Plaza Malacoff (Cárdenas)

Plaza Malacoff o del Mercado (Cárdenas)
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Obra Arquitectónica  |  (Plaza de Mercado)
PLaza Malacoff 2a.jpg
Descripción
Tipo:Plaza de Mercado
Localización:Calle Coronel Verdugo, Calle Calvo, Callejón de Andriani y Calle Ruiz; Cárdenas, Matanzas. Bandera de Cuba Cuba
Datos de su construcción
Inauguración:24 de marzo de 1859; Reinauguración 24 de marzo de 1996.

Plaza Malacoff o Plaza del Mercado (Cárdenas). Primera Estructura de hierro fundido y vidrio utilizada para una Edificación Pública en Cuba. Inicialmente nombrada Plaza de Souberville e inaugurada en el año 1859 como Plaza del Mercado; y en su especio también se encuentra el monumento en recordación del fusilamiento de los esclavos del Levantamiento de Soledad de Bemba (hoy Jovellanos) en 1844.

Antecedentes históricos

Plaza de Souberville

La Conspiración de 1844 (conocida como la de La Escalera) tuvo en el partido de Cárdenas y Soledad de Bemba (Jovellanos) como jefe, al pardo libre y sastre de profesión, Luis Seguí. Como segundo el carnicero y también chino libre, un tal Vicente Morejón, y ambos fueron presos. El plan del levantamiento debía empezar por el ingenio Gabriel en Guamutas; seguido por Roque, Artemisa, Cañongo, Soledad, Corral Falso, Cimarrones, Lagunillas, Guamacaro y el Coliseo, todos en la misma hora de la misma noche.

En el mes de marzo se levantaron las dotaciones de tres ingenios del Partido de Bemba comenzando por el Santa Catalina y otros dos más. En el mes de mayo fueron presos los antes mencionados y condenados a fusilamiento por un Tribunal de Guerra. El proceso de enjuiciamiento comenzó desde el 20 de marzo de 1844 culminando con el fusilamiento. Éste fusilamiento tuvo lugar en la entonces Plaza de Souberville. Seguí, Morejón y cinco más al ser puesto ante el cuadro; al oír la voz de mando, Seguí se volvió de frente gritando “… que él no moría como los cobardes de espalda”, y así recibió la muerte de frente y en forma contraria a sus compañeros.

Monumento a los fusilados de la Conspiración de 1844 en la Plaza Malacoff

Estos fueron fusilados por 2 compañías del Regimiento “La Unión” formados por una compañía del Regimiento de Tarragona y otra de la Octava de Lanceros del Rey, bajo el mando del Capitán de Infantería del Ejército, Claudio de Ibarra, ayudante de la Plaza Militar de Cárdenas. Los fusilados a las 6 p.m. del día 1 de octubre de 1844 fueron:

  • Luis Seguí, mulato (pardo) libre
  • José Flores (alias Cañizo), mulato libre
  • Francisco Espinosa, mulato libre
  • Vicente Morejón, chino libre
  • Juan Lugones, negro libre
  • Manuel Morales, negro libre
  • Eduardo Carrera, negro esclavo

El Tribunal de Guerra también decidió a ahorcar a varios de los conspiradores, lo cual se llevó a efecto en varios lugares de la comarca. Entre ellos el más significativo fue el de la finca Luisa de Maddan, en los linderos del camino a Lagunilla, donde en un monte se colocó la cabeza de un negro (de la dotación del súbdito inglés Teodoro Phinney), y desde entonces el lugar fue llamado por “monte del ahorcado” o de la Cabeza del Negro.

Por otra parte se autorizo a dar de forma libérrima los “bocabajo”, y para ello establecieron algunos lugares como el almacén del Sr. Carrerá, después Belauzaran (1893); otro lugar fue el tejar de Torriente, situado en el ingenio del mismo nombre. El cuero y el bocabajo fue empleado ampliamente en las dotaciones enteras.

Plaza del mercado vieja

Desde la fundación hasta la erección de la Iglesia la Plaza de Fernando VII fue un solar yermo con un pozo y usado como apostadero y abrevadero de las bestias que traían mercancías para el puerto (sal, carbón, productos de las fincas, café, azúcar en cajas y en bocoyes, etc.). Lo cual facilitaba el abastecimiento a los puestos de expendios levantados en la cercanía. Como el mercado de la Villa era de un aspecto repugnante por la estrechez y hacinamiento entre los distintos productos expuestos, se deciden cambiar de lugar éste mercado.

