Palmas endémicas de Cuba

Palmas endémicas de Cuba
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Nombre Científico:'
Reino:Plantae

Palmas endémicas de Cuba. En Cuba hay más de 100 especies de palmas. De estas, 90 son endémicas.

Algunas de las especies

Copernicia fallaensis (Palma Yarey Gigante)

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La palmera más magnífica se extendió por las provincias de Camagüey, Ciego de Ávila y Villa Clara en el centro de la isla de Cuba, donde formó grandes poblaciones en extensas regiones bajas como parte de un bosque semicaduco que cubría vastas áreas de suelos ricos y arcillosos, hoy sólo queda una pequeña comunidad de menos de 100 árboles maduros que permanecen en una sabana cerca de la ciudad de Falla (en la provincia de Ciego de Ávila), ciudad que le da nombre a esta palmera. Desafortunadamente y pese a estar considerada en grave peligro de extinción.

Copernicia fallaensis tiene un tronco sólido y suave de un color gris claro que presenta mayor grosor en la zona media y que puede alcanzar los 20 m de altura. La enorme y redonda corona consiste en numerosas láminas foliares que se dividen en unos 120 segmentos rígidos y que, vistas en un día luminoso, forman una imagen cautivadora.

El color de la lámina foliar es un verde azulado céreo y los pecíolos de las hojas planas y anchas pueden llegar a ser prácticamente blancos. En Cuba, los murciélagos frugívoros comen sus frutas.

El cultivo de la Palmera Yarey Gigante es extremadamente raro. A pesar de que resulta sencillo germinarla, su crecimiento es bastante lento y, especialmente como árbol formado, se adapta bien a una amplia variedad de condiciones en los trópicos y subtrópicos calurosos.

Copernicia macroglossa. (Palmera de abrigo)

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Copernicia, dedicado al astrónomo Nicolás Copérnico (1473-1543). Macroglossa, del latín macroglossus-a-um, literalmente con largas lenguas, refiriéndose probablemente a las hojas que recubren su tronco.

Esta especie cubana es una especie muy curiosa. Tiene unas grandes hojas circulares que prácticamente no tienen tallo y que no caen del tronco una vez han cumplido su función. Esto resulta es una densa mata de hojas sobre una estructura tipo almiar bajo la cual queda oculto el tronco. Es muy adecuada para zonas tropicales secas y florecerá a pleno sol.

De tronco solitario, de 2-7 m de altura y 12-20 cm de diámetro, generalmente vestido con las hojas secas persistentes. Hojas erectas, palmeadas, dispuestas de forma espiral en la corona, con pecíolo cortísimo. Miden unos 2 m de diámetro y están divididas en segmentos agudos. Inflorescencia que sobresale a las hojas. Frutos globosos, de 1,5-2 cm de diámetro, de color negro.

Se multiplica por semillas, que tardan unos 2 meses en germinar. Necesita suelos bien drenados y exposición soleada. Tiene un crecimiento muy lento.

Copernicia cowellii

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Auténtico espécimen único de palmera enana de la sabana, crece en los suelos serpentinos de la parte oriental de Cuba. A pesar de su reducido tamaño (es raro que pase de los dos metros o siete pies), se trata de una palmera impresionante con marcada personalidad.

Si la ves, no te la podrás quitar de la cabeza. Sus hojas coriáceas de abanico son de un verde amarillento en la parte superior y pasan a un blanco ceroso en la parte inferior. El tallo de las hojas es tan corto que las mismas hojas no se diferencian entre sí y parecen más un conjunto de hojuelas de pinchos que forman una compacta corona.

Las hojas muertas forman una falda bajo la corona. La Copernicia cowellii requiere un lugar de exposición solar total y suelo de drenaje libre. Se adapta mejor a los climas tropicales secos, pero no le van mal las condiciones atmosféricas más cálidas. Tolera bien tanto la sequía como las heladas suaves.

Corpernicia torreana. (Jata de Guanabacoa)

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Abundancia de palmas pequeñas de los géneros Coccothrinax y Copernicia, de los cuales el primero, especialmente después de la destrucción de la vegetación originaria, llega a ser predominante.

