Orestes Gutiérrez Escalona

Orestes Gutiérrez Escalona
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Orestes Gutiérrez JC Mzllo 4.JPG
Orestico a los seis años, dos meses antes de ser asesinado.
NombreGutiérrez Escalona, Orestes Antonio
Nacimiento17 de enero de 1952
caserío Vista Alegre,
barriada de Cayo Espino,
posiblemente cerca del
reparto Caymarí,
municipio de Manzanillo,
provincia de Oriente
(actualmente en la
provincia de Granma),
República de Cuba Bandera de Cuba
Fallecimiento10 de abril de 1958
caserío Vista Alegre,
barriada de Cayo Espino,
municipio de Manzanillo,
provincia de Oriente,
República de Cuba Bandera de Cuba
Causa de la muerteherida de bala
Nacionalidadcubana
Otros nombresOrestico, Pimpi
Ciudadaníacubana
Conocido porel primer niño mártir de la Revolución cubana

Orestes Gutiérrez Escalona (Manzanillo, 17 de enero de 1952 - Manzanillo, 10 de abril de 1958) fue un niño mártir de la Revolución cubana.

Síntesis biográfica

En el contexto histórico del inicio de la lucha armada y muy próximo a las estribaciones de la Sierra Maestra, en la barriada campesina de Vista Alegre, situada en Cayo Espino, cerca del reparto Caymari, en el municipio de Manzanillo, en la antigua provincia de Oriente, nació Orestes Antonio Gutiérrez Escalona, en un hogar sencillo, en el seno de una familia campesina.

Mientras el Ejército Rebelde avanzaba, el núcleo de la humilde familia campesina donde nació el niño, comprendió desde los albores de la guerrilla en la Sierra Maestra, la necesidad de provocar un cambio en nuestro país, por lo que se sumaron como tantos otros cubanos, a la lucha revolucionaria y de manera modesta se convirtieron en colaboradores del movimiento revolucionario. En este ambiente iba creciendo Orestico.

Recuerda Virgen Escalona, madre de “Pimpi”, apodo familiar para Orestico, que en una ocasión el comandante Fidel Castro visitó su vivienda, impartió instrucciones a los colaboradores y hasta les recibió en la comandancia rebelde en lo alto de las montañas.

Orestes Gutiérrez Peña., padre del niño, fue uno de los primeros fundadores del movimiento 26 de julio en Cayo Espino, junto con los hermanos Rolando y Alfredo Mustelier. Cuando el ejército se hace presente en la Sierra, se incorpora como uno de los primeros mensajeros a la columna uno “José Martí”, llevando hacia las montañas mensajes, medicinas y revolucionarios, vinculado directamente a Reinaldo Mora, Ciro Frías y Paco Cabrera, miembros del Ejército Rebelde.

Su casa fue lugar de tránsito de personas identificadas con el movimiento revolucionario que iban a incorporarse a la lucha por nuestra independencia, convirtiéndose para esa fecha Virgen Escalona en un miembro activo del movimiento y colaborando en la confección de brazaletes y banderas del 26 de julio en compañía de las hermanas Norma, Rosa y Graciela Labrada Gutiérrez y en la recopilación de medicinas y armamento con destino a la Sierra Maestra.

Se trataba, pues, de no sólo una familia campesina, sino de un sólido pilar de apoyo a las fuerzas guerrilleras que operaban en la zona.

Orestes fue el segundo de los hijos del matrimonio formado por los campesinos, Veneranda Virgen Escalona Remón y Orestes Sebastián Gutiérrez Peña; siendo sus hermanos: Lucia del Rosario, César René y Juan Carlos.

Durante su corta vida Orestes fue un niño humilde y muy sencillo, con una honestidad cultivada por sus padres, que los amaba y de la que no escapaba el amor hacia su abuela paterna, con la que pasaba gran parte del tiempo.

