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- El símbolo de la fauna de Baracoa lo constituye el caracol arborícola Polymita picta, endémico de esta región y de las limítrofes. Es el molusco con concha más bellamente coloreada del mundo.
Por las extraordinarias variaciones y combinaciones cromáticas que presentan sus conchas, no existen moluscos -marinos, fluviales, o terrestres- que puedan rivalizar con ellas.
Ver un cafetal en Baracoa con el rocío de la mañana es un encuentro con la Polymita picta y su policromía.
Baracoa y Polymita no pueden separarse. Es tal la admiración que han sentido y sienten los habitantes de este pequeño y verde pueblito por tan ingenuas y bellas criaturas, que existe una leyenda en su honor. Ella cuenta de los amores de una bella india y su cacique, quien para conquistarla sin tener perlas ni joyas, quiso ofrecerle un regalo único. Y salió un día a apresar los colores del sol, el verde de las montañas, el rosado de las flores, el blanco de la espuma de la mar, pero al sorprenderle la oscuridad no pudo aprisionar el azul del cielo, conformándose con el negro de la noche. Ella, deslumbrada al contemplar tan singular creación, le imprimió la cadencia de su baile, la ternura de sus palabras y la benevolencia de su ser. Por eso se afirma que son las polimitas las joyas naturales de Cuba y ofrecen gran beneficio al hombre, aunque no existan azules.
- A la entrada de la ciudad de Baracoa por la zona este sorprende a los visitantes un río de aguas cristalinas y abundante corriente. Ante la inevitable pregunta escuchará que se trata del Río Miel o Río de Miel, como lo llaman los pobladores de La Primogénita; y acto seguido escuchará la curiosa profecía: quien se baña en sus aguas se queda por siempre en Baracoa, asociada a una leyenda que cuenta la historia de dos enamorados: un joven criollo y una adolescente francesa radicada en esta zona después de la Revolución Haitiana, quien decide dejar que su familia parta y quedarse para siempre en estas tierras junto a su amado, al que se entrega en las dulces aguas del Miel una apacible noche de luna llena.
- La Farola, vial que da acceso a la Ciudad Primada, obra construida en la década del 60 después de varias promesas y fraudes de los gobiernos de turno, es bautizada como una de las mentiras de Baracoa porque es una farola que no alumbra y constituye además uno de los accidentes geográficos más descollantes de la región.
