Parque Nacional Carara

Parque Nacional Carara
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Sendero para personas minusválidas dentro del parque
Playa accesible a minusválidos Zona protegida: Parque Natural.
Localización
PaísBandera de Costa Rica Costa Rica
Provincia / EstadoPuntarenas
LocalidadOrotina
Características generales
Ancho medio4.700 hectáreas
Grado urbanización
Paseo marítimo
Aspectos medioambientales
Presencia vegetación
Zona protegida
Seguridad
Señalización de peligro
Accesibilidad
Accesible a minusválidos
Tipo de accesoPúblico
Señalización de acceso

Parque Nacional Carara. Ubicado este parque en el distrito de Orotina en la provincia de Puntarenas, Costa Rica. Cuenta con numerosos vestigios de ocupaciones indígenas precolombinos. Formó parte del gran latifundio agrícola llamado la Hacienda Coyolar. La palabra "Carara" se deriva de un término indígena, que supuestamente significa río lleno de cocodrilos. Creado el 27 de abril de 1978 como categoría de Reserva Biológica.

Ubicación

Se localiza en el Pacífico Central de Costa Rica, en la provincia de Puntarenas y San José, entre los cantones de Turrubares, y Orotina, ubicado a unos 90 kms., al sur de San José siguiendo la carretera Costanera Sur y a 2 kms., al sur del puente sobre el río Grande de Tárcoles.

Ubicado en la zona transicional entre los bosques seco y húmedo de la región del Pacífico. Se puede decir que ninguna otra área silvestre del país protege los recursos de plantas y animales presentes en dicha región bioclimática.

Ubicación del Parque Carara en el mapa

Historia

En un inicio el Parque Nacional Carara formó parte del gran latifundio agrícola llamado la Hacienda Coyolar (una de las concentraciones de tierra de propiedad privada más grandes que ha tenido el país), la cual se extendía desde Orotina y finalizaba en Parrita siendo su territorio de miles de hectáreas pertenecientes al Dr. Fernando Castro Cervantes persona quien años más tarde, se las vende al IDA (Instituto de Desarrollo Agrario, actual INDER), donde posteriormente el IDA le traspasó estas tierras al Servicio de Parques Nacionales (SPN), donde se creó el 27 de abril de 1978 como categoría de Reserva Biológica, pero debido a la necesidad y afluencia de numerosos visitantes a partir del año 1990, se le modifica la categoría de manejo pasando a ser Parque Nacional en el mes de noviembre de 1998.

Considerada como un excelente laboratorio viviente, donde se puede estudiar la estructura y el funcionamiento de los ecosistemas tropicales y las relaciones entre ellos, cuenta además, con numerosos vestigios de ocupaciones indígenas precolombinas, que hasta la fecha no están abiertos al público.

Etimología

La palabra "Carara" se deriva de un término indígena, que supuestamente significa río lleno de cocodrilos. Esta área ha sido tradicionalmente ocupada por los costarricenses autóctonos, varios grupos indígenas aliados en el valle central entre 300 a.c y 1500 d.c.

Características geográficas

Con una extensión de 5.242 hectáreas. Está ubicada en la zona transicional entre los bosques seco y húmedo de la región Pacífica de Costa Rica y puede decirse que ninguna otra área silvestre del país protege los recursos de plantas y animales presentes en dicha región bioclimática.

Es una isla biológica a causa del intenso uso agropecuario de la zona, que se remonta a la época precolombina. Además, a que los recursos forestales y silvestres han sido casi destruidos en la Región Pacífico Central del país. Por eso, Carara constituye un refugio obligado y una verdadera “isla” de bosques para la fauna desplazada por las actividades humanas.

Se distinguen tres zonas de vida: el bosque tropical húmedo transición a perhúmedo, el bosque tropical muy húmedo transición a húmedo y el bosque muy Húmedo premontano con su transición basal por perhúmedo.

El Parque fue creado para facilitar investigaciones y estudios científicos, así como propiciar la educación ambiental. Esta área silvestre es considerada un excelente laboratorio viviente, en donde se puede estudiar la estructura y el funcionamiento de los ecosistemas tropicales y las relaciones entre ellos.

Flora y Fauna

Lapa roja, ave de bellos plumajes prácticamente desaparecida

Posee varios ecosistemas como ciénagas, una laguna y bosques de galería, secundarios y primarios. Las ciénagas se forman por las inundaciones estacionales del Río Grande de Tárcoles, en área localizada al noreste de la reserva. Estas zonas son ricas en especies de aves zancudas, anfibios y reptiles asociados a esos ambientes.

