Morella faya

Morella Faya
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Nombre Científico:Myrica faya
Reino:Plantae
División:Magnoliophyta
Clase:Dicotyledonae y Magnoliopsida
Orden:Fagales
Familia:Myricaceae
Tribu:Trichocereeae
Género:Myrica
Especie:Myrica faya
Hábitat:Especie macaronésica-ibérica, nativa en Azores, Madeira, Canarias y Portugal.

La Morella Faya, comúnmente llamada Faya o Árbol de Fuego, es nativo de las Azores, Madeira y las Islas Canarias. Endémico de la región macaronésica, este árbol es una de las especies del bosque monteverde, muy presente en el de laurisilva y principal componente del fayal-brezal. Se ha introducido a varios lugares incluyendo Hawai, Nueva Zelanda y Australia. Este árbol de rápido crecimiento, cuya dispersión es facilitada por las aves frugívoras introducidas, es capaz de formar rápidamente montes densos y tiene un efecto negativo en el reclutamiento y la persistencia de especies de plantas nativas.

Descripcion

Generalmente tienen una altura más bien modesta, entre los 4 a 12 metros, sin embargo cuando las condiciones son óptimas en el interior del bosque de Laurisilva pueden llegar a tener alturas respetables alcanzando los 20 m.; cuando forma parte de comunidades de regeneración y termófilas de domino del Fayal Brezal su porte es arbustivo estando asociado fundamentalmente a los brezos y acebiños.

Tronco

Presenta un tronco único o ramificado desde la base alcanzando los ejemplares viejos un diámetro que puede superar los 65 cm., también es llamativo en los troncos de las fayas que los ejemplares según sean jóvenes, adulto o viejas tengan una menor o mayor rugosidad.

Hojas

En las hojas hay una diferencia importante según se trate de las hojas nuevas o brotes basales que tienen un tamaño mayor con margen crenado-aserrado, mientras que, las hojas de copa de un árbol adulto son más pequeñas y con margen entero u ondulado. En general podemos decir que las hojas presentan un morfología lanceolada u oblanceolada, alternas, simples, poco coriáceas y con nerviación reticulada; verde oscuras en el [[haz] y de color verde pálido en el envés; los brotes nuevos son de un color verde limón; su tamaño oscila entre los 4 a 10 cm]] de largo por 1,5 a 2 cm de ancho; son bastante aromáticas.

Faya en el parque nacional de Garajonay en La Gomera.

Flor

Es una especie dioica, ya que presenta ejemplares masculinos y femeninos en distinto pie. Tiene una floración muy abundante en amentos (espiga) ramificados que se desarrollan entre las hojas del año en curso (más jóvenes). Las flores de los ejemplares masculinos presentan una coloración amarillento verdosas, mientras que las de los ejemplares femeninos tienen flores agrupadas con una coloración rojizo-rosada.

Frutos

Los frutos de la faya o haya, son de tamaño pequeño, aspecto rugoso, son polidrupas, globosas y carnosas, formadas por muchas papilas agrupadas en torno a una pipa dura; se parecen mucho a las moras o a los frutos de la zarza pero algo más redondeados y duros; su coloración pasa desde el verde, al rojo y en su madurez presentan un color negro. Los frutos llamados popularmente creces, erúes, fitos o fayos, pueden ser dispersados por las aves o por la gravedad; además posee un gran banco de semillas con un carácter local y ligado a sus progenitores que necesitan para prosperar la llegada de luz y la ausencia de hojarasca o mantillo.

Reproducción

Especie dioica. Sus frutos son dispersados por la gravedad o las [[aves]. Muestra una "estrategia pionera persistente", es decir que es capaz de crear bancos de semillas, pero éstos tienen un carácter local, ligados a sus progenitores. Como brezos y tejos, la faya requiere de la llegada de la luz y ausencia de mantillo para germinar. Sin embargo, la faya, a diferencia de estos otros árboles, puede multiplicarse en zonas cerradas y poco luminosas por su capacidad de producir chupones que sustituyen al tronco inicial, dando lugar a una estructura característica en la que los chupones de diferentes generaciones rodean al tronco inicial ya muerto o al hueco vacío que éste ocupó si ya hubiera sido descompuesto.

híbrido

Puede hibridarse con la faya herreña (M. rivas-martinezii), especie endémica de las islas de La Gomera, La Palma y El Hierro (islas Canarias) considerada en peligro cítico de extinción, lo que complica la recuperación de esta especie.


Las plantas masculinas producen a menudo algunas frutas y las hembras pueden llevar algunas inflorescencias masculinas. Parece ser una especie polinizada por el viento, aunque es visitada por el Apis mellifera. Cada año se producen hasta 20.000 semillas por árbol. La fruta está dispersada por aves en su área de distribución nativa, y está dispersa por aves (principalmente especies introducidas), pero también por cerdos salvajes.

Germinación

La germinación de las semillas disminuye de 80% a 10 semanas a 30% después de 78 semanas de almacenamiento en seco, pero se registran como permanentes viables en el suelo durante largos periodos.

El paso de las semillas a través de las aves no tiene ningún efecto sobre la germinación mientras que la propia camada de hojas de la hoja reduce la germinación de la semilla. La germinación ocurre en todos los niveles de luz, pero es más alta bajo 55-63% de sombra. En su distribución nativa, M. faya contribuye poco al banco de semillas de los bosques donde el árbol es un dosel co-dominante.

Distribución

Especie endémica de la región macaronésica, propia de la zona del bosque monteverde, si bien es uno de los componentes, junto con el brezo (Erica arborea) que le da nombre al subtipo de bosque fayal-brezal. Requiere mucha humedad, más que su compañero el brezo.

Se distribuye por la zona norte de las islas, entre los 700 m y 1500 m de altitud, sobre todo en las islas más occidentales. En La Gomera, El Hierro y La Palma existe una especie endémica de estas islas, Myrica rivas martinezii, llamada faya herreña porque es en esa isla donde más abunda. Se encuentra en peligro crítico de extinción y, como se cruza con Myrica faya, complica aún más la recuperación de esta especie, propia de Canarias.

Uso

La madera de la faya se ha utilizado con distintos fines, por ejemplo, para producir estiércol, elaborar utensilios domésticos o como cama para los animales. En La Gomera, concretamente, era el árbol típico del que los aborígenes aprovechaban la madera para realizar las hastías o astias, palo del que se ayudaba el pastor para desplazarse y para luchar o defenderse, lo que en la actualidad se conoce como lucha del garrote.

Requisitos medioambientales

En su distribución nativa, la distribución de M. faya está muy determinada por la lluvia y la temperatura. La escarcha es un factor limitante importante ya que el árbol no ha sido registrado a más de 100 m por encima de la línea de hielo. La precipitación media anual mínima es de unos 500 mm.

En algunos bosques, los goteos de niebla son una fuente significativa de agua y el árbol por lo tanto rara vez se encuentra por encima de la zona de nube de alta humedad. En las islas macaronésicas el rango altitudinal de M. faya es de 400-1500 m, sin embargo, esto puede variar mucho entre islas, con por ejemplo, el límite altitudinal superior es de 600 a 1500 m dependiendo de la isla. La temperatura media anual puede llegar a 22 °C.

M. faya se ha encontrado en 11 tipos de suelo y en suelos de pH 5-6 en bosques de Tenerife, Islas Canarias. Siendo una especie ligera no se regenera bajo su propio dosel, y normalmente la regeneración natural tiene lugar en viejos flujos de lava o en vegetación abierta.

Fuentes