Movimiento de Santa Rita

Movimiento de Santa Rita
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Parte de Guerra de los Diez Años
Batalla de Las Tunas.jpg
Lugar Santa Rita, Las Tunas, Bandera de Cuba Cuba
Beligerantes
Bandera de Cuba Ejército Libertador

Movimiento de Santa Rita Movimiento revolucionario mambí creado a partir de los hechos de Santa Rita en Las Tunas

Descripción de hecho

El 5 de mayo Vicente García acampó en el potrero de Santa Rita. Cinco días después llegó el teniente Angel Banega, quien vino a Las Tunas portando una comunicación del doctor Rafael Pérez Martínez, el coronel Francisco Varona y el teniente coronel Guillermo Cardet, en la cual le notificaban de la insubordinación de las fuerzas tuneras en contra del Gobierno constituido, situación ante la cual opinó que no era posible continuar soportando las arbitrariedades del Ejecutivo dadas todas las circunstancias presentadas, y que había llegado la hora de cambiar el estado de cosas en que se había sumido la revolución.

Al respecto anotó en su Diario de Campaña:

"... dada la actitud del Gobierno y de la Cámara, negados abiertamente a tomar medidas que estuvieran de acuerdo con la opinión del pueblo y la conveniencia de la revolución y nuestras instituciones tan poco adecuadas a la situación del país, las cuales tratan de sostener a todo trance los que componen el Gobierno y la Cámara a pesar de conocer sus defectos..."

El 11 de mayo Vicente García recibió comunicación del Gobierno por un lado y de la Cámara por otro, en las cuales se le ordenaba marchar a Las Villas y se declaraba sin lugar una reclamación que había llevado al Organo Legislativo por abuso de autoridad. Al respecto el general tunero dejó por sentado que esta orden no haría cambiar su resolución de marchar hacia Las Tunas.

Se le presentó a García el día 12 del propio mes una Comisión formada por el general venezolano José Miguel Barreto y el teniente coronel Juan Ramírez, para comunicarle que la noche anterior habían tenido una reunión con los jefes y oficiales del campamento de Santa Rita, con motivo de los pronunciamientos de Las Tunas y la situación en que se encontraba el país, de cuya actividad le dieron a conocer el acta, la cual ratificaba la desobediencia al Gobierno y proclamaban, al igual que los tuneros, a Vicente García general en jefe. Al respecto anotó García en su Diario:

"... Por supuesto que no debo, ni asumiré ese mando sino cuando vea una situación más despejada, a pesar de que mis ideas son las mismas de los que se han levantado y que he trabajado hace tiempo porque se les de un impulso y dirección a una revolución que está latente desde el año setenta y cuatro, porque estoy firmemente convencido de que cambia el orden de las cosas establecido, que tanto nos perjudica en la contienda con el común enemigo, porque todos sabemos que está perdida la esperanza de que la Cámara y el Gobierno resuelvan hacer este cambio..."

Vicente García deseaba hacer una revolución de ideas en el país, la que se albergaba en él hacía mucho tiempo, pero que en su valoración no estaban creadas las condiciones para los cambios que se proponían realizar, calificando el movimiento de Santa Rita prematuro y fuera de oportunidad. Téngase en cuenta que cuando se pronunciaron los tuneros en su región natal, el prócer mambí estaba en Camagüey y él acampado a una legua de Santa Rita, donde ocurrió el pronunciamiento iniciado por José Miguel Barreto y Charles Peissot, este último dirigente de la Comuna de París, a quien Fernando Figueredo había calificado en los siguientes términos: ... era un hombre de talento, enérgico, de ideas avanzadas, ideas que predicaba constante y ardientemente en todos los que rodeaban al general García. Amigo de la República Universal; demagogo que con calor defendía sus irrealizables utopías, sus sueños de socialismo. Se le creía por la generalidad un hombre altamente inconveniente y mucho más junto al general García.

Charles Peissot fue uno de los primeros hombres que habló de Socialismo en Cuba, ideas que eran acogidas por las fuerzas tuneras, que estaban formadas en las utopías de la época.

La revolución de ideas a las que se refiere Vicente García está precisamente en este campo, téngase en cuenta que en Santa Rita estaba proclamándose una República Federal Social Socialista en 1877 y García estaba dispuesto a llevar sus ideas hasta las máximas consecuencias, de ahí sus expresiones a Carlos Roloff, a quien había escrito en mayo de 1877:

"...sin embargo, incansable como siempre en mis ideas, confío en el porvenir, si Dios no dispone de otra cosa, podré bajo mejores auspicios dar cima a las exigencias de la justicia y de mis propias convicciones..."

