Minerales peligroso

Minerales peligrosos
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Concentraciones potencialmente dañinas de fluor en las aguas superficiales y subterráneas de Cuba.jpg

Minerales peligrosos. Definidos como Sustancias inorgánicas naturales, ni animales ni vegetales, los minerales son la fuente de metales valiosos, pero también en determinadas circunstancias y producto de un tratamiento inadecuado por parte de la actividad humana, pueden ser minerales peligrosos.

Minerales y patrones de su clasificación

Los minerales como sustancias inorgánicas, constituyen fuente de metales valiosos extraídos como Menas. Los mineralogistas clasifican los minerales según su composición química, clase cristalina, dureza y aspecto (color, lustre, transparencia). En general los minerales son mayoritariamente sustancias sólidas; los únicos que se encuentran en estado líquido son el mercurio y el agua. El petróleo y el carbón, que se forman por la descomposición de la materia orgánica, no son minerales en sentido estricto.

Concentraciones de sustancias y elementos dañinos

Todas las rocas que constituyen la corteza terrestre están formadas por minerales.

Hay rocas cuya composición incluye elementos y sustancias químicas peligrosas tanto por su toxicidad, como por presentar Actividad radioactiva que se transfiere a suelos, aguas y vegetación a partir de concentrarse o enrarecerse, en dependencia del tipo de sustancia entre otros factores.

Por otra parte, las rocas, las aguas y la atmósfera también pueden presentar concentraciones elevadas de ciertos componentes que son directa o indirectamente dañinos para la salud: manantiales naturales de aguas saladas que contaminan los suelos y las corrientes fluviales; manantiales que desprenden gases provenientes del interior del planeta y cuya respiración prolongada puede ser dañina; manantiales que contienen elementos y sustancias tóxicas que pueden concentrarse en el suelo o en la vegetación.

La especie humana y su accionar en la concentración de sustancias tóxicas

El hombre —con su actitud individual y colectiva— incrementa los riesgos y potencia con ello su propia vulnerabilidad ante las concentraciones naturales de sustancias tóxicas.

La actividad minera, en ocasiones, expone a la superficie del terreno minerales, rocas y aguas que en la profundidad estaban en estado de equilibrio químico y que, al entrar en contacto con el aire, se descomponen a gran velocidad.

Los yacimientos de Minerales sulfurosos, al quedar expuestos, comienzan a descomponerse (hidratación, sulfatación, oxidación) y generan Contaminantes que se incorporan al medio.

Algunos depósitos de oro al ser explotados, incorporan Arsénico a las aguas naturale. De igual modo, hay pozos perforados para diversas causas, que al no estar debidamente sellados, crean vertimientos de aguas sulfurosas. En todos estos casos es muy importante tomar medidas de control, pues se trata de elementos tóxicos que se pueden concentrar en el cuerpo humano y afectar la salud de la persona, incluso, la de sus descendientes.

Estos tipos de contaminación (natural y provocada por la minería) se manifiestan en cualquier lugar donde existan aguas termale, zonas de Mineralización, y en general, donde estén expuestos ciertos tipos de rocas.

Afectan, sobre todo, a las poblaciones que consumen de manera estable y prolongada los productos provenientes de su entorno, como las comunidades rurales en las que una persona puede llegar a concentrar en su cuerpo cantidades peligrosas de ciertos elementos dañinos.

En ciudades y pueblos medianos, los alimentos y el agua suelen provenir de distintas fuentes por lo que el daño es menor. Un ejemplo interesante es la fluorosis, o envenenamiento por Fluor, que afecta la dentadura provocando la caída de las piezas.

Fuente

  • Pérez Lorenzo, Esther. 2010. Minerales peligrosos. Trabajo de curso posgrado impartido por el Dr. Manuel Iturralde Vinent, Museo Nacional de Historia Natural.