Pastor Valente Hernández Rojas

Pastor Valente Hernández Rojas
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Combatiente de la clandestinidad, miembro del Ejército Rebelde
Nacimiento26 de julio de 1929
Cabaiguán, Las Villas, Bandera de Cuba Cuba
Fallecimiento21 de junio de 2019
Guanajay, Artemisa, Bandera de Cuba Cuba
ResidenciaCuba
NacionalidadCubana
CiudadaníaCubana
EducaciónSuperior
Conocido porBartolo o Feliciano
Partido políticoPartido Comunista de Cuba
CónyugeOlivia Margarita Rodríguez Cobo
HijosMagaly, Vilma y Augusto César
PadresEleuterio Hernández y Gabriela Rojas
Familiareshermanos: Carlos, Oscar, María Juana, Camilo, Pablo Roberto, Gervasio, Eloy, Mario y Jesús.

Pastor Valente Hernández Rojas. Fue Coronel (R) de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, combatiente de la clandestinidad, miembro del Ejército Rebelde, participó en la lucha contra bandidos y cumplió misión internacionalista. Huésped ilustre de Guanajay.

Participó en la lucha clandestina en La Habana junto al Dr. Faustino Pérez Hernández, Machaco Ameijeiras y Sergio "El Curita" González; guardó prisión en varias ocasiones, sufrió torturas y jamás traicionó a sus compañeros.

En Artemisa fue jefe de Acción del M-26-7 en la zona de Guanajay, Mariel, Bahía Honda, Cabañas, Artemisa y San Cristóbal. Se incorporó al Ejército Rebelde, era considerado como el más político de la guerrilla. Lo designaron jefe de la guerrilla que actuó más cerca de la capital, con la misión de esperar y apoyar a Camilo Cienfuegos.

Al triunfar la Revolución desempeñó diversas funciones en las Fuerzas Armada Revolucionarias (FAR), ocupando cargos en la cadena de mando desde jefe de batallón sata jefe de división y fue ascendido al grado de coronel. Recibió numerosas condecoraciones y fue fundador del Partido Comunista de Cuba (PCC).

Síntesis biográfica

Infancia

Gabriela, la madre de Pastor, en el barrio Pedro Barba, Jíquima de Peláez, con dos nietos. Año 1956

Nació el 26 de julio de 1929, en el barrio Pedro Barba, cerca de Jíquima de Peláez, municipio de Cabaiguán, en la antigua provincia Las Villas. Ahora pertenece a la provincia Sancti Spíritus. Sus padres fueron Eleuterio Hernández y Gabriela Rojas.

Tuvo varios hermanos: Carlos, Oscar, María Juana, Camilo, Pablo Roberto, Gervasio, Eloy, Mario y Jesús.

Esta era una zona pobre, de tierras poco productivas, la mayor parte eran sabanas en manos de terratenientes que la tenían sembradas de caña y de pequeñas áreas de tabaco, pero la mayoría estaba dedicada a la ganadería.

Los bohíos eran de guano y yaguas, ubicados por lo general al borde del camino real, que era la única vía de comunicación entre los caseríos más cercanos. La mayoría de la población no tenía asistencia médica, los enfermos eran atendidos por curanderos. Muchas veces era el farmacéutico de los pueblos el que medicaba a los pacientes.

Tuvo la oportunidad de asistir a la escuela únicamente un año, por lo que aprendió a leer y a escribir en la casa con su madre.

En La Habana

Superación cultural

En 1944, cuando tenía 15 años, sus padres lo envian para la casa de una hermana que radicaba en La Habana. Para vivir, trabajó como mensajero de farmacia, bodeguero, mozo de limpieza, jardinero y hasta de boxeador.

Su espíritu de superación lo llevó a estudiar en su poco tiempo libre. En el Centro Asturiano, en unos dos años, alcanzó el sexto grado; y llegó a octavo, en una escuela pública en el Cerro, donde tuvo excelentes maestros como Evelio Tellería Toca, un viejo comunista, que le impartía varias asignaturas, especialmente historia, donde conoció acerca de José Martí, Carlos Manuel de Céspedes, Máximo Gómez, Antonio Maceo, Julio Antonio Mella, Rubén Martínez Villena, Vladimir Ilich Lenin, de la Revolución del 30, y del papel desempeñado por los jóvenes lo largo de la historia de Cuba.

