Olivenza

Olivenza
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IdiomaEspañol
RegiónBadajoz

Olivenza. Uno de los pueblos más destacados y bonitos de España, se destaca entre otras cosas por sus murallas, ya que es uno de los conjuntos históricos con más extensiones amuralladas de la península.

Historia

Fundada por los Templarios, a las órdenes del rey de León, Alfonso IX, tras la toma de Badajoz, la primavera del año 1230, sus primeros pasos tuvieron lugar bajo soberanía castellano-leonesa a mediados del siglo XIII.

Para recompensar la participación que los Templarios a su servicio tuvieron en esa campaña, Alfonso IX les concedió los enclaves de Burgillos y Alconchel. Desde ese punto la Orden creó la encomienda de Oliventia, erigiendo un templo a Santa María y levantando un castillo. Alfonso X el Sabio desalojó a los Templarios de aquella valiosa posición en la frontera y entregó el lugar al Concejo y Obispado de Badajoz. Fernando IV de Castilla, heredero al trono, menor de edad, en 1297, por el Tratado de Alcañices, cedería Olivenza a Portugal, cuyo rey, Don Dinís, da forma al primer recinto amurallado e impulsa la llegada de nuevos pobladores. Sus sucesores reforzaron con diversas medidas la posición estratégica de Olivenza, cocediendo privilegios y regalías al vecindario y realizando importantes obras defensivas. En 1488 Don João II concede a Olivenza el privilegio de elegir un procurador en las Cortes Reales y hace obras de mejora en la impresionante Torre del Homenaje en el recinto del Castillo. Un reinado decisivo para Olivenza tuvo que ser el de Don Manuel I el Afortunado, a juzgar por las múltiples construcciones que se realizaron en su época, como la iglesia de la Magdalena, la portada del Palacio Municipal, el Puente Ajuda, soberbio puente fortificado sobre el Guadiana, con 19 arcos y 450 m de tablero.

Del reinado de D. Manuel datan tambíén otras notables construcciones como la Santa Casa de la Misericordia. Don Manuel otorgó a Olivenza una Carta Foral y los títulos de MUY NOBLE Y NOTABLE. Tras el esplendor del siglo XVI, Olivenza se verá envuelta de forma muy directa en la Guerra de Restauración (1640) siendo conquistada en 1657 por el Duque de San Germán y devuelta a Portugal al firmarse las Paces de Lisboa (1668). De este período data el diseño de sus fortificaciones abaluartadas, cuya construcción se dilataría durante la siguiente centuria. El siglo XVIII se inicia con un nuevo conflicto bélico -la Guerra de Sucesión española-, en cuyo transcurso es destruido el Puente de Ajuda (1709). La posición de Olivenza se torna así especialmente vulnerable, rindiéndose sin resistencia a las tropas españolas que la cercan en 1801 -Guerra de las Naranjas-. Por el tratado de Badajoz de 6 de junio, Manuel Godoy la incorpora formalmente a la soberanía española. Olivenza es en la actualidad una ciudad plenamente española por el sentir de sus habitantes, pero sin renunciar a la tradición lusa. Con respeto y cariño, todos los monumentos del pasado portugués -tesoro artístico recibido en herencia por los oliventinos- han sido recuperados y restaurados gracias a la iniciativa municipal. Olivenza, así, es hoy símbolo de convivencia y diálogo de culturas, ciudad abierta al futuro que no renuncia a un pasado que singulariza. Cabecera de una importante comarca, ofrece sus servicios educativos, sanitarios, deportivos, culturales y administrativos a los pueblos y aldeas cercanas, proyectándose con personalidad propia en el conjunto regional como la mejor embajadora de Portugal en Extremadura.

A la caída del Antiguo Régimen la localidad se constituye en municipio constitucional en la región de Extremadura. Desde 1834 es cabecera y sede del Partido judicial de Olivenza. En el censo de 1842 contaba con 1686 hogares y 6291 vecinos.

A mediados del siglo XIX, disminuye el término del municipio porque independiza a Táliga y también a San Jorge de Alor. A finales del siglo XIX crece el término del municipio porque incorpora de nuevo a San Jorge de Alor.

HISTORIA CIVIL. Algunos creen ser Olivenza pobl. muy ant., pero sin documentos que lo acrediten, y siendo muy modernas las referencias históricas que en ellas aparecen. El rey D. Fernando de Castilla la dio a su hermana Doña Beatriz el año 1298, en que se desposo esta infanta con el infante D. Alonso de Portugal, hijo del rey D. Dionisio. Este rey hizo edificar su castillo el año 1306. En la guerra que siguió a la revolución de Portugal de 1640, fue plaza de mucha importancia. Los portugueses construyeron varios fuertes próximos a ella. El marqués de Leganés quiso tomarla por sorpresa en 1648, mas no lo consiguió. En 1649 lograron las armas castellanas destruir, sin dificultad, todas las fortalezas de sus inmediaciones, y aun las exteriores de esta plaza. El duque de San Germán determinó abrir la campaña de 1057 con el sitio de Olivenza. D. Juan de Silva, que descubrió sus intentos, corrió a prevenir lo mejor posible la plaza. Acababa de abastecerla de víveres y municiones, cuando empezaron a entrar los castellanos en la llanura donde está sit. la c. y se volvió a Jurumeña. Las fortificaciones exteriores, como los fosos y el camino cubierto, se hallaban en mal estado por no haberse podido aun reparar.