Fue un niño que compartía todo lo que tenia con sus amigos y que de su ingenio y precocidad convertía unas botellas en una yunta de bueyes, hacia de un palo un bate y de un trapo de tela una pelota y eso era suficiente para poder jugar con sus amigos.

Su infancia transcurrió como la de cualquier otro niño campesino, ayudando a sus padres en las labores propias de su finca y de la casa, los juegos con sus amigos y el amor a su familia.

Como quiera que en ese tiempo, en el poblado de Cayo Espino, solo existía una pequeña escuela pública, Orestico dio sus primeros pasos para aprender a leer y a escribir, con la maestra Alicia Barrera, la cual le impartió algunas clases, pues apenas comenzaba su primer grado.

Contaba entre sus amigos a los hermanos Rolando, William y César Mustelier Barrera y William Meriño, con los que jugaba en sus ratos de ocio y compartía una gran parte del tiempo.

Esa fue la vida de Orestes, hasta que balas asesinas cerraron sus ojos de niño inocente, para convertirse a esa temprana edad en mártir de la revolución, en mártir de un pueblo que luchaba por un mundo mejor, por acabar con la explotación a que estaba sometido, porque todos los niños pudieran tener otros horizontes, en un ambiente de paz, amor y prosperidad.

Preludio de una tragedia

Al iniciarse las acciones combativas en la Sierra Maestra los guerrilleros comandados por Fidel Castro eran objeto de asedio continuado y los campesinos soportaban el acoso diario que las fuerzas de la tiranía batistiana desplegaban con el propósito de aniquilarlos.

De uno de los documentos que se conservan y que en su momento fueron difundidos por Radio Rebelde, desde la Comandancia de La Plata, tomamos la siguiente referencia:

El pasado jueves 10 de abril, después del combate del Pozón, donde fue destruido por completo un destacamento de la dictadura, salido de Yara a perseguir una patrulla rebelde que atacó un comboy en la carretera de Manzanillo-Bayamo, tres aviones B-26, un jet de retropropulsión y dos aviones ligeros atacaron inmisericordes, durante dos horas, el poblado rural de Cayo Espino, donde no existía objetivo militar alguno.

Ese día, llenos de jubilo y alegría por el triunfo alcanzado llegó la guerrilla comandada por el capitán Ángel Verdecía al poblado de Cayo Espino, para celebrar el triunfo y cuenta Virgen Escalona Remón, madre de Orestico, que su hijo exclamó: «¡Ahorita viene Fidel!».[1]

Víctima de atentado terrorista

Unas horas después, seis aviones de la fuerza aérea batistiana arremetieron contra el indefenso poblado. Se escuchó el ronronear de los motores y los campesinos corrieron a los refugios que de manera rudimentaria habían construido para estas eventualidades, pues conocían que las fuerzas opresoras cuando sufrían una derrota a manos de los rebeldes la emprendían sin piedad contra la población civil y arrasaban el campo con bombardeos indiscriminados perpetrados por aviones que volaban lejos del alcance de las armas y fusiles empuñados por ellos.

La familia de Orestico se refugió en su casa, apoyándose y protegiéndose contra la pared que daba al fondo de la cocina, cuando una bala enemiga de gran calibre atravesó la frágil madera de la vivienda e hirió a el pequeño niño en sus dos miembros inferiores, en el izquierdo, a nivel de la rodilla que la desgarró totalmente y en el derecho, a nivel del tercio superior del muslo casi pegado a la región inguinal, fracturando el fémur y lesionando la arteria femoral. A su hermana, Lucia Gutiérrez, la misma bala la hirió en la pierna derecha y a la prima Claribel Escalona Rodríguez en el pie izquierdo, cercenándole los dedos de ese pie.[1]

Prosigue el parte de Radio Rebelde:

No quedó una sola casa que no fuera batida por la metralla. Un hospital de sangre improvisado en la retaguardia con tres médicos del 26 de Julio atendió a los heridos, que debieron esperar la noche para ser trasladados. Un niño (Orestico) de cinco años se desangró en el trayecto y murió en la mesa rústica de operaciones que se improvisó, con las piernas arrancadas por una bala calibre 50 de avión, que hirió también a sus dos hermanitas.