Actividades revolucionarias

Se convirtió en fidelista, iba a los mítines que daba Fidel Castro en la escalinata de la Universidad de La Habana y a otras actividades revolucionarias. Se reunía con otros jóvenes que pensaban igual que él y se decidió a luchar por lo que consideraba justo. Fue tomando conciencia de la situación que vivía el país, hasta convertirse en revolucionario.

El día 2 de diciembre de 1956, cuando se produce el desembarco del yate Granma por Los Cayuelos cerca de Las Coloradas, no pertenecía a ninguna célula y actuaba por su propia cuenta, gritaba consignas y mostraba públicamente su descontento con la situación existente en el país, pero no pertenecía a ninguna organización.

Siendo bodeguero le exigió varias veces a la policía que le pagaran los productos que le pedían como ron, tabacos y cigarros. Consideraba que pedir esos productos y marcharse sin pagar era un abuso, una injusticia de la dictadura de Fulgencio Batista y lo hablaba, decía lo que sentía, por lo que fue arrestado en varias ocasiones y recibió golpes y torturas.

Conoció al ex presidente de Cuba, Ramón Grau San Martín, visitó su casa, participó en reuniones y se convirtió en uno de sus activistas. Pero Pastor Valente, más que charlas y reuniones, lo que quería era entrar en acción e intentó sin éxito llegar hasta la Sierra Maestra.

En los primeros meses del año 1957 se incorporó oficialmente a una célula del Movimiento 26 de Julio (M-26-7) en Santo Suárez. Antes había cumplido determinadas misiones como cooperante o por iniciativa propia, pero no como uno de sus integrantes.

Su participación en las actividades revolucionarias aumentó y la policía lo tenía acosado. Un día cayó preso, por órdenes del coronel Esteban Ventura Novo, un famoso sicario de la dictadura de Batista.

La orden era liquidarlo, ya lo habían torturado salvajemente y no le habían sacado una sola palabra acerca de sus compañeros. Su madre y una hermana se enteraron que estaba en la estación de policía y allá fueron con otros testigos. Ante la insistencia, dejaron que lo vieran. Luego, bajo amenaza, lo liberaron.

En la zona de Santo Suárez vendía bonos, regaba puntillas en las calles y participaba en varias acciones en cumplimiento de las misiones asignadas por el Movimiento Revolucionario.

En esas actividades revolucionarias participaba junto a Ángel Machaco Ameijeiras y Sergio González (el Curita), combatientes que lucharon en la clandestinidad y eran dirigentes del Movimiento Revolucionario en aquellos tiempos en la capital de la República; así como el joven Celso Vásquez Martín, conocido como el Mexicano.

Celso Vásquez señaló cómo conoció a Pastor Valente:

Yo tenía 16 años cuando conocí a Pastor Valente a principios del año 1957. Jamás podré olvidar ese instante por las circunstancias en que sucedió el encuentro. Eran alrededor de las 10 de la mañana, me encontraba en la esquina formada por las calles Coco y Rabí, en Santo Suárez. Cuando me disponía a tomarme un refresco, observo cómo un policía, lleno de arrogancia y en forma descompuesta, se dirige a un jovencito de piel oscura, muy mal vestido, que tenía un cajón de limpiabotas y le dice: “¡Oye tú, límpiame los zapatos y trata de no ensuciarme el uniforme con tus sucias manos!”

Aquello me hizo reaccionar, me puse a la expectativa y observé cómo aquel pobre muchacho, casi un niño, seguramente analfabeto, con hambre, muy asustado, se dispuso a cumplir con lo pedido. Lo hizo rápido y con calidad. Al terminar el policía se paró y él le dijo en voz casi imperceptible: “Un medio”.

El policía, de abusador le dijo: “¡Mira, negro cabrón!, ¿tú me piensas cobrar a mí?, ¡no jodas…!” De inmediato le dio un puntapié al cajón que tenía el muchacho con los utensilios, que cayó en medio de la calle y las cosas que tenía dentro se regaron por todo aquello.

