Origen del nombre Isla de la Juventud (Cuba).

Motivaciones para nombrar a la ciudad de Nueva Gerona, Isla de la Juventud (Cuba).
Información sobre la plantilla
Escudo de la Isla de la Juventud.png
Escudo Municipal (Isla de la Juventud)

Motivaciones para nombrar a la ciudad de Nueva Gerona, Isla de la Juventud (Cuba) .Según el destacado historiador y profesor universitario cubano Dr. Arturo Sorhegui D´ Mares en las condiciones de la conquista de América, la ciudad fue el centro de expansión de que se valió España para afirmar su presencia militar, económica y social en el Nuevo Mundo, y sus funciones fueron diferentes a los prototipos europeos, cuyo surgimiento estuvo relacionado con la división del trabajo, el desarrollo de las fuerzas productivas y el correspondiente desplazamiento de la población rural hacia los “burgos”. [1]

Bien avanzado el siglo XVIII, el 7 de septiembre de 1763, Isla de Pinos2[2] era sólo un Partido Rural bajo la jurisdicción de La Habana, y los escasos cargos de la época se concentraban en el hacendado Francisco Javier Duarte, quien fungía como Capitán a Guerra y Juez Pedáneo. A pesar de la escasez de población, dado el alto grado de marginalidad de Isla Pinos, que superaba al de Nueva Filipinas, hoy Pinar del Río, el colonialismo español se vio precisado a desarrollar un proceso encaminado a su fortificación, pues los diversos estudios e informes de las autoridades coloniales españolas así lo hacían ver, dado el peligro de ocupación del territorio por parte de las nuevas repúblicas latinoamericanas y las presiones de Inglaterra, Bélgica y la República Norteamericana por la actividad pirateril vinculada a dicha ínsula.

A finales de 1826 el Capitán General de Cuba, Don Francisco Dionisio Vives, se interesó por el poblamiento y fortificación de la entonces Isla de Pinos, y a sugerencia de este, el Rey Fernando VII, con fecha 1• de agosto de 1828, dictó en Madrid la Real Orden por medio de la cual el gobierno español aprobó fortificar y poblar a Isla de Pinos, cédula cuya copia se halla depositada en el Archivo Nacional de y que con ligeras variantes ha sido publicada en diversas ocasiones.

Según la clasificación de la época las poblaciones se dividían en: ciudades, villas, pueblos, aldeas y caseríos. Nueva Gerona aparecía bajo la condición de pueblo y cabeza de partido en la jurisdicción de La Habana. Cuba [3] Fue fundada el 17 de diciembre de 1830 como cabecera de la colonia Reina Amalia.

Como era costumbre de la burocracia hispana de la época, el teniente coronel Clemente Delgado y España, quien fungió desde los primeros momentos como Comandante Militar y Político de la nueva colonia, se mostró servil con el Capitán General al proponerle perpetuar su triple onomástico en tres importantes locaciones pineras: nombrar ´´Vives”, a la colonia; ´´Dionisia”, a su capital; y ´´San Francisco”, al fuerte. Don Dionisio se opuso y sugirió homenajear a la ciudad héroe catalana de “Girona”, en cuya defensa participó, fundando una ´´Nueva´´ con su nombre.

En la obra de Benito Pérez Galdós, “Episodios Nacionales (Girona)”, la única alusión al entonces capitán de Ultania está relacionada con un pasaje poco edificante, pues al preguntarle el que posteriormente fue Capitán General de Cuba, al enérgico Gobernador de Girona, Álvarez de Castro, el posible lugar de retirada, recibió por respuesta que la única opción era el campo santo. Por supuesto, que nota tan breve en una obra literaria escrita mucho después, no puede considerarse concluyente respecto al valor personal del aludido.

De esa forma es posible adelantar la tesis de que nombrar así a Nueva Gerona no solo pudo estar relacionado con la participación de Vives en la defensa de la ciudad catalana que es el argumento más utilizado, sino, además, por la condición de ciudad frontera de ultramar y también fortificada para el avistamiento y enfrentar los ataques de corsarios, piratas y la trata de negros esclavos. Todo lo anterior está sustentado en el origen y destino de la ciudad –gerunda, o sea, Girona o Gerona . [4] La ciudad de Girona pertenece a la provincia de igual nombre en la Cataluña española. Se ubica geográficamente en el extremo nordeste de la península Ibérica, punto más estrecho que la comunica con el resto de Europa a través de los Montes Pirineos.

Resultado de tan estratégica posición en la conexión con el resto del imperio romano fue la construcción, entre los años 75 y 76 de nuestra era, de una fortificación a la cual llamaron Gerunda, lo cual confirma su uso como enclave militar y lugar de paso hacia África y Europa indistintamente, y en consecuencia su condición de ciudad fronteriza y defensiva.

