Miguel Pardeza

Miguel Pardeza
Información sobre la plantilla
Mpardeza.jpg
Datos personales
NombreMiguel Ángel Pardeza Pichardo
ApodoRatoncito
Nacimiento8 de febrero de 1965
Huelva, Bandera de España España
Estatura1,65 metros
Carrera
PosiciónDelantero
Trayectoria
Año del debut1982
Club del debutCastilla
Año del retiro1998
Club del retiroPuebla FC

Miguel Ángel Pardeza Pichardo. Miguel Pardeza, deportivamente conocido como Pardeza nació en La Palma del Condado, Huelva, España, 8 de febrero de 1965 es un exfutbolista internacional español.

Trayectoria

Como jugador en activo

Fue integrante de «La Quinta del Buitre»el único que no era madrileño aunque sus mayores éxitos los logró en el Real Zaragoza, tras dejar el Real Madrid. Fue internacional con España.

El periodista Julio César Iglesias que ve como juegan estos jóvenes liderados por Emilio Butragueño va a darles el nombre por el que iban a pasar a la historia. Alfredo Di Stéfano los sube al primer equipo en 1984. Miguel Pardeza juega tres partidos.

Al año siguiente, mientras sus otros compañeros comienzan a consolidarse en el primer equipo Pardeza regresa al Castilla y el siguiente año es cedido al Real Zaragoza. Pardeza demuestra su calidad en el equipo maño juega 26 partidos y marca 5 goles y colabora en la conquista de la copa del Rey, lo que hace que el Real Madrid le repesque al año siguiente. Pero en el Real Madrid la competencia es muy dura. Emilio Butragueño, Hugo Sánchez y Valdano, ocupan la delantera, y el veterano Santillana todavía tenía momentos de calidad en sus apariciones. Valdano sufre una lesión que le impide jugar a mitad de temporada y Pardeza aprovecha su oportunidad jugando 25 partidos de liga y marcando cinco goles. Aquel año el Real Madrid gana su segunda Liga de las cinco consecutiva que ganó a finales de los ochenta. El mejor partido de Pardeza fue precisamente contra su ex equipo, el Real Zaragoza al que marca los dos goles del triunfo.

Pardeza, comprende que triunfar en el Real Madrid es muy difícil y decide abandonar el club para jugar en la Real Zaragoza. Pardeza llega a un gran Zaragoza, donde destacan el veterano Señor, además los centrales Juanito y Fraile, o los futuros internacionales, Villarroya y Vizcaíno y sobre todo el mítico delantero uruguayo Rubén Sosa. Aquel año fue el último que el uruguayo jugo en Zaragoza, pero poco a poco el equipo maño va perfilando un gran equipo y uno de sus líderes va a ser Miguel Pardeza. Una de las incorporaciones más destacadas es la del delantero Paquete Higuera, con quien Pardeza va a formar una delantera mítica de la escuadara maña. En la temporada 1990 y 1991 el equipo va a vivir su peor momento pues se clasifica en el puesto 17 y debe jugar la promoción para no bajar. Pero en esta difícil temporada llega al primer equipo el entrenador de la tierra Víctor Fernández.

Con un sistema de juego muy ofensivo y un juego brillante el Zaragoza va a vivir una de sus épocas más brillantes, en las que Pardeza va a colaborar. En 1990 y tras la retirada del mítico Juan Señor se va a convertir en el capitán del equipo, y a pesar de los grandes jugadores que van a llegar al equipo el pequeño Pardeza siempre va a tener un lugar destacado. En 1993, el Zaragoza pierde la final de copa del 93 frente al Real Madrid, con un desastroso arbitraje de Urío Velázquez, pero vence en la de 1994 (año en el que además se consigue la tercera plaza en la competición liguera), y al año siguiente se logra la victoria en la Recopa frente al Arsenal FC. Pardeza también hace una corta trayectoria como futbolista en México con el Puebla FC donde se retira.

Con la selección española Pardeza tuvo pocas oportunidades, el puesto de segundo delantero fue monopolizado por su ex compañero y amigo Emilio Butragueño (el primero era Julio Salinas), aun así fue cinco veces internacional y estuvo convocado en el mundial de Italia 90, donde estuvieron todos los miembros de «La Quinta del Buitre», pero donde Pardeza tan solo jugó un partido, ante Bélgica, último en la fase de grupos, saltando en el minuto 88 sustituyendo a Julio Salinas.

Trayectoria posterior

Hasta el 25 de mayo de 2008, además de ser secretario técnico del Zaragoza, colaboró en la prensa escrita. Tras esa fecha en la que el Real Zaragoza baja a Segunda División, presenta su dimisión abandonando el Club. El 1 de junio de 2009, es nombrado por Florentino Pérez como Director Deportivo del Real Madrid, cargo en el que cesa en 2014.

