Parque Natural de Monfragüe

Parque Natural de Monfragüe
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Institución con sede en Bandera de España España
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Zona Especial de Conservación, ZEC 1989.
Fundación:3 de marzo de 2007
País:Bandera de España España
Sitio web
Sitio Web Oficial del Parque Natural de Monfragüe


Parque Natural de Monfragüe. Es uno de los 15 parques nacionales que existen en España. Fue declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO desde julio del 2003.

Ubicación

Monfragüe se encuentra situado en el centro de la provincia de Cáceres, en el triángulo que forman las ciudades de Plasencia, Trujillo y Navalmoral de la Mata.

Es uno de los ejemplos más representativos del bosque y matorral mediterráneos. En el interior del parque desemboca el río Tiétar sobre el río Tajo. Monfragüe se podría considerar como el principal refugio de la fauna mediterránea.

Su eje vertebrador lo constituye el río Tajo a su paso por suaves montañas rodeadas de extensas dehesas. Con una superficie de 17.852 ha y una altitud de 450- 750 metros sobre el nivel del mar con accesos: Desde Navalmoral de la Mata (N-V), Trujillo (N-V), Cáceres y Plasencia (N-630). Predominando un hábitat de bosque, matorral mediterráneo, dehesa, roquedo, masas de agua.

Descripción

La existencia de dos áreas claramente diferenciadas (un monte mediterráneo cerrado y amplias dehesas que le rodean) propician la existencia de una biodiversidad con un interés científico y cultural especial e inigualable. Por todo ello,

Es el primer Parque Nacional de Extremadura, presenta una geología curiosa y descriptiva como pocas. Esta estructura da lugar al relieve apalachiano que se caracteriza por una sucesión de crestas dibujadas por los materiales más resistentes (cuarcitas) y valles o depresiones sobre los materiales más erosionables (pizarras). Asimismo, los ríos, a su paso por el parque, forman las conocidas portillas y saltos cuando cortan los crestones cuarcíticos.

Dentro del perímetro que delimita las 18.396 hectáreas del Parque Nacional de Monfragüe se establece una división en cuatro zonas. El objetivo principal de esta zonificación es el de hacer compatible la preservación de los valores naturales y culturales de este espacio protegido con el disfrute de los visitantes, el desarrollo de las actividades de uso público y la sostenibilidad de los aprovechamientos productivos.

Origen

La historia de la protección de estos parajes se remonta al año 1979 en el que se declara el Parque Natural de Monfragüe, con una extensión de 18.396 has. Esta declaración supone la culminación de un largo y difícil proceso por la defensa de estas tierras, amenazadas desde las décadas de los 60 y 70 por plantaciones de eucaliptos, persecución de los grandes predadores, y desaparición de las riberas por la construcción de las presas de Torrejón-Tiétar y Torrejón-Tajo.

La declaración del primer espacio protegido de Extremadura supuso un reconocimiento del alto valor de este enclave, considerado la mancha de bosque y matorral mediterráneo mejor conservada de Europa y que alberga una alta biodiversidad. La posibilidad de declarar Monfragüe Parque Nacional se planteó desde principios de los años 90, alcanzándose dicha categoría en marzo de 2.007 y pasando a formar parte de la Red de Parques Nacionales que cuenta con 14 espacios protegidos.

Fue declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO desde julio del 2003.

Flora

Encinas (Quercus rotundifolia) y alcornoques (Quercus suber), tanto en dehesas como en manchas compuestas por jaras (Cistus sp), brezo (Erica sp) y Madroños (Arbustus unedo). Enebro (Juniperus oxycedrus) y cornicabra (Pistacea terebinthus) en zonas rocosas. Alisos (Alnus glutinosa) y almez (Celtis australis) en zonas de ribera más húmedas y acebuches (Olea silvestris) en solanas.

Fauna

Monfragüe es conocido a nivel mundial por las altas densidades de grandes aves, especialmente las rapaces. Entre ellas, se encuentran poblaciones de buitre negro, águila imperial ibérica, cigüeña negra, buitre leonado, águila perdicera, águila real, alimoche, búho real y águila culebrera, entre otras.