Este mercado que desde la fundación usaba los portales del Café Ciervo de Oro (hoy el antiguo Hotel Europa), en la calle Real, esquina a Princesa y frente a la Plaza de Isabel II (antes de Fernando VII y después el Parque Colón). El dueño del Café, el Señor Esteban Parodi(y), junto con Manuel de Cárdenas elevan una carta a la Junta Municipal el 28 de febrero de 1856, solicitando el permiso para el traslado y erección de un nuevo mercado. La Junta Municipal aprueba esta solicitud y libra una convocatoria para seleccionar un proyecto.

Convocatoria del proyecto

La Junta Municipal libra la convocatoria para la presentación de los proyectos para la nueva plaza del mercado en 4 de marzo de 1856. Y durante cerca de un año se estuvieron recibiendo los proyectos presentados en distintos momentos, estos fueron cinco:

  1. Esteban Parodi y Manuel de Cárdenas
  2. José López Martínez
  3. Tomás Fernández de Cossio
  4. Vicente Medina, arquitecto
  5. John Brisdon, ingeniero inglés

Al final se unieron los proyectos de Vicente Medina y el de John Brisdon, el cual fue aprobado por la Junta Municipal el 20 de junio de 1857 y por la Junta Superior Civil el 18 de septiembre de 1857.

El proyecto ganador del concurso fue el del arquitecto Don Vicente Medina y el estructural lo ejecutó el ingeniero inglés Johan Brinsdon. La Plaza del Mercado, que utiliza estructura de hierro fundido, es un ejemplo de arquitectura ferro – vítrea, tecnología de gran auge en el mundo por aquella época, revolucionando las técnicas tradicionales existentes. La armazón fue traída desde los Estados Unidos toda de hierro fundido. Y según Pezuela, en los datos historiográficos de la Isla de Cuba, es la segunda en belleza después de la Santiago de Cuba en su época.

Plaza nueva

Esta plaza llamada de Souberville hasta entonces ocupaba una superficie de tres cuarto de manzana (de las trazadas originalmente), entre las calles de Calvo, Coronel Verdugo (después de 1862 y antes Gloria), Ruiz y el Callejón de Andriani. Este callejón de 80 varas por 5 de ancho enlaza las calles de Ruiz con la de Calvo. De esta forma se crea una manzana idéntica la que ocupaba el Ciervo de Oro y el Casino Español siendo las únicas dos más chicas de la población y siendo las excepciones a las reglas del trazado.

En concordancia con el Municipio y se le otorga la cesación de la administración a Parodi, pero dejándolo gravado con la cláusula de pasarlo al Ayuntamiento tras 25 años de uso. Se libraron acciones de 150 pesos y con un capital cubierto a los pocos días de 250 000 pesos, se inicia la construcción.

Primer trazado

El trazado del proyecto ganador representa una cruz de brazos equiláteros, dando el frente a cada una de la calles antes mencionadas. En estos brazos se ubican las casillas (numeradas) de mampostería de 5 x 5 x 5 metros y convenientemente acondicionadas para el expendio de carnes. Frente a estos brazos y por ambos lados corren unos pasillos de 5 metros de ancho con el suelo de losas de San Miguel. Estas ocho calles laterales desembocan en una plaza redonda de 20 metros de diámetro, en ella se hallaban las mesas de café y la administración de la plaza (Hellberg, 1893). Cubre esta plazuela una cúpula de 15 metros de elevación, de media naranja de hierro y zinc. Es precisamente esta cúpula que se asemeja a una prenda femenina la que le da el nombre de Malacoff .

Vista de la cúpula que le dio el nombre popular

Sobre esta cúpula se erigió una estatua de madera, de dos metros de alto, representando a Pomona, diosa romana de los frutos, pero los vientos huracanados la arrojaron en varias ocasiones. Al fin fue sustituida por una bola de un metro y medio, pero también ha rodado al piso en varias ocasiones (Hellberg). La techumbre general es de zinc y pintado de negro.

Sobre las casillas centrales hay un piso destinado a las habitaciones de los placeros. Las esquinas conforman cuatro patios y en cada uno un pozo. En el margen de los pasillos y los patios cubiertos de tarimas y techos de madera existen las casillas de hortalizas y variadas legumbres. En los patios de Adriani y Calvo con convenientes mesillas de mampostería y mármoles, con abundante aguas están las destinadas al pescado. (Hellberg)

Avatares de la plaza

Al culminarse su construcción y con la inauguración el 24 de marzo de 1859, se promulga un “Reglamento para la Policía y Orden Interior” de dicha Plaza. Esto debía reglamentar todas las actividades, derechos y deberes de la Administración, usufructuarios (vendedores en las casillas alquiladas), así como el comportamiento del público en general. Esto se cumplió durante algunos años.