La fundación de Nueva Gerona respondió al propósito de transformar la antigua merced pecuaria pinera en un enclave militar. Las sierras que circundan la ciudad posibilitaban la rápida detección de cualquier fuerza enemiga, a la vez que rendirla. Asimismo, era un sitio ideal para su uso como presidio dada su naturaleza insular extrema o doble insularidad natural y política6. La presencia de las elevaciones marmóreas nombradas Sierra de Casas y Sierra de Caballos en el valle gerundense evitó que fuera necesario construir otras edificaciones con fines militares que el cuartel de caballería, pues las primeras, como parte de la geografía del lugar cumplían igual función. En La Habana las características del terreno obligaron a multiplicar las edificaciones con fines militares.

Los rituales fundacionales de las ciudades españolas, muchos de cuyos rasgos fueron heredados de la época de pertenencia de España al Imperio Romano, se orientaban no sólo a las funciones defensivas, sino, también jurídicas, fiscales y religiosas, que resultaban toda una trama de calles surgidas de la intersección de una o dos arterias principales, así como otras paralelas equidistantes. En el espacio atrapado por dichas intersecciones, en forma de plaza central, se ubican los principales edificios públicos o representativos. Esta manera arquitectónica rendía culto al centralismo militar desde la metrópolis y el gobierno de La Habana, y también fue replicada en Isla de Pinos. Estuvo también influenciada por las nuevas ideas y concepciones para el desarrollo de los asentamientos humanos, propagados por la práctica en Francia e Inglaterra en cuanto al trazado octagonal, la estructura urbana y las funciones. Las calles están trazadas de Norte a Sur y de Este a Oeste, y no responden ya a las concepciones medievales.

Por lo anterior, el lugar fundacional de la ciudad fue la plaza nombrada Isabel II, en cuyo perímetro se ubicaron los edificios destinados a la Comandancia, la Caja de la Real Hacienda, la Iglesia Católica, la galera de presidio, el Protectorado, el fortín, y el hospital. Una calle principal con los servicios públicos más importantes y las viviendas de los ciudadanos más ilustres. El trazado general de las calles se dimensionó para dar respuesta a la circulación vehicular, de animales y peatones, unos once metros entre las líneas de construcción. En la actualidad se conservan las características principales de dicho espacio físico-social.

En sus inicios los edificios de Nueva Gerona fueron construidos de madera y la cobija de guano de palma cana , acusando una clara tendencia vernácula, y a partir del descubrimiento, el 18 de febrero de 1828 por Delgado y España, del barro fuerte, comenzó el desarrollo de la industria de cerámica roja a través del fomento de tejares encargados de la producción de los elementos de pared y techo, lo mismo sucedió con la de cal, a partir de la quema de la piedra del mármol, para la confección del mortero , y la incorporación de la piedra de cantería a iguales fines constructivos. De esa forma el cuadro físico de la ciudad evolucionó a grandes casonas de madera con columnas enladrilladas y techos de tejas de barro fuerte, hasta el actual centro histórico en que se evoluciona a un uso más extendido de los ladrillos, el mortero de cal y en diversas locaciones, sobre todo en los edificios con fines militares, de la doble pared de piedra o ladrillos adosados con mortero.

El elemento arquitectónico más sobresaliente y duradero han sido las columnas, las cuales se reiteran en diversos tipos de edificios de madera y mampostería. Ellas son la máxima expresión del eclecticismo y del barroco antillano, al decir de Alejo Carpentier, dada la presencia de capiteles que se asemejan a los tipos clásicos dórico, jónico, corintio sin alcanzar su reproducción exacta, así como la combinación con elementos de la naturaleza como la uva de caleta, figuras humanas, hojas de plantas, principalmente. Asimismo, hay fustes o cañas de las columnas del tipo pilastra (cuadradas) que expresan una mayor diversidad de formas y acusan los rasgos de una arquitectura, que pudiéramos nombrar de “emergencias”, propia de la ciudad por sus funciones militares, los impactos devastadores de los ciclones, la modernidad, el crecimiento demográfico y la falta de presupuestos para enfrentar varios incendios de gran proporción. En la actualidad la ciudad vieja, nombrada Nueva Gerona, aunque ha dado paso a otros barrios modernos, conserva su función como centro político, administrativo y cultural de la Isla de la Juventud.

Referencias

Fuente

  • Unger Pérez, Roberto: Lo real maravilloso de una isla mágica. En revista cultural Carapachibey.
  • Núñez Jiménez, Antonio: Isla de Pinos. Piratas. Colonizadores. Rebeldes. Editorial Arte y Literatura. La Habana.1976; pág. 360.