Museo de Arte (Gibara)

Museo de Arte
Información sobre la plantilla
Información geográfica
PaísBandera de Cuba Cuba
CiudadHolguín
Información general
Inauguración25 de julio de 1972
TipoInstitución cultural
Información visitantes
DirecciónIndependencia # 19 e/ Luz Caballero y J. Peralta (planta alta), Gibara

Nombre oficial del museo: Museo de Artes Decorativas de Gibara 

Tipología: Arte

Teléfono:  24844687

Contactos de redes sociales: Museo de Artes Decorativas Gibara (Facebook)

Día y hora de visita: Lunes a viernes de 8:00 am a 12:00 pm y de 1:00 pm a 5:00 pm, Sábados de 8:00 am a 12:00 pm.

Información sobre el inmueble:

Gibara se funda en el año 1817, fecha que marca huellas indelebles en su posterior desarrollo económico, social y cultural, gracias al intercambio de diferentes bienes de consumo por su bahía. Precisamente por el puerto y en pro del avance del comercio llegaron europeos, ya sea en busca de fortuna o huyendo de las guerras que estaban ocurriendo  en sus  continentes. Entre  éstos se  encontraban  ingleses, portugueses,  españoles de diferentes provincias: asturianos, santanderinos,  canarios  y otros  lugares. También se asentaron en la Villa bayameses y holguineros, quienes trajeron  con  ellos sus  costumbres, tradiciones, modo de vida en si, hecho que gestó una  población  con un  gran ascendiente del componente hispano.

A partir de la segunda mitad del Siglo XIX se consolida aceleradamente  el  enriquecimiento de la  burguesía dedicada al comercio que favorece el desarrollo de la música, el teatro, la pintura y la construcción de majestuosos edificios.  Al  mismo tiempo la adquisición de diferentes objetos utilitarios y decorativos a tono con  su  posición social, costumbres  y estilos imperantes en la época.

Sala expositiva

El edificio donde está instalado el museo es uno de los más  importante testigo de este contexto histórico. Se construyó en el año 1866 por orden del rico comerciante Atanasio Calderón de la Barca y Vila, natural de Santander. Originalmente la planta baja se utilizó como almacén  de tabaco en rama, frutas, madera, así  como otros artículos  y  en la planta alta, compuesta por dos casas gemelas estaba la  residencia de la familia.   

Años  más  tarde, alrededor  de 1905, el  inmueble es adquirido por  José Homobono Beola y Valenzuela, rico comerciante y principal   accionista de la compañía de  ferrocarriles Gibara-Holguín

En su estilo neoclásico sobresalen por la belleza y dimensiones cuatro medios puntos policromados (los  más grandes de las provincias orientales) los pisos de madera, el trabajo de las barandas de escalera  y el patio interior de la segunda casa elaborado con la técnica de hierro  forjado, la decoración de falsos techos estucados, zócalos de losas  importadas de Europa y mamparas con diferentes diseños que en su conjunto le imprime un sello de singular elegancia y atractivo al edificio, marco ideal para exponer diferentes manifestaciones de las artes decorativas utilizadas en Gibara, desde el último tercio del siglo XIX  hasta las primeras décadas de la siguiente centuria.

El  museo  se inauguró  el  25 de julio del año 1972, luego  de la reparación de  ésta  casa con fachada a la calle Independencia  y catalogación  de más de  dos  mil piezas  recuperadas  en dicha  vivienda y en otras construcciones  civiles y  domésticas  de la localidad, en su mayoría importadas de Francia, Inglaterra y Alemania, así como  muebles  cubanos con influencias de estilos europeos tradicionales.

Descripción de sus salas y colecciones

SALA I VESTÍBULO

Este es el lugar donde se recibe al visitante y se ofrece información sobre características arquitectónicas y objeto social  de la institución, composición de sus colecciones y su relación con el contexto económico y sociocultural de Gibara.

Ubicado en la entrada del edificio y como sala de exposición exhibe dos obras pictóricas de gran formato del  pintor gibareñoJuan Vecino Mayo, una de ellas representa un paisaje europeo del año 1929, la otra un monocromo azul que  muestra paisaje rural de la localidad del año 1942, el puf y el reloj de salón de grandes dimensiones.

