Personificación

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Concepto:La personificación es un tipo de lenguaje hablado y escrito que presta calidades humanas, sentimientos, acciones y otras características a los seres y objetos inanimados.

Personificación. Es un tipo de lenguaje hablado y escrito que presta calidades humanas, sentimientos, acciones y otras características a los seres y objetos inanimados.

Concepto

La Personificación (o Prosopopeya) es una figura Retórica que consiste en atribuir cualidades propias de seres animados y corpóreos a otros inanimados o abstractos, o acciones y cualidades humanas a seres que no lo son, dándoles vida propia. Es un recurso muy utilizado en Fábulas y cuentos infantiles. La Personificación es, dentro de las figuras literarias, una de las Figuras de Ficción.

La prosopopeya o personificación consiste en atribuir a las cosas inanimadas acciones y cualidades propias de un ser animado. Veamos unos ejemplos: “Vierte la fuente un agua confiada” (“En lo alto” de Mantero); “Salíme al campo, vi que el sol bebía / los arroyos del yelo desatados” (“Miré los muros de la Patria mía” de Quevedo); “en la lona gime el viento” (“Canción del pirata” de Espronceda); “Empieza el llanto / de la guitarra” (“La guitarra” de Lorca). En estos versos, cosas inanimadas como el agua, el sol, el viento o la guitarra, muestran cualidades propias de las personas como es el tener confianza, el beber o el llorar.

La prosopopeya o personificación es un recurso retórico muy frecuente en la creación literaria de todos los tiempos. Su expresión puede ser explícita, en el sentido de un diálogo con un ser inanimado como en el siguiente ejemplo del romance “Abenámar, Abenámar” en el cual el rey don Juan habla a la ciudad de Granada y la ciudad le responde:

Si tú quisieras, Granada,

contigo me casaría;

daréte en arras y dote

a Córdoba y a Sevilla.

Casada soy, rey don Juan,

casada soy, que no viuda;

el moro que a mí me tiene,

muy grande bien me quería.

En otras ocasiones la prosopopeya o personificación se aplica a cosas incorpóreas o abstractas, e incluso puede permanecer oculta hasta que se descifra el sentido alegórico del texto literario. Así, por ejemplo, en el poema “Vino, primero, pura” de Juan Ramón Jiménez, que incluimos en la antología; sólo al final del poema se nos comunica que la “persona” a la que se aludía durante todo el poema es en realidad la “poesía”:

Vino, primero, pura,

vestida de inocencia.

Y la amé como un niño.

Y se quitó la túnica,

y apareció desnuda toda … ¡Oh pasión de mi vida, poesía

desnuda, mía para siempre!

Personificación es la acción y efecto de personificar. Este verbo tiene varios usos: personificar puede ser atribuir vida o acciones propias del ser humano a animales, plantas u objetos; representar en una persona un sistema o suceso; o representar a una persona determinada en una obra artística o escrito.

Teoría literaria

En la teoría literaria, la personificación o prosopopeya es un tipo de metáfora que consiste en caracterizar a una realidad no animada como humana. De esta forma se le concede a una cosa atributos que resultan propios del ser humano, y lo inanimado pasa a ser tratado como si tuviera vida.

La personificación no sólo puede alcanzar a las cosas físicas inanimadas, sino que también puede estar vinculada a nociones abstractas.

Mecanismo de personificación

El mecanismo de personificación o prosopopeya consiste en atribuir cualidades humanas a seres inanimados. Es un mecanismo más de intensificación de la cualidad o función del producto. Esta intensificación, a través frecuentemente de la metáfora previa, da al producto una cualidad que le infiere, no solo notoriedad, sino personalidad suficiente para poder llegar a establecer un diálogo. A través de él, se crea una línea de comunicación caliente, válida para la persuasión emotiva. No obstante, aunque este mecanismo dé al producto estatus de persona, hay formas de articular esa relación producto-consumidor.

Ejemplos de personificación

1. Las estrellas nos miraban mientras la ciudad sonreía.

2. El tren tose asmáticamente por la ladera.

3. La ciudad era rosa y sonreía dulcemente.

4. La ventana me guiñeó el ojo.

5. “La Muerte llegó al lugar y pronto le extendió la mano al anciano. El viejo trató de huir pero ya no tenía fuerzas: fue abrazado por la Muerte y arrastrado al Más Allá”, “Atenas, bella y ancestral, sedujo al escritor y lo conquistó al presentarle un mundo milenario lleno de bellezas. El novelista pronto se casó con la capital griega y ya no pudo engañarla con ninguna otra metrópoli en sus obras”.

Fuentes


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