Entre estas últimas, sobresale la Corpernicia torreana (Jata de Guanabacoa o Palma Jata), la que crece en todos los cuabales del archipiélago cubano, excepto en la región Oriental. Es una palma achaparrada y de tronco grueso, con las hojas en forma de abanico muy grandes y dispuestas en espiral, tiene espinas pequeñas a lo largo de todos los nervios de cada segmento.

Coccothrinax crinita brevicrinis. (Petate, Palma petate, Guano barbudo, Palmera del anciano)

Llama la atención del viajero una palma endémica local que entre 50 y 300 metros sobre el nivel del mar y en las rocas crece por las lomas el Grupo Guamuhaya, en el centro sur de la Mayor de las Antillas. Lo más característico de esta palmera es el tronco cubierto de largas crines de color marrón claro, incluso en plantas jóvenes, que dan a la palmera un aspecto extrañísimo.

La bien conocida "Palmera del anciano" tiene un delgado tronco cubierto de fibras largas, densas y lanosas, de color marrón pálido, dando a la palmera un aspecto extrañísimo. Una vez pasada la lenta etapa de vivero, crece más rápidamente de lo que se puede imaginar. Prospera en las áreas templadas y tropicales más cálidas e incluso superará de forma ilesa una corta y leve helada. Prefiere una situación soleada y necesita un suelo bien drenado. También es una buena planta de tiesto.

Se origina la especie en las comunidades rurales de Río Chiquito, La Yaba, La Campanilla, La Vega y El Naranjal en el municipio de Cumanayagua y específicamente al suroeste de la provincia de Cienfuegos. La distingue los aproximados siete metros de altura y con fibras de hasta 60 centímetros semejantes a la crin del caballo.

La planta es altamente cotizada por los llamados “guaneros” quienes emplean sus hojas en sobreros, la fibra en útiles de limpieza como cepillos y escobas, en el techado sus horcones y para confeccionar sogas el ápice o yema terminal, la parte más vulnerable, luego de cuya amputación la palma muere.

Campesinos que siembran en pequeñas áreas cultivos: fríjol, yuca y maíz y se valen del guano barbudo en el quehacer diario sin la conciencia sobre el uso de la especie que cada vez más continúa desapareciendo del paisaje.

Coccothrinax borhidiana

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Es una palma de la familia de las Arecaceae. Las hojas muertas permanecen en el tronco formando una especie de cobija. A los que han visto esta escasa palmera en crecimiento, supera fácilmente cualquier otra Coccothrinax en apariencia, incluyendo la famosa Coccothrinax crinita. Natural solamente de una pequeña área playera, en el norte de Cuba, donde crece en la vegetación costera protegida, está en seria amenaza de extinción.

Es una reducida palmera con un tronco delgado, cubierto por una gruesa capa de fibras onduladas y rematada con una corona muy densa, de hojas poco espaciadas entre ellas, circulares, rígidas, gruesas, coriáceas y verde oscuro, que se sostienen en pecíolos cortos.

Esta palmera es, sin duda, la más deseable del Coccothrinax. Se encuentra en peligro crítico de extinción; es por ello que precisan la protección de su hábitat, así como el desarrollo de programas de fortalecimiento de las exiguas poblaciones que quedan.

Hemithrinax ekmaniana. (Jumagua)

Probablemente, una de las palmeras más peculiares del planeta. Este pequeño tesoro único vive sólo en tres pequeños mogotes (colinas muy erosionadas de piedra caliza cárstica) al norte de Cuba, donde un pequeño número de ellas se agarran a los acantilados con grandes pendientes, golpeadas por los fuertes vientos y enraizadas a una roca porosa que apenas tiene humus.

La palmera Jumagua desarrolla un tronco esbelto de apenas 5 cm (2 pulgadas) de diámetro que sujeta una corona esférica perfecta densa de hojas rígidas y espinosas con apenas pedúnculos y que por lo tanto, están muy juntas.

Aunque crece bastante despacio y necesite unos 6 años para empezar a formar un tronco, merece la pena esperar a que crezca esta destacada palmera en miniatura. Crece bien en climas tropicales y en algunos de temperatura templada, si el sol le da de pleno y está plantada en un suelo muy bien drenado. Puede soportar una exposición costera considerable. Salvo por un puñado de plantas de colecciones botánicas, esta especie aún no se ha cultivado.