No pude aguantar más y le dije al policía que eso era un abuso, que cómo era posible que él hiciera eso por cinco centavos… Cuando escuchó eso se enfureció más, sacó la pistola y me dijo: “¡No te metas, que a ti te lo hago igual o peor!”

En esos precisos momentos llegaron dos compañeros desconocidos en mi auxilio. Uno era Pastor Valente, el cual le grita al policía: “¡Baje esa pistola y tenga cuidado con lo que hace!” El policía dirige la mirada al recién llegado y apuntándole con la pistola le pregunta: “¿Tú quién eres para que me hables así?” Como un relámpago Pastor Valente le contestó: “¡Yo soy Pastor Valente Hernández Rojas y no me trate de tú, que usted a mí no me conoce, yo respondo por ese muchacho que bien pudiera ser su hijo!” [1]

En julio de 1957 cayó preso nuevamente. Cuando iba con otros compañeros a recoger un armamento por Centro Habana, en la calle Infanta, producto de una delación, la policía los cercó y los llevaron para la Quinta Estación de Policía. Luego fue remitido al Castillo del Príncipe, donde estuvo preso casi ocho meses, hasta febrero de 1958. Compartió las celdas con valiosos compañeros como Osmani Cienfuegos, Machaco, El Curita y otros revolucionarios. Allí fue testigo de la fuga protagonizada por este último.

Al salir de la cárcel continuó vinculado al M-26-7. Participó en la Huelga del 9 de Abril de 1958, bajo la orientación del miembro de la Dirección Nacional del M-26-7 Octavio Lewi Cabrera; y conoció a Faustino Pérez Hernández, quien dirigía el Movimiento en La Habana.

Luego intentó nuevamente trasladarse hasta la Sierra Maestra y al llegar a Camagüey tuvo que regresar.

Se mantuvo oculto en una casa que tenía el Movimiento 26 de Julio cerca de la Universidad de La Habana, hasta que Faustino Pérez, le dijo que no podía estar más tiempo en La Habana, porque podían asesinarlo, que era más conveniente que continuara su labor en otro lugar donde no lo conocieran.

En Pinar del Río

Participación en la lucha clandestina

Después de la huelga del 9 de abril, cumpliendo con las instrucciones recibidas, lo trasladan para Artemisa, que entonces pertenecía a la provincia de Pinar del Río, y es designado jefe de operaciones o de Acción y Sabotaje del M-26-7 en la zona de Guanajay, Mariel, Bahía Honda, Cabañas, Artemisa y San Cristóbal.

Participó en diversas acciones orientadas por el movimiento revolucionario y conoció a varios combatientes, entre ellos a José Fernández Riesgo y su familia. Para ese momento el comandante Dermidio Escalona Alonso estaba organizando, por órdenes del comandante Fidel Castro, el Frente Guerrillero de Pinar del Río. A su llegada a este territorio, participó de inmediato con el capitán Rogelio Payret Silvera, conocido como Claudio, en la organización de las futuras actividades, incluyendo el alzamiento en las montañas pinareñas.

En ese tiempo Jesús Suárez Gayol (el Rubio en la guerrilla del Che en Bolivia, donde dio su vida), era dirigente del Movimiento Revolucionario en Pinar del Río, y Pastor Valente participó con él en reuniones y recibía las instrucciones de trabajo.

En sus labores clandestinas participó, entre otras acciones, en el ajusticiamiento del jefe de la policía de Artemisa, llamado José Antonio Paulaza, pero todo el mundo lo conocía por Cabeza de provincia.

De esta acción, Pastor Valente Hernández Rojas, señaló:

