y la vocación por escribir. En 1863 muere su padre, y en este mismo año comienza sus estudios de bachillerato en el Colegio Nacional de Buenos Aires, ubicado en lo que actualmente es el paseo histórico de la Manzana de las Luces, en la época en que era internado de varones, durante la dirección del canónigo Eusebio Agüero y como alumno del profesor francés Amadeo Jacques. Todas las experiencias vividas en este colegio y en esta etapa de su vida fueron su fuente de inspiración, para la realización de su libro "Juvenilia", publicado en 1884, su obra maestra. De la mano de Amadeo Jacques Cané descubre las modernas corrientes del pensamiento, especialmente el positivismo dando los primeros pasos hasta convertirse en un incasable lector. Más tarde descubre su pasión por la música, el ateísmo y la vocación periodística. A los 17 años comienza su carrera de abogado, lo que le posibilita en febrero de 1870 acompañar al presidente Sarmiento a una entrevista con Urquiza. Poco después parte a conocer Europa el gran centro cultural de la época mezcla de club, museo y sala de música. En 1872 se doctoró en Jurisprudencia, ya para entonces se había iniciado en el periodismo, trabajo que dará sencillez y espontaneidad a su prosa y fomentará su curiosidad abierta a todo. Fue redactor de La Tribuna y dirigió El Nacional, donde escribió artículos sobre la vida social, política y literaria. Llegó a convertirse como otros escritores de su época en el cronista de su generación, de su país y de sí mismo. En 1873 comienza a dirigir El Nacional que apoyaba la candidatura de Avellaneda, con el triunfo de este en las elecciones inicia su segundo viaje a Europa. En este mismo año, a su regreso contrae matrimonio con Sara Beláustegui y un mes más tarde es nombrado diputado provincial. De su matrimonio en el 1876 ve nacer a su primer hijo y obtiene su título de abogado. Desarrolló una importante actividad política como legislador, diplomático en Colombia y Venezuela, intendente de Buenos Aires y ministro del Interior y de Relaciones Exteriores durante el gobierno de Carlos Pellegrini, Cargos que ocupo en un periodo de dos años. De ideas políticas conservadoras, en 1898 presentó un proyecto legislativo que proponía deportar a los inmigrantes que tuvieran militancia política o sindical, ocupa además una banca en el Senado. En 1900 fue nombrado decano de la Facultad de Filosofía y Letras.
Sus Escritos
Los escritos de Cané apelan recurrentemente a la materia autobiográfica. R. Rojas lo incluyó en el grupo de escritores de esa década al que denominó prosistas fragmentarios. No fue un escritor de profesión; pero sí un hombre culto, distinguido, temperamentalmente humorista y escéptico que iba escribiendo sobre las impresiones de sus viajes, de los países donde residía debido a sus cargos políticos. de los libros que lee, de los acontecimientos en que toma parte, y estas impresiones son las que se agrupan después para integrar la mayoría de sus libros. su producción tiene la virtud de haber conservado para sus contemporáneos y las generaciones posteriores el espíritu y el ingenio del escritor y hombre de mundo que fue este autor. Cané publica en La Tribuna una sección que titula Párrafos. Esta denominación inicial incluye toda la prosa de Cané. Casi todas sus obras son colección de artículos periodísticos nacidos en el hecho mismo que los provocó. Sus páginas surgidas espontáneamente sin reelaboración, deben entenderse como una charla amable entre el escritor y el lector. Aunque Cané no escribe para las muchedumbres como sus admirados Dickens y Shakespeare, no restringe su auditorio sino que lo amplia e incluye al lector culto porteño.
Obras
Ensayos (1877)
A distancia (1882)
Juvenilia (1882)
En viaje (1884)
Charlas literarias (1885)
Notas e impresiones (1901)
Prosa ligera (1903)
Discursos
El espíritu universitario
La enseñanza clásica.
Traducciones
Enrique IV de William Shakespeare (1900)
