Plazuela de Bedoya (Camagüey)
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Plazuela de Bedoya en Camagüey. Es una de las plazuelas más importantes de la ciudad de Camagüey, se encuentra cercana a la Plaza del Carmen, que consta de la iglesia del mismo nombre.
Sumario
Historia
Se ubica en el entrecruzamiento de las calles Martí, Hermanos Agüero y Honda, da lugar a una interesante plazuela de seis esquinas, llamada antaño del Pozo de Gracia, porque se dice que por allí existía uno que nunca se secaba.
La Plazuela de Bedoya remonta sus orígenes al Siglo XVIII y debe su nombre al comerciante Ángel Bedoya, quien tuvo un establecimiento en este sitio. También fue conocida como Plazuela del Pozo de Gracia, debido a una fuente de abasto de agua que se encontraba en el centro de la misma.
Tradiciones
Ubicada en una zona humilde, sus vecinos eran personas sin muchos recursos, vinculados desde siempre a los cultos sincréticos y a las fiestas de San Juan y San Pedro.
Una de sus tradiciones más populares consistía en una feria en la que seleccionaban una reina, y a la cual sus admiradores rendían homenaje y halagaban durante el tiempo que duraba la festividad.
Valores patrimoniales
En las proximidades de esta se encuentra el conjunto del Carmen, integrado por la Iglesia, el antiguo Convento de las Ursulinas y la Plaza.
La Plaza del Carmen surge en las primeras décadas del Siglo XIX y constituye una de las más pintorescas del Centro Histórico de Camagüey, tanto por su peculiar forma escalonada como por la heterogénea población que la habita, caracterizada por el fuerte predominio de las tradiciones afro-cubanas debido a la antigua presencia de cabildos en la zona.
Estado actual
Actualmente, la Plaza del Carmen es engalanada por un conjunto escultórico confeccionado por la artista Martha Jiménez Pérez, la cual recreó personajes tradicionales como el vendedor de agua, el lector del periódico, las chismosas y la pareja de enamorados. Elocuentes testigos estos personajes, desde su mutis, de la expresión popular de ayer y siempre.
Sitios de interés cercanos
Cerca de Bedoya, y con unos escasos cuatro metros de largo, se haya el Callejón de la Miseria, llamado así por ser el más corto de toda la ciudad, y quizás de Cuba, y que los relatos populares atribuyen a la conversión del patio de una casa en callejuela. Es el más corto de nuestra villa, con sólo 8 metros de largo por 2 de ancho.