La acción la dirigió Miguel Martínez Rodríguez. Fue él quien orientó lo que se debía hacer. En la preparación y realización de la acción participamos, además: Héctor González, Vicente Martínez (hermano de Miguelito, al que le decíamos Vicentico), Clodomiro Miranda, más conocido por Clodo, y yo. Nosotros cinco fuimos los que participamos. El enfrentamiento se desarrolló así. Era domingo, 12 de octubre de 1958. El jefe de la Policía se encontraba en casa de la “querida”, esperamos y cuando iba saliendo yo le grito: Oye, estás preso, párate, y todo lo demás que nosotros decíamos en situaciones como estas. El tipo saca la pistola, conocíamos que donde él ponía los ojos ponía la bala. Yo era muy rápido y me tiré delante de su carro (un Chevrolet), con mi pistola española de ráfagas, tipo ametralladora, creo que, de 36 tiros, y no lo dejé tirar. Abrí fuego inmediatamente, no podíamos dejar que él tirara primero, sino éramos hombres muertos. Clodo entró y se puso al lado mío, delante del carro y le tiró al chofer. Vicentico también le tiró por el lado derecho. [2]

La persecución era grande, pero Pastor Valente ponía en práctica su experiencia y lograba evadirla, y seguía cumpliendo sus funciones. Después de cumplir varias misiones en la clandestinidad y ante la situación en que se encontraba por el conocimiento que tenía el enemigo que ponía en peligro su vida y el cumplimiento de otras misiones, el capitán Claudio le ordenó incorporarse a su columna, la cual operaba en el Rubí, próximo a Cabañas.

Incorporación al Ejército Rebelde

Al llegar a las montañas se incorpora a la columna guerrillera y en los primeros momentos el capitán Rogelio Payret lo designó para que bajara varias veces al llano a llevar mensajes, ir a La Habana a ver a Machaco, o a cumplir otras tareas.

Los mensajes eran relacionados con la solicitud de armamento, municiones. El fusil que portó el comandante Dermidio Escalona hasta el final de la guerra revolucionaria, fue trasladado por Pastor.

Después que trasladó ese fusil que Machaco le enviaba al comandante Escalona, se quedó definitivamente en la columna, donde participó en emboscadas, marchas y otras acciones, entre ellas, un combate con carros patrulleros cargados de guardias.

De esa acción, recordaría Pastor Valente:

“…tuvimos un combate con los carros patrulleros: salimos del Rubí por la tardecita, bajamos…; ya el capitán Claudio tenía la información de los mensajeros del llano, de a qué hora pasaban los carros custodiando las guaguas por la carretera. Él tenía una red de información bien organizada, era magnífica. Ya era de noche, nos organizó, distribuyó a todo el personal, nos ubicó en el lugar que debíamos estar y nos dijo: “hasta que ustedes no escuchen que yo disparo, no dispare nadie.”

“Al rato divisamos los carros, eran tres carros patrulleros cargados de guardias, esperamos y cuando el capitán Claudio disparó, comenzó el tiroteo”.

“Como represalia por el ataque a los carros patrulleros, la tiranía batistiana respondió con la Masacre de Cabañas…” [3]

En diciembre de 1958 el comandante Dermidio Escalona, jefe del Frente Guerrillero de Pinar del Río, decide ampliar el territorio donde actuaba la Columna del Capitán Claudio. De esa misión recordó Pastor Valente Hernández Rojas:

“Cumpliendo la orden del comandante Escalona, para ampliar el radio de acción de nuestra Columna, el día 25 de diciembre, el capitán Claudio organizó tres nuevas guerrillas integradas por unos 15 combatientes. Reunió a todo el personal y nos mandó a parar a los tres compañeros que había designado como jefe de las guerrillas y nos planteó las misiones: Clodo, como jefe de la guerrilla que actuaría en la costa norte, con René el Rubio de segundo; Luis Valdivia López, con Oscar Rodríguez de segundo, para la región de San Cristóbal y Candelaria; y yo, con Pedro A. Rodríguez Esperón de segundo al mando, para actuar en el territorio que comprendía la zona del Jobo, la loma Gobernadora, Zayas, Guanajay, el Esperón, hasta los límites con La Habana. Fue la guerrilla que más cerca actuó de la Capital. Ahí es que me ascienden a teniente, por orden del comandante Escalona”. [4]

René González Novales, el Rubio de Mery, señaló de la etapa guerrillera de Pastor Valente:

Durante la realización de varias acciones combativas pude comprobar el valor y audacia de Pastor Valente. Nadie lo aventajaba en experiencia, a cada momento ponía de manifiesto lo aprendido junto a destacados jefes en la clandestinidad como El Curita, Machaco y otros combatientes, en La Habana y en la región de Artemisa.

