Movimiento millerita

Movimiento Millerita
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Movimiento Millerita
FundadorWilliam Miller
Fundación1840-1844
Lugar de fundaciónNueva York, Estados Unidos.
DesapariciónDespués del Gran Chasco del 22 de octubre de 1844.
ActividadesPredicaciones y proclamaciones religiosas. Estudios y expectativas cronológicas sobre las profecías bíblicas.

El Millerismo o Movimiento Millerita: Fue un grupo fundado por William Miller, quien fue un predicador, militar, agricultor, jefe cívico en el este de Nueva York, y Ministro Licenciado de la Iglesia Bautista. Estudiante de la historia y las profecías de la Biblia por más de quince años, quien lo largo de ese período utilizó las Escrituras como su propio intérprete, y esta preparación dio lugar que a partir de sus estudios comenzara a predicar en 1831 el inminente segundo advenimiento de Cristo.

Dicho movimiento basaba sus ideas en diferentes interpretaciones proféticas que resultó en el surgimiento de diversos grupos de seguidores. El mayor de los grupos se volvió conocido como Adventistas del Séptimo Día

Historia

Entre los años 1840-1844 surgió en los Estados Unidos un movimiento multidenominacional llamado millerita, donde Miller jugó un rol muy importante que los historiadores llamaron el Segundo Despertar religioso. De hecho, los milleritas se consideran una continuación del despertar internacional, donde se decía que el Santuario sería purificado con énfasis en la Segunda venida de Cristo o Parusía y en la proclamación de la proximidad del advenimiento que se desarrolló casi simultáneamente en muchos países a principios del siglo XIX. Para 1840, decenas de predicadores por el mundo estaban proclamando el regreso de Jesús sobre la base del estudio de la profecía de Daniel 8:14. Para ese tiempo había predicadores de diversas denominaciones cristianas, blancos, negros, mujeres y hasta niños.

El surgimiento del Movimiento Millerita

En los Estados Unidos, la predicación y los escritos de William Miller despertaron la pasión de miles de personas. Al inicio del movimiento, el tema del pronto regreso de Cristo fue bien aceptado. En cada lugar que iba, surgía un reavivamiento espiritual. Sin embargo, su intención nunca fue fundar una nueva iglesia, sino advertir al mundo acerca del pronto regreso de Cristo para que todos pudiesen ser salvos. El movimiento millerita surgió como una iniciativa profética levantada por Dios para cumplir la profecía de Apocalipsis 10:8-11.

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El mensaje de Miller y sus asociados defendía la siguiente idea: “Así como el primer advenimiento de Jesucristo fue predicho en Daniel 9, su segundo advenimiento es identificado en Daniel 8:14 que afirma: ‘Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificado’ (Daniel 8:14). Ya que la tierra debe ser el ‘santuario’ a ser ‘purificado’, eso va a acontecer por medio del fuego cuando Jesús vuelva. Comenzando en 457 a.C., la profecía de los 2300 días/años de Daniel 8:14 culminará alrededor de 1843-1844. Jesús vendrá otra vez cerca de ese tiempo. Por lo tanto, ¡prepárese para encontrarlo! Su venida será un evento literal y visible que precederá al milenio”. Esa era la esencia del mensaje millerita.

Un gran grupo de cristianos de varias denominaciones y entre ellos pastores, creyeron en las predicaciones de Miller y se unieron a él en la proclamación del pronto regreso de Jesús, dando un fuerte impulso al movimiento millerita. Con el crecimiento del mismo, los milleritas fueron tolerados y los pastores aliados al movimiento tuvieron que elegir entre seguir creyendo en el pronto regreso de Cristo o dejar definitivamente sus ministerios. Los miembros de sus iglesias terminaron siendo expulsados o decidieron dejar las iglesias voluntariamente.

Momento crucial

Cumplimiento de la Profecía

Después de años de estudios y expectativas cronológicas, identificaron que la fecha de la Parusía sería el 22 de octubre de 1844 como el día establecido para el cumplimiento de la profecía. De acuerdo con la conclusión de los milleritas, aquel era el día en que la tierra sería purificada por el retorno de Jesús.