El gobernador D. Manuel Saldaña era hombre de valor y animado de los mejores sentimientos, por la defensa de su patria. Tenía a sus órdenes una guarnición de 4,000 infantes y 100 caballos, y dos ingenieros. El ejército castellano acampó ante sus muros a mediados de abril y emprendió las obras del sitio. El conde de San Lorenzo hizo por salvar la plaza cuanto halló en armonía con las órdenes de su reina, que le prohibían exponerse á las contingencias de una acción general. Los sitiadores en número de 10,000 infantes y 4,000 caballos, estrecharon fuertemente la plaza. El gobernador avisó al mencionado conde que se le acababan las municiones, y que sin un pronto socorro, le seria forzoso rendirse. El conde lo avisó a la corte. Entre tanto, la plaza no recibiendo contestación favorable, y apurados sus recursos, pidió capitulación. Arreglada está, se envió a la aprobación de la reina, quien la desechó y dispuso que el conde de San Lorenzo hiciese todos los esfuerzos para salvar la plaza. En vista de esta determinación, Saldaña convocó a los oficiales, a los magistrados y a los principales dé la c. para comunicárseles, deseoso de observarla; pero la junta resolvió que no debia exponerse la pobl. al asalto, que necesariamente se habia de dar muy pronto, si no se observaba lo capitulado. En consecuencia dé esto, la plaza se entregó a los castellanos el 30 de mayo.

La guarnición salió con todos los honores de la guerra, y la mayor parte de los hab. se fueron a otros pueblos, no queriendo vivir sujetos a Castilla, por más que se les ofreciera la conservación de sus bienes y privilegios. La reina premió la fidelidad de los oliventinos recompensándoles sus pérdidas, y estableciéndolos en las diversas v. y c. de la prov. deAlentejo. La pérdida de esta plaza, causó una consternación general en aquel reino. Saldaña y los principales oficiales de la guarnición, fueron presos, y el primero desterrado a las Indias para siempre. En 1668 la devolvió a los portugueses el tratado de Lisboa, y la poseyeron hasta 1801 en que les fue nuevamente ganada. Por el art. 105 del congreso de Viena, ofrecieron las potencias mediar con la corte de Madrid para el cambio de esta plaza; pero no ha tenido efecto, porque esta corte consideró inadmisibles las proposiciones de la de Lisboa.

Ubicación

Situada al S. O. de Badajoz y a una distancia de 24 Km de la capital, junto al cruce de las carreteras C-436, Badajoz-Villanueva, y C-423, Olivenza-Don Benito, se asienta esta ciudad en medio de un paisaje de encinas y olivares.

La economía de la zona se basa principalmente en cultivos de secano y, en menor proporción, de regadío. Hay industrias textiles, cárnicas, de carbón y plásticas.

Perteneciente a la comarca de los Llanos de Olivenza —de la cual es capital, y cabecera de su partido judicial—, limita con los municipios españoles de Badajoz, Valverde de Leganés, Barcarrota, Higuera de Vargas, Alconchel y Táliga, y con los municipios portugueses de Alandroal y Elvas.


Monumentos

Tiene un fabuloso museo etnográfico situado en el castillo medieval. Iglesia de Valdecebadar, no visitable, (arquitectura de época visigoda) palnta de cruz griga con iconostasio, situada muy cerca de la frontera, excavada en 1968 por Thilo Ulbert, tiene planta de cruz griega con el ábside ultrasemicircular tanto al interior como al exterior, rasgo peculiar que permite relacionarla con iglesias como Marialba, Cabeza de Griego y la pequeña iglesia de Martiriel del teatro romano de Tarraco, en un principio hizo pensar a Thilo que era la iglesia visigoda más antigua de España por sus caracteristicas, se trata pues de un monumento de primer orden que los oliventinos debemos exponer por su solera y antigüedad antes que ninguno, sin que por ello se desmerezca el resto. Fortificaciones abaluartadas Puerta del Calvario. Convento de Clarisas o San Juan de Dios.