La decoración de este espacio llama poderosamente la atención sobre el tamaño y colores de zócalos de azulejos, piso enlosado y falso techo que mantiene su forma original de color rosa y azul, decorado con cintas y guirnaldas que ofrece  armonía y buen gusto, la escalera al segundo piso que lleva a la vivienda familiar elaborada  con  la técnica de  hierro  forjado, peldaños de madera y zócalos con ornamentación de  flores y  tallos, así  como la  imitación  del mármol,  en  el arranque de ésta se ubica la escultura de Venus representada por la esfera, en los descansos las esculturas de parejas de beduinos colocados en pedestal de terracota, al  final se ubica el pomo de escalera de  cristal  dorado que  da  entrada a la saleta donde se encuentra la  bastonera que es la pieza  donde se  colocan  los accesorios y  complementos del vestuario.

SALA  II.

En  el  diseño de esta espaciosa habitación decorada en los primeros años del siglo: XX se aprecian variaciones estilísticas que imperaban en  Europa caracterizada por la variedad de  adornos, zócalos pintados con la intención de  imitar las  vetas del mármol, paredes  de  tonalidad azul y gris donde predominan  en la parte superior elementos  y  motivos florales multicolores, los  cuales combinan  muy  bien con  lámparas  de techo de cristal  y  bronce, vaso decorativo de cristal bohemia y  figuras de porcelana biscuit de origen alemán, complementan el vaso de loza francesa estilo Art nouveau, busto y pedestal de mármol de Carrara.

El mobiliario estilo medallón se utilizó mucho entre las familias de grandes recursos en el país, a partir  de la segunda  mitad del período decimonónico, en  el se  observa  influencias de los estilos francés Luis XV  y Luis  XVI, en  la sala  hay  dos juegos uno de líneas más  sencillas  y el otro  mucho más elaborado, principalmente en su decoración a base  de tallos con motivos naturalistas.

En la alacena diferentes servicios de mesa de distintas nacionalidades, licoreras, copas, vajilla, ensaladeras, porta  copas, bota para vino, dulceras, depósitos y otros.

SALA III. SALÓN PRINCIPAL

La arquitectura y el mobiliario heredados de la colonia reflejan estos gustos de la población, el tamaño de la casa de la  burguesía era apropiada para tener una gran cantidad de muebles, objetos utilitarios y meramente decorativos.

La  sala era el lugar para usar los muebles y objetos decorativos más elaborados y valiosos según gustos, costumbres  y  posición económica de sus dueños, aquí se destaca el  juego de sala estilo perilla pintado de color negro, único con  dicha técnica en la localidad, dieciséis piezas que incluye consola con espejo vertical, de líneas y ángulos rectos, respaldos decorados con pequeños balaustres, acanaladuras, perillas y remates de ejecución sencillas, acompañados por pequeños asientos para descansar los pies (escabel).

Este estilo perilla fue muy prolífero su uso en los siglos XIX y XX, pues sus rasgos armonizan muy bien con  las  construcciones civiles y domésticas de la localidad,  principalmente  las  de  estilo neoclásicos, por eso es el mobiliario  que más abunda en el museo en sus diferentes variantes y tipos.

Engalana distintas  manifestaciones  de las  artes  decorativas expuestas  en  dicha sala  importadas  de Francia, Austria  y Alemania: bastoneras, vasos decorativos, maceteros,  figuras  de hombre y  mujer, además obra  pictórica  de León  Hernández Cáceres que representa el litoral gibareño, apliques, lámpara de techo de cristal, piano de cola de la  firma  francesa Pleyel y el sillón de enamorados exponente único en la provincia que muestra también el carácter y la personalidad histórica de dicha época.  

Complementa el diseño y ambientación de este espacio las puertas de las fachadas, las lucetas rectangulares, la  ornamentación de los vanos de las puertas a base de acanaladuras y cuatro juegos de mamparas de diferentes  diseños, guardianes de la intimidad de la familia, que a pesar del paso de los  años  conserva elementos  originales.

Piezas de alto valor estético componen su colección

SALA IV. DORMITORIO SEÑORITA

En este  juego de cuarto  destinado a una  señorita (por las dimensiones de la cama  y el  resto de los objetos) la ornamentación del  estilo  perillita es más rebuscado, a base  de motivos y  elementos  arquitectónicos, geométricos  y florales, principalmente en los remates  de armario, cama, cómoda, mueble  lavabo, comadritas. Otros de sus  rasgos  son la refinada elaboración de los enchapados de cedro y  majagua, los espejos viselados y el empleo de mármol gris veteado. No sin razón este estilo es llamado neobarroco cubano por la riqueza de la ornamentación.