En honor a la verdad histórica, el niño tenía seis años cumplidos y no fueron sus dos hermanas, sino una prima y una hermana las que resultaron heridas también.

Cayo Espino era víctima de una auténtica cacería genocida. Ante los gritos de su madre, al ver herido a su pequeño hijo, acudieron al lugar el colaborador Luis Enrique Guerras Matos (Kike) y el miembro del Ejército Rebelde, Emilio Rodríguez Mustelier, quienes al ver lo que había sucedido, salieron en busca del médico del pueblo, Rogelio Gandarilla, que había abandonado el pueblo ya que era perseguido por fuerzas de la tiranía. En su lugar, su hijo Mayito Gandarilla, acudió a la casa de Orestico para brindarle los primeros auxilios, aplicándole un torniquete al muslo izquierdo.[1]

Antes de cesar el bombardeo, Orestico fue trasladado desde su casa por Luis Enrique Kike Guerra Matos hasta la casa de su abuela Lucia Peña, donde habían puesto unos sacos de arroz sobre la mesa para que la anciana se guareciera.
―¿Mi hijo, ya tú no me quieres? ―Yo te quiero mucho, pero no voy a poder seguir queriéndote porque voy a morir.

Cuando cesó el bombardeo el padre de Orestes consiguió un yip (de Manolo López) y llevaron al niño al campamento de los médicos (el hospital de campaña del Ejército Rebelde), porque para Manzanillo no se podía salir, debido a que estaban rodeados por el ejército.

En el camino, en el pueblo llamado El Porvenir, se cruzaron con Fidel Castro y Celia Sánchez, intercambiaron algunas palabras, y Fidel se acercó, se presentó ante el niño, le dijo su nombre, y le levantó la sábana que cubría las piernas para ver la magnitud de la lesión. Le pregunto si las piernas le dolían, y Orestico le respondió: «No, Fidel, no me duelen: me da lástima ver cómo las tengo».[1] Fidel le orientó a Emilio Rodríguez, que los acompañaran y le dijeran al Dr. Vallejo que le dieran prioridad al niño.

Y recordaba el propio Fidel por la radio insurgente:

Ningún espectáculo nos ha impresionado tanto como el de aquel niño moribundo que sin llorar apenas llamó a su abuelita para decirle que la había querido mucho, pero ya no la podía seguir queriendo porque iba a morir. Era como si aquel niño precoz tuviera conciencia de su sacrificio, como si comprendiera que también estaba muriendo por aborrecer a los bárbaros que ametrallan humildes casas de familia.

Al hospitalito llegaron sobre las 9:30 p.m. de ese propio día 10 de abril, allí se le aplicaron unas curas en sus heridas y se le extrajeron dos jeringuillas de sangre a su padre, Orestes Gutiérrez, para ponérselas al niño. Pero unas horas después, sobre las 11 p.m., Orestico falleció.[1]

No resulta necesario narrar la reacción de una madre ante la muerte tan sorpresiva y asesina de su pequeño hijo. Virgen Escalona, con sus ojos anegados en lágrimas y un llanto desgarrador, mezcla del dolor y el odio por la irreparable pérdida, gritaba hasta quedarse sin aliento "Batista asesino, me has quitado a mi hijo".

Orestico fue enterrado el día 11 de abril en el patio de tierra de la casa de la tía Irene Remón, en Cieneguilla. Estuvo allí aproximadamente 10 meses hasta que en febrero del año siguiente sus restos fueron llevados a Manzanillo y sepultados en la bóveda de Concepción Gregory (Concha) y posteriormente trasladados a una bóveda que compro la familia en el propio cementerio de Manzanillo.