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La profetizada fecha del retorno había llegado. Decenas de millares de cristianos estaban esperando gozosamente y sin aliento el cumplimiento de la profecía prevista. Las multitudes se habían congregado debido a las aseveraciones proféticas de Miller; se juntaron en las colinas, en los prados, en varios lugares de reunión principalmente a lo largo del noreste de los Estados Unidos y aguardaron con paciencia y fervor el día entero hasta la medianoche, esperaban, buscaban con la mirada expectante hacia arriba mientras pasaban las horas desde la luz del día hasta el anochecer.

El 22 de octubre de ese año estaba llegando a su fin. La ansiedad crecía mientras descendía la oscuridad de la noche. Llegó la hora de la medianoche y Cristo todavía no había regresado. Las personas se tornaron desesperadas, las multitudes estaban desanimadas y perplejas y poco a poco empezaron a dispersarse; aun así Jesús no vino, dejándolos profundamente decepcionados. Esperaron hasta que la luz del día 23 de octubre de 1844 llegó, era claro que Cristo no iba a regresar o por lo menos no ese día según se había esperado, por ende, sufrieron una desilusión, al no cumplirse la profecía anunciada por Miller. Dicho suceso pasó a ser conocido como la gran decepción del 22 de octubre de 1844 o El Gran Chasco.

Resultado de una Profecía Fallida

Este fracaso trajo como resultado muchas polémicas entre ellos, dio lugar a que los fieles creyentes milleritas quedaran desorientados, y fueran blanco de burlas y sarcasmos. El movimiento entró en crisis y sufrió el proceso de pérdida de identidad y todos finalmente se enfrentaron con la pregunta: ¿Por qué Jesús no vino?

Un pequeño grupo de los decepcionados volvió a estudiar las escrituras con más intensidad a fin de buscar comprender el evento profético que esperaban y no demoraron mucho para concluir que, aunque la fecha de 22 de octubre de 1844 fuera correcta, el evento estaba errado. Esos creyentes entendieron que el santuario a ser purificado no estaba en la Tierra sino en el Cielo. Jesús había entrado al lugar santísimo del santuario celestial para dar inicio a su obra de juicio. Como Ellen G. White declaró más tarde: “El asunto del santuario fue la clave que aclaró el misterio del Chasco de 1844”. Algún tiempo después, surgieron entre ellos diferentes intentos de explicar lo que había ocurrido. Para la muerte de Miller en 1849, el grupo Millerita estaba fragmentado. La discusión sobre las creencias comenzó a dividir a los milleritas, que alguna vez estuvieron unidos, dando origen así a varios grupos religiosos, los que finalmente causaron la división del movimiento y el surgimiento de por lo menos cuatro grupos más pequeños:

  • Los que directamente dejaron de creer en la segunda venida de Jesús y abandonaron la fe.
  • Los que dieron una interpretación simbólica y espiritualista al acontecimiento, enseñando que Cristo había venido en espíritu y el milenio había comenzado.
  • Los que marcaron nuevas fechas para la segunda venida de Cristo.
  • Los que, aun sin entender por qué Jesús no había vuelto, perseveraron en el estudio de la Biblia y la oración.

Acontecimiento y esperanzas

Los milleritas depositaron sus esperanzas en un acontecimiento, una fecha y fueron amargamente frustrados. Miller fue excluido de la Iglesia Bautista y aun así Intentó fortalecer la fe de los chasqueados y mantuvo la fe en el pronto regreso de Cristo por el resto de su vida. De esa manera El Gran Chasco del 22 de octubre de 1844 se convirtió en un mensaje poderoso, de hecho, fue el punto de crucial importancia para el nacimiento de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Al ser así, proféticamente hablando, el año 1844 no puede ser minimizado u olvidado. Es verdad que Jesús no vino como los milleritas pensaban. Pero, un pequeño grupo de creyentes decepcionados descubrió nueva luz bíblica: la verdad de que Cristo entró en la fase final de su ministerio sumo-sacerdotal en el santuario celestial, después del cual: Él volverá finalmente para redimir a su pueblo.

Véase también

Fuentes

  • Ellen G. White. Mensajes selectos 3, p. 183.
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