García no tuvo de inmediato participación directa en el movimiento de Santa Rita; aunque sí estuvo de acuerdo con él. El 13 de mayo sostuvo una entrevista con el coronel Modesto Fonseca y el teniente coronel Juan Ramírez, a los cuales le manifestó su disgusto por el paso tan prematuro e inoportuno que habían dado y los increpó por no haber tenido en cuenta la trascendencia que este movimiento podía traer para el país en las actuales circunstancias. Lo hizo en dicha reunión, algunos cargos por no haberle comunicado a tiempo lo que se proponían. Al respecto anotó en su Diario:

"... podían ocasionar perjuicios incalculables a la patria por las dificultades con que iban a tropezar en su empresa y porque reforzado y operado como estaba el enemigo, aún en el caso que triunfasen no podían organizar, tan pronto como lo exigiesen las circunstancias, un Gobierno que hiciera frente a la situación..."

Más adelante anotó Vicente García, refiriéndose a la participación de José Miguel Barreto y Charles Peissot en la dirección del movimiento:

"... les dije también, que no podía menos, de creer que había cedido a las instigaciones de dos hombres que no podían tener de ninguna manera la responsabilidad que nosotros en los asuntos de Cuba; el uno, el general Barreto, hombre a quien todos conocemos perfectamente y sabemos que no puede vivir sino conspirando y haciendo política... "

El otro el capitán Charles Peissot, que aunque estoy seguro que se interesa y trabaja de buena fe por Cuba y tiene inteligencia, es un hombre de una imaginación inquieta que da a conocer su aficción a la política y que está acostumbrado a trabajar en ella, pero en otros países que nada puede compararse con el nuestro, por lo cual no tiene todavía la suficiente experiencia de nuestra situación y de nuestros asuntos, puede cometer errores perjudiciales a la patria.

Estas ideas de Vicente García son las que no eran bien comprendidas por sus contemporáneos, que además escribieron sus memorias después de la guerra y a la forma de cada testigo presencial, pero ya no estaba Vicente García, razón por la cual le echaron la culpa de los principales problemas de la revolución, responsabilidad de la cual no se exonera totalmente; tuvo parte, como la tuvieron todos los que participaron en la dirección de la Guerra Grande.

Ninguno de los testimoniantes de la guerra ha juzgado su propia conducta en el decursar de la misma. Collazo, por ejemplo, hace ver que los principales manejos del Zanjón estuvieron en manos de Vicente García, todo corrobora lo contrario, su correspondencia, su diario, etc., denotan al patriota tratando de unir a los cubanos para continuar la lucha, si no se logra la independencia. Nadie juzga la forma extraña en que Tomás Estrada Palma se entrevistó con un supuesto obispo yanqui en 1877, entrevista secreta, cuyo resultado nadie conoció y Mr. Pope se marchó cayendo Estrada Palma prisionero poco después de una manera demasiado casual. Ramón Roa pidió autorización a Vicente García el 5 de febrero de 1878 para marchar al extranjero, solicitud que le fue denegada al día siguiente en los términos que relacionamos a continuación:

"... Se ha resuelto aplazar su resolución mientras sea inconveniente que en las actuales circunstancias salgan de nuestro territorio jefes y oficiales de la República..."

En el propio manifiesto de Santa Rita, se declara en su artículo primero que "El Gobierno de la nación cubana, será el sistema republicano democrático social" y en el noveno, se proclamó un presupuesto para todos los que se hacían acreedores a la gratitud nacional, tales como mutilados de guerra, heridos en campaña u otro ciudadano que la mereciera.

Al final aceptó la dirección del movimiento, según sus propias expresiones para evitar siguieran las tropas acéfalas y de este modo encaminar las cosas de la mejor forma posible.

El 13 de julio de 1877 en entrevista con el presidente de la República, Vicente García le hizo varios razonamientos. Entre otros culpó al primer magistrado y a la Cámara por ser ellos los primeros que en Bijagual realizaran la primera escisión política de la revolución al deponer a Céspedes. El 6 de septiembre en conferencia con el general Luis Figueredo abordaron diferentes temas del movimiento de Santa Rita, de cuyo momento anotó García en su Diario:

"... le relaté los acontecimientos de Santa Rita, tales como habían tenido lugar, informándole también que yo no había estado de acuerdo con el movimiento político a pesar de haber sido ocasionado por los mismos principios que yo sustentaba..."

Dada la situación que tenía el país, la Cámara en reunión del primero de octubre de 1877 quitó del mando del Ejército a Tomás Estrada Palma y lo depositó en manos de Máximo Gómez, mando que el dominicano rehusó, hasta tanto no cambiara la situación política del país, haciendo la consiguiente renuncia

Fuente

  • [1]
  • Oficina del Historiador de la Ciudad de Las Tunas
  • Las Tunas: Síntesis Histórica Provincial. Editorial Historia del Instituto de Historia de Cuba. La Habana 2010
  • [2]
  • [3]