Colpothrinax wrightii. (Palma barrigona)

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Endémica del occidente cubano.

En Cuba, se le llama "palma barrigona" a esta palmera única y fácilmente reconocible, en referencia a su aspecto y que tiene una protuberancia en el tronco de la palmera a un metro o más sobre el suelo. Se trata probablemente de la única palmera que pierde su corteza, que es marrón, oscura y áspera, a menudo recubierta por las vainas de las hojas, pero que va dejando al descubierto un tronco suave y gris por debajo, cuando se va cayendo con los años y pasa sus estadios juveniles, tras formarse su "barriga".

La Colpothrinax está relacionada con la Pritchardia y en el fondo, aparte de su curioso bulto del tronco, nos recuerda bastante a cierta Pritchardia Hawaiana. Las hojas tienen un color verde oscuro en el haz y son plateadas en el envés. Las puntas son bastante prolongadas y pendulosas.

Es común hallarla en el oeste de Cuba, donde crece en sabanas que han sido transformadas en tierras agrícolas, impidiendo que las poblaciones viejas puedan rejuvenecerse. Las hojas se utilizan como paja, el tronco como material de construcción y los frutos como alimento para cerdos (¡imagínese!).

Se adapta bien a los cultivos en climas tropicales y templados pero no se ve mucho, ya que sus semillas no son muy fáciles de conseguir. Crece despacio al principio, pero bastante rápido una vez que se ha establecido la planta, hasta los 25 cm (10 pulgadas) al año.

Roystonea regia. (Palma real)

Roystonea regia es una especie de palma cuya altura, elegancia y fácil cultivo la ha convertido en una de los árboles utilizados como ornamental más común en el mundo. Es también el más simbólico de los campos de Cuba, donde es reconocido como árbol nacional. El epíteto específico «regia» viene del latín rēgia y significa "real" (del Rey).

Nombre común o vulgar: Palmera real, Chaguaramo cubano, Palmera real cubana, Asahí, Caruta, Chaguarama, Mapora, Palma de yaguar, Palmiche, Palmiste, Yagua, Yaguarrama.

Es nativa de Cuba, algunas regiones de México, Belice, Honduras, sur de la Florida, Bahamas e Islas Caimán. Hoy está plantada en todos los países de la zona intertropical y en varias regiones se ha asilvestrado.

Se encuentra en los llanos cultivados cubanos como principal remanente de los bosques semicaducos que eran la vegetación predominante en Cuba y también crece en terrenos montañosos fértiles y húmedos, siendo a veces más abundante en la vegetación secundaria. Al igual que en otros países americanos, la mayoría de estos árboles suele sembrarse en los cañaverales de azúcar a lo largo de los caminos de interiores para delimitar parcelas y servir de orientación por ser fáciles de distinguir a la distancia.

La Palmera real de Cuba tiene un tronco robusto, tipo columna, de color blanco mármol, un tallo de la corona enorme, color verde césped, y una hermosa corona de hojas grandes y plumosas.

Crecimiento rápido en condiciones favorables. Hojas pinnadas de hasta 8 metros de largo y color verde brillante por ambas caras.

Dichas palmas tienen un aspecto airoso y plumoso, sus folíolos pueden llegar a medir hasta un metro sobre todo los de la base de la hoja. Inflorescencias con grupos de 3 flores, 2 masculinas y 1 femenina. Entre la zona de unión de tronco y capitel brotan las inflorescencias que son muy ramificadas, con pequeñas flores aromáticas de color blanco. Frutos redondeados de color púrpura.

En su país de origen estos frutos ricos en grasas y almidón son dados a los cerdos como un excelente pienso.

Por su majestuosidad es una excelente palmera para pies aislados y ornamentales alineaciones dando así una gran categoría a las calles o avenidas. Se planta ampliamente como una planta ornamental en los trópicos americanos y en otras partes.

Muy utilizada en alineaciones por su porte en calles o avenidas.

Ideal en pies aislados; se contempla una de las palmeras más bellas del Mundo.