Pastor Valente, además de su extraordinario valor, tenía un poder de convencimiento tremendo. Era un político nato, lo ponía de manifiesto constantemente, lo mismo cuando se relacionaba con la tropa o con la población que estaba en el radio de acción de la guerrilla, y hasta con los propios enemigos Bastaba que le dieran una oportunidad y ahí estaba él hablando y escuchando el criterio de los demás y luego, convencía a todos.

Se las arreglaba para estar actualizado de la situación nacional e internacional; leía los partes de guerra, la escasa prensa que nos llegaba, escuchaba la radio; conocía de historia y sobre todo averiguaba la historia de los lugares donde actuábamos y todo ello lo empleaba en sus intervenciones. No había quién se resistiera a sus argumentos bien fundamentados.

Cuando existía alguna situación difícil nos apoyábamos en él para buscarle solución, o una salida honorable. Incluso, cuando Clodo u otro compañero quería cometer alguna de las barbaridades que se les ocurrían a menudo, nos reuníamos con Pastor Valente en aras de mantener la unidad entre nosotros, y bastaba con que él hablara y en ocasiones exigiera cumplir con los deberes de cada cual, para que todo volviera a la normalidad. [5]

Por esa labor de convencimiento con la tropa, por transmitir sus experiencias y por el nivel de preparación ideológica demostrada, sus compañeros lo consideraban, además de valiente, como el combatiente más político de la guerrilla.

Triunfo de la Revolución

En Artemisa

Teniente Pastor Valente, Artemisa, 4 de marzo de 1959.

En los primeros días después del triunfo de la Revolución, el capitán Claudio lo presentó en el cuartel de Artemisa y lo designó jefe del mismo. Conociendo la historia de este territorio, sabía que tenía que dar el máximo para responder a la confianza depositada en él. Pudo comprobar la efervescencia en el pueblo por el triunfo; la gente estaba en las calles, gritaban consignas, portaban banderas y pedían que se juzgaran a los asesinos. Pero él, como máximo jefe militar, tenía el control de la situación.

El Comandante en Jefe Fidel Castro había entrado a La Habana el día 8 de enero de 1959, después de haber recorrido el país en la Caravana de la Libertad. El día 17 de enero Fidel reinicia la marcha de la Caravana, pasa por Bauta, Caimito, Guanajay y al llegar a Artemisa al mediodía, fue directo para el cuartel, donde el teniente Pastor Valente lo recibe y le informa la situación existente.

Para Pastor Valente fue un honor recibir varias veces en el cuartel al comandante Ramiro Valdés Menéndez, hijo de esta tierra, querido y admirado por el pueblo. También tuvo la oportunidad de tener como subordinados, entre otros, a dos artemiseños asaltantes al cuartel Moncada: Severino Rosell González (Vero) y a Ricardo Máximo Santana Martínez, el hombre que arriesgando su vida, rescató a Fidel, aquel 26 de julio de 1953.

Pastor Valente y Olivia Margarita con sus hijos Augusto César y Vilma, en Bahía Honda, Pinar del Río. Junio de 1973

Estando en Artemisa, contrajo matrimonio en junio del año 1960 con Olivia Margarita Rodríguez Cobo; con la cual tuvo dos hijos: Vilma y Augusto César.

Otras tareas en las FAR

A mediados de 1961, el comandante Escalona lo designa como jefe del batallón de Milicias de Las Martinas ubicado en Guane, Pinar del Río, unidad que había participado en las acciones de Playa Girón, donde el imperialismo yanqui sufrió su primera gran derrota en América Latina. El 26 de julio de ese año desfiló al frente del batallón en la Plaza de la Revolución, en el acto que presidió el Comandante en Jefe Fidel. Ese día Pastor cumplió 32 años de edad.

Cuando se origina la Crisis de Octubre en 1962, se encontraba en la división de Guane, donde desempeñaba el cargo de jefe de Operaciones y conoció al comandante Che Guevara, que estaba al frente de las acciones que se desarrollaban en la provincia de Pinar del Río.