Seis años de vida campesina tenía Orestes cuando pasó a ser mártir de la lucha de un pueblo que reclamaba su pleno derecho a decidir su propio destino, convirtiéndose para la historia de nuestro país en "El primer niño mártir de la Sierra Maestra".

Después de la muerte de Orestico, Virgen se tiene que trasladar a Manzanillo, en compañía de sus dos pequeños hijos, Lucia de 7 años y Cesar de 3, para brindarle atención medica a su hija, pues aun no había cicatrizado su pierna del impacto de bala recibido el día del bombardeo. Llega a la casa de Francisco Calzada Cayano (Sico), la cual tiene que abandonar inmediatamente.

Obligada por las circunstancias se traslada sucesivamente para las casas de Nena López y Elda Guerrero, donde finalmente es detenida con sus hijos y conducida a la Jefatura del SIM (Servicio de Inteligencia Militar) en Manzanillo.

El menor de su hijos, Cesar, es liberado días después por gestiones realizadas por Sara Labrada; pero ella y su hija permanecen detenidas por más de 20 días, siendo sometidas a interrogatorios diarios, hasta que son puestas en libertad al igual que otros presos políticos, ante la presión popular ejercida por las Instituciones de Manzanillo que pedían la libertad de todos los presos políticos.

En el mismo año en que muere Orestico, la lucha revolucionaria tanto en la Sierra Maestra como en la ciudad se extendió a casi todo el territorio nacional, desarrollándose acciones armadas y sabotajes en la Sierra Maestra y en las ciudades.

La guerrilla amplió sus acciones y comenzó una ofensiva en los llanos, se crearon dos nuevos frentes guerrilleros, a cargo de Raúl Castro y Juan Almeida y la coordinación de las acciones militares por parte deCamilo Cienfuegos y de Ernesto Che Guevara, con lo que se consolidó el avance revolucionario.

En agosto de 1958 comenzó la ofensiva final del Ejército Rebelde y el 1 de enero de 1959, Fidel Castro con sus guerrilleros y el pueblo entraban triunfantes en la Habana, en medio del júbilo y del delirio popular.

Con posterioridad al triunfo de la Revolución, en el año 1997 los restos mortales de Orestico fueron trasladados por su madre Virgen Escalona para la Habana, donde descansan en un panteón familiar en el cementerio de Colón. A este lugar con frecuencia, van niños de la escuela de Ciudad Libertad, donde la biblioteca escolar lleva su nombre para colocarle flores y rendirle tributo.

Fue enterrado en la Necrópolis Cristóbal Colón (en La Habana).[2]

Referencia al mártir en la historia

Nadie mejor que el propio comandante en Jefe Fidel, quien desde los micrófonos de Radio Rebelde, voz insurgente creada por el Che Guevara, decía para toda Cuba en abril de 1958.

Periodistas de cuatro países presenciaron, escucharon y tomaron películas de aquella escena. Acostumbrados a la dureza de esta lucha aquel hecho, sin embargo, enloquecía de indignación. A cada cual le recordaba, tal vez, su propio hijo. Era difícil comprender que manos cubanas fuesen capaces de perpetrar semejante crimen.
¿Qué necesidad había de cometer aquella barbarie? ¿Qué objetivo militar podía perseguirse ametrallando aquel caserío indefenso a muchos kilómetros del lugar del combate? ¿Qué designio extraño guía la mente de los bárbaros que utilizan los recursos de la nación para llevar a cabo esos horrores contra su mismo pueblo?
¡Cuánta cobardía y ruindad la de esos pilotos que sentados cómodamente en sus aparatos, sin riesgo alguno para sus vidas, asesinan mujeres y niños inocentes!
¡Ah! Pero hemos tomado nota del día y la hora para exigirles el castigo que merecen cuando llegue el instante de rendir cuentas y marcar sus nombres y apellidos con estigma imborrable, de modo que hasta sus propios hijos se avergüencen de ellos. Los pilotos que ametrallaron Cayo Espino el 10 de abril a las 3:40 de la tarde, son criminales de guerra que deshonran a la nación cubana, ya que no a un ejército que ha tenido el impudor de responsabilizarse con el crimen de genocidio que se está cometiendo contra Cuba.
¡Así no se vengan las derrotas sufridas, ¡así no se aplasta una revolución!
El recuerdo del niño moribundo no se borrara jamás de la mente de los campesinos, ni de la de nuestros hombres cuando vayan al combate. Cuando la tiranía caiga, allí en Cayo Espino levantaremos un monumento al niño Orestes Gutiérrez Escalona, símbolo de los inocentes que han caído, que será un tributo de tierno recuerdo de nuestro ejército libertador al heroísmo de los niños, de cuyas mentes es unánime el cariño y la devoción a nuestros combatientes. Y junto al nombre del inocente asesinado la posteridad leerá los nombres de los pilotos que lo asesinaron.
Fidel Castro, locución por Radio Rebelde desde la Sierra Maestra, 14 de abril de 1958

