Pedro Acevedo Villamil

Pedro Acevedo Villamil
Información sobre la plantilla
PEDRO-ACEVEDO.jpg
Luchador de las guerras independentista de Cuba
Nacimiento14 de mayo de 1860
Matanzas, capitanía general de Cuba,
Reino de España
Fallecimiento17 de noviembre de 1946
Bandera de Cuba Cuba

Pedro Acevedo Villamil. Coronel del Ejército Libertador en la Guerra de 1895. Participó en innumerables combates entre los que destacan las acciones bélicas de la contramarcha estratégica, puesta en práctica por Máximo Gómez y Antonio Maceo, durante el paso de la campaña invasora por territorio matancero. Resaltó entre los combatientes por su temeridad y disposición a luchar, hasta librar a la patria del colonialismo español.

Síntesis biográfica

Nacido el 14 de mayo de 1860, uno de los once hermanos que constituyó la familia de Miguel y Juana, naturales de Alacranes y Matanzas, descendientes de familias europeas.

Pedro se casó en dos ocasiones, la primera el 30 de diciembre de 1887 con Ana María Hernández Valdés, con la cual tuvo cuatro hijos y ya viudo en época de la República se casó con Amparo Rodríguez Mancebo con la cual tuvo otros cuatro hijos.

Con una larga tradición militar en ambas familias (Acevedo y Villamil) que viene aproximadamente desde 1750 y procedente de la clase media, recibió y asimiló la enseñanza impartida en esa cuna de patriotas que fue el colegio “Los Normales”, en donde se graduó de bachiller y  como futuro servidor de su patria.

Trayectoria revolucionaria

Sus primeras acciones independentistas las realizó a los 17 años. En septiembre de 1877 los defensores de la colonia descubren un depósito de armas en la fábrica de jabón de López Pelegrín donde resultan acusados los doctores Ocazo y Verdeja junto al joven Pedro Acevedo, quien se levanta en armas a las órdenes del general Cecilio González, acontecimiento que  lo marca y lo atrae por siempre al uso de las armas contra la metrópoli, en defensa de la causa independentista.

Se produce un aparente compás de espera que no es otro sino un fructífero período donde grupos de jóvenes amparados en diferentes núcleos en especial las logias, se organizan, conspiran, acopian armas, elaboran programas, planes, para dar inicio a la última etapa de la lucha contra el colonialismo y en pro de la independencia nacional.

Complotados desde 1894, ahora los hermanos Pedro y Guillermo Acevedo, conjuntamente con Antonio López Coloma y Juan G. Gómez, cumplen la estratégica misión de adquirir armas fundamentalmente en la capital del país, trasladarlas y situarlas en lugares escogidos para apoyar el futuro levantamiento; la captación de hombres en disposición de levantarse en armas cuando fuese dispuesto y la obtención de efectivos monetarios para garantizar todos los eventos. Bajo el seudónimo de “El guajiro de Calimete” Pedro Acevedo estableció contactos con los principales jefes del movimiento, grupo adelantado del cual formó parte.

Apremiado Martí y los principales jefes de los grupos de conspiradores en La Habana y Matanzas,  el 29 de enero de 1895 en reunión presidida por el Delegado en el domicilio de Gonzalo de Quesada en New York se decidió dar la orden para el alzamiento simultáneo en la segunda quincena del mes de febrero, ésta es trasladada a Cuba y bajo la dirección de Juan Gualberto Gómez, se producen algunas reuniones para ajustar los pormenores y  entre otros jefes, participa Pedro Acevedo.

En Matanzas se producen acontecimientos especiales; cuando ya se creía todo listo, en la  tarde-noche del día 23 de febrero dónde un grupo de los jefes complotados le plantean al jefe de la acción matancera, el patriota Pedro E. Betancourt, que se retiran del levantamiento señalado para el 24 y finalmente, sólo un pequeño grupo de 16 patriotas dirigidos por Juan Gualberto Gómez y Antonio López Coloma dan el grito de “Viva Cuba Libre” en el abandonado trapiche de La Ignacia.

Fracasada la integración del grupo comprometido, no se producen enfrentamientos hasta  el 28 de febrero tras un encuentro con un escuadrón del regimiento Pizarro, la Guardia Civil y dos compañías de infantería que merodeaban.