La  presencia de la mesa costurero, muestra  en su interior  tejidos, bordados  en pañuelos, tapetes, servilletas, destacándose la técnica  de  encaje a  bolillo; acompañados de dos dedales y alfiletero,  evidencia las  labores de aguja como una de las prácticas  tradicionales en la localidad, en la cómoda polvera y campanilla de plata, floreros  de porcelana biscuit, otros objetos utilitarios y decorativos armonizan  en creadora unión con las dimensiones y decoración de las paredes  y  ángulos del  falso techo, donde predominan en los motivos florales de líneas caprichosas  distintas tonalidades del color rosa que también  se manifiesta en  detalles  de lámpara de techo y vaso decorativo de  origen  holandéz. Realza  la  ambientación de esta sala la obra pictórica  “La dama  del armiño”, copia realizada por el maestro de la plástica  Cosme Proenza de un original  de Leonardo Da Vinci, donada por el artista holguinero a las colecciones del museo.

SALA V SALETA

En las casas de época la saleta es el espacio predilecto de la familia, lugar de reposo a determinadas horas del día o  recibir visitas de carácter informal, o escuchar música en dependencia de sus necesidades y hábitos.

El mobiliario estilo perilla le da un toque majestuoso  en esta  sala  espaciosa, el color miel, la decoración en el respaldo  adornado con balaustre y elementos vegetales, el uso de la rejilla ofrece aires de frescura tropical, en la mesa  de centro se destaca el vaso decorativo de origen catalán, estilo art nouveau llamado el torbellino por sus características, catalogado por Martha Arjona como una pieza excepcional para el patrimonio nacional.

Entre la variedad de objetos utilitarios y decorativos de las colecciones del museo, aquí en este espacio se encuentran  pedestales de forma caprichosa y barroca decoración, maceteros, platos decorativos, obras pictóricas, en la vitrina una  vajilla inglesa con paisajes alusivos a la vida de Shakespeare, en alacena  vajilla inglesa,  francesa,  ubicadas en  cinco anaquel, de  puertas con rasgos art nouveau y cristalería color verde y de muselina, ofrece un toque mágico de elegancia la lámpara de techo de cristal y bronce.

SALA VI. SALA DE ESTAR

Costumbres de los siglos XIX y  XX,  en esta  sala representada por estilo  art nouveau  es  el lugar  que  evidencia prácticas cotidianas de la familia, las señoras se reúnen y las más jóvenes desarrollan sus habilidades en tejidos, bordados y costuras.

De dimensiones pequeñas y ubicadas al  lado del  cuarto  de señorita muestra  una  decoración sencilla, ambientada en mobiliario y artes decorativas del estilo que se hace  referencia, pedestal y maceteros de loza  francesa, en  vitrina  se expone servicios para té y café, en paredes se puede disfrutar de la presencia de abanicos dentro de urnas de cristal y cuadro tejido con la técnica de tarlatana, el objeto con mayor valor de atracción es la lámpara de techo de cristal de  Murano con vistosos colores y vaso decorativo  en forma de tronco de árbol con figura femenina de porcelana europea, de finales del siglo XIX.

En las colecciones del museo están presente las cuatro tendencias del  estilo art nouveau en cuanto a las formas, concepción abstracta y estructural,  estilo floral, inspiración en  las plantas, la  concepción  lineal y literalmente  simbólica, la constructiva y la geométrica.

SALA  VII. SALÓN DE LOS VITRALES

La vidriería policromada como elemento arquitectónico más relevante del edificio y de Gibara, el museo tiene el privilegio de poseer los cuatro medio puntos policromados más grandes de las provincias orientales, realza el diseño y ambientación de dicha casa señorial, complementado con la  decoración de los zócalos coronados con motivos y elementos estilo Art Nouveau.

Originalmente este recinto fue el patio  interior de la vivienda y las modificaciones se hicieron en el año 1925 por orden de José Homobono Beola y Valenzuela para convertirlo en salón de las actividades sociales, fiestas y tertulias.

Las dimensiones  de  dicha estancia, sus  columnas, el  piso de mosaico de elementos caprichosos de diferentes  colores, pero  de tonos claros  favorecen  exponer diferentes manifestaciones de las artes  decorativas  principalmente  del siglo  XX,  pedestales de madera  y mármol, esculturas de bronce como afrodita  y venus, beduinos, lámparas de mesa estilo art nouveau, macetero de loza alemana, figura de mujer en posición de baile de porcelana biscuit de origen  francés, platos decorativos, obras pictóricas con paisajes urbanos y marinos de la localidad, el mobiliario estilo perilla entre otros objetos.