En cuanto a los mamíferos, destaca la existencia de especies cinegéticas de caza mayor (jabalí, ciervo y corzo) y de caza menor

Conejos y liebres en monfragüe

conejo y liebre, además de la escasa y casi dudosa presencia del lince ibérico, con un avistamiento seguro en 1992 y distintas escuchas realizadas en 2003.

Existe un número significativo de ejemplares de reptiles, anfibios y peces. Monfragüe destaca también por su relación con el hombre. El hallazgo de 105 abrigos con pinturas rupestres, datadas de 5.000 a 3.000 años antes de Cristo, refuerza la idea de que el ser humano siempre encontró en la quebrada orografía de este espacio un lugar óptimo para habitar.

Presencia destacada de ciguëña negra (Ciconio nigra), más de 200 nidos de buitre negro (Aegypius monachus) y 600 de buitre leonado (Gyjps fulvus) son abundantes y fácilmente observables. El alimoche (Neophron percnopterus), así como águila imperial (Aguila heliaca), águila perdicera (Hieraetus fasciatus) y el ratonero (Buteo buteo). Entre las rapaces nocturnas es de gran interés el búho real (bubo). El lince (Lynx pardina), meloncillo (Herpestes ichneumon) y la nutria (Lutra lutra). Son abundantes, pero también, difícilmente observables el ciervo (Cervus laphus) y el jabalí (Sus scrofa).

Invertebrados

Los primeros animales que poblaron las tierras de Monfragüe eran invertebrados. Algunos gusanos y artrópodos, como ciertos crustáceos y los trilobites, campaban hace más de quinientos millones de años el fondo marino de lo que hoy son sierras, valles y ríos ya emergidos. De una manera sencilla y ciñéndose a las especies que se pueden encontrar en Monfragüe, los invertebrados se dividen en tres grandes grupos. Los gusanos, animales de cuerpo blando sin ningún tipo de esqueleto o protección; los moluscos, animales de cuerpo blando que presentan por lo general algún tipo de formación endurecida protectora; y los artrópodos, animales con un exoesqueleto articulado. De todos los invertebrados, así como de todas las clases faunísticas, los insectos son los que mayor número de especies aportan al reino animal, más de un millón. A esta gran diversidad, se une la gran capacidad reproductora de sus especies, por lo que son los insectos los invertebrados a los que estamos más habituados. En Monfragüe podemos encontrar una buena representación de especies de invertebrados de todos los grupos.

Vertebrados

  • Peces: La construcción de las presas de Alcántara y Torrejón cambió totalmente la fisonomía de los dos grandes ríos que cruzan Monfragüe. De esta manera, las aguas del Tajo y el Tiétar dejaran de correr libremente y la fauna piscícola que albergaban cambió adaptándose a la nueva situación.

Una serie de especies aparecieron entre las aguas de los embalses, algunas de forma natural y otras por medio de sueltas para la pesca deportiva. Estas aguas se poblaron de barbos (Barbus bocagei y B. comiza), carpas (Cyprinus carpio), carpines (Carasius auratus), lucios (Esox lucius), black bass (Micropterus salmoides), percasoles (Lepomis gibbosus) y gambusias (Gambusia holbrooki) entre otros.Pero con la construcción de los muros de las presas en el río Tajo, especies que utilizaban las aguas de este río para realizar parte de su ciclo vital dejaban de hacerlo.