Monumento al niño mártir

Primer monumento JC Mzllo 4.JPG

Haciendo realidad las palabras de Fidel el 14 de abril de 1958, en su locución por Radio Rebelde desde la Sierra Maestra, el 19 de julio de 1980, allí en Cayo Espino, en el hogar humilde de Orestes y Virgen, donde cayera vilmente asesinado su hijo Orestes Gutiérrez Escalona por balas asesinas, hacia la derecha de la casa, se construyó el primer monumento que honra su memoria.

La obra escultórica constaba de tres columnas que se empinaban hacia el horizonte y en su cúspide se levantaba una estrella de bronce, mientras otra similar pero de color rojo, sirve de base del monumento. Por condiciones naturales del terreno, hubo que transformarlo.

Seminternado de primaria en Manzanillo JC Mzllo 4.JPG

Las columnas desaparecieron, pero su estrella de luz continúa brillando para cada uno de los cubanos y para cada uno de los pioneros de las diferentes escuelas que llevan su nombre, en Cayo Espino, Manzanillo y Veguitas, que van cada año, en el aniversario de su caída física, a rendirle merecido tributo como símbolo del respeto y admiración que nuestro pueblo y en especial, nuestros niños, tienen por sus mártires.

El 11 de julio de 1995 se inauguró un segundo monumento hacia el ala izquierda de la casa, se levanta una gran columna con las franjas de nuestra bandera, como símbolo de la grandeza y triunfo de nuestro pueblo, donde se encuentran grabados, fragmentos del discurso de Fidel el 14 de abril de 1958 por Radio Rebelde, al frente varias columnas de dados donde una lleva el nombre de Orestico y en otras se graba la frase de alegría del niño donde exclama: «¡Ahorita viene Fidel!», alrededor varios dados dispuestos de diferentes formas, enseñándonos sus letras o números, dispuestos siempre para el aprendizaje de cada uno de nuestros niños.

Parque infantil en el patio de la casa

En el fondo de la casa, se construyó un gran parque infantil, donde se exponen figuras rústicas, similares a las construidas con gran amor e ingenio por el pequeño niño y su padre, ahora disponibles para el disfrute de nuestros niños.

Homenajes

Múltiples y variados son los homenajes rendidos a Orestes Antonio Gutiérrez Escalona después del triunfo de la Revolución (1 de enero de 1959), como recuerdo a su memoria y como reconocimiento al heroísmo y a la dedicación de los niños, en cuyas mentes es unánime el cariño y la devoción a la obra emprendida a partir de 1959.

Estos homenajes permiten que Orestico ―a pesar de su desaparición física― continúe vivo en el corazón de los niños de las escuelas que llevan su nombre, en el de sus maestros, en el de sus familiares y en el de todas aquellas personas que de una manera u otra se relacionaron con este acontecimiento histórico.

