Palacio Díaz-Gana

Palacio Díaz-Gana
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Obra Arquitectónica  |  (Palacio)
Palacio Diaz-Gana.jpg
Vista de lo que fue el Palacio Díaz-Gana
Descripción
Tipo:Palacio
Estilo:Romanticista
Localización:Barrio Concha y Toro en Santiago, Bandera de Chile Chile
Uso inicial:Palacio
Uso actual:Casas
Datos de su construcción
Inicio:1872
Término:1875
Demolición:1930
Otros datos
Arquitecto(s):Teodoro Burchard

Palacio Díaz-Gana, llamado también Palacio Concha-Cazotte. Fue un palacio de estilo neomorisco, tenía lujosos jardines, fuentes con juegos de aguas, una laguna con puentes, una gruta y diversas esculturas traídas desde Europa. Fue demolido en 1930.

Ubicación

Construcción que tenía 3.500 m2 y su acceso principal era por Avenida Alameda de las Delicias, se encontraba casi al centro de una quinta que pertenecía a la orden de los mercedarios. Dicha quinta tenía por límites la Avenida Alameda de las Delicias por el sur, la calle Erasmo Escala por el norte, el Liceo de Aplicaciones por el poniente y el Palacio Elguín (también de Burchard) por el oriente.

Historia

Su primer propietario fue José Díaz Gana, magnate de la minería, quién adquirió en 1872 la quinta. Se comenzó ese mismo año la construcción del palacio y finalizó su construcción en 1875. Sin embargo no sería por mucho más tiempo dueño de esta fastuosa propiedad, ya que durante la Crisis Económica de 1876 en Chile, José Díaz Gana perdió al juego el palacio y la quinta de la Alameda, recién terminado sin alcanzar a hacer uso de éstos. Así que luego de perder su patrimonio José Díaz Gana, el nuevo dueño de la Quinta y el Palacio Díaz Gana fue Don Enrique Concha y Toro. De esta forma el Palacio Díaz Gana pasó a llamarse Palacio Concha-Cazotte, y por más de 40 años gran parte del acontecer de la vida social de la ciudad de Santiago se desarrollo en su más de 3.500 m2.

En los años que Enrique Concha y su esposa Teresa Cazotte vivieron en el palacio, adquirieron numerosas obras de arte convirtiendo su casa en una verdadera galería compuesta casi exclusivamente de obras de artistas de los siglos XVI, XVII y XVIII, siendo “muy rica y seria la colección” según el juicio del pintor y crítico francés Richon-Brunet, quién visitó Santiago en 1902. De esta colección se pueden mencionar “David con cabeza de Goliath” de Rubens, “Anunciación de Cristo a los Pastores” del holandés Berghen (1624-1689), tres cuadros del francés Le Bourguignon (Jacques Courtois), que fueron sometidos en París a un examen para garantizar su autenticidad, además obras de los italianos Barbieri, del Sarto, Caracci y Zampieri, de los flamencos David Tenier y A. Dispenbeck, de los españoles Alonso Cano y José Ribera. Un cuadro de Melchor Pérez del siglo XV. Así mismo esculturas en bronce de Aizelin, Dubois y Quintor, otros dos bronces de Pradia con pedestales tallados en ébano y caoba, 2 Venus de mármol de Carrara con pedestal.

Los Concha Cazotte fueron famosos por organizar fiestas y bailes en su propiedad, de estos el más renombrado fue uno de disfraces que organizaron en 1912 y que dio de hablar por más de 10 años. De ese baile se imprimió un libro donde salen fotografiados los asistentes vistiendo los disfraces utilizados.

A medida que los Concha Cazotte fueron perdiendo su patrimonio económico, fueron vendiendo sus antiguas posesiones hasta que en 1922, año en que muere don Enrique, su viuda, decidió urbanizar la quinta, para ello encargó su loteo a Arturo Besa Rodríguez, también industrial minero: La idea era reproducir en la antigua quinta un barrio europeo que había visitado doña Teresa en su juventud y del que quedó encantada, de tal modo se construyó un barrio de calles cortas y curvas entre cruzadas entre sí. Es así como nace el Barrio Concha y Toro, donde estaban los antiguos jardines se construyó el Teatro Carrera, hoy monumento Nacional, quedando el palacio ubicado atrás del teatro, entre las calles Maturana y Concha y Toro

Tras la muerte de Doña Teresa en 1932, sus hijos remataron la galería de cuadros, las esculturas, las lámparas, muebles y chimeneas de la casa el 5 de septiembre de 1932, siendo el martillero don Arturo Calvo Mackenna. Además se vendió el palacio, que fue demolido y en su lugar se construyeron nuevas casas.

Estilo

De estilo absolutamente romanticista, es la recreación de una fantasía morisca entre bizantina e islámica, los diseños islámicos estaban entreverados en una planta y en arcos exteriores en los que se alternaban los arcos de medio punto con los de herradura y los cuerpos laterales rematados en almenas medievales. Se destacan las lacerías piramidales que rematan los cuatro arcos de herradura de los laterales de la fachada y mucho más elaboradas las del piso central.

Disponía de tres cúpulas islámicas, dos minaretes que sobrepasaban con creces las cúpulas laterales e igualaban la central, resultando una hibridación de torreones islámicos con campaniles bizantino venecianos. En su interior tenía al menos tres chimeneas, dos de mármol y una de ónix con aplicaciones de mármol.

Fuentes