Ordoño IV de León

Ordoño IV
Información sobre la plantilla
Rey de León
Ordono IV of Leon.jpg
Reinado 958 - 959
Nacimiento 925
Navarra
Fallecimiento 962
Córdoba
Entierro Panteón de Reyes de San Isidoro de León
Predecesor Sancho I
Sucesor Sancho I
Cónyuge/s Urraca Fernández
Descendencia García
Dinastía Astur Leonesa
Padre Alfonso IV el Monje
Madre Oneca Sánchez

Escudo de Ordoño IV de León


Ordoño IV de León. Hijo de Alfonso IV y sobrino de Ramiro II. Nacido probablemente en Navarra en el año 925 y muerto en Córdoba en el año 962. Octavo rey de León desde marzo del año 958 hasta marzo del año 959, apodado el Malo. Fue elegido rey , por los nobles leoneses que expulsaron del trono a su primo Sancho I en medio de graves luchas civiles,Tras su efímero reinado, se vio obligado a refugiarse en la corte de al-Hakam II

Biografía

Niñez y juventud

Único hijo del rey de León Alfonso IV el Monje y de su esposa , la princesa navarra Oneca Sánchez, en opinión de algunos investigadores Ordoño nació en los primeros días del año 925 en Navarra, puesto que Alfonso Ordoñez y Oneca abandonaron la corte de León tras la llegada al poder de Fruela II y tras permanecer algún tiempo en Galicia, solicitaron la protección del monarca navarro, el cual no tuvo inconveniente en colaborar con el futuro Alfonso IV en la guerra civil que enfrentó a los hijos de Ordoño II con los del citado Fruela II.

Atendiendo a esta hipótesis, se afirma que el primer año de la vida de Ordoño transcurrió en Navarra, alejado de los peligros que implicaba la guerra. Tras la llegada de Alfonso IV al poder, en febrero del año 926, Ordoño se instaló junto a su familia en León, aunque no es posible determinar cual fue su papel en la Corte de su padre, puesto que su firma no ha quedado registrada en los escasos documentos que se emitieron desde la Cancillería Real.

Debido a su corta edad se desconoce la reacción de Ordoño ante los sucesos acaecidos tras la muerte de su madre, en el año 931, aunque la perdida de ésta debió ser un duro golpe para él, no hay datos que permitan conocer los sentimientos hacia su padre, el cual tras abdicar e ingresar en un convento, decidió recuperar su autoridad enfrentándose al nuevo monarca, Ramiro II. No obstante, Ordoño se vio obligado a permanecer alejado de las actividades que se desarrollaron en la corte de su tío, sobre todo tras producirse la muerte de su padre sin haber llegado a reconciliarse con el monarca.

El momento de Ordoño llega tras la proclamación de Sancho I, que no contaba con el apoyo de los nobles de León, ni del conde de Castilla, Fernán González el cual muy pronto decidió explotar la precaria situación del nuevo monarca en su propio beneficio. De este modo el conde castellano decidió conceder la mano de su hija Urraca, la viuda de Ordoño III, al hijo del rey Monje, en el año 957, ya que éste era el único capaz de cuestionar la legitimidad del gobierno de Sancho I y debido a su inexperiencia en el manejo de los asuntos de gobierno, parecía fácil de manejar.

Ordoño, entonces se beneficia del tremendo descontento que se apoderó de los nobles del reino, tras constatar que la extrema obesidad de Sancho I le impedía hacerse cargo de la defensa de sus posesiones, sobre todo tras la victoriosa expedición musulmana del verano del año 957.

Finalmente la llegada de las tropas de Ordoño a tierras gallegas obligó a Sancho I a huir a Navarra, por lo que el camino quedó libre de obstáculos y éste pudo ocupar el trono, según indican algunos cronistas, tras celebrarse una asamblea en la que participaron además de Fernán González, los principales magnates del reino.

Ordoño IV de León

Reinado

Casi no se sabe nada de su mandato, ya que fue muy breve. Según el historiador Manuel Carriedo Tejedo: Nunca pretendió la corona en la que fue colocado por las intrigas y manejos del que luego sería su suegro, el conde Fernán González .

Ordoño IV fue aceptado por los nobles leoneses más que por sus cualidades por el tremendo descontento que provocaba la figura de Sancho I. Los numerosos contactos del conde castellano en territorio gallego fueron cruciales a la hora de entender la reacción favorable de éstos hacia el nuevo monarca.

A pesar de sus victorias y de contar con el apoyo de castellanos y gallegos, Ordoño IV no se sintió seguro desde su llegada al poder, pues siempre estuvo próximo a su ejército y aun, a pesar de estas precauciones, muy pronto dió sobradas pruebas de su incapacidad para el manejo de los asuntos de Estado, y sobre todo, su evidente falta de tacto que ofendió a los nobles del reino, que poco a poco fueron abandonando su causa.

La soledad de Ordoño IV se puso de manifiesto en marzo del año 959, tras recibir la noticia de la llegada de Sancho I a Sahagún al frente de un importante contingente de tropas musulmanas, puesto que no contaba con efectivos suficientes para oponerse a las tropas de su adversario. Además en esta ocasión, tampoco podía pedir ayuda a su protector, ya que Fernán González estaba siendo atacado por un poderoso ejército que había sido reclutado en Navarra.

Estas circunstancias obligaron a Ordoño a huir a Asturias junto a su esposa y sus dos hijos, Su proceder mereció del cronista Don Pelayo el calificativo de malum, que después pasó a la posteridad.

Poco después, instalado Sancho I nuevamente en el trono, Ordoño se vio obligado a abandonar Asturias, ya que su causa no despertó ningún interés entre los habitantes de la zona. Se refugia junto a su familia en Burgos, donde esperaba contar con el apoyo de los castellanos, los cuales desmoralizados también, le dieron la espalda y le obligaron a abandonar el territorio, partiendo con una reducida escolta a tierras cordobesas, donde fue recibido por los colaboradores de al-Hakam II.

Desesperado, Ordoño IV decidió solicitar la colaboración del califa para recuperar su autoridad, pero a pesar de que obtuvo una respuesta favorable del sucesor de Abd al-Rahman III el cordobés solo utilizó las aspiraciones de éste para presionar a Sancho I, el cual se mostraba reacio a la hora de entregar las plazas fronterizas que había prometido al anterior califa a cambio de su ayuda. De este modo, profundamente humillado y herido en su amor propio Ordoño se vio obligado a renunciar a sus planes, una vez que quedó sellada la paz entre Sancho I y al-Hakam II.

Matrimonio

Contrajo matrimonio alrededor del año 958 con Urraca Fernández viuda del rey Ordoño III de León e hija del conde Fernán González de Castilla y Sancha Sánchez . Según la Crónica de Sampiro nacieron dos hijos de dicho matrimonio uno de los cuales, llamado García, fue entregado como rehén por su padre al califa Alhakén II cuando viaja a Córdoba a firmar un tratado de amistad.

Muerte y sepultura

Los últimos meses de la vida de Ordoño IV permanecen en la más absoluta oscuridad, ya los cronistas no le prestaron ninguna atención.Se ignora si estuvo acompañado en el exilio por alguno de sus hijos, aunque es posible que García permaneciera a su lado; al igual se ignora la fecha exacta de su muerte, aunque es probable que falleciera, por causas naturales, alrededor del año 962. Tras su muerte sus restos fueron llevados a León , donde recibió sepultura en el Panteón de Reyes de San Isidoro de León

Fuentes