Escuela primaria en las Mercedes JC Mzllo 4.JPG

Entre los múltiples homenajes está, en primer lugar, el monumento erigido en Cayo Espino a su memoria, allí en el lugar donde fuera vilmente asesinado por balas asesinas de la tiranía, hay varias escuelas que llevan su nombre:

  • Escuela Primaria en Biajaca,
  • Seminternado de primaria en Manzanillo,
  • ESBEC en Veguitas,
  • Escuela Rural Primaria en Las Mercedes Oriente,
  • un parque infantil en Cayo Espino,
  • la biblioteca de Ciudad Libertad en La Habana y
  • un estádium de pelota (Beisbolito) en Manzanillo.
Monumento carretera manzanillo-yara JC Mzllo 4.JPG

En la carretera de Manzanillo a Yara, donde se honran todos los mártires de la provincia, de la última gesta por la independencia definitiva de Cuba contra el yugo opresor y el imperialismo, se encuentra un monumento a Orestico, bordeando la carretera.

Este hecho histórico también aparece recogido en la crónica escrita por Jorge Ricardo Masetti, periodista argentino, que vivió personalmente este acontecimiento durante su corta estancia en la Sierra Maestra antes del triunfo de la Revolución.

Masetti escribió en Los que luchan y los que lloran:

También pude comprobar en mi viaje al campamento de Fidel Castro, y esto por propia experiencia, la saña conque los flamantes aviones a reacción norteamericanos ametrallan a cuanto ser viviente puede ser divisado desde el aire, también ametrallan con sus ocho poderosas 50 los bohíos de los campesinos a quienes obligan a vivir en cuevas y a no trabajar; o a pueblos enteros como en el caso de Cayo Espino, el que sufrió el fuego de la metralla aérea durante cerca de 3 horas. Allí vi los cadáveres que dejó la incursión de los seis aparatos a reacción atravesando a balazos las casas de madera, pero de entre de esos cadáveres recuerdo uno que jamás se borrará de mi memoria, el del niño Orestes Gutiérrez Peña (Escalona) de seis años, al que una bala le arrancó una pierna mientras estaba oculto con su abuelita, padres y hermanos en la cocina de su casa, la anciana también resultó herida en un pie, su hermana en la pierna y una prima que se encontraba con ellos al serle arrancados los dedos de un pie. El niño, por lo persistente del bombardeo, no pudo ser atendido por ningún médico y falleció por la pérdida de sangre. La foto de su cadáver sobre la rústica mesa del bohío que había sido convertido en hospital es una prueba irrefutable de los crímenes de la aviación cubana contra las poblaciones inermes de la Sierra Maestra. [...]
Ahí quedaba el ejército de niños hombres que celebraba a gritos y carcajadas la llegada de un fusil o una ametralladora; Cayo Espino con su chico muerto y sus casas agujereadas; El Dorado, con Guillermo revolcándose en el suelo calculando la última bala; los aviones plateados que en giros hermosos regaban metralla; el Che Guevara con su pipa mezclada en la eterna sonrisa; Fidel con su cuerpo enorme y su voz de niño afónico... y volví a encontrar dentro de mí una extraña, indefinible sensación de que desertaba, de que retornaba al mundo de los que lloran.

Haciendo realidad aquella frase de Orestico que ha quedado para la historia de «ahorita viene Fidel», Fidel llegó, no solo para Orestico: llegó también para millones de cubanos que anhelaban los sueños de José Martí hechos realidad, en un país de igualdad y justicia social.

Poemas a la memoria de Orestico

Se han escrito a su memoria varios poemas, entre ellos:

  • A la memoria de Orestes Gutiérrez Escalona, por la poetisa cubana Marisol
  • A mi escuela, por Karina López Chávez,
  • A Orestico por Fernando E. Campuzano Peña,
  • A Orestes Gutiérrez Escalona por Leonardo González Quintana.
  • El himno de Seminternado de Manzanillo, escrito por Alfonso Rosabal.
  • varios artículos periodísticos
  • un documental realizado por el periodista Adán Morell.