Posterior a Ibarra, se inician levantamientos y enfrentamientos desde el 24 de abril en la provincia y en el caso de Pedro Acevedo dirige el grupo que se levanta en armas el 25 de septiembre de 1895 en el potrero La Luz con más de 100 jinetes. En el lugar sólo hubo escaramuzas y de allí se internaron en la Ciénaga por Manjuarí donde se le sumaron nuevos contingentes; posteriormente decidieron fraccionarse en grupos independientes por San Miguel, donde operaron.

Se incorpora a las fuerzas invasoras y, tanto a su paso en el mes de diciembre de 1895, como en el retorno que hiciera primero el General en Jefe, como después lo hizo el Lugarteniente, participó en innumerables combates y  se destacó en ellos pudiéndose señalar, Coliseo, Calimete, Diana, Vista Hermosa (Río Aura), El Gato y Nazareno,  ingenio Averoff y en la toma de los pueblos Pipián, Catalina, Santa Cruz del Norte, San Antonio de Río Blanco, Barrera y Ceiba Mocha.

Sobrepuestos de las contrariedades de última hora, Betancourt, Pedro y Guillermo Acevedo se dirigieron a la zona de operaciones acordada, en horas avanzadas de la mañana, uniéndoseles en total una partida de 16 patriotas comandados por  Pedro Calzadilla, procedente de uno de los grupos que debió comandar Rafael Acosta de la zona de Unión.

Al pasar por el ingenio “San José” de los Acevedo, dejaron allí al hermano de Pedro, Guillermo, con el grupo de los patriotas que los acompañaban a quien este último los apertrechó con los recursos que tenía previstos para su grupo que no acudió a la cita y cumplió allí la orden de espera.

Llegando al punto acordado, gracias a la pericia y conocimiento del terreno por parte de Pedro Acevedo, detuvo a Betancourt ante una emboscada tendida por tropas españolas que se encontraban ocupando el lugar y en rápida acción lograron evadirse, dando lugar a un grupo de acciones infructuosas en la búsqueda de los grupos allí convocados y con total desinformación de lo ocurrido.

Pedro Acevedo fue detenido, enviado inicialmente al Castillo San Severino y remitido posteriormente a la  fortaleza  de La Cabaña, donde fue juzgado por la adquisición de armas para los levantamientos, sometido a prisión por varios meses y finalmente liberado.

En carta esclarecedora enviada por Pedro Betancourt a Juan Gualberto deja bien clara la participación del patriota Pedro Acevedo ante el alzamiento, el acompañamiento que este siempre le hizo durante todos sus movimientos y el cumplimiento de su palabra empeñada; asimismo, en diferentes documentos de Juan Gualberto queda también clara la temprana participación de Pedro en todo lo relacionado con la Revolución y en la actitud positiva de éste en todo momento.

El 10 de enero de 1896 se une a las fuerzas del Capitán Rafael de Cárdenas, con él permaneció hasta el 4 de marzo en que se subordinó a José Roque ya con el grado de Comandante. Ante las muestras de valor y arrojo, este jefe propone al General Lacret Morlot ascender al grado de Teniente Coronel a Pedro lo cual se hace efectivo y además, le entrega el mando del Regimiento de Infantería Tiradores de Matanzas hasta su incorporación al mando de Pedro Betancourt.

Fue incansable Pedro en el campo de batalla y entre sus hazañas deben citarse el incendio de los poblados de Cabezas y San Francisco de Paula, además  de las 17 teas a ingenios ya mencionadas.

El 5 de marzo de 1896 retorna de occidente el General Antonio Maceo y desde que entra por Matanzas, cuenta con Pedro Acevedo entre las tropas que se le subordinan, haciendo con éste la campaña correspondiente, distinguiéndose en especial en Purgatorio.

Tropas comandadas por Pedro y por Pepe Roque atacan y destruyen una guerrilla española el 12 de marzo de 1896 cerca del poblado de Bolondrón y el 24 destruye Pedro el poblado de Santa Ana.

El 2 de abril de  1896 en finca Dominico propiedad de la familia Dihigo y con una tropa de 100 hombres, Pedro batió una fuerza de 300 hombres dirigidas por el Capitán Rabadán, causándole 22 bajas. El 28 incendió nuevamente el pueblo de Santa Ana.

El 12 de mayo de 1896 Pedro Acevedo y José Roque realizan dos ataques a la guerrilla de Bolondrón, macheteándola a casi toda; el 18 fuerzas al mando de Pedro y Eduardo García tomaron e incendiaron el pueblo de Cabezas y el 28 fuerzas bajo el mando de Pedro combatieron contra  una columna dirigida por el Capitán Juan Hernández, en Jesús María.