  • Anfibios: El grupo de los anfibios tiene una buena representación en el Parque, y debido a su biología, en la que necesitan enclaves húmedos para realizar parte de su ciclo vital, son fácilmente detectables en los diversos puntos de agua que existen en Monfragüe. La población de anfibios tiene su época más óptima en primavera y otoño, coincidiendo en las épocas en las que más lluvias se producen en la zona. Así, en casi todos los puntos de agua, bien sean los grandes embalses bien los pequeños charcos y arroyos temporales que se producen tras las lluvias se puede encontrar a la rana común (Rana perezi).Esa especie, junto con el sapo corredor (Bufo calamita), son las más abundantes dentro del área de Monfragüe.Otras especies bien representadas son el sapo de espuelas (Pelobates cultripes) y el sapo común o escuerzo (Bufo bufo). También existen el Zapillo pintojo (Discoglossus galganoi) parecido a la rana común.
  • Reptiles: Morfológicamente, los reptiles de Monfragüe se pueden diferenciar en dos grandes grupos; los quelonios, caracterizados por poseer un caparazón protector y carecer de dientes; y los escamosos, reptiles carentes de dicha coraza y poseedores de dientes.

Del orden de los quelonios, en el Parque nacional se encuentran dos especies, Galápago europeo (Emys orbicularis) y Galápago leproso (Mauremys leprosa), ambas protegidas y calificadas como especies de carácter “vulnerable” en el Libro Rojo de los Anfibios y reptiles de España. El Galápago europeo es mucho más escaso que su pariente y presenta unas características manchas amarillas en las patas y en la cabeza.

Entre los escamosos, Monfragüe mantiene una variada representación de muchas de sus familias. Destacan la Salamanquesa común (Tarentola mauritánica), el Eslizón ibérico (Chalcides bediagrai) presenta unas pequeñas patas con cinco dedos, mientras que en el Eslizón tridáctilo (Chalcides striatus) la disminución de sus patas es aún más patente y muestran tan sólo tres dedos; el Lagarto ocelado (Lacerta lepida) es la especie de mayor tamaño, la Lagartija colilarga (Psammodromus algirus) es probablemente el reptil más abundante en Monfragüe.

En el Parque Nacional se pueden observar siete especies de colúbridos. El más común es la Culebra viperina o Culebra de agua (Natrix maura), especie inofensiva y pacífica habitual del medio acuático.

  • Mamíferos: Es el grupo animal que más atrae, junto a las vistosas aves. La grandeza de algunos de los mamíferos hacen que estos animales sean los que mayor atractivo posean para los visitantes del Parque, debido a su carácter nocturno o crepuscular son muy esquivos y rara su observación. Aún así siempre hay alguna excepción y se produce algún avisamiento de estos animales.

El valor natural de Monfragüe lo tienen los animales salvajes. De los grandes depredadores, el lince ibérico (Lynx pardinus) es el único que podría quedar. A la desaparición del oso en siglos anteriores se unió la del lobo ibérico en la década de los sesenta del siglo pasado. En cuanto al esquivo lince, en los últimos muestreos que se han realizado no ha dado datos positivos.

Realmente bello.

Mucho más abundantes resultan los carnívoros de tamaño medio: tejones (Meles meles), garduñas (Martes foina), ginetas (Genetta genetta) utilizan el monte mediterráneo para ocultarse durante el día e iniciar su caza en las horas nocturnas. Entre los cánidos el único representante es el zorro (Vulpes vulpes), que sep uede encontrar desde las inmediaciones de los núcleos urbanos hasta en las zonas más agrestes. En los cursos de agua se puede ver a la cada vez más abundante nutria (Lutra lutra) en busca de peces o cangrejos de río.

  • Aves: Las aves son, sin ningún tipo de duda, el gran valor de Monfragüe. Miles de turistas visitan cada año estos lugares con la intención de observar algunas de las especies de aves más buscadas en nuestro país. Y dentro de este importante grupo animal destacaremos a las rapaces. Una gran representación de estas utilizan Monfragüe como lugar para realizar todo o parte de su ciclo vital.

Dos especies de rapaces son las más buscadas por los objetivos de los ornitólogos, tanto españoles como extranjeros, que llegan a estos lugares: el buitre negro y el águila imperial ibérica. El buitre negro (Aegypius monachus) tiene en Monfragüe su principal santuario, y en estas sierras se asienta la mayor de sus colonias conocidas dentro de su área de distribución. Cada año más de trescientas parejas utilizan las copas de los grandes árboles para colocar su nido y reiniciar cada primavera el cuidado de su único pollo.