Entre los poemas que se han escrito a la memoria de Orestico se han seleccionado aquellos que de alguna manera han sido leídos en las actividades que se han realizado en los aniversarios de su desaparición física.

A la memoria de Orestes Gutiérrez Escalona

Orestes Gutiérrez, eres mi mártir,
mi mano, eres mi amigo, mi hermano,
eres flor tú del futuro,
empinándonos seguros
con el corazón de gigantes
seguro siempre adelante
como niños de coraje
rindiéndote homenaje.
Mártir; con tu luz brillante,
eres un mártir pequeño
con el corazón gigante.
Eres amor y ternura,
libertad en nuestras mentes,
guiándonos con dulzura
en nuestras almas de infantes,
para seguir adelante.
Eres héroe de la gloria,
vivirás en la memoria de este pueblo cubano
y lucharemos ufanos
para llevar adelante
nuestros ideales martianos.
Mártir, eres seguro
mártir, eres gigante
eres la flor del futuro,
eres tú la luz brillante.
¡Oh, mártir! ¡Oh, héroe pequeño
el día es como un sueño,
el día es homenaje.
el día es día nuestro
yo maldigo aquel avión
y bendigo aquel maestro.
Oh, padre, usted lo siente
entre las hojas, los ríos.
Y usted querida madre,
lo siente de corazón,
¡es su hijo! ¡es su hijo!.
Cómo lloraba usted madre,
lloraba desconsolada,
ni una lágrima lanzada
a su cadáver llegó,
y Orestes no despertó
porque estaba ya rendido
y su corazón dormido
por toda una eternidad.
Madre, padre, hermanos, tíos:
Orestes no vive más,
pero en nuestros corazones,
Orestes presente está.

Marizol (poetisa cubana)

A mi escuela

Aquí en la escuela Orestes Gutiérrez,
una bandera flotando esta,
es una escuela que aquí funciona,
con la consigna de educación.
Van los alumnos por el camino
que con su gesto digno trazo,
haciendo honor a Orestes Gutiérrez
que es un mártir de la nación.
Y viva Cuba, viva Fidel,
viva nuestra revolución,
y recordemos a Orestes Gutiérrez,
que es un mártir de la nación.

Karina López Chávez

Himno que lleva su nombre en Manzanillo

En la ladera de la montaña
un niño humilde se vio morir
ha muerto y vive
porque en su patria
todo es futuro y es porvenir.
Orestes vive entre nosotros
nunca Orestico debió morir
porque su ejemplo
su digno ejemplo
todo pionero debe seguir
En esta patria que hoy construimos
llena de gloria y heroicidad
está el principio de los mambises
y de los hombres de Baragua, de Baragua.
Orestes Gutiérrez Escalona
tu patria es libre,
tu patria es digna,
es faro y guía de libertad, de libertad
porque en las aguas de sus simiente
fue sangre pura de Baragua, de Baragua, de Baragua.

Veáse también

Fuentes

  • Ficha de Orestes Antonio Gutiérrez Escalona publicada en inglés en el sitio web Data Base Cuba Archive.
  • Suplemento especial dedicado a Radio Rebelde, publicado en 1979 en el periódico Granma (La Habana).
  • Artículo sobre Orestes Gutiérrez Escalona publicado el 20 de julio de 1980 en el periódico La Demajagua,
  • Artículo sobre Orestes Gutiérrez Escalona publicado en abril de 1983 en el periódico La Demajagua,
  • Artículo sobre Orestes Gutiérrez Escalona publicado el 17 de febrero de 2000 en el periódico Granma (La Habana).
  • Martínez Vítores, Ricardo (fundador de Radio Rebelde) y autor de La historia de Radio Rebelde.
  • Masetti, Jorge Ricardo (periodista argentino): Los que luchan y los que lloran (crónica).
  • Gutiérrez Escalona, César R. (2008): Ahorita viene Fidel (libro), abril de 2008.
  • Investigación realizada por el colectivo de instructores del Joven Club de Computación Manzanillo IV.