Personalidad

Personalidad
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Concepto:Conjunto dinámico de características psicológicas que determinan a una persona

Personalidad. Ser humano con sus cualidades socialmente condicionadas e individualmente expresadas: intelectuales, emocionales, volitivas. La concepción científica de personalidad se apoya en la definición marxista de la esencia del hombre como conjunto de relaciones sociales.

Realidad psicológica que se denomina personalidad

Representantes de la psicología humanista, han detenido la mirada en estos aspectos señalados al hacer referencia al concepto de personalidad. La idea de sistema, de integralidad, también se advierte en el pensamiento rogeriano: “el organismo es en todo, momento un sistema organizado total, la modificación de cualquier parte puede producir cambios en cualquier otra [...] La estructura del sí mismo, es una configuración organizada de percepciones que son admisibles a la conciencia”, considerando a la personalidad como “...la organización de la experiencia, la relación de la conducta con el sí mismo”. A. Maslow por su parte, hace referencia a un principio holístico que posibilita la unidad de las múltiples motivaciones humanas (1972). La personalidad es pues, la categoría de la psicología que designa esta especificidad de la subjetividad humana. La personalidad hace referencia al nivel integrador de la subjetividad individual y a las regularidades de la compleja organización subjetiva que subyace en el proceso de regulación del comportamiento individual, la explicación de los aspectos psicológicos esenciales del sujeto regulador de la actividad.

Aspectos más significativos

1. Estamos ante una realidad que es subjetiva, psicológica, de modo que no podemos apreciar directamente su expresión. Solo apreciamos la conducta, el comportamiento, las expresiones verbales.

2. Esta realidad supone un reflejo activo, mediatizado, construido de la realidad objetiva y también subjetiva.

3. La subjetividad está integrada, organizada en diversos subsistemas o configuraciones parciales con diversos grados de complejidad en perenne interrelación (no es un conjunto, ni una sumatoria, ni un agregado). De este modo, un elemento psicológico aislado no posee significación psicológica, sino en virtud del sistema en el cual se integre. Los contenidos psicológicos integradores de la personalidad, originan una entidad nueva, diferente e irreducible a cada uno de ellos por separado, existiendo una relación dinámica y dependencia funcional entre dichos contenidos y entre estos y el sistema personológico como totalidad.

Unidades psicológicas primarias

Los sentidos psicológicos en su expresión más inicial podríamos entenderlos como unidades psicológicas primarias. Estas responden a un determinado contenido, a un operar y a un funcionar. Son contenidos parciales, estables, portadores de determinado valor emocional expresados en diferentes formas definidas conductual o psicológicamente. Entre estas encontramos las necesidades, motivos, rasgos del carácter y otras.

Necesidades superiores

Cualidades estables de la personalidad, de contenido emocional (positivo o negativo), reflejado como vivencia, según el momento de expresión de la necesidad lo cual dinamiza y orienta al sujeto en su expresión comportamental de relación con objetos y personas. Son insaciables, estables, autopropulsadas, contradictorias, se gratifican en la relación. Propician una búsqueda activa de nuevos niveles de relación más que una movilidad por la carencia. Poseen una unidad interna fuente de autoimpulso y transformación sin depender de modo lineal del objeto externo.
Esta unidad está mediatizada por la acción de la personalidad en su vínculo con el medio. Las necesidades pueden entenderse como “la cualidad estable de la personalidad, portadora de un contenido emocional constante, que orienta al sujeto en una dirección igualmente estable de su comportamiento, en forma de relación o de realización con objetos o personas, garantizando en este proceso la expresión activa y creadora de la personalidad, que busca de manera activa nuevos niveles cualitativos en esa relación”. (González, 1989). El proceso psicológico de búsqueda de satisfacción, integra en sí mismo momentos de insatisfacción, lo cual, aunque contradictorio, representa a su vez el dinamismo del comportamiento humano.

Motivos

Los motivos son formas en que la personalidad asume, procesa, elabora sus diferentes necesidades. Son internos y se forman en la incidencia de la personalidad sobre sus necesidades. La personalidad en su acción sobre la necesidad, conforma el motivo portador de un contenido específico, que la necesidad, en tanto fuente dinámica, no desarrolla. Los motivos poseen multiexpresión (en la conducta, en la reflexión y la valoración) a partir de lo cual dan energía y sentido a la personalidad. No siempre es consciente. Los motivos constituyen contenidos de la personalidad y la forma en que ella asume sus diferentes necesidades, brindándole fuerza, intensidad, dirección y sentido al comportamiento. Los motivos, portadores de elevada carga emocional en la estructuración de formaciones de ellos derivadas, se convierten en nudos vitales de la personalidad, expresándose tanto en el plano de la conducta como de la subjetividad. Los motivos se estructuran en una jerarquía. El nivel superior de esa jerarquía lo integran las tendencias orientadoras, las cuales son motivos que movilizan al sujeto hacia los objetivos esenciales de la vida. La expresión de estos contenidos en estos motivos, se caracteriza por la reflexión comprometida y lo dinámico, permitiendo que su potencial regulador trascienda el presente para proyectarse al futuro.

Intereses

Se refieren a la necesidad de obtener información de alguna esfera. Son diversos hacia la adultez. Dotan de selectividad la conducta del individuo. No funcionan aislados sino en un complejo sistema que se constituye en estilo de vida. Orientan y unifican lo que hace y piensa el sujeto.