Momento de la recosntrucción de la Plaza

Junto con las situaciones provocadas de los vientos huracanados, la plaza sólo ha tenido un evento grave, el incendio del 1 junio de 1897 (aparte del Ciclón del 33 (1933) en la ciudad). Éste incendio destruyo las crujías correspondientes a las calles de Ruiz y la de Coronel Verdugo. En 1899, el arquitecto municipal. Jacinto Suárez Suárez, propuso un proyecto de reconstrucción que fue aceptado por el Ayuntamiento, por entonces ya propietario de la misma.

Con este proyecto se sustituyeron las vigas de madera de los pisos superiores por losas planas y bovedillas. Se construyeron escaleras en los patios para sustituir las que había en los extremos de las crujías aumento de esta forma la fortaleza de toda la instalación. Dejaron de existir las habitaciones en estos pisos cambiándose las casillas indistintamente y se abrieron otros tipos de comercios gastronómicos (fondas de chinos y cafés).

Sociales

Aún durante el proceso de construcción de la misma, sus terrenos fueron usados en un lucido Bazar para recaudar fondos para el Hospital de la Caridad Santa Isabel. En él se incluyeron corridas de patos, lidia de gallos y otras diversiones licitadas con un brillante resultado.

Esto continuo como una tradición popular durante muchos años en los que sus espacios se llenaron de música campesina y popular, disimiles concursos y concurridas tertulias. Durante las épocas en que Cárdenas fue el punto de enlace para viajar a Varadero. Los “viajeros turistas” hacían escala obligada en el retorno para recoger, ya fuera un recuerdo más o tomarse un refrigerio.

La plaza mantenía lugares abiertos las 24 horas dando así la posibilidad que algunos trasnochadores pudieran tomarse un plato de sopa Kuan Tang, disipadora de los humos alcohólicos. O comerse un plato de arroz frito y por último, sencillamente tomarse una tacita de café en “los Quietecitos”.

No menos importante eran los 23 de diciembre, donde siempre se lograba encontrar lo necesario a última hora. Y aún hubo momentos en los cuales el mismo 24 de diciembre, hasta a las 5 de la tarde se podían encontrar los “rabanitos” que se nos habían olvidado.

Comité Plaza Malacoff

La Plaza por años de uso, por dejadez administrativa y/o situaciones económicas del país, cayó en un estado de semi deterioro. Y ante las quejas y reclamaciones populares el 13 de agosto de 1995 se crea el Comité Plaza Malacoff como un acuerdo de la Asamblea Municipal del Poder Popular. Este Comité apela a las tradiciones del pueblo y hace renacer la idea del aporte popular en todos los sentidos trabajo voluntario, prestación de medios y herramientas y el sufragio de los costos.

Se establecieron distintos mecanismos y sobre todo un bono de aporte monetario. Algo semejante ya se había realizado en la primeras décadas de 1900, por Oscar María de Rojas, logrando construir un edificio propio para el Museo y Biblioteca Pública de Cárdenas, finalizado en 1918. El compromiso fue terminar las obras para celebrar el 137 aniversario el 24 de marzo de 1996.

El Comité recibió el aporte de $58 146.25, proveniente de 12 726 personas en su mayoría niños y trabajadores. Además participaron con distintos aportes 65 empresas, centros, organismos y entidades, incluyendo algunas fuera del municipio. El total de gastos reales fue de $55 128.47, pero el mismo sin el aporte de menores precios y del trabajo voluntario habría sobrepasado los $100 000.

En la actualidad se conserva con una actividad de Agro mercado fundamentalmente, una panadería de la Cadena del Pan, Comercio Industrial, Unidades de Gastronomía. Además se realizan en la misma Ferias, Actos, Eventos, Retretas y otras actividades musicales.

Véase también

Fuentes

  • Alvarez Blanco, Ernesto. Guía Turística a Cárdenas. Portal del Historiador de Cárdenas.
  • Archivo Histórico Municipal de Cárdenas. Actas Capitulares y documentos varios.
  • Colectivo de Autores. Versión publicable de la Historia Local. Inédita. 2007
  • Colectivo de Autores. Cronología de la Historia Local. Monografía mecanografiada en el Centro de Información del Museo “Oscar María de Rojas. Cárdenas, 1997.
  • Hellberg, Carlos. “Historia estadística de Cárdenas – 1893”. Edición Comité Pro – Calle. 1953.
  • Miranda Chirino, Lic. Lázaro. “La restauración de la Plaza del Mercado y el rescate de una tradición local. Monografía mecanografiada en el Centro de Información del Museo “Oscar María de Rojas. Cárdenas, 1996.
  • Portel Vilá, Herminio. Historia de Cárdenas.