El 1 de junio de 1896 traba combate Pedro con el llamado Batallón del Rey, conjuntamente con fuerzas de los coroneles José Roque y Rafael Aguila en La Vija, cerca del Mogote, llevando la peor parte los españoles.

El día 4 de junio de 1896 se incorpora Pedro Betancourt a la provincia, ocupando por orden superior la jefatura de la Brigada Oeste el día 10 a la que pertenecían entre otras fuerzas, el Regimiento “Tiradores de Maceo” del cual era su jefe Pedro Acevedo. Ocho meses después Betancourt tomaría el mando de la Brigada Norte y Oeste (10/2/97) y el 27 de julio de ese propio año 1897 pasaría a ocupar la Jefatura de la 1ra. División del 5to. Cuerpo de Ejército con el cual concluiría la guerra.

El 15 de junio de 1896 una fuerza dirigida por Pedro Acevedo vuela con explosivos un tren en un tramo ubicado entre los poblados de Guanábana y Cidra.

Entre los días 3 y 6 de julio de 1896, conjuntamente con una gran tropa cubana,  unos 2000 hombres, en especial matanceros, dirigida ésta por el General Lacret Morlot, el patriota Pedro Acevedo participó de forma destacada desde  los primeros momentos en el combate de Hato de Jicarita. Entre el grupo de oficiales que participó en esa acción también se encontraba su hermano Guillermo.

El enemigo tuvo unos 60 muertos y más de 100 heridos y los cubanos 15 muertos y 29 heridos. Al parecer el accionar de Pedro fue relevante por cuanto posteriormente, algunos refiriéndose a él se le mencionaba popularmente “el héroe de Jicarita”. Este combate puso a prueba el valor y el ingenio de nuestros jefes, batiéndose  varios días en combates de horas de duración.

Ese propio mes de julio, el día 13, Pedro y su tropa volaron un tren que conducía tropas españolas entre Guanábana y Cidra, causando 14 bajas enemigas; el 14 nuevamente tropas comandadas por Betancourt, Pedro Acevedo y el Inglesito combaten frente a tropas enemigas entre Ceiba Mocha y Cabezas; el 23 en un lugar no precisado, Pedro atacó una tropa de voluntarios comandados por el Capitán Urquía y el 26 nuevamente tropas cubanas en número de 600 hombres,  dirigidas por estos tres baluartes, combaten entre Ceiba Mocha y Cabezas a fuerzas españolas que en número de 800 se presentaron, a las que les causaron numerosas bajas.

El día 5 de agosto de 1896 las fuerzas de los patriotas Pedro Acevedo, Ortega y el Inglesito combatieron en Magdalena durante dos horas a fuerzas del capitán Rabadán, donde fue herido gravemente Betancourt; entre el 15 y 25 en El Mogote, escenario de múltiples combates, Pedro Acevedo al frente de una tropa sostuvo un encuentro con la columna de Aldea, registrándose un fuerte combate y el 31 tropas al mando de Betancourt y Acevedo sostuvieron un encuentro en Ibarra con el Capitán Urquía, de la guerrilla de Cárdenas.

El 8 de septiembre de 1896 en finca Magdalena se produjo un gran combate con la participación de 400 patriotas, entre combatientes e impedimenta, las fuerzas cubanas tuvieron 14 bajas entre muertos y heridos, estando entre los últimos el jefe de la Brigada, Pedro Betancourt y entre las fuerzas participantes se contó con Acevedo. El 13 se produjo un combate con la participación de Betancourt, Pedro Acevedo y José Ortega, con la guerrilla de Cabezas, por espacio de más de dos horas, donde muere el alcalde del poblado.

El 18 de octubre de 1896 se efectuó un combate en Buen Amigo donde participaron fuerzas dirigidas por Betancourt, Pedro Acevedo y Ortega contra numerosa  tropa enemiga.

El 5 de noviembre de 1896 se produjo un combate, en un lugar no precisado, con la participación de fuerzas dirigidas por Betancourt, Acevedo, el Inglesito, Águila y Bienvenido Sánchez. En este fue herido Betancourt.

Un hecho de gran trascendencia fue el ocurrido el 17 de mayo de 1896,  contrastando con la generosidad cubana, que ponía en libertad a sus prisioneros, el alcalde de la ciudad de Matanzas hizo asesinar  al joven Armando Acevedo Villamil, hermano de los patriotas Pedro y Guillermo, como represalia por la quema de la vivienda de la finca La Ignacia, en las cercanías de  Ibarra.