Hábitos

Automatización de la conducta que se inserta en un sistema e incluso en la concepción de un estilo de vida. Es menos variable y menos generalizado.

Rasgos del carácter

Contenidos concretos de naturaleza conductual. Nominalización de conductas estables. Es lo típico de un individuo en el comportamiento. Expresión ejecutiva estable de la personalidad en la interacción con objetos y personas. Porción estable en la actividad de una persona, se encuentra entre los múltiples determinantes del comportamiento orientado de modo integral hacia un propósito particular. Son tendencias de gran amplitud cuya expresión puede variar ante condiciones determinantes diferentes aunque identifican lo típico de un individuo en el comportamiento. Como criterio de apreciación se sitúa la frecuencia con que se manifiesta la característica, las diversas situaciones en que se adopta ese modo de acción, intensidad de las relaciones en las que adopta dicho modo. Entre otros rasgos del carácter se pueden mencionar: la sociabilidad, sinceridad, honestidad, timidez, extroversión, introversión y amabilidad.

Actitud

Forma organizada y estable en la cual el motivo se estructura en la manifestación concreta de la personalidad hacia objetos, situaciones, personas, mediante su sistema integral de expresión. Incluye valoraciones, emociones y comportamientos.

Determinantes en el origen y formación de la personalidad

Partiendo de criterios cotidianos, muchos padres y maestros creen entender que los problemas que presentan los hijos, hijas, alumnos y alumnas tienen un origen genético, piensan que los niños son así a causa de alguno de los padres, abuelos u otros familiares cercanos. De este modo, queda excluida cualquier intención que pretenda desarrollar, corregir, cambiar o modificar la personalidad de los mismos. Es como si lo biológico determinara fatalistamente la subjetividad y con ello no habría más posibilidades. Acogernos a esta idea, nos paraliza, detiene, además de que nos impregna de resignación y de aparente tranquilidad. Libera a padres, maestros, educadores, dé cualquier responsabilidad en el desarrollo de niños y jóvenes porque “en definitiva, es así, nació así, su padre o madre es así” y entonces no hay nada que hacer. Esto, por supuesto, es una manera mecánica y simple de comprender la esencia de la naturaleza humana y del, desarrollo de su psiquis. El ser humano no se define por su naturaleza, sino por sus adquisiciones en un medio culturalizado producto de relaciones sociales en una historicidad que está en el individuo y en la sociedad.

Los seres humanos formamos parte de la naturaleza y existimos en nuestra esencia en una imbricación, entre lo natural, lo sociocultural, lo histórico y lo propiamente psicológico. Intentar comprender esta dinsoluble relación, resulta imprescindible en el camino de entender el origen y formación de la subjetividad, de la personalidad. Lo biológico es un determinante en el origen y desarrollo de la personalidad. Sin un sistema nervioso dé las particularidades anatomofisiológicas del, cerebro humano no podría existir la personalidad. Claro está que a este desarrollo de la materia viva se llegó luego de una larga evolución biológica, filogenética. Ya hoy, no es posible hablar de un proceso evolutivo al margen de leyes psicosociales. Sin embargo, el sistema nervioso solamente es una condición necesaria, pero no suficiente. Este propio sistema requiere de la interacción del sujeto con la sociedad para que sus propias potencialidades se desarrollen y maduren (no todas las neuronas están mielinizadas, cada vez son más utilizados programas de estimulación temprana, la necesidad de nuevas impresiones y su gratificación aparece como imprescindible para el desarrollo neurofisiológico y Psicológico).

Recordemos cuán indefenso nace el ser humano a la vez que posee las mayores potencialidades para desarrollar recursos que le posibilitarán progresivamente, no solo adaptarse a la vida sino transformarla. Esto solamente lo logrará con la participación mediadora del adulto. Es decir, lo biológico no incluye lo psicológico, aunque sí crea las posibilidades de que este último se forme.
Lo biológico interviene en el proceso de formación de lo neurofisiológico a partir de la información existente en el código genético en tanto estructura orgánica. A su vez, este proceso está muy influido por lo sociocultural. De modo que, lo biológico influye directamente en la formación del sistema nervioso central y su funcionamiento, pero indirectamente en el proceso de formación de lo psicológico que aflora mediatizado por lo ambiental y cultural. Así, la propia potencialidad del cerebro, la lucha por la subsistencia, la producción de objetos e instrumentos y el surgimiento de mecanismos psicológicos implicados, se revirtieron desde el inicio en el propio desarrollo del cerebro y su funcionamiento mediatizado todo culturalmente, aumentando su tamaño y su peso. A su vez, lo cultural y social se desarrolló vertiginosamente gracias al cambio biológico y psicológico que iba surgiendo. La psiquis humana aparece como una nueva cualidad derivada de un punto específico del desarrollo biológico por un lado, y por una vida social que va construyendo el propio ser humano que caracteriza su relación con el ambiente. Se da así una interrelación entre lo biológico y lo social que resulta indisoluble en su desarrollo hasta hoy en día.

Véase También

Fuente

ALLPOR, G: La personalidad, su configuración y desarrollo, Ed. Revolucionaria, La Habana, 1971. GONZALEZ, F: Psicología. Principios y categorías, Ed. Pueblo y Educación, Ciudad de La Habana, 1989.