La laguna ocupa un extenso meandro abandonado del río Grande de Tárcoles, mide unos 600 metros de longitud, 40 metros de ancho y 2 metros de profundidad. Prácticamente toda está cubierta de choreja o lirio de agua y de otras plantas acuáticas.

En este ambiente son abundantes diversas especies de reptiles como los cocodrilos que miden hasta tres metros de largo y de aves acuáticas como las garzas rosadas, los patos aguja, los gallitos de agua, los zambullidores piquipintos y los martín peña. Los cocodrilos son también abundantes y fáciles de observar en el Río Grande de Tárcoles.

Los bosques de galería se encuentran en las márgenes de los ríos, son densos, altos y de poca diversidad en especies. El espavel es la especie característica en este hábitat.

Los bosques secundarios se localizan sobre terrenos que anteriormente se dedicaron a actividades agropecuarias, tienen una diversidad florística menor que los bosques primarios y presentan más especies caducifolias. La palma viscoyol, muy espinosa, se encuentra formando rodales casi puros en este tipo de bosque.

Los bosques primarios ocupan la mayor parte de la reserva. Situados sobre terrenos de 20 a 60 por ciento de pendiente, presentan alta diversidad, varios estratos y abundancia de liana y plantas epífitas. Algunos de los árboles que llaman más la atención por su tamaño son el espavel, la ceiba, el guanacaste, el gallinazo, el guácimo colorado, el higuerón, el guayabón y el javillo. Otras especies de árboles son el lechoso, el nazareno que produce una madera preciosa de color púrpura; el cristóbal, el ajo, el hule, el pochote, el mora, el fruta dorada y el ron ron.

La fauna es abundante a pesar del aislamiento de la reserva. La más sobresaliente es: el saíno, el oso caballo, la martilla, la guatusa, el pizote, el mapache, el manigordo, el mono carablanca, el perezoso de dos dedos, el tolomuco, el venado y el zorro cuatro ojos. Una ave muy conspicua por su bello plumaje y porque prácticamente ha desaparecido del Pacífico Seco, es la lapa roja. Otras especies de aves son: el trogón violáceo, el pavón, el colibrí, el tucancillo, el guaco y el chocuaco. Algunas de las especies animales antes citadas, se encuentran en peligro de extinción o con poblaciones reducidas.

Clima

La temperatura promedio anual es de 27° C. y la precipitación promedio anual es de 2800mm. Los meses más secos son marzo y abril.

Amenazas forestales

Los incendios forestales, la cacería furtiva y la limitación en cuanto a recursos financieros y humanos para hacer frente a la creciente demanda turística por los atractivos que protege el parque, son los principales problemas que se enfrentan.

Arqueología

El Parque cuenta con numerosos vestigios de ocupaciones indígenas precolombinos. Los estudios arqueológicos realizados han permitido la ubicación hasta el momento de quince sitios arqueológicos que corresponden a dos épocas de ocupación: La Fase Pavas (300 años a.C. – 300 años d.C.) y la Fase Cartago (800 años – 1500 años d.C.), con agricultura como base de subsistencia.

De la segunda época de ocupación sobresalen varios sitios, como Carara que corresponde a un basamento rectangular (6×4 m), construido en piedra de río y rocas calcáreas, y Lomas Entierro, una extensa aldea con zonas habitacionales y funerarias en la cima de unas lomas ubicadas frente al Río Tárcoles. Lomas Entierro fue un asentamiento principal durante la época precolombina y ejerció un dominio político y económico en la zona baja del Río Tárcoles.

El Parque Nacional de Carara es un favorito para cualquiera interesado en el estudio de la biología tropical. La gran variedad de diversidad y el fácil acceso hace de este viaje uno que de verdad vale la pena. La zona de conservación presenta un razgo muy particular, esta es la zona de transición entre el bosque seco del norte y la selva lluviosa del sur.

Muchas especies en peligro viven y se reproducen aquí, como el cocodrilo americano y el árbol de corazón púrpura. Carara también es considerado un santuario para la hermosa Lapa roja. Cientos de sitios arqueológicos han sido excavados aquí, encontrando sitios sagrados como cementerios cuyas tumbas contienen diversas piezas de cerámica, piedra y jade.

Enlaces relacionados

Fuentes