Nebulosa Trífida

Nebulosa Trífida
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Vista de la nebulosa Trífida, situada en la Constelación de Sagitario.

La nebulosa Trífida es una joven nube de polvo y gas surcada por regiones oscuras, pero que se ilumina por estrellas muy calientes. Debe su nombre a sus tres líneas oscuras que la dividen en sendas porciones.

Descripción

La nebulosa Trífida, ejemplo de los tipos básicos de nebulosas

La nebulosa Trífida o M20 (nombre que recibe según el Catálogo Messier), es una zona de formación de estrellas que se encuentra en el plano de nuestra galaxia, ilustra de manera ejemplar tres tipos básicos de nebulosas astronómicas: nebulosas de emisión (de color rojo, luz proveniente de los átomos de hidrógeno), nebulosas de reflexión (color azul, de la luz estelar reflejada en el polvo) y nebulosas de absorción (oscuras, donde se ven silueteadas las densas nubes de polvo).

Tiene un brillo aparente de 6.3 magnitudes. La estrella más caliente, en el centro, es una jovencísima gigante azul, de tipo espectral O5 u O6, y sólo unos 300.000 años de antigüedad, lo que convierte a la nebulosa en la más joven región de formación estelar entre todas las conocidas. Ésta es la principal excitatriz de la nebulosa, y es un sistema triple, cuyas componentes tienen magnitudes respectivas de +7.6, +10.7 y +8.7.

La radiación de las estrellas centrales es la causa de la formación de chorros de luz (jets) en las regiones más alejadas del centro. El tamaño de la nebulosa puede compararse a la distancia que media entre nosotros y la estrella Vega. La formación de aspecto filamentoso que apunta hacia la esquina superior izquierda es una consecuencia de los vientos producidos al formarse las nuevas estrellas, en el cercano EGG, siglas inglesas para los Glóbulos Gaseosos en Evaporación, y que juegan con el doble sentido del significado de este término (egg = huevo), pues se trata de una incubadora de estrellas embrionarias. Chorros de materia expulsados por esta intensa actividad se aprecian en las inmediaciones, abandonando la región a muy altas temperaturas (superiores a las que se registran en la superficie de nuestro Sol).

Descubrimiento

El astrónomo francés Guillaume Le Gentil fue quien primero la avistó, pues tuvo forzosamente que observarla cuando descubrió en 1747 la Nebulosa de la Laguna, M8, pero no la describió. Sí lo hizo, el 5 de junio de 1764 Charles Messier, pero sólo observó el pequeño cúmulo de unas 45 estrellas, cerca del centro, sin hacer mención de la nebulosa:

La nebulosa Trífida en la parte superior de La Tetera
Cúmulo de estrellas, un poco por encima de la Eclíptica, entre el arco de Sagitario y el pie derecho de Ofiuco. Revisada el 21 de marzo de 1781.
Charles Messier

Fue William Herschel (el descubridor de Urano) quien anotó las bandas oscuras, diferenciando y catalogando cuatro objetos distintos dentro de la nebulosa. Su hijo John la bautizó como Trífida en sus observaciones desde el Cabo de Buena Esperanza.

Localización

La nebulosa Trífida se encuentra a unos 8º al norte de Gamma Sagitarii (el pico de La Tetera), llamada Nasl, y muy cerca de la más brillante Nebulosa de la Laguna (M8). No hay acuerdo respecto a la distancia que nos separa de M20, oscilando las fuentes consultadas entre 2.200 y 7.600 años-luz, aunque muchos aceptan la cifra de 5.000 años-luz como la más probable de nosotros en dirección a la constelación de Sagitario.

Visualización

Para poder ver la nebulosa son necesarios cielos muy oscuros y suficiente abertura para poder discernir las bandas oscuras, aunque en fotografías de larga exposición se logrará con menos dificultad. Usando unos binoculares de mediana potencia, aparece como una mancha circular nubosa, pero sin más detalles. Con telescopios de 5 pulgadas en adelante, ya pueden apreciarse las distintas luminosidades que ofrece, y es con aparatos de 8 pulgadas cuando empieza a verse con mucho más detalle. Como su declinación no es excesivamente austral (-23º), M20 puede verse desde la mayor parte de las zonas habitadas de nuestro planeta. No aparece en latitudes más allá de +67º, así es que en algunas regiones de Canadá y Norte de Europa nunca supera la línea del horizonte. Desde Estados Unidos y Europa Central se ve muy baja, y en cambio en el Hemisferio Sur aparece sin problemas, alcanzando el cénit ya en el Trópico de Capricornio. A partir de -67º es circumpolar sur, lo que quiere decir que nunca se esconde bajo el horizonte. Los mejores meses para su contemplación al anochecer son entre junio y octubre.

Fuentes