Monte Saint-Michel

Monte Saint-Michel
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Obra Arquitectónica  |  (Monumento religioso)
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Descripción
Tipo:Monumento religioso
Estilo:Románico y gótico
Localización:Bandera de Francia Francia
Datos de su construcción
Inicio:Siglo XIII


Monte Saint Michel. Elegido Patrimonio Mundial por la Unesco en 1979, es el tercer monumento religioso más visitado de Francia, tan solo por detrás de Notre Dame de París y del Sagrado Corazón, y es también, sin duda, uno de los parajes más bellos y visitados de toda Francia, es una pequeña isla unida al continente por una carretera (en el pasado el camino existente era cubierto por las aguas cuando subía la marea) donde se levanta una pequeña ciudadela medieval que conserva el mismo aspecto que hace siglos sobre la cual se levanta una impresionante abadía donde conviven el románico y el gótico en perfecta armonía.

Historia

Hace miles de años, un bosque enorme llamado Scissy, fue situado como límite entre Normandía y Bretaña. En su centro, había un monte rocoso, similar a un monte de tierra para un entierro por eso lo llamaron el "Monte Tombe", el Monte Tumba. Hacia el Siglo IV, la región fue cristianizada y desde entonces, el bosque de Scissy y sus montes atrae a los hombres que buscan la purificación espiritual. Muy pronto se convirtió en un lugar de ermitaños. Seres que convivían exclusivamente con su soledad y su espíritu.

Cada tanto, visitaba a estos ermitaños y se unía en sus plegarias y en el descanso, San Auberto, entonces, el obispo de Avranches, ciudad que había sido denominada sede episcopal, muy cerca del Monte. Un buen día, cuenta la leyenda, San Auberto recibió un mensaje del cielo. Era el año 708. En un sueño, se le apareció el Arcángel San Miguel y le pidió que erigiera en su honor un santuario sobre el Monte Tumba. Para dejar una señal tangible a la humanidad entera, el Arcángel toco la frente del obispo con la punta de su dedo, dejando una marca que los siglos no han podido borrar. Aun hoy, "dicen", porque yo no lo vi, que se puede ver el orificio del cráneo del obispo que se conserva en la iglesia Saint-Gervais en Avranches.

Por el año 709, un cataclismo de mar invadió el bosque Scissy, separando los montes del continente. El Monte Saint Michel fue circundado por una bahía de arena movediza al suscitarse la repentina crecida de las aguas. Este fenómeno persiste hoy en día, casi como por capricho de la naturaleza o de Dios por mantener su santuario al resguardo de los hombres. Si ustedes lo visitaron alguna vez, sabrán que hay horarios puntuales en los que se puede cruzar y volver para que no los pesque la marea creciente. Pero por aquellos años, muchas fueron las vidas de peregrinos que se cobró la marea y las arenas movedizas.

Ubicación

Está situado en el departamento de Manche bañado por el océano Atlántico, junto a la desembocadura del río Couesnon, que marca la frontera de Normandía con la Bretaña francesa. Se encuentra entre Caen y St. Malo, y es el segundo lugar turístico más visitado de toda Francia, después de París. A sus habitantes se les denominans montois. Es mundialmente famoso su conjunto monástico, construido sobre un islote rocoso de la costa normanda de 80 m. de altura, 1 Km. de circunferencia, y a 1.600 m. de la costa. Es conocido como el monte del peligro, y sobre todo como la maravilla de Occidente.

Claustro

Fue construido por los monjes benedictinos a principios del Siglo XIII. Qué paz tan misteriosa… tan fría y húmeda… pero cuánta paz se respiraba. Daba miedo romper el silencio con el sonido de nuestros pasos. Nadie pronunciaba una palabra. Si afinábamos el oído, podíamos escuchar plegarias... Los monjes que habitan la Abadía, continúan viviendo como lo hacían los de antaño, dedicados a la oración y a la meditación. Recluidos entre esos muros, a 80 metros de altura, entre el cielo y la tierra, rezando por la humanidad entera. Un favor que nos hacen de corazón, creamos o no en ellos.

¿Misterios o milagros?