De  este  conjunto de piezas resalta el cuadro titulado “La copa del amor”, plano original de un monumento funerario de la localidad, elaborado fundamentalmente con cabellos donde se fusionan el amor, la ficción, la realidad y creencias de la memoria colectiva gibareña.

Singular belleza poseen los objetos que atesoran

SALA VIII. DESPACHO

El despacho es un lugar sin ninguna ornamentación en las paredes de tonalidad marfil, se expone muebles de tipo Thonet ( fue abundante en Gibara  fundamentalmente en la  Sociedad de Instrucción y Recreo), un escritorio con butacas de origen holandés de ornamentación simple y  remates de líneas sinuosas, con algunos expuestos como pipas, cuño, secante, cenicero, reloj de mercurio, figura de marfil  y  un pequeño busto de mármol de carrara, en laterales vaso decorativo estilo art nouveau color azul y flores de color retoño, el cuadro "Bertín" obra de Cosme Proenza de un original de Ingres, litografía y lámpara de techo  de cristal opalina y metal.

SALA  IX.  DORMITORIO

Esta habitación expone diferentes tipos de muebles y artes decorativas, las paredes sin decoración solo  pintada de color marfil ofrece armonía los diferentes estilos del mobiliario.

La cama de bronce y la coqueta estilo art nouveau, la primera dentro  de la tendencia constructiva geométrica, en tanto los  adornos de la segunda básicamente de líneas en forma de látigo de inspiración vegetal, el armario de influencia rococó, uno de los muebles más  interesantes de los fondos museables por la exuberante forma, curbatura y decoración del remate con figuras  de aves, el chiffonier con marquetería y elementos decorativos de bronce  con guirnaldas en las esquinas. Todos de dimensiones acordes entre uno y otro, así como en el espacio.

Realza dicho conjunto un palanganero de madera y mármol con el juego de cristal rosa compuesto por la jofaina, el  aguamanil, taza de noche, jabonera y estuche para cepillo, símbolos nuevamente de los hábitos de la época, no exclusivo de las familias adineradas sino de las más humildes las cuales poseían uno bastante sencillo.

Se muestra un candelabro, porta retrato, estuche para polvo de marfil, joyero de porcelana y lámpara de techo de bronce  y cristal.

La variedad de estilo con piezas de madera, cristal  y bronce de este aposento ofrecen un agradable equilibrio visual entre formas, materiales y decoración.

SALA X. COMEDOR

El comedor similar a otros recintos solía ser claro y ventilado, con vista agradable y suficientes dimensiones con arreglo  al número de personas que habitaban en la casa, así como su posición social. En el diseño de este local del museo se  destaca la combinación de su ornamentación, entre los colores del zócalo de azulejos verdes y color rosa, piso  enlosado, paredes, falso  techo y los  objetos utilitarios decorativos. En  otras viviendas lujosas de Gibara existen evidencias de ésta costumbre respecto a la armonía de la ambientación interior según la función de cada recinto.

El vajillero en la pared fondo de grandes dimensiones, compuesto por tres secciones con puertas de cristal y múltiples  entrepaños con capacidad suficiente para la variedad de servicios de mesa que se usaban, como la vajilla expuesta de porcelana Limoges de finales del siglo XIX, delicadamente decorada con motivos florales y fileteada en  dorado, cada objeto según el alimento, incluso según el momento y comensales invitados (ejemplo banquetes). De éstos hábitos se  desprenden la cantidad y distintos tipos de piezas en cuanto a forma y dimensiones: soperas, tanto individuales como  familiar, lo mismo las ensaladeras, salseras, las fuentes, las jarras, cremeras, platos, tazas, entre  otras. Del mismo  modo en vitrina donde se exhibe varios juegos de cristal francés del siglo XIX, principalmente copas para agua, cerveza, champagne, coñac, licor, vermut, vino, entre otras trabajadas con tallas en algunos casos de líneas caprichosas y otras  con elementos geométricos y naturalistas, el aparador de diseño más  elaborado muestra un conjunto de copas y otro  sevicio de mesa de cristal Baccarat. 