Fiestas

  • CABALGATA DE REYES MAGOS (5 de enero). Participan mas de 10 carrozas alegóricas a la Epifanía. El desfile se cierra con una representación pública.
  • CARNAVALES. Además de la espontánea animación popular, se celebran concursos oficiales de charangas y disfraces para niños y adultos.
  • SEMANA SANTA. Aunque el esplendor de los desfiles procesionales de la Semana Santa oliventina acusa influencias de la tradición andaluza, la herencia portuguesa se manifiesta también en la celebración del Domingo de Pasos - una semana antes del Domingo de Ramos - y en el Santo Entierro de la Hermandad de la Misericordia, la llamada "procesión de las banderas".
  • LA MAYA (mayo). Fiesta de la primavera. El corro baila alrededor de una niña vestida de blanco adornada con flores campestres.
  • MUÑECAS DE SAN JUAN (23 de junio). Los vecinos exhiben a la puerta de casas y bares peleles alegóricos. La barriada del Sagrado Corazón celebra sus fiestas.
  • FERIAS Y FIESTAS DE SANTA MARÍA (12 al 15 de agosto). Ferias y fiestas de Santa María. Conciertos, exposiciones diversas, festivales de folklore y flamenco. Pasacalles, encierros, corridas, etc...
  • SANTA LUCÍA (22 de diciembre). En el atrio de la Magdalena, después de la misa se canta y baila alrededor de una hoguera.

Como LLegar a Olivenza

– En coche Por carretera desde Madrid, hay que coger la E-90 hasta Badajoz y a continuación la EX-107.

– En transporte público Existe una línea de autobuses desde Badajoz pero no tiene mucha frecuencia.

Que ver en Olivenza

La mejor forma de visitar Olivenza es caminando a través de sus calles de fachadas blancas, donde los azulejos y las murallas son los protagonistas.

  • Alcázar y Torre del Homenaje

Cuándo en 1297 se integra en Portugal, Olivenza gana una gran relevancia por su posición fronteriza y, sobre todo, por estar en la margen derecha del Guadiana, pues hay que recordar que el resto de Portugal está en la margen izquierda. Era como tener un pie metido en Castilla y muy próximo a otras dos plazas fuertes importantes, una castellana, Badajoz, y otra portuguesa, la también cercana Elvas, ciudad conocida como La llave de Portugal, ya que si era conquistada, fácilmente se llegaba a Lisboa. Alfonso IV construye el Alcázar, y en la intersección, la Torre del Homenaje, la más alta de toda la frontera hispano-portuguesa. Está torre, que es realmente alta, tiene una razón física, y es que al estar ubicada Olivenza en una planicie, lo que la geografía no ayuda había que compensarlo con la arquitectura.

  • Murallas de Olivenza

El rey Don Dinis se encarga de poblar Olivenza con portugueses venidos de todo el reino, y construye las primeras murallas que tenían forma cuadrada con cuatro puertas, una en cada lado, a partir de las cuales de desarrolla la ciudad. Olivenza llegó a tener varias murallas, y la línea de fachadas que rodea el Alcázar es el perímetro que ocupaba la primera de todas. La segunda muralla desapareció con el tiempo, pero quedó la huella en la trama urbana, de tal manera que se puede ver perfectamente el óvalo que ocupaban. Posteriormente hubo otra del siglo XVI, y luego la última abaluartada que es la que más perímetro tiene de todas, y pasa en torno al convento.

  • Museo Etnográfico González Santana en Olivenza

Ubicado en un antiguo edificio militar, el museo Etnográfico de Olivenza es uno de los más grandes e importantes del país. Es una representación de los usos y costumbres de la Olivenza antigua, de cómo era el mundo a finales del siglo XIX hasta casi mediados del siglo XX. En este museo se puede ver la evolución de las costumbres y los hábitos de vida, los cuales chocan con la evolución tan grande durante las últimas tres décadas con cambios tecnológicos, sociales, económicos tan profundos. En el museo que se encuentra dentro del Alcázar se pueden ver varias salas con los distintos utensilios que usaban los diferentes gremios de artesanos.

  • Convento San Juan de Dios

El Convento de San Juan de Dios se construye a caballo entre el siglo XVI y el siglo XVII, y el edificio ha tenido muchos usos a lo largo de la historia. Cuentan que había una noble oliventina que se llamaba Leonor, la cual decidió donar toda la fortuna que tenía a su fallecimiento para crear este convento, el cual en un principio albergó a las monjas clarisas.

  • Arte Manuelino de Olivenza

El arte manuelino se desarrolló con amplitud en Portugal, y es muy difícil de encontrar en España, pero en Olivenza es posible. Sobre todo en las dos iglesias de la ciudad, que es donde se pueden ver mas azulejos de este estilo. Es muy habitual pensar que para ver esta azulejería clásica con los tonos blancos y azules es necesario viajar hasta Lisboa u Oporto, pero en esta localidad extremeña la muestra es bastante interesante.

  • Iglesia de Santa María de la Magdalena en Olivenza

Quizás el mejor exponente del arte manuelino portugués en Olivenza es la iglesia de Santa María de la Magdalena, del siglo XVI. Dicho estilo manuelino se ve en su exterior en la mezcla de la arquitectura de gótico tardío con las decoraciones naturalistas con elementos marineros. Y en su interior, en sus grandes columnas torneadas que se asemejan a sogas, así como en los azulejos historiados.

Gastronomía

Por último, no podemos dejar de hacer una pequeña referencia a la gastronomía de la zona, influenciada por la cercanía del Alentejo portugués. Nosotros pudimos probar un plato llamado caraballa, que es un guiso de alubias portuguesas. Y cómo no, la técula mécula, ese dulce típico de origen árabe y que recuerda al mazapán.

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