Orestes Iluminado Jiménez Fundora

Orestes Iluminado Jiménez Fundora
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Mártir revolucionario cubano
Nacimiento29 de noviembre de 1940
Central Parque Alto, barrio Congojas, en el municipio de Rodas, provincia de Cienfuegos, Bandera de Cuba Cuba
Fallecimiento21 de noviembre de 1961
Finca Santa Beatriz, del barrio Soledad, en Cartagena. Las Villas. , Bandera de Cuba Cuba
NacionalidadCubana
CiudadaníaCubana
OcupaciónMiembro del MININT
PadresAlfredo Jiménez González y Eloína Fundora O'Campo

Orestes Iluminado Jiménez Fundora. Mártir revolucionario cubano del Ministerio del Interior, de trayectoria ejemplar, que ofrendó su vida para salvaguardar la consolidación de nuestra Revolución socialista.

Biografía

Nació el 29 de noviembre de 1940, en el central Parque Alto, barrio Congojas, en el municipio de Rodas, provincia de Cienfuegos. Fueron sus padres Alfredo Jiménez González, obrero del central y Eloína Fundora O'Campo, ama de casa. Era el menor de los hijos de este matrimonio.

Primeros años de su vida

Transcurren en el batey de este ingenio, donde asiste a la escuela primaria hasta alcanzar el cuarto grado. A los 14 años, por problemas de asimilación, abandona definitivamente los estudios. Orestes era un joven de conducta moral intachable, respetuoso, sencillo, amable, de espíritu solidario, identificado con los humildes y explotados y de temperamento inquieto y rebelde. Al joven Orestes le gustaba jugar a la pelota y practicar la natación; también tenía preferencia por la música guajira y el son, siempre estaba alegre; compartía con todos por igual, incluso ayudaba a los vecinos en las tareas del campo, era querido y respetado por todos. A los 15 años comienza a trabajar en el central Parque Alto, junto a su hermano y su padre, como peón y chofer, en el departamento de motores.

En el seno de su hogar y en el círculo de sus amistades se discutían y analizaban problemas político-sociales contra los regímenes nefastos. Ese ambiente revolucionario matizó su carácter, le dio temple y lo forjó con ideas firmes, decididamente a favor de los explotados y en contra de todo tipo de abuso e injusticia, por lo que en 1957, a los 17 años, se integra al M-26-7 a través del compañero Leopoldo Ruiz, en unión de su hermano, su primo Donaldo Ramírez Fundora, Pedro Pérez, Benito Salas, Juan Sánchez y otros compañeros.

Dentro de la Celula

Realiza recogida de armas, venta de bonos y traslado de mensajes. En estas actividades se mantiene hasta que se alza, a causa de que estaba muy perseguido por los esbirros de la tiranía. Su incorporación a la guerrilla se produce el 25 de diciembre de 1958, junto con los compañeros que participaron con él en la clandestinidad. Sus jefes inmediatos eran Camilo Revoredo y Luis Molina, que operaban en las zonas de Rodas, Cartagena, Lajas y Santo Domingo. Cuando se produce el ataque a este último poblado, se une a las tropas del comandante Víctor Bordón, con quien se mantiene hasta el final de la gesta libertadora.

Triunfo de la Revolución

Después del triunfo revolucionario continúa, durante los primeros meses, como soldado del Ejército Rebelde. Posteriormente se licencia y se incorpora al trabajo en· el central Parque Alto en el departamento de motores. En este lugar se produce su ingreso en las Patrullas Juveniles de la Asociación de Jóvenes Rebeldes y en las milicias.

Cuando la desaparición de Camilo Cienfuegos, Orestes participa en las actividades de búsqueda, en las zonas de Cascajal, Trinidad, Cayería Sur, Cayo Macio y en la región del Indio, en la provincia camagüeyana, donde realizó infatigable labor.

Más adelante participa en operaciones en las costas de Sagua, contra apátridas que abandonaban el país. En 1960 es designado para escalar el pico Turquino, tarea que no pudo cumplir totalmente, pues quedó enfermo en Minas del Frío, donde realizó otras actividades a la vez que trataba de superar su nivel cultural.

En 1961

Toma parte, como miembro de las milicias, en la Limpia del Escambray. Es destacado por las zonas de Las Molas, La Sierrita y Cartagena. Su jefe durante las operaciones fue el compañero Eduardo García Delgado.

