Oswaldo Payá

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Oswaldo Payá
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Oswaldo Payá Sardiñas
NombreOswaldo José Payá Sardiñas
Nacimiento29 de febrero de 1952
ciudad de La Habana,
Cuba Bandera de Cuba
Fallecimiento22 de julio de 2012 (60 años) 
cerca de La Gabina,
municipio de Río Cauto,
provincia de Granma,
Cuba Bandera de Cuba
Causa de la muerteAccidente de tránsito

Oswaldo José Payá Sardiñas (La Habana, 29 de febrero de 1952 - Río Cauto, 22 de julio de 2012). Contrarrevolucionario cubano vinculado a Estados Unidos. Fue líder de la organización contrarrevolucionaria Movimiento Cristiano Liberación (MCL) y principal impulsor del llamado Proyecto Varela, financiado desde el exterior, con la participación activa de la SINA (Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana), adonde asistía con frecuencia a reuniones donde recibía orientaciones y financiamiento para sus actividades.

Como parte del apoyo propagandístico desde el exterior, en 2002 el Parlamento Europeo le otorgó el «premio Andréi Sájarov a los Derechos Humanos».

Falleció en un accidente automovilístico el 22 de julio de 2012.

Síntesis biográfica

Era hijo de Alejandro Payá (pequeño comerciante) e Iradia Sardiñas. Su familia había emigrado a Cuba a principios del siglo XX. Sus abuelos maternos fueron cubanos que aprovecharon las oportunidades de entonces para con cierto éxito echar a andar un comercio.

Desde niño, su familia y hermanos, fueron activos en la Parroquia de El Salvador del Mundo en El Cerro. Asistió al Colegio Champagnat de los Hermanos Maristas del Cerro hasta el tercer grado (en 1961). Al ser cerrado el colegio comienza a asistir a la escuela pública, asistiendo al catecismo de su parroquia donde hace su primera comunión y luego es confirmado.

Entre los años 1969 y hasta 1972, a los 16 años, hace el Servicio Militar en la Isla de Pinos, donde realiza los estudios preuniversitarios. Una vez terminado el servicio se integra a la vida de la parroquia. Se hace miembro del Grupo Juvenil, catequista y miembro del consejo parroquial.

A su regreso a La Habana en el año 1972 matricula en la Universidad de La Habana en la carrera de Licenciatura en Física. Años más tarde comienza a trabajar en una carpintería y luego lo hace como profesor, logrando matricular las asignaturas necesarias para completar la carrera de ingeniero en telecomunicaciones. En los primeros años de la década de los ochenta comienza a trabajar en el sector de la salud pública como especialista en equipos electromédicos.

En el año 1986 contrae matrimonio civil y religioso con Ofelia Acevedo Maura, ingeniero civil, con la que tiene sus tres hijos, Oswaldo José, Rosa María y Reynaldo Isaías.

Entre los años 1981 y 1986 trabajó en el proceso de la Reflexión Eclesial Cubana (REC) y en febrero de 1986 es delegado de la Vicaría Cerro-Vedado al Encuentro Nacional Eclesial Cubano (ENEC) en el que presentó el tema «Fe y Justicia», donde defendió el derecho de los católicos cubanos a practicar su fe con la absoluta libertad.

En 1986 fundó en la Parroquia de El Cerro la «Peña Cristiana del Pensamiento Cubano» y publicó durante dos años la revista Pueblo de Dios. En 1988 el arzobispo de La Habana, Jaime Ortega, suspendió la publicación y cerró la Peña Cristiana.

Labor contrarrevolucionaria

En el año 1987 fundó el Movimiento Cristiano Liberación (MCL), grupo contrarrevolucionario, en el cual asumió el cargo de coordinador nacional. Posteriormente ingresa a la Internacional Demócrata Cristiana (IDC) y a la Organización Demócrata Cristiana de América (ODCA).

En el año 1990 redacta el Programa Transitorio que proponía una vía conjunta para la llamada «transformación pacífica de la sociedad cubana».

Aleida Godínez, Oswaldo Payá y Félix Bonne, en la residencia del diplomático estadounidense James Cason, jefe de la SINA (Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana).

Realiza también un «Llamamiento al Diálogo Nacional» y recibe el apoyo de la organización contrarrevolucionaria Partido Demócrata Cristiano de Cuba (PDC), con sede en el exterior, iniciando de esa manera una estrecha colaboración que se ha consolidado a través de los años. La campaña fue rechazada por la población cubana.