La escritora francesa Regine Pernoud, rescata en su libro titulado "Un viaje hacia el país del Arcángel", varios registros que se encuentran en poder de los monjes de Monte Saint Michel, y que datan de principios del Siglo XIV. Estos registros revelan que tan solo en el año 1318, eran más de 16.000 los peregrinos que visitaban el Monte. Claro que por aquellos años, al Monte Saint Michel lo envolvían misterios de todo tipo... Hacía tiempo ya que los pobladores hablaban de los milagros que hacía el Arcángel, ayudando a los peregrinos a sortear las dificultades y los peligros que implicaba acceder al Monte. Esos mismos registros del año 1318 revelan que una docena de peregrinos murió en las arenas movedizas de la bahía, otros 18 se ahogaron con la marea creciente y trece más, una vez que llegaron al santuario, murieron sofocados por las multitudes.

Hay un milagro que se ha contado de generación en generación... Una mujer se acercaba casi agonizando por los dolores de parto. Buscaba desesperadamente un refugio de paz en el Monte para dar a luz. En el camino, las aguas de la bahía crecieron y quienes observaban la escena desde la abadía la dieron por muerta. Cuando bajaron las aguas, vieron venir caminando por la arena, a la misma mujer, con su niño recién nacido en brazos. Otras leyendas ya son más tenebrosas. Muchas personas dijeron tener visiones extrañas durante la noche. Seres de fuego volando sobre el Monte... o la propia Abadía, ardiendo en llamas. Habían llegado a la conclusión de que era el propio Arcángel, que con sus ángeles, libraba batallas en el cielo contra el Mal.

Pero ninguno de estos misterios detuvo jamás el mar de peregrinos. De hecho en el año 1329, el número se duplicó. Había más que buenas razones para pedirle al Arcángel protección: el entonces rey, Carlos VI, había perdido la razón. Dicen que el propio rey acudía al monte para recuperar su salud mental. Hay crónicas que revelan que en el Siglo XIV, un alto porcentaje de peregrinos, correspondía a niños de tan solo ocho, 10 y 12 años. Niños que abandonaban a sus padres y sus hogares, se agrupaban y marchaban en procesión hacia el Monte Saint Michel. "Hubo un combate en el cielo", dice el Apocalipsis. "El arcángel Miguel y sus ángeles lucharon contra el Monstruo y lo expulsaron del cielo..." Cuenta la historia que el Arcángel San Miguel intercedió en varias ocasiones entre la voluntad de Dios y los hombres y casi siempre pareció indicar su predilección por los lugares altos.

Unos 200 años antes de la supuesta aparición frente al obispo Auberto en Francia, habría intervenido de la misma forma en Italia, sobre la costa del Adriático, en el Monte Gargan, ordenándole al obispo de Siponto que le consagrara una Iglesia. Esa iglesia existe todavía. Se dice que se le apareció al Emperador Constantino quien ordenó la construcción de un templo, el Michaelion. El 9 de junio era una de las tantas fechas en que celebraban al Arcángel en Constantinopla. Parece que los enfermos pasaban esa noche en la iglesia, esperando milagros. Los cristianos de Egipto han depositado la mayor fuente de vida que para ellos es el Río Nilo, bajo la protección de San Miguel. El 12 de junio de cada año, cuando el Nilo comienza a subir, se toman el día libre para festejar y honrar al Arcángel para que "bendiga el crecimiento del Nilo".

Los Caballeros del Monte Saint Michel

Los Siglos XIV y XV, estuvieron signados por interminables guerras entre Francia e Inglaterra y se disputaban sin cesar el estratégico Monte Saint Michel. Hasta que en el año 1425, el Rey de Francia decidió nombrar a un Capitán que debería reunir un grupo de caballeros con el fin de defender al Monte. Este capitán se llamó Louis D'Estouteville y sus 119 hombres pasaron a la historia como los legendarios caballeros de Saint Michel. Las páginas de la historia del Monte, dedicadas a combates son finalmente, páginas de gloria. Una gloria inexplicable, a menos que aceptemos que la escribieron los hombres con la inspiración del Arcángel.

Fuentes