Dentro  de la  diversidad del estilo perilla el vajillero de cedro de diseño sobrio y elegante de principios del  siglo XX, el  aparador con las técnicas de tallas y torneados como aspectos característicos del estilo durante el último tercio del siglo XIX,  así  como las  manijas  y bocallaves  de  bronce en  gavetas y puertas, están  las mesas auxiliares de cedro y  mármol gris veteados y sillas.

Muestran la exquisitez en objetos utilitarios decorativos la ponchera  y el juego de jarras  y vasos de cristal decorados a mano, el  frutero de loza francesa estilo art nouveau que representa al dios Baco, el dios del vino.

SALA XI. COCINA

La cocina en la casa cubana es uno de los recintos más interesantes de referencias de la identidad de una época,  por  encima de las distinciones de cada  región. Suelen ser rectangulares, los  pisos y paredes enlosados  hasta cierta altura con azulejos.  Ella  resume aspecto sobre  la vida doméstica,  la alimentación, vida social, arquitectura y herencia de la cultura española, entre otros componentes.

Regularmente estaba al fondo de la  vivienda,  convenientemente  en algunas partes sobre todo en casas antiguas  servían los platos mediante un torno, si nada más una pared la dividía del comedor. Así fue esta casa separada del resto de las habitaciones por el patio interior (cerrado en 1925).  Además debajo de los cuatro medios puntos había puertas de percianerías a la francesa que fueron suprimidas en la década de 1950, también el torno.

Por estas modificaciones pierde un  tanto la privacidad al  poder verse desde que se  entra a la primera estancia de la  vivienda.

Desde el punto de vista espacial y ornamental la meseta es en  L, con azulejos importados de Holanda, de sobria decoración de motivos floral de color azul, con cinco hornillas, compuesta por una pequeña alacena para guardar el carbón situada en el lateral izquierdo de la propia meseta que favorecía las tareas diarias de la alimentación, o sea la  comodidad, el confort y la higiene, así como la chimenea en forma de campana de grandes dimensiones acorde a las proporciones de este local.

El conjunto de objetos expuestos cubanos e importados del finales del siglo XIX y principios del siglo XX indican de igual  modo las costumbres de la época, plancha de hierro, tenaza para carbón, tetera o samovar, vaso de loza alemana para  cerveza, sopera y fuente para pescado, azucarera, olla arrocera, etc.

Representativos el tinajero considerado por varios estudiosos del mobiliario cubano como una de las piezas más  tradicionales, usados aún en viviendas de algunas regiones del país, consta de una piedra poroza donde se echa el  agua  para filtrarlo,  la  cual cae  lentamente  en la tinaja, es de principio del  siglo XX y la nevera de esta misma época, en la parte alta está  el depósito para el agua, encima del serpentín se colocaban los bloques de hielo para enfriarla, en la parte inferior se colocaba hielo para conservar los alimentos, Gibara en el período 18901940. Aproximadamente tuvo dos plantas de hacer hielo. Se han visto en la localidad tres neveras en casas particulares, seguramente existieron más pero ninguno de estos ejemplares son como el del museo, tanto por las dimensiones como  por su decoración.

Arquitectura y ambientación típica

SALA XII.  DORMITORIO DE MATRIMONIO

La propuesta de este dormitorio de matrimonio, de paredes de tonalidad gris torneado por flores y hojas, unidas por cintas que forman un todo continuo entre la unión de paredes y falso techo se expone un juego de cuarto compuesto por cinco piezas estilo perillita, siendo una de las más atractivas el mueble  lavamanos, como expresión de los hábitos de estos años, cama, armario, mesa de noche y vestidor.

El mueble que en Cuba se conoció popularmente como perilla o de perillita es uno de los de más duración y popularidad en nuestro país. Sus orígenes se remontan al siglo XIX creando, siguiendo  una  corriente del mobiliario europeo, llegan a Cuba una serie de reinterpretaciones de estilos clásicos, como el gótico, el Luis XV,  el  Luis XVI y otros.  Ninguno perdura  tanto como el mueble perillita, cuyo estilo generador es el Luis XIV. En  este estilo se manifiesta la calidad  alcanzada por la ebanistería criolla de finales del  siglo XIX y principios del siglo XX, donde además se observa la adaptación de la influencia de estilos tradicionales europeos al mueble fabricado en la Isla.