Al concluir los estudios en la Escuela de Oficiales, lo envían de nuevo para la división de Guane, de jefe de Operaciones; también estuvo un tiempo al frente de la división y de la base aérea de San Julián. Luego designaron al comandante Pinares como jefe de la división y de la base, y él continuó de jefe de Operaciones. Con Pinares mantuvo excelentes relaciones tanto de amistad como de trabajo.

De Guane es promovido a jefe de la división de Bahía Honda y es ascendido al grado militar de primer teniente, luego a su capitán y después a mayor.

Cursó durante casi año y medio la Escuela Superior de Guerra en La Cabaña, donde terminó con buenas notas y es nombrado de nuevo jefe de la división de Bahía Honda. Posteriormente ocupó otras responsabilidades y fue ascendido a teniente coronel y luego a coronel. De manera que desempeñó cargos en la cadena de mando, desde jefe de batallón hasta jefe de división.

Misión internacionalista en Guinea

En abril de 1982 fue designado Jefe de los Especialistas Militares Cubanos en la República de Guinea, donde permaneció hasta julio de 1985. Su tarea consistió en dirigir la preparación de las Milicias para la defensa del país, para lo cual se impartían clases y ejercicios prácticos.

También desarrollaban otras actividades encaminadas a fortalecer las relaciones con la Misión Estatal Cubana y los colaboradores internacionalistas cubanos en ese territorio hermano, así como con la Misión Militar Soviética en Guinea.

Paso a la reserva de las FAR

Al regresar de la misión internacionalista pasó al servicio militar de la reserva, por la Orden No. 204 del Ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de fecha 20 de enero de 1986, manifestando su disposición de seguir sirviendo a la Patria en las nuevas misiones que le asignaran y pasó a desempeñar otras funciones.

Al terminar su vida laboral activa se dedicó a cumplir con sus tareas sociales como militante del Partido Comunista de Cuba, como integrante de los Comités de Defensa de la Revolución y participó en el proceso de creación en Guanajay de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana, siendo electo por varios mandatos como miembro de la Dirección provincial de esta organización, primero en la provincia La Habana y luego en Artemisa.

Muerte

Falleció el día 21 de junio del 2019. Ostentaba el Certificado de Fundador del Partido Comunista de Cuba y la condición de Huésped ilustre de Guanajay, donde residió por más de 50 años.

Condecoraciones recibidas

Pastor Valente, enero de 2019

Por sus méritos en defensa de la Patria recibió numerosas condecoraciones, entre las que sobresalen:

  • Medalla Combatiente del Ejército Rebelde (Guerra de Liberación).
  • Medalla Combatiente de la Lucha Clandestina.
  • Medalla XX Aniversario de las FAR.
  • Medalla XX Aniversario del Moncada.
  • Medalla Combatiente Internacionalista de Segunda Clase.
  • Medalla Ignacio Agramonte Primera Clase.
  • Medalla 30 Aniversario de las FAR.
  • Medalla 40 Aniversario de las FAR.
  • Medalla 50 Aniversario de las FAR.
  • Medalla 60 Aniversario de las FAR.
  • Distinción Servicio Distinguido de las FAR.
  • Distinción por X, XV y XX años de servicio en las FAR.
  • Distinción 28 de Septiembre.

Referencias

Fuentes

  • Castro Ruz, Fidel. Discurso pronunciado en Artemisa, el 17 de enero de 1959. Recuperado el 6 de enero de 2017 en http://www.cuba.cu/gobierno/discursos/1959/
  • Castro Ruz, Fidel: La Contraofensiva Estratégica. Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado, La Habana, 2010.
  • Cupull, Adys y Froilán González: El diario del Che en Bolivia. Editora Política, La Habana, 2004.
  • Garcés Montero, Enrique: Desde Mabay, su siempre amigo. Editorial Pablo de la Torriente Brau y Ediciones Bayamo, La Habana, 2005.
  • Garcés Montero, Enrique: El artemiseño que rescató a Fidel. Editora Política, La Habana, 2011.
  • Garcés Montero, Enrique: Pastor Valente: el más político de la guerrilla. Ediciones Unicornio, Artemisa, 2021
  • González Barrios, René: Almas sin fronteras: Generales extranjeros en el Ejército Libertador. Editorial Verde Olivo, La Habana, 1996.