Perforador del cogollo
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Perforador del cogollo. Este insecto conocido vulgarmente como perforador o taladrador del cogollo de la fruta bomba, pertenece al orden Lepidoptera y a la familia Pyralidae, y se nombra científicamente Homalopalpia dalera Dyar.
Descripción
El insecto adulto es una polilla que mide aproximadamente 2 cm de longitud y es de color gris oscuro.
Reproducción
Este insecto se reproduce sexualmente, y es una especie ovípara que pone sus huevos en las hojas’ más tiernas del cogollo. De los huevos emergen larvas que llegan a alcanzar 1,5 cm de longitud y son de color verde claro o verde olivo oscuro y mate; poseen una línea dorsal y una banda látero-dorsal, más oscuras. Las larvas se cubren con residuos vegetales y con hilos entretejidos que ellas mismas secretan. Durante la fase larval estos Insectos suelen encontrarse debajo de la fruta, en el punto de unión del pedúnculo con la fruta, en la axila de la hoja o en la yema floral.
La especie Homalopalpia dalera se puede reconocer porque en la zona en que un fruto está en contacto con otro o con el tallo, se observa una red de hilos finos mezclados con una especie de arena dentro de la cual hay siempre una larva verde oscura o gris parda, muy Inquieta.
Lesiones
Esta es la plaga que más lesiones puede ocasionar al cultivo. Las plantas con crecimiento vigoroso pueden rebasar las lesiones que el insecto ocasiona en el tronco al hacer las galerías. En los períodos en que el crecimiento se detiene, por efecto del clima o porque, por otras causas, los insectos continúan activos y las galerías pueden llegar hasta el interior del tallo, la lesión puede ser tan severa que impide el crecimiento del cogollo de la planta.
El agua y las esporas de los hongos que penetran hasta el interior del tallo a través de las galerías que el Insecto produjo, contribuyen también a la destrucción de la planta. Además, entre las esporas de los hongos que pueden invadir el fruto, se pueden encontrar algunas de las que provocan la antracnosis. La planta afectada por este lepidóptero puede llegar a secarse desde el cogollo hacia abajo, cuando las lesiones producidas por la larva son muy severas.
Fuentes
- Manuel Sánchez Hernández. Plagas y Enfermedades de los Frutales. Editorial Pueblo y Educación. La Habana, 1983.
