Once minutos

Once minutos
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Autor(a)(es)(as)Paulo Coelho
Editorial:Planeta
GéneroNarrativa
Primera edición2003
PaísBandera de Brasil Brasil

Once minutos. (2003) El escritor brasileno Paulo Coelho, centra la acción en las experiencias en el sexo y el amor protagonizadas por Maria, una joven brasileña que se prostituye en la ciudad Suiza de Ginebra. María es de un pueblo al norte de Brasil. Todavía adolescente, viaja a Río de Janeiro, dónde conoce a un empresario que le ofrece un buen trabajo en Ginebra. Allí, Maria sueña con encontrar fama y fortuna pero acabará ejerciendo la prostitución. El aprendizaje que extraerá de sus duras experiencias modificará para siempre su actitud ante sí misma y ante la vida. Once minutos es una novela que explora la naturaleza del sexo y del amor, la intensa y difícil relación entre cuerpo y alma, y cómo alcanzar la perfecta unión entre ambas. Once minutos ofrece al lector una experiencia inigualable de lectura y reflexión .

Sinopsis

Maria, una joven del interior de Brasil, que aparentemente se entero demasiado joven de los dolores y el desamor que trae la vida. Ella desea vivir nuevas experiencias, aventurarse, pues a pesar de haber perdido de cierta manera la esperanza en el amor, sigue siendo romántica. Un día se le presenta la oportunidad de viajar a Río de Janeiro, donde conoce a un Suizo que le ofrece (trabajo, fama, fortuna) a lo que ella, pensando que era su oportunidad de lanzarse en la aventura, acepta.

En Suiza descubre que las cosas no son tan buenas, y tiene que trabajar como bailarina en una especie de cabaret, el sueldo no se acercaba en lo mas mínimo a lo planteado al principio. Un día en que falto a su labor, fue despedida y se vio obligada a convertirse en prostituta. Comenzó a trabajar en “la Rue Berne” un barrio de la prostitución.

Así entro al “Copacabana” la discoteca más valorada del la “Rue Berne”, donde rápidamente se hizo su propio prestigio entre los clientes y con el dueño del local, un hombre muy sabio y muy reservado. Milán.

Ella comenzó a reunir dinero y a hacer planes, de regresar a casa, triunfante, comprar una hacienda y llevar a sus padres a una vejez tranquila( solo trabajaría un año) Gracias a sus proyectos y a la búsqueda de conocimiento, conoció a una bibliotecaria, que durante ese tiempo fue siempre su única amiga, por quien tuvo un gran aprecio, y a quien, indirectamente, ayudo a descubrir cosas sobre su sexualidad de las que no tenia idea.

Paso el tiempo y conoció a Ralf Hart, un pintor, con el que tuvo una conexión inmediata. Ellos dos emprendieron una relación del alma, un conocimiento mutuo, mas allá de lo que Maria esperaba jamás en su vida, donde la esperanza en el amor estaba perdida. También conoció la verdad sobre los hombres, que solo desean ser escuchados y buscan el sexo desesperadamente, obligados por la sociedad como deber. Conoció a miles de hombres y miles de rostros humanos. Conoció y dio nombre a lo que son los Once minutos, lo que duraban sus relaciones, los minutos que esos hombres mas deseaban en sus largos y tediosos días, aparentando, cumpliendo en sus casas, cumpliendo en sus trabajos..

Conoció el dolor y el placer y como ellos se relacionaban, primero mediante un cliente, que le enseño el sadomasoquismo, y después mediante Ralf, que le enseño el dolor del castigo físico, pero no el sexual, sino el que lleva a superarlo todo, a la paz interior. Gracias a Ralf pudo llegar al orgasmo, cosa que jamás había conseguido, y por lo que se había torturado pensando en que era la única.

Llegó el día de dejarlo todo, de volver a Brasil, de cumplir su sueño, de comprar la hacienda. Así que se marcho, sin mas, dejando a Ralf atrás, pero sin embargo con el deseo oculto de que, como en las películas, él apareciese tras de ella.

Pero eso no ocurrió, ella llegó al aeropuerto, se subió al avión, y el no apareció. Mientras esperaba en un trasbordo en Paris, de pronto una voz familiar le habló, y ella lo sintió tras de sí.

Allí Ralf le dijo, que no tuviera miedo de que el sueño terminara, que podían intentarlo, y podían intentar saber, que era lo que venia después de las películas, cuando en pantalla aparecía; FIN.

Personajes

  • Maria: una chica del interior de Brasil, inteligente y hermosa, que supo utilizar siempre su belleza para dominar a los hombres, a quienes ella veía como una amenaza, seres de quienes jamás obtendría lo que ella deseaba: amor, estabilidad, matrimonio, casa en la playa, hijos famosos, vejez pacifica.

Ella deseaba y creía en la búsqueda de la felicidad, de la aventura, y por ello acepto el irse a Suiza con este hombre que no conocía. Maria poseía una enorme fuerza de voluntad y de auto superación y esto fue lo que la salvo de caer en lo más oscuro del trabajo que escogió, o que como ella pensaba, la vida le había escogido.

  • Ralf: Era un pintor, bastante guapo pero desaliñado. Era una persona que lo tenia todo, pero que en el fondo estaba vacía, buscando algo que lo llenase y le diera felicidad.

Era un hombre sabio y pudo enseñarle muchas cosas a María, cosas que la ayudaron muchísimo y que la acercaron a él en aquel conocimiento mutuo que era su relación.

  • Heidi: La bibliotecaria que Maria solía visitar buscando libro

sobre una serie de cosas de las que quería informarse. Se volvió en la única amiga que tuvo ella en Ginebra. Una mujer que aparentaba ser recatada, conservadora y no hablar mucho sobre su vida. Pero después de que Maria le pidió unos libros sobre sexo, y ella comenzó a ojearlos, descubrió muchas cosas de su vida que jamás había comprendido. Comprendió que no era la única que no tenía orgasmos, que no era la única mujer insatisfecha, comprendió así lo mal que había salido su matrimonio. Y si, después de mucho tiempo recordó que era una mujer, que a pesar de siempre comportarse como una persona ejemplar, había sido infiel, había fallado, había sucumbido ante la búsqueda del placer.

  • Milán: El dueño del “Copacabana”. Era como un padre responsable de todas las mujeres que allí trabajaban. Las defendía de clientes inadecuados y las reprendía cuando cometían errores. Era un hombre muy respetable y conocido, a pesar de ser dueño de un “burdel”. Y siempre advertía a sus chicas, que jamás lo avergonzaran ni hicieran un escándalo que lo pudiera llevar a tener problemas con su familia, pues para Milán ellos eran los más importantes.

Fuentes