La creación del Comité de Diálogo Nacional cuyo objetivo era redactar un programa de transición al capitalismo, en perfecta armonía con el plan que George Bush estableció para aniquilar la existencia de la nación cubana. Dicho comité reunió cerca de 110 miembros de la extrema derecha cubana el exterior, entre los cuales algunos tienen una larga experiencia en el terrorismo internacional contra la población cubana.

Entre estos se encontraban Carlos Alberto Montaner, antiguo agente de la CIA y presidente de la Unión Liberal Cubana, organización financiada por la CIA y con sede en Madrid (España), cuya meta es promover la política exterior de los Estados Unidos contra Cuba en el seno de las administraciones europeas y latinoamericanas.

También se encontraba José Jesús Basulto León, director de la organización terrorista Hermanos al Rescate, que fue formado por la CIA y participó en la invasión mercenaria de Bahía de Cochinos en abril de 1961 y, entre otras cosas, atacó con una bazuca el teatro Blanquita (hoy teatro Karl Marx) en La Habana el 24 de agosto de 1962, mientras que este se hallaba ocupado.

Lejos de satisfacerse con la sola presencia de estos dos individuos, el líder del Movimiento Cristiano de Liberación, llamó a miembros de la Fundación Nacional Cubano Americana, como Joe García o Ramón Humberto Colás.

Carta abierta de Payá Sardiñas a los golpistas venezolanos.

En abril de 2002, no vaciló en apoyar a los miembros de la junta fascista responsable del golpe de Estado contra el presidente Hugo Chávez de Venezuela, mediante una carta abierta.[1] En dicho correo, felicitó profusamente a los autores del golpe de fuerza.

Unos meses más tarde, en octubre de 2002, el Parlamento Europeo le concedió el «premio Andréi Sájarov a los Derechos Humanos».[2] el Premio Andrei Sajárov 2002 por su labor en «defensa de la libertad de pensamiento y de los derechos humanos».

El presidente checo Václav Havel, con el apoyo de la IDC en su resolución del 30 de noviembre de 2002, auspiciada por el PDC de Cuba, abogó por la candidatura al Premio Nobel de la Paz 2003 por su «ejecutoria pacífica en pro de la libertad y la democracia en Cuba».

Tras recibir el Premio Andrei Sajarov, comienza un periplo por Europa y América que incluyó entrevistas con José María Aznar, Vaclav Havel, Vicente Fox y otros líderes derechistas de varios países, incluyendo al Secretario de Estado de los Estados Unidos, Colin Powell. También tuvo intercambios con representantes de organizaciones y elementos contrarrevolucionarios en Puerto Rico y Miami.

Finalmente, antes de regresar a Cuba asistió al «Foro de Madrid 2003: Argentina, Brasil, Colombia, Cuba y Venezuela», celebrado en la Casa de América (Madrid) el 29 de enero de 2003. Allí, como «presidente» del Movimiento Cristiano Liberación (MCL), conjuntamente con el presidente del «Partido Demócrata Cristiano de Cuba», representaron ambos a los grupos contrarrevolucionarios en una mesa moderada por el político salvadoreño Gerardo Le Chevalier (f. 2010, quien fue secretario de Prensa de la dictadura de José Napoleón Duarte entre 1984 y 1989) y complementada con la asistencia de Miguel Ángel Rodríguez (expresidente neoliberal de Costa Rica).

El Proyecto Varela

Entre los años 1996 y 1998 redactó junto a otros miembros del MCL el Proyecto Varela, iniciativa auspiciada y financiada desde el exterior, por el «Partido Demócrata Cristiano de Cuba» con la participación activa de la SINA (Sección de Intereses Norteamericanos) en La Habana, para fomentar un proyecto de ley que abogaba por «reformas políticas» en Cuba, a favor de mayor «libertades individuales» encargado por Carlos Alberto Montaner (agente de la CIA estadounidense).[3]

El cinismo en este caso concreto fue mayúsculo, ya que, para colar su proyecto, utilizaron el nombre de Félix Varela. Según los cubanos, se trata sin duda de un insulto contra la persona de quien José de la Luz y Caballero dijo que «fue el que enseñó a los cubanos primero en pensar», y que José Martí dijo que era «un patriota entero».

Muerte

Croquis del accidente ocurrido el 22 de julio de 2012.