Este gran velero aprovecha las corrientes térmicas para volar sin apenas gasto energético y así se le puede ver junto a grandes grupos de buitres leonados realizando círculos sobre las cabezas. Estas dos especies son carroñeros que aprovechan los cadáveres de los animales que mueren en el campo, evitando así que la presencia de cadáveres provoquen infecciones en esas zonas. Por su parte, el águila imperial ibérica (Aquila adalberti) es un ave más solitaria. Esta gran águila es uno de los superdepredadores con la que cuenta la pirámide trófica de Monfragüe. Su presa principal es el conejo, y las dificultades que este animal ha tenido, debido a las enfermedades que le han afectado, y otras causas como pérdida de hábitats y muertes no naturales han supuesto un declive en la población que situaron a la mayor rapaz del bosque mediterráneo en una situación crítica. Hay que añadir que es un ave exclusiva del suroeste de la Península Ibérica, por lo que su protección debería ser prioritaria.

Afortunadamente, en los últimos años su número ha empezado a aumentar y se puede ser optimista, aunque no debe bajarse la guardia. En la actualidad existen alrededor de doscientas parejas en la Península Ibérica, habiendo doce en la zona de Monfragüe. Entre los necrófagos se encuentran al buitre leonado (Gyps fulvus) y al alimoche (Neophron pernocterus). El primero nos brinda una de las imágenes más singulares del Parque, ya que es la especie más vista debido a las grandes colonias de cría de decenas de parejas que se sitúan en los roquedos. El visitante puede observar desde los miradores de la zona de uso público a estas aves utilizando sus prismáticos o telescopios.

Por su parte, el alimoche, visita cada primavera desde la lejana África para criar en los roquedos. Otras aves de presa surcan los cielos de Monfragüe en busca de su sustento. En los roquedos se encuentran águilas reales (Aquila chrysaetos), perdiceras (Hieraaetus fasciatus), halcones peregrinos (Falco peregrinus) o búhos reales (Bubo bubo). Entre la espesura de las umbrías, azores (Accipiter gentilis), gavilanes (Accipiter nisus), milanos negros (Milvus migrans), águilas calzadas (Hieraaetus pennatus), culebreras (Circaetus gallicus), y en las dehesas milanos reales (Milvus milvus), elanios azules (Elanus caeruleus), cárabos (Strix aluco) o mochuelos (Athene noctua). Estas especies constituyen el grueso de las que pueblan el área de Monfragüe.

Además, en el medio humanizado que constituyen los pueblos de la comarca y los edificios de las fincas se puede ver especies que toleran en mayor medida la presencia del hombre. El cernícalo primilla (Falco naummani) y la lechuza (Tyto alba) aprovechan estas construcciones para colocar sus nidos. Aparte del grupo de rapaces, que como se puede comprobar tienen una gran representación en Monfragüe, se destaca otra ave que es objetivo de los visitantes, la cigüeña negra (Ciconia nigra). Esta, mucho más esquiva que su prima la cigüeña blanca (Ciconia ciconia), a la que podemos observar en las torres de las iglesias de los pueblos o formando colonias en algunos bosques y torres de electricidad junto a las carreteras, sitúa sus nidos en los roquedos. Esto nos permite, mantenido una respetuosa actitud, disfrutar viendo cómo saca adelante sus pollos en los nidos desde los miradores.

Realmente bello.

Junto a estas aves, verdaderos emblemas del Parque, se encuentran infinidad de otras aves que dependiendo del medio que utilicen serán más o menos detectables. En los roquedos, que suponen el ecosistema más imponente de Monfragüe, las golondrinas daúricas (Hirundo daurica) y aviones roqueros (Ptyonoprogne rupestris) realizan acrobacias imposibles entre las buitreras del Salto del Gitano o la Portilla del Tiétar. En los núcleos de población se encuentra a las aves que toleran mejor la presencia humana como gorriones comunes (Passer domesticus), estorninos (Sturnus unicolor), lavanderas blancas (Motacilla alba), etc. que deambulan entre las calles de los pueblos de Monfragüe.



Fuentes

Enlaces externos