El futbolista de los quince mil libros

Miguel Pardeza era un ávido lector. Que un futbolista tenga las paredes de su casa alicatadas de libros más de quince mil volúmenes para ser más exactos es una noticia que no pasa desapercibida en el mundo del fútbol. No abundan los jugadores que lean con esa avidez, o, si los hay, no hacen alardes de su afición. La primera vez que lo leí fue en el prólogo que abría la colección de poemas dedicados al fútbol, Un rectángulo de hierba, antologados por el poeta Francisco J. Uriz. En aquellas pocas páginas, el Ratoncito Pardeza demostraba que se manejaba tan bien con la pluma en la mano como con el balón en los pies. Que en los pasillos de una biblioteca se movía tan a gusto como en los de la banda. «En mis días», recuerda, «ha sido una constante moverme en dos mundos aparentemente enfrentados: el del balón y el de la cultura».

En Torneo, su primer libro un ensayo autobiográfico de formación, queda claro que estos dos mundos históricamente enfrentados han afianzado su unión. Como él mismo afirma, «el fútbol ha dejado de ser para muchos esa especie de aberración que ofende los instintos más refinados. […] Por fortuna, fútbol y literatura no son enemigos tan abiertos como parece que han venido siendo tanto tiempo». Además de esa reconciliación entre pelota y patada, el texto de Pardeza busca reconciliarse con el niño que fue. En el prólogo, comenta las intenciones del libro. Pardeza no quería escribir un libro de fútbol, aunque la pasión por el balón vertebre el texto. Tampoco ceñirse solo a sus recuerdos; quería escribir sobre la cara B del sueño de ser futbolista, esa que pocas veces conocemos los aficionados.

Jugar en los extremos: la pelota y la pluma

Los extremos son futbolistas que juegan apartados del resto de compañeros. Esperan su oportunidad escorados en los márgenes del rectángulo de hierba. Mientras ven cómo se juega la batalla del centro del campo, agujerean con los tacos la blanca línea de cal. Siempre abiertos, estiran el campo, oxigenan el juego de su equipo y, en cuanto ven un hueco, sacan la navaja y apuñalan sin piedad el corazón de la defensa rival. Cabalgan en solitario por los largos senderos de la banda, como salteadores de olvidados caminos polvorientos que, al menor descuido, se meten hasta la cocina y salen de ella con el botín del gol.

Pardeza también se movía como un extremo en la vida: siempre un poco al margen, solitario, viendo cómo los demás jugaban el partido de la vida desde la lejanía. Jugó su torneo vital fundamentalmente en dos planos: en el campo de fútbol y en las páginas de los libros. Aprendió que el fútbol consistía en jugar con una pelota y escribir, en hacerlo con las palabras. Decía Cortázar que la literatura era un juego, pero uno en el que podíamos dejarnos la vida. Para alcanzar el sueño de ser futbolista, Pardeza tuvo que jugarse la infancia y la adolescencia. Son muchos los escritores que afirman que un partido es una de las representaciones más fieles de la vida: en sus noventa minutos, cabe el milagro después de la derrota o la derrota después del milagro, el villano, el héroe, la suerte y el destino. Los botes del balón, ingobernables como los giros de la vida, marcan el destino del futbolista.

«Jugar al fútbol», afirma Miguel Pardeza, «como escribir o amar, siempre resultaba más sencillo dentro de las fronteras de lo teórico que en los predios de la realidad». Para él, la escritura y el fútbol son un espejo donde se refleja el que se atreve a mirarse. Dime cómo juegas y te diré cómo vives: el joven y atribulado Pardeza lo hacía siempre alejado de las multitudes, fuera de los grupos, solo con sus libros. Había tomado una determinación. «En cuanto al fútbol, lo tenía decidido: jugar sería la expresión de mis sentimientos». Con Torneo, ha demostrado que sigue esa máxima también en la escritura. Como él mismo afirma, «el fútbol, al fin y al cabo, es una forma de lenguaje»

Licenciado en Filología Hispánica, realizó su tesis doctoral acerca de la obra de César González Ruano, del que ha editado también una amplia selección de artículos periodísticos en tres volúmenes (Fundación Cultural Mapfre Vida, 2002-2003).

El 15 de abril de 2016, recibió el galardón de Alumno Distinguido de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Zaragoza, su alma mater, en acto solemne presidido por el Rector Magnífico de la citada entidad -Excmo. Sr. d. José Antonio Mayoral-, la Consejera de Innovación, Investigación y Universidad del Gobierno de Aragón -Excma. Sra.- Dª Pilar Alegría- y el Decano de la citada Facultad -Ilmo. Sr. d. Eliseo Serrano Martín-, celebrado en el Paraninfo de la Universidad zaragozana.

Clubes

Club País Año
Real Madrid (categ. inferiores) España 1979-1982
Real Madrid Castilla España 1982-1983
Real Madrid España 1983-1984
Real Madrid Castilla España 1984-1985
Real Zaragoza (cedido) España 1985-1986
Real Madrid España 1986-1987
Real Zaragoza España 1987-1997
Puebla FC México 1997-1998

Palmarés

Campeonatos nacionales

Título Club País Año
Segunda División de España Real Madrid Castilla España 1984
Primera División de España Real Madrid España 1987
Copa del Rey Real Zaragoza España 1986
Copa del Rey Real Zaragoza España 1994

Copas internacionales

Título Club País Año
Recopa de Europa Real Zaragoza España 1995
Eurocopa Sub-21 Selección Española sub-21 Italia 1986

Referencias