Oswaldo Payá falleció el 22 de julio de 2012, en la localidad de Las Gabinas, provincia Granma, Cuba, en un accidente automovilístico cuando el conductor de un auto turístico rentado en que viajaba, perdió el control y se impactó contra un árbol.[4]

Datos del accidente

El 22 de julio del 2012, el auto Hyundai Accent matrícula de turismo T31402, se salió de la vía y se impactó contra un árbol en un tramo de la carretera Las Tunas-Bayamo, en la localidad de Las Gabinas (provincia de Granma). En este accidente fallecieron Oswaldo Payá y Harold Cepero Escalante; mientras que resultaron lesionados leves los extranjeros Ángel Francisco Carromero Barrios (español, conductor del automóvil) y Jens Aron Modig (sueco).

El tramo de la carretera en que ocurrió el accidente se encontraba en reparación y por espacio de unos dos kilómetros no se hallaba pavimentada la superficie de rodamiento, lo cual lo convierte en una especie de terraplén con abundante gravilla; por tanto, muy resbaladizo. El análisis pericial arrojó que el lugar era una vía recta que contaba con buena visibilidad y había una señal que indicaba la existencia de hombres trabajando en su mantenimiento, precedida de otras similares que alertaban a los conductores de los tramos en reparación.

El dictamen pericial y las declaraciones de testigos presenciales del accidente permitieron establecer que el auto irrumpió al terraplén a exceso de velocidad. Al respecto, el capitán Jorge Fonseca Mendoza, perito del lugar del hecho (12 años de experiencia), apuntó que el conductor aplicó los frenos de una manera abrupta, ochenta metros después de haber entrado al terraplén, perdió el control del vehículo y el carro giró del costado izquierdo por espacio de 63 metros, con el frente hacia la cuneta y el maletero hacia el centro de la vía, hasta impactar con un árbol en el borde derecho de la carretera, lo cual confirma la extrema velocidad con que era conducido.[5]

El fuerte golpe deformó sustancialmente el monochasis y el techo del auto.

Un equipo de la Dirección de Criminalística concluyó categóricamente que el conductor manejaba a exceso de velocidad y que el vehículo presentaba una abolladura de 67 centímetros de ancho con 45 centímetros de profundidad en el lateral izquierdo trasero, perpendicular al eje longitudinal del auto (lugar donde viajaban los fallecidos), como consecuencia de un fuerte golpe que deformó sustancialmente el monochasis y el techo, cuyas características y dimensiones se corresponden con el tronco del árbol referido.[5]

A partir del análisis lógico del tiempo de viaje (cerca de ochocientos kilómetros en menos de ocho horas, con tres paradas intermedias), las declaraciones de los testigos y el estudio pericial del lugar del hecho y el vehículo, el equipo investigativo valuó que Ángel Francisco Carromero Barrios debió conducir a una velocidad promedio superior a los 120 kilómetros por hora y que fueron su falta de atención al control del vehículo, el exceso de velocidad y la incorrecta decisión de aplicar los frenos de manera abrupta en una superficie resbaladiza, las causas que determinaron el trágico accidente

Tras el accidente, el dictamen médico forense indicó que Oswaldo Payá falleció instantáneamente a consecuencia de un traumatismo craneoencefálico como resultado del fuerte impacto recibido.

Declaraciones de testigos

Vista trasera del auto donde se aprecia el impacto lateral del choque contra el árbol.

Declaraciones de los testigos presenciales del accidente ante el Órgano de Instrucción:[5]

Wilber Rondón Barrero, campesino de Río Cauto, venía en dirección contraria:

Cuando me acercaba vi que el carro perdía el control y se impactaba contra un árbol de la cuneta.

José Antonio Duque de Estrada, trabajador del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), residente en el municipio granmense de Río Cauto, quien transitaba por el lugar del hecho en una bicicleta y conducía en la misma dirección del auto accidentado:

El carro me pasó a alta velocidad por al lado, con seguridad iba a más de 100 kilómetros por hora. Rebasó a un tractor que también iba en la misma dirección y después vi una tremenda polvareda, cuando entró a un tramo que está en mal estado. Al aproximarme, ya con menos polvareda, vi al carro impactado contra un árbol en la cuneta. A mi modo de entender, la razón más clara que yo veo del accidente es el exceso de velocidad. Al caer en el terraplén no es lo mismo que en el pavimento, no hay freno que valga, el carro no se sujeta, se desliza y se impactó contra el árbol.

Lázaro Miguel Parra Arjona, tractorista del INRH y vecino de La Sal, en el municipio de Yara, conducía en la misma dirección del auto accidentado:

El carro me adelantó a gran velocidad; luego vi la nube de polvo fuerte y cuando bajó el polvo pude ver el auto impactado en el árbol que está en la cuneta.

Fuentes