En las técnicas de este juego de cuarto sobresalen la marquetería o enchapado (marquetería, embutido en las tablas con pequeñas chapas de madera de varios colores),  la talla y el torneado. En la mesa de noche se expone el aguamanil de loza del siglo XX, de este mismo período o época y material la cuña-pato y tasa de noche. En el vestidor  dos vasos decorativos trabajados con la técnica de cristal cortado, traslucidos; así como un toallero del siglo XIX, lámpara de techo totalmente de bronce con escudos y águilas y en el armario los diferentes textiles.

SALA XIII. CUARTO DE BAÑO

Local espacioso, cuenta con dos accesos, el principal que lo vincula con el resto de la vivienda mediante un pasillo  estrecho logrando la privacidad del mismo y el otro directamente vinculado a  la habitación matrimonial (Sala XII).

Esta posición particulariza su función al punto de mantenerse invariable y traer consigo la construcción de un nuevo  baño entre las dos habitaciones del ala derecha de la casa. Representa un cambio significativo, no solo en las  costumbres de la familia, sino que también responde de manera progresiva a las necesidades particulares para cada  uno de sus miembros y clase social.

El  enchape de las paredes ejecutado con losas de cerámica gris vitrificadas con una altura de acuerdo a la ubicación de los diferentes accesorios para proteger el área expuesta a la humedad y el juego de baño de porcelana inglesa de 1889 (único en el país) decorado con flores de gran belleza, así como la bañera de mármol de grandes dimensiones, se integran y expresan la unidad de la ideología de ese entonces, el  lujo y el confort.  Se ubica también una mesa auxiliar y una cómoda de madera y mármol con amplias gavetas, encima de ésta un aguamanil de hermosa decoración.

SALA  XIV.

Se ubica a continuación del vestíbulo en la planta baja del edificio, es una sala de exposición y funciona también como   almacén, en ella se expone la muestra del mes.

Las piezas utilitarias y decorativas se encuentran en armario, vitrinas, aparador y chifonier dentro y encima de éstos, tales como vajillas, juegos de cubiertos, vasos decorativos, figuras; ya sea de porcelana, cristal, metal plateado, entre  otros.

Por otra parte el mobiliario que se exhibe es  juego de mimbre compuesto por tres piezas, juego de sala estilo República (cinco piezas), juego de comedor estilo Chippendale integrado por doce piezas, mesas de centro y auxiliar y sillas de diferentes estilos.

Lo más interesante de esta sala es la biblioteca con una colección de 330  ejemplares, tales como  La Divina Comedia, edición de 1872, El Ingenioso  Hidalgo  don Quijote  de la Mancha, edición  de  1862 y  1863, y Los Santos  Evangelios, editados  en 1873.

Se distinguen  por  ser parte también de la historia de  Gibara, el panorama histórico de la Villa desde la segunda mitad del  siglo XIX estuvo caracterizado por un  fructífero comercio con varios países europeos y americanos que permitió la  llegada de inmigrantes de diferentes regiones españolas con ansias de hacer fortuna y así sucedió, destacándose las  familias Calderón de la Barca y Vila, primeros dueños de la casa, los  Longorias y los  Rianchos, entre otras.  Sus intereses, posición social y económica estuvieron respaldados por el Viceconsulado de España en Gibara.  Testimonian   éste contexto trescientos dieciséis ejemplares de la legislatura española expuesto en ésta biblioteca coleccionados por el  Vicecónsul y Diputado a las Cortes Javier González Longoria, donados a la  referida institución durante las primeras  décadas del siglo XX,  después del Triunfo de la Revolución pasaron a formar parte de los fondos museables. 

Varias manifestaciones artísticas componen su colección

Lo más interesante y valioso de la biblioteca es la colección de las  Actas Constituyentes de España, impresa paulatinamente en este país  durante el siglo XIX (hasta donde se ha investigado única en Cuba),  exhibidas en un librero de líneas neoclásicas. Formada por las  Actas  de Castilla (data del siglo XVI), Sesiones de la Corte de Madrid, de las Corte de Ballona (1808), Sesiones de las Cortes Generales y Extraordinarias (1810-1813), Sesiones de las Cortes Constituyentes, entre otras. Contienen datos sobre los acontecimientos legales  relacionados con España y algunas de sus colonias. En una de ellas  aparece la aprobación del puerto de Gibara como de tercera clase, también reclamaciones de comerciantes gibareños sobre rebaja de los  aranceles de tabaco y otros datos valiosos sobre Cuba.

Fuentes