Mesofaringe

(Redirigido desde «Orofaringe»)
Mesofaringe
Información sobre la plantilla
Orofaringe.jpg

Orofaringe. También conocida como bucofaringe, mesofaringe o porción bucal de la faringe o garganta, es una región anatómica que nace en la porción más posterior de la boca, desde el paladar blando hasta el hueso hioides e incluye el tercio posterior de la lengua.

Relaciones

En su cara anterior, la orofaringe limita con la cavidad bucal por medio de los pilares palatinos anteriores y posteriores y a cada lado con las amígdalas palatinas.

Funciones

Es también el lugar por donde transitan los alimentos, líquidos y saliva al ser tragados, desde la boca hacia el esófago. Junto con la boca, la orofaringe emite aire para la vocalización y espiración no nasal; es la vía de paso de los alimentos durante el vómito y participa en la identificación del gusto.

Importancia clínica

La exploración de la orofaringe se logra con ayuda de un depresor de la lengua para examinar el tamaño y configuración de las amígdalas y la integridad de la pared posterior de la faringe así como la presencia de goteo nasal, signo de una rinitis.

Al tocar las paredes posterior y laterales se desencadena el reflejo nauseoso, con lo que se comprueba la integridad de los nervios glosofaríngeo y vago.

Las biopsias de la orofaringe se obtienen con anestésico local y se extrae un segmento de tejido sospechoso. Se indican biopsias de este tipo en casos de úlcera que haga sospechar de una histoplasmosis, candidiasis, o una lesión cancerosa o precancerosa como la leucoplaquia

Diagnóstico

Si presenta cualquier síntoma que sugiera cáncer oral, lo primero es realizar una inspección de la boca y la orofaringe, con palpación del cuello y de la lengua. Si en la exploración se observa alguna lesión anormal, es imprescindible realizar una biopsia. Consiste en obtener una muestra del tejido sospechoso, generalmente con anestesia local. En ocasiones, si la lesión se encuentra en una zona de difícil acceso puede ser necesario hacerla con anestesia general. La biopsia es la prueba definitiva para el diagnóstico de un cáncer.

El estudio debe completarse con las siguientes exploraciones:

  • Análisis de sangre: permite conocer el estado general del paciente y sospechar otras alteraciones.
  • Radiografía dental: sirve para valorar el estado de los dientes y si el tumor ha afectado a la mandíbula.
  • TAC (tomografia axial computerizada) de cabeza y cuello: es una prueba radiológica que consiste en realizar cortes fotográficos del cuerpo en secciones transversales cada 5 mm, permitiendo estudiar todas las estructuras en un tiempo muy corto. En ocasiones precisa la administración de contraste intravenoso.
  • RNM (Resonancia Nuclear Magnética): permite obtener mejores imágenes de tejidos blandos. Se realiza en un tubo cerrado, por lo que las personas que padecen claustrofobia o no pueden mantener una inmovilización prolongada (treinta minutos) pueden no ser candidatas a ella. Tanto el TAC como la RNM son pruebas indoloras aunque pueden ser un poco molestas por la necesidad de coger una vía para la administración de contraste.
  • Otras: en caso de otros síntomas asociados, puede ser necesario realizar ecografía abdominal o gammagrafía ósea, aunque no se hacen de forma rutinaria.

Tratamiento

El tratamiento de estos tumores depende fundamentalmente del tamaño y localización del tumor. Puede incluir cirugía, radioterapia o quimioterapia.

  • Cirugía: consiste en la extirpación del tumor con márgenes de tejido sano. Puede hacerse por la boca o si el tumor es muy posterior a través de una incisión en la mandíbula.

En ocasiones, si existe afectación de los ganglios del cuello es necesaria la resección de uno o los dos lados del cuello (disección cervical). En aquellos casos en los que los bordes del tumor no están libres, está indicada su asociación con radioterapia. Los efectos secundarios de la cirugía varían según sea la extensión de la misma; así en tumores pequeños que sólo afecten a la boca las molestias pueden ser mínimas, pero en los casos en los que haya que extirpar gran parte de la lengua o del suelo de la boca las secuelas pueden ser importantes a la hora de hablar o tragar.

En algunos casos puede ser necesaria la reconstrucción estética. Algunos pacientes pueden necesitar implantes dentales o colocación de injertos (tejido procedente de otra parte del cuerpo)

  • Radioterapia: se utiliza como único tratamiento en tumores pequeños o en pacientes que debido a su estado general o a su edad no pueden ser sometidos a cirugía. Su uso más habitual en estos tumores es como tratamiento complementario a la cirugía en aquellos casos en los que los márgenes del tumor están afectos o hay ganglios positivos.

Casi todos los pacientes que reciben radioterapia para el carcinoma de cavidad oral desarrollan efectos secundarios. Antes de iniciar el tratamiento debe acudir a su dentista con el fin de realizar una exploración exhaustiva de los dientes y poder extraer las piezas cariadas. Algunos efectos secundarios de la radioterapia se pasan al finalizar el tratamiento, pero otros son definitivos.

Fuente