No es apta para interiores dada su gran exigencia de luminosidad. Su cultivo requiere exposición soleada, prefiere suelos profundos y ricos en materia orgánica, soporta incluso vientos huracanados, riegos abundantes, tolerando también la sequía una vez establecida, temperatura mínima -2ºC (por poco tiempo), transplante fácil, se multiplica por semillas, que tardan unos dos meses en germinar.

Microcycas calocoma. (Palma corcho)

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La Palma corcho pasa como uno de los ejemplares más raros de la Flora cubana. Su nombre científico es Microcyas calocoma. Sólo existe en Cuba y es considerada una reliquia.

Es una cícada de la familia Zamiaceae, endémica de Cuba y única de su género. Tiene apariencia de palma, y al igual que todos los miembros de este orden es una especie dioica.

Hace unos 200 millones de años, en la Era Mesozoica, existían decenas de miles de especies de este género; actualmente quedan tres familias. Se localizan en las cercanías de Consolación del Sur y Viñales, en Pinar del Río.

El nombre vulgar no se corresponde con la clasificación botánica, ya que no es una palma, ni es de corcho.

El nombre popular lo debe a la constitución esponjosa del tronco. Esta palma alcanza como promedio unos 5 metros de altura y el diámetro hasta 60 centímetros. Las hojas, también llamadas “pencas”, tienen la forma de una copiosa y verde corona.

Crecen solo del estirado tallo y en todas las direcciones, alcanzando longitudes aproximadas a un metro. Según los expertos, los ejemplares de sexo masculino alcanzan mayor tamaño. Requiere sombra y humedad, por lo que es más común en las orillas de ríos y arroyos. No se le ve en terreno abierto.

La palma corcho forma parte del patrimonio científico de Cuba y de la humanidad. Es testigo vivo de paisajes hoy desaparecidos, de las eras de los Reptiles gigantes, e incluso, más antiguas.

Coccothrinax spirituana (Palma azul)

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Esta planta crece silvestre en las localidades cubanas de Sancti Spíritus y Ciego de Ávila. Su nombre científico es Coccothrinax spirituana, en alusión a la provincia de Sancti Spíritus.

Se presenta únicamente en la zona colinosa con sustratos de roca serpentina, lugar donde predominan matorrales espinosos denominados comúnmente cuabales.

La denominación popular hace referencia al llamativo color ceniciento azuloso que tienen sus hojas, una de las diferencias más visibles de esta palma con respecto a otras.

Relacionada con la especie Coccothrinax macroglossa, diverge con ésta, además del color, por su menor estatura, mayor largo y menor cantidad de segmentos de las hojas..

Es una palma pequeña de tres a cinco metros, inerme, solitaria, de tallo erecto de 12 a 15 centímetros de diámetro, normalmente cubierto con una red fibrosa de las vainas de las hojas.

Posee amenaza de extinción y pese a que su población es numerosa, su área de ocupación es muy pequeña, de unos 25 kilómetros cuadrados. Esta especie se encuentra presionada por la pérdida y degradación de su hábitat, además de que la zona de su habitat está siendo reforestada con especies exóticas.

Los ejemplares tipo de la palma azul se encuentran depositados en el Herbario Maximiliano Curbelo, del Jardín Botánico de Las Tunas, y en el Herbario Nacional de Cuba, del Instituto de Ecología y Sistemática de La Habana. [1].

Referencias



Bibliografía

  • Moya, C. (1998). Coccothrinax borhidiana. Lista Roja de la IUCN 2007. IUCN 2007. Consultado el November 12, 2007.
  • Henderson, Andrew; Gloria Galeano; Rodrigo Bernal (1995). Field Guide to the Palms of the Americas. Princeton, New Jersey: Princeton University Press. ISBN 0-691-08537-4.
  • «Coccothrinax borhidiana». Palm & Cycad Societies of Australia. Consultado el 13-11-2007.
  • «Coccothrinax borhidiana». Real Jardín Botánico de Kew: Checklist Mundial de Familias de Plantas Seleccionadas. Consultado el 31-01-2007.
  • Ángela Leiva Sánchez (2001). "Cuba y sus Palmas", Gente Nueva, La Habana.