El motivo de esta represalia era que se atribuía a Pedro Acevedo la orden de quemar dicha vivienda.

Innumerables fueron los combates en los que participó Pedro durante la guerra, siempre bajo el mando del General Pedro Betancourt y en la mayoría de los combates en los que se menciona a este jefe.

De la temeridad y arrojo de Acevedo dicen los apelativos que se emplean para calificarlo, “bravo entre los bravos”, “con singular bravura” y además de él se dijo “enérgico a la manera de Máximo Gómez; despojado de insanos egoísmos, como Martí; recio como Maceo e inconmovible ante las adversidades e intrigas que tejen los pobres de espíritu”.

Después de la guerra

Concluyó la guerra con el grado de Coronel, como 2do. Jefe del Regimiento de Infantería “Matanzas”, perteneciente a la 3ra. Brigada de la 1ra. División del 5to. Cuerpo de Ejército, bajo el mando directo de Raimundo M. Ortega. En su honor, en finca Dominico, lugar donde libró varios combates, se halla un obelisco conocido por  “La vigía de Perucho”.

El 10 de enero de 1896 obtuvo título de Teniente; el de Comandante, el 4 de marzo del propio año; de Teniente Coronel el  4 de abril y finalmente el  de Coronel, el 3 de julio de 1896, con el que  terminó la guerra  y con el que se licenció el 15 de julio de 1899.

Al término de la contienda no le fue reconocido el grado de Coronel por cuanto  no aparecía el título correspondiente y así aparece consignado en el Índice de Roloff editado en 1901.

Etapa republicana

En julio de 1911 lideró un pronunciamiento armado contra el

Presidente José Miguel Gómez. Se retiró de la vida política y para vivir modestamente. Se dedicó a buscar el pan de la familia, como agente de negocios.

Tuvo creencias religiosas, fue masón y  ante el llamado de sus compañeros de guerra, ocupó durante años, la presidencia en Matanzas de la  “Asociación de Veteranos de la Guerra de Independencia”, destacándose en sus actividades, en especial, al hacer un efectivo llamado al magisterio para que tomaran en sus manos,  la obra de mantener vivas en las siguientes generaciones el patriotismo de los Veteranos, que por ley de la vida desaparecerían.

Muerte

Falleció en su domicilio, sito en Río # 73 en la ciudad de Matanzas, el 17 de noviembre de 1946,  a los 86 años, sepultado en el cementerio de San Carlos de esta ciudad, con los honores propios de su investidura militar.

La prensa de la época destacó las manifestaciones de duelo, tanto de las instituciones, como del pueblo, que acudieron a la última cita con el querido mambí.

Fuentes

  • Biografía del GB Guillermo Acevedo Villamil. Museo provincial Palacio de Junco Matanzas.
  • Betancourt Dávalos, Pedro. Academia de Cuba. Discurso Junio/1934.
  • Centelles, Ezequiel. Discurso Logia Verdad. Diciembre, 1946.
  • Colectivo de autores. Síntesis Histórica de Matanzas, Imprenta Papyrus del Garraf.SL Vila nova i la Geltrú, 2000..
  • Dihigo, Juan y otros. Documentos varios sobre el MG Pedro Betancourt Dávalos. Academia de Historia de Cuba. Discurso junio 1934, disponible en el Archivo Histórico provincial José Jacinto Milanés.
  • Loynaz, Enrique. Memoria de la Guerra. Editorial Ciencias Sociales, 2001.
  • Ponte Francisco. Biografía de una provincia. Academia de Historia de Cuba. Edición 1959. Capítulos XVII y XVIII.
  • Registro de enterramiento del Cementerio de San Carlos y San Severino de Matanzas. Libro 12 Pág. 435. Asiento 467. Matanzas.
  • Trelles y Govín, Carlos M. Matanzas en la Independencia 1928, en Museo Provincial Palacio de Junco.
  • Colectivo de autores del Centro de Estudios Militares de las FAR (CEMI) Diccionario Enciclopédico de Historia Militar de Cuba. Primera parte (1510 - 1898). Tomo I Biografías. Ediciones Verde Olivo, Ciudad de La Habana, 2014. ISBN 978-959-224-341-5 Página 30
  • Ediciones de la Oficina del Historiador dela Ciudad de Matanzas. Páginas Matanceras: generales de la Guerra de Independencia. Matanzas, N.umero 2, 2009.