Cuando se produce el zarpazo enemigo por Playa Girón, Oreste participa como chofer y captura, junto con otros compañeros, a tres mercenarios que trataban de huir tras la derrota. Después del ataque a Playa Girón comienza su trabajo como agente secreto de la Seguridad y cumple la misión de penetrar a un grupo contrarrevolucionario en la zona de Congojas, con el fin de saber su ubicación y actividades.

17 de noviembre de 1961

La tranquilidad característica en Congojas, un pequeño poblado al noroeste de Cienfuegos, había sido alterada con la presencia de tropas. Se estaban produciendo hechos que pasarían a formar parte de la historia de la Revolución contra el enemigo.

Al día siguiente, cuando se nota la ausencia del conocido grupo contrarrevolucionario, todos coincidían en sus comentarios: No cabía duda, se trataba de un alzamiento. Pero lo que sí extrañaba a muchos, era que Orestes Jiménez, aquel joven endeble, tal vez porque su fortaleza se había volcado toda en su carácter, también estuviera en el grupo.

No obstante, el joven, cumplidor de sus deberes, responsable en su trabajo, no estaba esa mañana en el central y al parecer en su casa no se sabía sobre él. Todo evidenciaba que se encontraba con ellos.

En respuesta a las medidas revolucionarias, la CIA organiza y arma bandas de alzados en distintas regiones del país, por lo que se impone su enfrentamiento inmediato, para lo cual era imprescindible su penetración y localización. Hombres honestos y de probado valor, son designados para cumplir tan delicada misión. Entre ellos figura aquel joven cienfueguero. Por ello al producirse el alzamiento, el agente que siete meses atrás inició un delicado trabajo de penetración, parte hacia el Escambray con los alzados; es preciso mantener el control del grupo e informar en detalles a los órganos de la Seguridad de su actividad.

Por la vía de Orestes se tiene la información detallada de los conspiradores. A través de él se conoce el plan de ataque al cuartel de milicias de Congojas, acción que realizaría una de las bandas, con el objetivo de apoderarse de las armas.

Fallecimiento

El día 17 de noviembre, cuando Orestes decide aliarse con el grupo contrarrevolucionario, sostiene una entrevista con el oficial de la Seguridad, donde ultiman los detalles para neutralizar el alzamiento. A su regreso a la banda, le comunican que la partida se había adelantado, en lugar de a las 11:00 p.m., que había sido la hora fijada anteriormente, ahora la partida sería a las 6:00 p.m.

Aquel cambio no era posible Informarlo ya que los bandidos podían sospechar de él. A la hora fijada, sale con el grupo y cumple las orientaciones recibidas para continuar el trabajo desde el campo enemigo.

Transcurre más de un mes sin noticias. A los 55 días se verificó, a través de uno de los alzados capturados en un cerco, que Orestes había sido asesinado, cuatro días después de la partida, por el jefe de la banda y dos de sus secuaces.

El jefe de la banda había recibido una nota de un colaborador en la que lo alertaba de la posible presencia de un traidor en el grupo. En aquel mensaje se señalaba el fracaso del ataque al cuartel como un precedente de delación en el grupo. Se consignaba que la tarde del alzamiento, Orestes había estado fuera del poblado y que después del alzamiento se realizaron operaciones por la milicia y la Seguridad, lo cual Indicaba que alguien allegado al hecho había Informado. Estos elementos, más la trayectoria revolucionaria de Orestes, le sirvieron al colaborador para situar a Orestes Jiménez como el más Indicado para pertenecer al Departamento de Seguridad del Estado.

Con esta Información en su poder, el jefe de la banda decidió confirmar tal sospecha. ÉI y dos más apartan a Orestes del grupo, le torturan salvajemente para tratar de conocer su vinculación con la Seguridad y como no logran su confesión, se ven obligados a asesinarlo. Es así como el día 21 de noviembre de 1961 muere Orestes Jiménez Fundora en la finca Santa Beatriz, del barrio Soledad, en Cartagena. Las Villas. El 15 de enero de 1962, sus restos fueron trasladados para el cementerio de Congojas, donde se le rindieron honores militares.

Monumento en su Honor

Hoy en la finca Santa Beatriz se erige un modesto obelisco levantado por las manos del pueblo y de sus compañeros, que perpetúa la memoria de Orestes Jiménez Fundora, un mártir del Ministerio del Interior, de trayectoria ejemplar, que ofrendó su vida para salvaguardar la consolidación de nuestra Revolución socialista.

Fuentes

  • Mártires del MININT. Semblanzas biográficas, Tomo I, Editora Política, La Habana, 1990.
  • Biblioteca Municipal Liberación de Manicaragua, Manicaragua, Villa Clara.